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FIRE AND ICE. por Taoris4ever

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Notas del fanfic:

Este FanFic participa en el proyecto Amigo Invisible de Ary y Mitche para Navidad. Este proyecto es en WATTPAD, pero decidí subirlo aquí también porque me gustaría que más personas lo conocieran jejeje :)

Notas del capitulo:

Holi, espero que les guste, y no pongo el nombre de mi amigo invisible aquí, porque creo que ella esta más en wattpad que en esta página...

Como saben, yo siempre me inspiró en cositas que veo, y para esta historia me inspiré en este video: Aquí... Ningún fic mío es copia de nada, a pesar que me inspiro en cosas que ya existen...

 

Buena lectura :)

Hace mucho tiempo antes de que la humanidad existiera, varias especies habitaban el planeta. La tierra no era un lugar muy tranquilo en ese entonces, ya que los cinco reinos vivían constantemente en guerra.

La enemistad entre el reino del agua, aire, fuego, tierra y hielo era extremadamente fuerte y tan antigua como la tierra misma, parecía que nunca nada los haría llevarse bien, o bueno eso pensaban la mayoría de sus habitantes.

La razón principal para su enemistad, era debido al daño que se provocan entre sí, aunque eso no era del todo intencional. Es decir, ¿Qué puede hacer el fuego para no consumir el agua, o derretir el hielo?, ¿Qué puede hacer el agua y hielo para no extinguir la llama de los habitantes del fuego?

El aire y la tierra son los reinos menos dañinos para los demás, claro si no tienen la intención de dañarlos de verdad, estos dos reinos son los que más controlan sus poderes y sus formas físicas, sin embargo se han inmiscuido en la guerra porque han tomado como suyos los problemas ajenos. El aire es aliado de reino del agua,  la tierra es aliado del fuego y el reino de hielo prefería mantenerse solo.

Las guerras entre los reinos parecía que serían eternas, pero en medio de la adversidad, un amor inocente y puro logrará surgir. Sin embargo ambos serán tóxicos el uno para el otro, ¿de verdad podrán llegar a vivir su amor plenamente?

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Un bosque de matices blancos, es el mágico paisaje que se alzaba alrededor de una figura baja y delgada, que pertenecía nada más y nada menos que a un joven bellamente risueño, este individuo, de aspecto frágil, de piel traslucida, y pupilas color violetas, corría velozmente mientras reía por su travesura, otra vez había vuelto a despistar a sus guardias, esos que sus padres insistían tanto en ponerle para su protección, y de los que él ya estaba cansado.

Sus risas resonaban fuerte por el lugar, mientras a lo lejos escuchaba su nombre ser gritado por sus desesperados carceleros, quienes pensaban que era muy difícil lidiar con un adolescente de dieciséis años. Sobre todo uno tan especial como él, ya hasta sus propios padres han perdido la cuenta de las veces que se ha escapado solo en ese año.

“Tin, tin” era el sonido que se escuchaba cuando sus descalzos pies de hielo se chocaban contra el piso escarchado, ese era el único sonido que lo acompañaba en su huida, y él no podía estar más feliz por ello, porque significaba que había perdido por completo a sus protectores.

Corrió un poco más, hasta que finalmente llegó al claro que tanto amaba, ese en el que había un pequeño riachuelo bordeándolo, metió sus pies en el agua helada, y disfruto la sensación de aquello.

Generalmente en todo su reino solo había hielo y escarcha, y si él alguna vez llegaba a tocar cualquier sustancia en estado líquido inmediatamente la convertiría en hielo, después de todo eso hacia la mayoría de su gente. Pero en esa parte en específico el agua nunca se congelaba, y estaba fría en el lado de su reino, mientras que desde la mitad sur era cálida, pero no lo suficiente para dañarlo, solo era agradable, y él más de una vez ha estado muy cerca de la otra orilla, donde sí se adentraba solo unos cuantos pasos estaría en el territorio de los seres de fuego.

A él en particular siempre le había llamado la atención ese reino, le parecían fascinantes las llamas rojas e intensas, que siempre cubrían los bosques de sus enemigos, eran enigmáticas para su persona.

Baek se adentró a la mitad del lugar, donde descansaba una gran piedra en forma triangular, y cuando estuvo lo suficientemente cerca de este objeto, acarició las inscripciones que se encontraban ahí, ha leído esos mismas leyendas por tantas veces que ya se las sabe de memoria. Toda la historia del reino de fuego y de hielo se cuentan ahí, es algo particular que solo está en esa área; las otras fronteras de su reino que colindan con el agua y la tierra son normales, y él siempre se ha preguntado: “¿Por qué justo en ese lugar había algo tan diferente?”

Algunas inscripciones no las entiende, pero la gran mayoría sí, ya que sus padres le habían enseñado el antiguo lenguaje de sus ancestros. Había disfrutado sus tardes de niñez descifrando junto a ellos todo eso, hasta que un día todo cambio, sus padres dejaron de ir ahí, y le prohibieron a él también visitarlo.

Él entendía la paranoia que tenían sus progenitores por ese lugar, después de todo ahí fue atacado él a sus doce años por un ser del reino del fuego. Baek recuerda haber estado jugando en el lado que pertenecía al territorio enemigo, cuando sin espéralo nadie un enorme lobo de fuego salió del lugar y empezó a gruñirle.

Asustado como todo niño, retrocedió, esperando que sus padres o los soldados de su reino pudieran ayudarlo, pero la velocidad con la que actuaron los adultos fue insuficiente, cuando menos se lo esperaron, el lobo tomó entre sus colmillos de fuego su pequeño brazo, recuerda que gritó mucho, por el daño que le estaba provocando la mordida y el tener tan cerca a un ser de fuego.

El lobo lo zarandeó de un lado a otro, antes de arrojarlo lejos, y mandarlo contra un árbol, el golpe fue tan intenso que perdió el conocimiento. Él despertó después de dos días de ese accidente, se enteró que el lobo había sido capturado y asesinado, tuvo mucha pena por ese animal.

Desde ese ataque sus padres eran estrictos en cuanto a dejarle ir de nuevo a ese lugar, pero él siempre de una u otra forma ha logrado escaparse para visitar su pequeño paraíso, aunque de todas formas terminaban encontrándolo no mucho tiempo después de sus huidas, era algo obvio a donde iba, a excepción de unas cuantas veces que escapaba a otros lugares, solo para poner de puntas los nervios de sus padres.

Baek suspiró, le fastidiaba mucho que sus padres no le dejaran visitar libremente ese lugar que tanto amaba, y sobre todo que desde ese día lo tratasen como alguien frágil, los trata de entender, pero a veces es tan difícil. Después del accidente su brazo sano rápidamente, pero el golpe que se dio contra el árbol repercutió directamente en su corazón, y al ser de hielo escarchado como el resto de su cuerpo, se había resquebrajado en el interior, las heridas externas en ellos sanaban, pero una como la de su corazón que era profunda, no se podía sanar con nada.

Sin darse cuenta Baek se había quedado sumergido en sus pensamientos, mientras giraba una y otra vez por la roca triangular, suspirando, decidiendo que era mejor olvidar el pasado, y disfrutar el poco tiempo que le quedaba en su pequeño pedacito de cielo.

Se separó de la roca y se dirigió a la parte que era del reino de fuego, a pesar de lo que había pasado, él no tenía miedo, y le encantaba esa parte, sobre todo porque ahí sentía un calorcito que no le hacía daño y escapaba por un momento del frío de su propio cuerpo, además le encantaba hacer crecer flores de hielo en ese lado, estas tomaban un color entre rosa y rojo particular que lo hechizaban, no era el típico blanco que estaba acostumbrado a ver en su reino.

El sonido de pisadas y hojas quemándose a mayor velocidad de la que estaba acostumbrado a escuchar de ese lado, le advirtieron que algo se acercaba, así que se levantó de su lugar lo más rápido que sus piernas pudieron.

Se alejó corriendo hacia el lado de su reino, pero no había ni siquiera llegado a la roca triangular, cuando un habitante del reino de fuego apareció en ese claro, el chico jadeaba, mientras se mantenía inclinado apoyando las manos en sus rodillas, intentando recuperar el aliento.

Baek no estaba muy seguro del por qué se detuvo a observarlo en vez de salir huyendo, solo sabe que ese ser tenía algo que lo incitaba a quedarse, cuando sus miradas se cruzaron, él pudo notar que el contrario estaba asustado, y no entendía el porqué de aquel sentimiento en sus pupilas, si de los dos el que más saldría perjudicado si llegaran a pelear sería él.

El joven de hielo retrocedió unos pasos cuando el chico se irguió por completo, era más alto y corpulento que él, y eso definitivamente lo asustaba. Él intento salir corriendo esta vez, pero la voz del contrario lo detuvo.

—No, no… —dijo el desconocido con una voz profunda—, no te haré daño, no temas.

Baek lo miró sin creerle, pero aun así decidió no escapar. — ¿Qué hace un habitante de fuego aquí? —Se animó a preguntar, cuando estuvo seguro que el chico no tenía ni la más mínima intensión de acercarse, por lo tanto tampoco tenía la  intención de dañarlo—, digo no es que me moleste…—completó cuando el extraño lo miró con una ceja alzada—. Es solo que los habitantes de fuego prefieren no acercarse a este lugar, ya que…

—Solo la familia real del reino de hielo la visita, y nosotros preferimos evitar a seres tan fríos como ustedes. —Completo el ser de fuego en su lugar, él se quedó con la boca abierta por la impresión, sin saber que decir, sin embargo el contrario pareció no darle importancia a ese hecho y siguió hablando—. Príncipe BaekHyun, es un gusto conocerlo.

—¿Cómo…? —Intentó preguntar como sabía su nombre y su título en el reino, pero antes de poder hacerlo, unos fuertes gritos en la parte del reino de fuego lo alertaron nuevamente de que algo se acercaba.

—Es mejor que te escondas en el lado de tu reino, detrás de la roca, mis soldados están buscándome y no creo que les agrade ver al príncipe de hielo en el mismo lugar que yo.

Baek no replicó nada, simplemente hizo lo que el desconocido le dijo, porque ya era lo suficientemente malo estar con un habitante de fuego a pocos metros de distancia, y no se imaginaba que le podrían hacer si había más de ellos.

La roca lo ocultó lo suficiente, y el príncipe siendo tan curioso cómo era, saco un poco su  cabeza por un lado de la roca para ver como un montón de hombres del reino de fuego se arremolinaban alrededor del más alto.

—Príncipe Park, ¿Esta bien? —Preguntó uno de ellos.

—Sí, no se preocupe general Huang, solo lograron herirme en el costado izquierdo de mi abdomen, muy superficialmente  —Al escuchar esas palabras, el ser de hielo dirigió su mirada hacia ese lado, y recién ahí se dio cuenta de la gran herida que tenía, y la cual aplastaba con sus manos como una manera de detener la hemorragia.

De repente al que había llamado general desvió su mirada hacia donde Baek estaba escondido y al príncipe del hielo le dio la impresión de que ese ser logró visualizarlo, el recién llegado frunció el ceño, y por instinto el más bajo se escondió completamente detrás de la roca; su corazón casi se paró cuándo escuchó la hierba quemándose al transcurso de cada paso, ese general se estaba acercando a su localización.

—¿General Huang atraparon al traidor? —preguntó de repente el príncipe de fuego, y Baek dejó de escuchar los pasos acercándose a su escondite, suspirando aliviado y volviendo a sacar un poco su cabeza para ver lo que sucedía.

—Sí, hemos logrado capturarlo y será juzgado por su padre está tarde príncipe —El nombrado retrocedió todos los pasos que había dado para pararse nuevamente junto a su soberano.

—Me alegro —Sonrió el más alto y joven de los dos seres de fuego—, ahora general sino le importaría, necesito que me lleve rápidamente a un sanador, enserio me estoy empezando a sentir muy débil y mareado.

El príncipe de fuego se tambaleo un poco, pero el general fue lo suficientemente rápido para sujetarlo y evitar que caiga. Huang suspiró, debatiéndose entre hacerle caso o no al príncipe y olvidar la pequeña particularidad detrás de esa roca.

—Por favor enserio, vámonos —suplicó el adolescente.

—Como usted dese mi lord —habló rendido el contrario, y haciendo que el joven recargue un poco de peso en sus hombros, empezaron a caminar de vuelta a su hogar.

Mientras el heredero del reino de fuego se alejaba, Baekhyun no pudo apartar su vista de esa ancha espalda, y ese cuerpo herido cubierto por llamas débiles, por su estado de salud.

El príncipe de hielo creyó que este individuo solo se marcharía sin ver atrás, pero se equivocó, antes de perderlo por completo de vista, amabas miradas se encontraron nuevamente, su conexión fue tan intensa que los dos apartaron sus ojos unos de los otros inmediatamente. Chanyeol regresó a ver hacia adelante, dejando que su general lo ayudará a caminar, y Baek se escondió detrás de la roca, mientras una mano reposaba en su frágil corazón, que latió más rápido de lo normal, haciendo un poco doloroso su palpitar.

Quien creería que ese día significaría mucho más para los dos, que ese día empezaría el principio del fin.

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Los días pasaron y ambos príncipes frecuentaban esa zona con más insistencia que antes, pero ambos a diferentes horas, así que solo una semana después de su primer encuentro lograron coincidir en ese lugar mágico, que presenciaría muchos bellos momentos entre los dos.

—Príncipe Byun, es un gusto volver a verlo —dijo galantemente el príncipe de fuego.

—Lo mismo digo príncipe Park —Ambos se acercaron solo un poco al contrario y él más bajo de los dos dio vueltas alrededor del cuerpo de chispeantes llamas, sin acercarse demasiado como para que lo lastime—, ¿Cuáles son sus intenciones al visitar estas tierras mi príncipe?

Park sonrío por cómo le llamó el contrario. —Ninguna en particular pequeño príncipe, solo me ha gustado la vista del lugar. —Habló confiado, sin apartar sus ojos del joven de cabello color plata.

—Me alegra que le guste el lugar, desde niño este sitio es muy especial para mí.

—Y creo que para mí en un futuro próximo lo será —Aseguró el más alto de los dos.

Baek le mostró su hermosa sonrisa, aquella que hipnotizaba a muchos y hacia babear a otros tantos, y Park no fue la excepción.

—¿Quiere que le cuente sobre las inscripciones de esta piedra de aquí? —Baek inicio una conversación normal, y fresca según él, mientras se acercaba hasta donde estaba ese objeto y lo acarició, en sus ojos se reflejaba sentimientos como la curiosidad y la fascinación, por ese objeto que tocaba y por el ser que lo acompañaba.

—No es necesario, yo también me la sé, mi pueblo al igual que el suyo la ha estudiado antes, aunque hay ciertos caracteres que no entendemos para nada. —El más alto se acercó hasta la piedra del lado contrario de donde estaba Baek, quien lo siguió con la mirada. Chanyeol señaló un símbolo en específico. —Este de aquí no tenemos idea de lo que significa.

Baek intentando divisar mejor el carácter se acercó demasiado a Chanyeol sin darse cuenta, y rozó por accidente con el hombro y mano contrarios, enseguida  se apartó de él.  

—¡Ah! —Gritó al haberse quemado un poco por el superficial contacto.

El otro príncipe lo miró preocupado, pero sabía que si se acercaba solo lograría hacerle más daño. —¿Esta bien? —preguntó al verlo congelar su brazo izquierdo una y otra vez con su helada mano derecha.

—Sí, no se preocupe, fue algo sin importancia, con el frío que me estoy aplicando pronto se me pasará. —Él asintió, con una mueca de culpabilidad—. Ahora bien, vuelva a mostrarme cuál es ese símbolo que no entiende.

Chanyeol lo volvió a señalar, y Baek lo pudo ver desde una distancia segura, cuando se fue acercando a la roca nuevamente, el contrario se apartó lo suficiente para ya no hacerle más daño.

El más pequeño se extrañó al ver el símbolo, era uno de los símbolos más claro para su pueblo. —Este de aquí, significa amor, vida y agua, depende del contexto en que se la use, ¿enserio su pueblo no sabe lo que significa, o me está engañando?

El príncipe de fuego negó fervientemente, mientras agitaba sus manos. —No logro nada con engañarle, enserio no sabemos que significan.

Baek se quedó analizando ese nuevo pedazo de información nuevamente. —Señáleme otro que no sepan. —El contrario asintió y señaló desde la distancia uno de los símbolos a su izquierda, diez caracteres más lejos del anterior—, creo que ya sé que es lo que pasa. —El más bajo frotó con una de sus manos su mentón, en un hábito de concentración que él tenía—. Sígame por favor —El heredero del reino del hielo dio la vuelta a la roca hasta un punto específico—. ¿Reconoce estos caracteres?

Park asintió. —Sí, significa “Una sonrisa y tus labios”.

Byun saltó emocionado en su mismo puesto. —Creo que ya se lo que pasa, los caracteres que mi pueblo no entiende son caracteres propios de la antigua nación del fuego, y los que ustedes no entienden pertenecen a nuestro antiguo lenguaje. Si los dos trabajáramos juntos, podríamos descifrar todas las frases inconclusas de la piedra.

—No cree que eso sería raro, un ser de fuego y hielo trabajando juntos —dijo dudoso—. ¿Qué tal que lo que descubrimos perjudica a uno de nuestros pueblos?

—En ese caso lo que descifremos será un secreto entre los dos —Los ojos del menor se cerraron en dos semilunas, cuando sonrió con sus manos detrás de su espalda, balanceando su cuerpo de un lado hacia otro.

—¿Por qué quiere hacer algo como esto?

Esta vez el más bajo concentró su vista por completo en la roca. —No lo sé, tal vez es algo en este lugar o en esta roca que me hace querer descifrarla —Sus facciones tomaron un rastro de más seriedad—. Sabes desde pequeño he creído que hay algo en esta roca relacionado a mí, algo que debo saber, y que aún no logro comprender porque faltan partes de la historia.

Chanyeol desvió su vista de su acompañante para poder ver más detalladamente a ese objeto, su vista regresó al pequeño y lo encontró sonriéndole de nuevo. Algo en ese joven le llamaba mucho la atención, y de alguna manera un deseo de ayudarlo sinceramente surgió en su corazón. 

—Acepto hacerlo, le ayudaré a descifrar este mensaje, con la condición de que si es algo bueno para ambos pueblos lo digamos en su debido tiempo, después de haber tomado la decisión juntos.

—Es la condición más fácil que me han impuesto, será un placer cumplirla —El príncipe de fuego se dio por satisfecho con eso—, y quien sabe tal vez en el proceso terminemos siendo amigos.

—Creo que eso no será posible, es algo ridículo que un príncipe de fuego y el otro de hielo sean amigos —dijo mientras negaba despacio, aunque ni él mismo creía en sus palabras, por algo estaba ahí, ¿no?.

—Ya veremos si eso es así príncipe Park, o acaso es uno de los tantos cabezas huecas que sigue pensando que nuestros pueblos siempre deben estar en guerra. —El de cabellos platinados entristeció un poco, al pensar en esa posibilidad.

—No soy de ese grupo, pero debe admitir que nunca antes se ha visto a dos seres tan diferentes y con un pasado de enemistad, volverse amigos.

—Le concedo ese punto, pero yo soy de la idea, que las cosas pueden cambiar para bien entre los dos pueblos.

—Ojala más personas pensaran como usted príncipe Byun —Suspiro, negando una y otra vez, en un gesto de resignación.

En ese momento, las voces de los guardias de BaekHyun, empezaron a escucharse, y sus pasos eran veloces.

 —Le he de advertir príncipe Park, que están cerca mis guardias, los que son encargados de regresarme a mi aislamiento, así que es mejor que parta a su hogar. —Baek le dijo en tono juguetón y despreocupado.

Chanyeol sabía que era mejor hacerle caso al pequeño príncipe, así que brindándole una gigantesca sonrisa y una reverencia formal, empezó a correr hacia sus dominios, pero antes de ingresar por la frontera de su reino, regresó a ver al contrario.

—¿En todos nuestros encuentros tendré que salir huyendo? —Le dijo divertido.

—Probablemente —Le sonrió Baek desde la distancia—, nos vemos mañana a esta misma hora, príncipe. —Agitó su mano despidiendo al sonriente y emocionado Park Chanyeol.

Ambos ese día llegaron a sus hogares con grandes sonrisas en sus rostros.

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El tiempo como era de esperarse transcurrió con normalidad para todos los reinos de aquella época, excepto para dos peculiares príncipes, Chanyeol y BaekHyun, quienes al pasar los días juntos, tratando de descifrar la historia de aquella roca, descubrieron que eran muy parecidos, eran perfectos el uno para el otro, se complementaban de tal manera, que a veces no era necesario que el otro dijera algo para que lo entendiera, bastaba con una mirada.

Las formalidades entre ellos desaparecieron por completo después de tan solo días de convivir, y las emociones que embargaban su cuerpo a hacerse más fuertes. Esas sensaciones que ellos tenían el uno para el otro eran particulares, eran tan especiales, que dudaban que alguna vez se desarrollara tal conexión como la que ellos dos tenían, con otro ser de fuego o de hielo.

Sus días pasaron, entre caracteres, risas, charlas banales, que no significarían nada para otros, pero para ellos esas charlas lo eran todo, eran como conocer a otra parte de sí mismos, una que no sabían que andaba vagando en un reino contrario. El cariño creció tan grande entre ellos, que una necesidad ilógica nació en ambos, la necesidad de tocar al otro, el anhelo de saber cómo se sentirían los brazos contrarios alrededor suyo, pero sabían que no podían hacer aquello, solo se lastimarían.

Una tarde en la que decidieron descansar más temprano de lo que habitualmente lo hacían, Baek quiso mostrarle lo hermosas que se veían las flores de hielo en el lado de fuego, y así lo hizo. Chanyeol que era una persona curiosa y fácil de sorprender, sonrió grandemente al ver a su amigo hacer crecer flores de hielo que tomaban colores rosáceos y rojizos al mismo tiempo en ese lado. 

Ambos después del pequeño show se sentaron en la orilla sur, simplemente viendo como las llamas bailaban entre los árboles de la región de fuego, sonriendo y disfrutando de la tranquilidad que el otro le daba.

—Sabes… —Interrumpió el silencio quedamente Baek—, aun no puedo creer que la roca no solo contaba las historias y leyendas que yo me sabía de memoria desde niño, sino que había algo más detrás de ciertas partes, yo creí que conocía a esta roca y sus caracteres en al menos un 70%, pero me equivoque, aún me es difícil creer que prácticamente ahora no conozco nada sobre esta, es extraño.

Chan suspiro quedamente, y sonrió. —Bueno, creo que nadie nunca se lo imagino, todos dieron por hecho que lo que interpretaban en su idioma ancestral era correcto, quien se iba a imaginar que en nuestra escritura sus palabras tomaran otro significado y viceversa.

Él regresó su mirada hacia lo roca, y Baek lo siguió. —Creo que nadie hubiera podido predecir que la verdad detrás de la roca solo saldría si ambos reinos trabajaban juntos.

Se sumergieron en un profundo silencio, en el que reflexionaron sobre el significado de las últimas cosas que habían estado descubriendo sobre ese objeto que ocupaba el centro de ese magnífico lugar.

Básicamente sus nuevos descubrimientos se centraban sobre una parte en particular de la roca, en la que se unían las dos escrituras y que al leerlo juntos, lograron ver la historia de amor de dos seres, solo que todavía no les quedaba bien claro, porque algo tan común estaba escrito en una roca tan especial como aquella, y porque aquella leyenda, es la verdadera razón para que la roca haya sido colocada por los dioses en ese lugar.

—Chan —Llamó la atención del contrario nuevamente, y cuando la obtuvo le sonrió grandemente—, a pesar que me entristece un poco no conocer bien a la roca como creía, yo estoy feliz por estar pasando mis tardes junto a ti, y poder ahora llamarte amigo.

—Comparto tu emoción, es tan fácil hablar contigo, que la timidez que me ha acompañado desde niño se ha esfumado… —Se detuvo un momento antes de continuar, e inhalo profundamente—, sé que puede parecer apresurado lo que voy a decir, pero te has convertido en alguien demasiado especial para mí, pienso que mis días seguirían siendo aburridos, sí tú no hubieras cambiado eso. —Una gran sonrisa surco la cara del habitante de fuego, y fue la más radiante que el contrario haya visto desde que lo conoció.

Por las palabras recientemente dichas, por esa sonrisa tan exclusiva y sincera, el corazón de Baek palpito rápidamente, y una calidez interna lo cubrió, algo que pasaba por primera vez. Su mano por inercia se fue hasta el lugar donde estaba su pecho y lo frotó tratando de calmarlo, su mirada bajo hasta el suelo avergonzado, hasta que la exclamación de Chan lo obligó a subir nuevamente su mirada.

—¡Wow!…¿Por qué tu pecho se está pintando de violeta? —Baek regresó su mirada hasta su pecho, y cuando notó ese color en particular, sonrió dulcemente, sus ojos se convirtieron en dos medias lunas, y cuando su emoción pasó, regresó su mirar al príncipe de fuego, quien lo observaba embobado. Jamás había visto hacer eso a un ser de hielo, aunque debe admitir que había visto a pocos de esos seres en todos sus diecisietes años de vida.

—¿Quieres que te enseñe algo especial? —dijo tranquilo Baek, el contrario asintió efusivamente, su emoción era tal, que le salía evidentemente por sus poros.

El príncipe de hielo se acomodó mejor para poder quedar ambos frente a frente sin incomodidades, y Chan hizo lo mismo. —Mira atentamente —dijo quedamente BaekHyun.

El contrario acató la orden y pronto Baek pasó sus manos por su pecho unas cuantas veces; la boca de Chanyeol se abrió del asombro, cuando el pecho del contrario se hizo como una ventana más clara y por ella vio un corazón de hielo, palpitando, pero este estaba irradiando una luz violeta, la misma luz que había visto a través del pecho de Baek antes.

—¿Cómo es esto posible? —habló emocionado Chan, como un niño pequeño.

—Nuestro cuerpo se ve siempre traslucido, ¿verdad? —El príncipe de fuego asintió—, bueno eso solo es un espejismo, es como si la luz y todo a nuestro alrededor se reflejara en nosotros, y solo da la ilusión de que somos completamente trasparentes, y que por dentro no tenemos nada, pero tenemos los mismos órganos que cualquier ser de los diferentes reinos, solo que nosotros podemos controlar si los mostramos o no, pero sería algo muy extraño si yo te mostrara todo, así que solo elegí indicarte mi corazón.

—Es muy bonito —dice embobado viendo fijamente esa pequeña parte del contrario, su color lo hipnotizada y gracias a que lo miraba tan fijamente, se dio cuenta de la resquebrajadura que atravesaba esa delicada estructura.

Baek se dio cuenta de eso, e inmediatamente volvió su cuerpo a la normalidad, tapando su corazón, pero aún se veía la luz violácea atravesar su pecho.

—¿Qué fue lo que te pasó ahí?

El contrario al principio se mostró reticente de contar esa historia, pero dio un gran suspiro al ver al príncipe de fuego hacer pucheros, porque simplemente no le estaba contando lo que él quería. —Sí te lo cuento, por favor no empieces a tratarme diferente.

—Te lo prometo. —Chan juró solemne e inmediatamente, sin rechistar, ni dudar.

—Cuando era niño fui atacado por un lobo de fuego, las heridas externas que me causó las pudieron sanar con hielo aplicado todos los días, reparando las fisuras, pero no la herida que causó en mi corazón cuando me aventó contra un árbol. —Baek apartó la mirada nuevamente, solo concentrándose en las llamas del bosque del reino de fuego.

—Desde ese entonces mis padres y todos los de mi reino me tratan como alguien frágil, temen que la fisura se haga más grande y que mi corazón se termine partiendo por la mitad, y consecuentemente muriendo.

Chan tragó ruidosamente saliva, no le gustó pensar en la posibilidad de perder a ese ser tan maravilloso, y se preocupó demasiado por su salud, pero había prometido no tratarlo diferente y eso haría. Sintiéndose feliz porque el otro confiara en él para contarle y mostrarle uno de los secretos de su gente, además de uno personal, él decidió hacer lo mismo.

—Te voy a contar un secreto sobre la roca, que hasta ahora me lo he guardado para mí, porque es secreto de mi nación, o más bien de la familia real. —Chan se levantó y se dirigió a la roca, y no tuvo que hablar, para hacer saber a Baek que quería que lo siguiera, este simplemente lo hizo porque ya conocía lo suficiente al más alto, como para interpretar bien ciertas acciones del contrario.

Chan tocó la roca y empezó a trasmitir a ese objeto su calor, la mitad de la roca se tornó roja y Baek pudo notar, como unas paredes semitransparentes, solo visibles por el color rojo de cada uno de sus bordes se alzaba alrededor de ellos, dejándolos como atrapados en una caja.

—¿Cómo…? —preguntó impresionado.

—Esto que ves aquí es un campo de fuerza. En la roca, en la parte inferior del lado de mi reino habla de esto, ambos reinos lo pueden hacer, pero por alguna razón solo el mío lo sabe. Este terreno es más que un claro que combina pacíficamente con ambos reinos, este lugar es un pequeño espacio para protección de las familias reales, si tu hicieras lo mismo de tu lado se crearía un domo, y nadie podría entrar a esta zona, prácticamente los que estuvieran adentro quedarían encerrados juntos.

—¿Por qué no me lo habías dicho antes? —Baek lo miró con los ojos entrecerrados.

—Porque antes aun no confiaba en ti, ahora es diferente, te considero mi amigo, y sé que no se lo dirás a nadie si así te lo pidiera, ¿o me equivoco? —Lo miró alzando una ceja.

—No, no te equivocas, efectivamente no se lo diría a nadie si así me lo pidieras, pero no veo la razón para no hacerlo, esto no dañaría a ninguno de los dos reinos. —habló despreocupadamente Baek, mientras ladeaba la cabeza.

—Sí, pero si tú o cualquiera de tu familia empezaran a usar esta forma de protección, mi familia trataría de averiguar cómo lo supieron, y entonces probablemente llegarían a la eminente verdad de que tú y yo nos estamos reuniendo en secreto. —Chan suspiró—. Y no malentiendas, mi familia no es mala, es más gracias a que mis padres asumieron el poder hace años, es que tu pueblo y el mío no entran nuevamente en guerra, manteniendo de esta manera una muy frágil “tregua”.

Chanyeol acarició la roca y nuevamente con un movimiento desactivo el campo de fuerza que los rodeaba. —No todos en mi pueblo están de acuerdo con dejarlos vivir a ustedes tranquilamente,  algunos los consideran amenazas que tal vez algún día pueden llegar a atacar a nuestro reino, por esto quieren iniciar una nueva guerra, y exterminarlos antes que ustedes a nosotros, sin embargo mi padre se ha negado, él prefiere mantener esta ilusión de paz.

El príncipe de fuego volvió a ir hacia la orilla del lado de su reino viéndolo fijamente, sus ojos se entristecieron, y Baek lo pudo ver claramente cuando llegó a su lado. —Mi padre ha enfermado en este año —Su voz salió queda—, y yo pronto ascenderé al poder, tengo la misma ideología que mi padre, Baek. Así que si yo tomará el trono, no les daría la guerra que quieren, por eso ya han intentado matarme antes de que tome el lugar que me corresponde como heredero, así mi primo ascendería en vez de mí, él es alguien desalmado que tiene un odio irracional contra su pueblo, y si él llega a ser rey, una nueva guerra iniciaría, la relativa paz se perdería entre nuestros dos reinos.

—El día que nos conocimos, tenías una herida en tu costado, ese día fue… —Baek deja la frase en el aire, le había recorrido un escalofrió cuando escuchó que habían intentado matar a Chanyeol.

—Sí, ese día fue el que me intentaron matar. Hubiera salido ileso si hubiera luchado contra uno solo de ellos, pero fueron cinco los que me atacaron, logré acabar con cuatro enemigos, los asesine… tuve que hacerlo… era su vida o la mía. Pero el quinto era mucho más fuerte que yo y a mí ya me habían herido, estaba débil y no podía luchar contra él. Así que escapé al único lugar donde sabía que estaría a salvo y él no podría entrar, al menos quería ganar tiempo hasta que mis guardias se dieran cuenta que algo andaba mal.

—Querías activar el escudo, ¿verdad?

—Sí, pero no fue necesario, y lo agradezco mucho, en parte porque no tenía la suficiente fuerza para activarlo, y por otra, gracias a que no tuve que hacerlo pude conversar contigo por primera vez.

—Es bueno saber que le ves el lado positivo a ese día y situación, otros lo tuvieran como el peor día de sus vidas.

—Bueno, siempre trato de ser positivo, aun en lo más adverso. Además como no verlo como algo positivo, si te conocí.

BaekHyun se sintió avergonzado por lo recientemente dicho por el contrario, así que desvió la mirada lejos del alto y carraspeo. —Es algo bonito que me consideres como alguien tan especial como para convertir un mal día en uno bueno, así que supongo debo decir gracias.

Chanyeol sonrió por lo tierno y torpe que se veía BaekHyun diciendo eso, y su mano por inercia quiso dirigirse hasta los blancos cabellos del contrario, para acariciarlo, pero enseguida detuvo su acción, si él lo tocaba, solo lograría hacerle daño. Y por primera vez el príncipe de fuego se encontró deseando que su cuerpo no estuviera cubierto de llamas, que su cuerpo fuera como el del contrario para poder tocarlo, por primera vez repudio su naturaleza.

En los posteriores días se siguieron encontrando y las conversaciones fluyeron entre ellos con normalidad, la única variante de esta vez es que cada día que se encontraban, el pecho de Baek se mantenía brillando de ese color tan bonito.

Chanyeol curioso como siempre, le preguntó el porqué de aquello, ya que en sus primeros encuentros eso no pasó, pero Baek se negó a decirle, alegando que era un secreto que le avergonzaba compartir, hasta que finalmente después de un tiempo la insistencia del príncipe de fuego fue tal con ese tema que el más pequeño terminó soltando la verdad.

El corazón de los seres de hielo solo brillaba y adquiría ese color cuando empezaban a sentir amor, pero no cualquier tipo de amor, no, el amor que hacia brillar de tal manera a sus corazones era el amor de pareja, y solo se mostraba cuando estaba cerca la persona de la que se habían enamorado. La familia real en particular tenía ese color en sus corazones cuando ese sentimiento llegaba a sus vidas, los demás habitantes de su reino los tenían de diferentes colores.

El príncipe de fuego ese día quiso hablar de ese tema a más profundidad con BaekHyun, pero no se pudo, porque este avergonzado huyo rápidamente por haber prácticamente admitido que se había enamorado de él. Chanyeol tuvo que esperar hasta el día siguiente, para poder verlo y decirle la respuesta, a su declaración no planeada. La misma que fue grata para el príncipe de hielo, porque sus sentimientos fueron correspondidos.

Dos seres totalmente opuestos se habían enamorado, pero su amor estaba limitado por mucho, ellos no se podrían tocar, tomar de las manos, ni mucho menos besarse, porque si tan solo se acercaban más de lo debido, ambos se dañarían, ambos se lastimarían, eran seres tóxicos el uno para el otro.

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Pasaron exactamente cuatro meses hasta que lograron darle sentido a más de la mitad de la historia oculta en la roca, y descubrieron que en ella se contaba una leyenda muy similar a la suya. En esta se relataba el amor entre dos seres enemigos, fuego y hielo como ellos, y eso les hizo sentir felices, porque no eran los primeros en romper los esquemas de sus reinos.

Pero cuando solo les faltaba descifrar diez líneas para saber el desenlace de la historia, decidieron parar, tal vez porque esta se volvió demasiado cruel, y ellos se identificaban con cada letra que estaba grabada, así que el imaginar al otro en tales situaciones se les hacía demasiado doloroso, y prefirieron no saber el desenlace, prefirieron creer que tal vez los otros seres encontraron la manera de vivir su amor plenamente. Sin embargo pronto la realidad los alcanzaría.

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Dos chicos se encontraban corriendo por los bosques de sus respectivos reinos, pero a diferencia de las tantas veces que lo hicieron con emoción, esta vez terror corría por sus venas, no saben cómo paso, ni como se enteraron ambas familiar de sus encuentros, pero no lo habían tomado bien.

Sin embargo Chanyeol se había llevado la peor parte, su primo aprovechó la oportunidad que se le estaba dando y lo acusó de traición, su padre no pudo hacer nada en el estado que estaba, su madre no fue escuchada, lo único que pudo hacer ella, fue darle tiempo para escapar y así lo hizo.

Pero antes de emprender su fuga hacia el reino de tierra donde lo protegerían y lo ayudarían a recuperar su reino, necesitaba despedirse de Baek, él no se podía ir sin verlo al menos una última vez, así que se dirigió nuevamente hacia las fronteras de ambos reinos, debía atravesar ese claro para adentrarse en el reino contrario, y cuando lo hiciera trataría de apagar lo suficiente sus llamas para no quemar todo a su paso.

Mientras que la familia de Baek, acuso al príncipe de fuego de acercarse a su hijo con la intención de sacar información para atacar a su reino, y ellos obviamente iban a responder antes, no se iban a quedar esperando que los atacaran, ellos serían los primeros en hacerlo.

Encerraron a Baek en su habitación y el rey empezó a preparar a sus tropas, este como experto que era en escapar, no demoró en salir del castillo por medio de sus pasadizos secretos, los cuales solo él conocía. Necesitaba advertirle a Chanyeol lo que se vendría, no quería que su reino perdiera, pero tampoco quería que su amado muriera, y si una guerra estallaba obviamente como el actual rey de fuego no podría salir a la batalla por su enfermedad, el que sería enviado al frente como soberano de la nación sería su gigante, así funcionaban las cosas en ese lugar.

Cuando Baek estuvo cruzando el pequeño riachuelo del claro, vio aparecer en medio del bosque la figura de fuego que él conocía perfectamente, aquel ser que amaba, y al que iba a avisar del peligro que corría a pesar del evidente riesgo para su propia vida. Chanyeol apenas divisó la figura contraria, se apresuró a cruzar por su lado ese riachuelo y llegar hasta la mitad del lugar, el príncipe de hielo hizo lo mismo que él.

Al estar uno frente al otro, débiles sonrisas aparecieron en sus rostros, y unas pequeñas lágrimas resbalaron por los ojos de Baek. —Mi padre va atacar a tu reino, necesitan estar preparados. Descubrieron nuestros encuentros, y él piensa que solo te acercaste hasta mí para sacarme información y destruirnos. Chan, su principal objetivo es matar a toda la familia real.

El contrario negó levemente con la cabeza y un suspiro angustioso salió de sus agrietados labios. —No puedo hacer nada ahora, Baek. Mi reino también ha descubierto nuestros encuentros, y me han acusado de traición, mi primo ya se habrá dado cuenta que escapé, y de seguro salió a perseguirme con su ejército, no sé cuánto demoraran en llegar hasta mí. 

—Yo… —La frase de Baek fue cortada con una estruendosa carcajada la misma que vino del bosque de fuego, pero no fue el único sonido que lo interrumpió, desde su reino se escuchaba como una gran tropa se acercaba trotando, y él presentía que su padre vendría con ellos.

—¿Por qué siempre eres tan predecible querido primo? —Ambos príncipes dirigieron su mirada con temor hacia esa voz que por ahora era la más cercana, la cual era de un hombre alto y corpulento, vestido completamente con un traje de batalla, parado a la orilla del bosque de fuego y detrás de él estaba una tropa de veinticinco hombres—. Sabía que vendrías a despedirte de tu damisela. Eres un verdadero idiota, no sabes cómo disfrutare ejecutándote.

Chanyeol y BaekHyun se miraron con pánico, y cuando lo vieron dar la orden de disparar a los arqueros, su acción fue inmediata, ambos extendieron sus manos hacia la roca que tenían a un lado, y activaron el escudo del lugar. La mitad de la roca se volvió blanca y la otra roja, como sus respectivos elementos. El escudo los protegió de las flechas, y los dejó a salvo por unos cuantos minutos, lejos de las ambiciosas manos del primo del príncipe de fuego.

Chanyeol pudo tomar una gran bocanada de aire, permitiéndose relajarse solo por unos segundos al ver que al menos tenía unos minutos para idear un plan para que su pequeño pueda escapar de ahí.

—Chan, ¿Qué haremos ahora? —preguntó un asustado Baek.

—Tú vas a escapar —dijo firme el alto—, vas a desactivar el escudo primero de tu lado para que puedas ponerte a salvo, y continuamente, cuando vea que estas a una distancia segura desactivare mi lado y escaparé al reino de tierra.

—No —Se negó inmediatamente Baek, el miedo recorriendo sus venas, y no precisamente por los enemigos, no, él tenía miedo de perder a su príncipe—, ellos tienen  arcos y flechas, no lograras salir con vida si hacemos esto, apenas te vean salir corriendo te dispararan, te mataran.

—Vele el lado positivo, al menos tú estarás a salvo. —Sonrió débilmente Chan. Baek sintió arder sus ojos más intensamente, lágrimas desbordando sus ojos.

—No, no me hagas esto por favor, debe haber otra solución. —Su voz tembló un poco, estaba tratando con todas sus fuerzas de contener lo sollozos dentro de sí mismo—. No te quiero perder, no puedo perderte… —Sus manos empezaron a temblar, se señaló así mismo. —Me quedaré atrás, yo te daré la oportunidad de escapar, a mí no me harán nada.

—No lo entiendes pequeño, ahora yo soy considerado traidor, y si bien me están buscando a mí, no dudaran en matar a aquella persona que me ayude a escapar, además, mi primo vería eso como una oportunidad perfecta para matar al príncipe de los seres que tanto odia.

—No dejaré que te sacrifiques por mí Chan, no dejaré que cometas una idiotez solo por ponerme a salvo  —declaró firmemente el príncipe de hielo, sin embargo por dentro estaba temblando, presa del pánico, sabía que su novio tenía razón, pero él no quería aceptarlo —. No puedo permitir que mueras, no quiero. Chanyeol te amo demasiado, entiende eso por favor.

—Amor, solo no lo hagas más difícil, no tenemos salida. Yo enserio quisiera que hubiera otra forma, pero no la hay.

Baek iba a replicar nuevamente, pero fue interrumpido por un estruendoso gritó, ambos adolescentes regresaron a ver hacia el reino de fuego y la imagen que se encontraron fue esperanzadora por unos minutos. El general Huang, a quien días atrás habían mandado al reino de tierra había regresado inmediatamente al saber que la vida de su príncipe corría peligro y justo ahora había atacado de sorpresa a Sung, el primo de Chanyeol, hiriéndolo en uno de sus brazos.

Desde que escuchó las noticias, supo que este ser malvado seria el responsable de todo, y ahora juntó a sus tropas estaba más que dispuesto a defender a la persona que le debía su vida y todo lo que era.

Baek y Chan solo jadearon de sorpresa al ver a los seres de fuego enfrentarse unos a otros, y después del alivio inicial, la tristeza los invadió, sus vistas se fijaron en la roca, específicamente en la leyenda que ellos se negaron a terminar de traducir, y una mirada angustiosa cruzó los ojos de ambos, todo había empezado y sabían que solo había dos posibles finales para aquello.

—Byun BaekHyun —Escucharon el gritó estridente de una voz vieja, que provenía del lado del reino del hielo, los dos fijaron su vista en ese lugar y vieron aparecer por allí al rey.

—BaekHyun —Su padre golpeó ferozmente el escudo, queriendo entrar para poder llegar hasta donde su hijo estaba—, aléjate de ese tipo te hará daño. —Su voz era severa, y en su rostro se reflejaba el enojo y repudio que sentía por el ser de fuego.

—No papá, él no…

—¡Hazme caso maldita sea! —Gritó su padre—. Juró que apenas pueda entrar allí, te apartare de él, y recibirá su castigo por ser un espía, por acercarse a ti, y por tratar de descubrir nuestras debilidades a través de tu ingenua confianza.

—No, no puedo… él no sabe nada de nosotros, nunca me obligó a nada —Trató de defender al alto, pero su padre lo ignoró. Empezó a llorar cuando vio llegar a dos tropas de sus guerreros, estaban acorralados y todos querían matar a su Chanyeol, las cosas solo lograban complicarse más con el paso de los segundos—Yo lo amo, no puedes matarlo papá, no lo hagas por favor…

—Claro que puedo y lo voy hacer BaekHyun, entiéndelo de una vez, él no te ama de verdad como lo haces tú, deja de ser tan ciego niño…

—¡No sabes lo que dices!… —El príncipe de hielo se giró hacia el amor de su vida y vio el terror en los ojos del contrario, pero a pesar de ello, también había tranquilidad en esos preciosos pozos color carmín, una combinación extraña.

—Creo que ha llegado mi final, cariño —Sonrió débilmente el contrario—, vea por donde lo vea, no saldré bien de esto, pero tú si lo harás Baek, tienes una posibilidad de vivir si vas con tu padre—Tragó saliva lentamente y guardó silencio solo por unos cortos segundos—, ha llegado la hora de despedirnos…

—No te dejaré hacer lo que sea que estés pensando, Park Chanyeol. —Afirmó desesperado, con un nudo en la garganta—. Por favor no me dejes Chan.

—No hay otra opción Baek, solo desactiva tu lado y ve con tu padre.

—No, no lo haré…

—Por favor, Baek…

El príncipe de hielo se derrumbó sobre sus rodillas y sollozó descontroladamente. —¿Por qué quieres dejarme?, debe haber una solución, siempre la hay, me niego a que esto termine así, no quiero…

—Desde un principio lo nuestro era imposible Baek, lo de nosotros no tendría futuro,  sabíamos que tarde o temprano nos tendríamos que separar, hasta los dioses lo sabían…

—Pero no de esta manera, no quiero que sea de esta manera…

Chan se arrodilló en frente de Baek y lo miró directamente a los ojos. —No lo hagas más difícil, solo vete…

Baek negó una y otra vez, bajó la cabeza y dejó salir las frías lágrimas por sus ojos, cayendo directamente sobre las palmas de sus manos que descasaban sobre su regazó. Por el rabillo del ojo vio las inscripciones de la piedra y tembló. Si bien es verdad que los dos se habían negado a seguir traduciendo las últimas líneas juntos, él lo había hecho por su cuenta, así como presentía que Chanyeol también.

Siempre lo supo, esa roca tenía mucho que ver con su vida, aunque se negó a creerlo cuando la historia tomó un giró horroroso, por varios días después de saber los dos posibles desenlaces de esa historia, odio al objeto que alguna vez estudió con tanta fascinación.

 —Si tú mueres, yo también muero…—Su voz salió apenas como un susurro, pero en ella había seguridad—Vámonos juntos de este lugar, Chan.

Y el príncipe de fuego, supo en ese instante que Baek no solo se refería a irse de ese claro, se refería a dejar ese plano terrenal para siempre, sabía que destino estaba eligiendo, así como sabia las consecuencias que tendría en ese mundo que ambos fallecieran.

—Baek no podemos hacerle esto a nuestros pueblos, no podemos…

—Claro que podemos —dijo lloroso—, yo no quiero perderte y vea por donde lo vea, nuestro destino siempre estuvo marcado por dos trágicos caminos, y he decidido elegir el que me permite estar a tu lado en el más allá, te he elegido a ti por sobre todo, Chanyeol. —El príncipe de hielo vio hacia atrás de Chanyeol y se dio cuenta que las tropas del general Huang estaban perdiendo y el escudo no los podía seguir manteniendo a salvo por mucho tiempo más, pronto desaparecería. Necesitaba actuar rápido si quería irse junto a la persona que ama.

—Quema mi corazón Chan, y yo congelaré el tuyo. Vámonos a un lugar en el que finalmente nos podamos amar, lejos de todo esto.

Chanyeol dudó, pero al ver hacia el lado de su reino se encontró con una imagen poco favorable, vio al general Huang ser atravesado por la espada de su primo, lo vio morir, un sollozo salió de su boca al ver caer a aquel que consideraba como un hermano. Su vista borrosa se regresó hacia Baek, y luego vio detrás de este, y allí solo vio más desesperanza, el padre de su pareja estaba colérico, rabioso intentando entrar al claro, a como diera lugar.

Chan tomó aire profundamente y sus ojos se clavaron una vez más en la persona que amaba, y este lo vio suplicante. Asintió lentamente, llorando por primera vez en su vida, lamentaba estar siendo tan egoísta en ese momento, pero él también decidió elegir a BaekHyun en lugar de a su pueblo.

—Vámonos de aquí cariño.

Baek le sonrió, y por primera vez se permitió abrazar a Chan, quemándose en el intento, pero aun así no le importó, tampoco se apartó, puso sus manos sobre el pecho del contrario, y empezó a congelarlo. Chanyeol hizo lo mismo, solo que él lo estaba quemando con menos intensidad, ya que el corazón de su novio era frágil.

En medio del acto sus caras se acercaron la una a la otra y por primera vez se besaron, era un toque dulce y amargo a la vez, dulce porque finalmente tenían lo que tanto habían anhelado, el contacto contrario, y amargo por las propias lágrimas que ambos derramaban, mezclándose de esta manera en ese beso, solo logrando hacer toda la escena más dolorosa.

Chanyeol empezó a sentir un frió recorrer sus venas, y BaekHyun empezó a sentir su cuerpo entero arder y su corazón comenzó a emitir pequeños sonidos de “Crack” en su interior, se estaba rompiendo. Sin embargo ninguno de los dos se separó, cuando la respiración se les dificultó, terminaron su beso, y simplemente decidieron permanecer abrazados, cada uno recargando su cabeza en el hombro del contrario, esperando lo inevitable.

—Chan —Llamó quedamente Baek.

—Mmm —Fue lo único que pudo responder el contrario sus ojos ya cerrados, por el dolor que estaba sintiendo.

—Me alegra haberte amado hasta ahora, gracias por aparecer en mi vida.

—Yo debería ser el que te de las gracias, mejoraste mis días de muchas maneras —respondió con dificultad el más alto— Te amaré por siempre BaekHyun.

—Yo también te amaré por siempre Chanyeol.

Ambos besaron el hombro del contrario, ya sin fuerzas para poder separarse, debido a que sus cuerpos ya se estaban consumiendo por dentro. Mientras tanto desde el exterior todos solo pudieron ver como esto ocurría, el más abatido era el padre de Baek, quien intentaba por todos los medios hacer caer ese escudo. El primo de Chanyeol solo sonreía complacido, mientras sus manos impregnadas con la sangre del general Huang, se alzaban en un gesto de victoria.

Y finalmente todo ocurrió, sus cuerpos terminaron de consumirse, el hielo se volvió agua, y seguidamente vapor, mientras que el fuego se terminó de extinguir dejando una estela de humo subir hasta el cielo.

Hasta ahí se supone que llegaban la vida de Baek y Chanyeol, pero pasó algo particular,  el vapor de agua y la estela de humo mientras ascendían parecieron bailar entre sí, y los presentes en el lugar pudieron haber jurado ver los cuerpos de Baek y Chan tomar forma en ellos, pudieron jurar haberlos visto tomarse de las manos y subir sonriendo al oscuro firmamento para finalmente desaparecer en el resplandor de la luna, pero tal vez eso solo fue la ilusión de sus ojos, o una promesa grabada en la roca,  una que los dioses les habían hecho a ambos, una que les prometía dejarlos vivir su amor infinitamente, a cambio de un sacrificio mayor.

Cualquiera pensaría que las cosas deberían parar ahí, que la muerte de su hijo le enseñaría al rey de hielo que no debía seguir con su absurdo plan de atacar al reino de fuego, o que la muerte de Chanyeol finalmente dejaría tranquilo a Sung, al menos por un tiempo, o que el amor que ambos profesaban ablandaría los duros corazones de los reinos, pero no, nada sucedió así.

Contrario a lo que sucedería siglos después con la historia de Romeo y Julieta, la paz no llegó a sus familias, no llegó a su pueblo, y lo único que llegó fue una guerra insaciable, guerra que los dioses no aprobaron, pero que sin embargo esperaban tan ansiosamente, porque de esta manera por fin podrían tomar cartas en el asunto.

En medio de la guerra decidieron acabar con todos los reinos y crear una nueva especie, con la esperanza de que esta nueva creación resultara mejor que la anterior. Para llevar a cabo su plan primero les quitaron el control de los elementos a los reinos, el agua, aire, tierra, hielo y fuego regresó al poder de los dioses, y naturalmente al quitarles sus esencias mismas, sus cuerpos se debilitaron y todos los habitantes se sumergieron en una dolorosa y agonizante muerte.

Finalmente todo terminó, esos seres magníficos, de ensueño dejaron de existir, y al considerar los dioses que ese no sería un buen lugar para vivir, para sus nuevas creaciones, lo reformaron, las divisiones desaparecieron solo quedaron árboles simples en su lugar, la roca que por ellos mismo fue puesta tiempo atrás, fue retirada y todo el mundo se tornó un lugar más parecido al que los humanos siempre conocimos, porque sí, la nueva creación de los dioses después de los seres de fuego, hielo, agua, viento y tierra, fuimos nosotros, los humanos.

Criaturas simples y normales, que al final no resultaron ser del todo mejores que los antiguos habitantes de la tierra, pero que de alguna forma han logrado persistir en el mundo por mucho tiempo.

La historia de Baek y Chan, dos seres distintos y dañinos entre sí puede no ser la mejor, puede que hasta sea un poco egoísta, porque eligieron solo el propio bienestar de la persona que amaron, pero de algún modo resulta ser la más especial que se vio en sus tiempos, relación que de no haber tomado la decisión que tomaron, hubiera terminado extinguida por las propias leyes de su sociedad, y de haber seguido con vida, probablemente hubieran tenido más dolor del que tuvieron en sus últimos minutos en esta tierra.

De ustedes depende juzgar su historia, ¿fue hermosa? o  ¿fue egoísta?, hubieran tomado la misma decisión que ellos de estar en sus zapados, probablemente no, pero ellos sí lo hicieron, su amor fue tan grande que probablemente pocos lleguen a entender, porqué  escogieron a una sola persona, en vez de a pueblos enteros, y los condenaron con su amor a su propia extinción.

¿Ustedes escogerían amar a un ser totalmente diferente, que probablemente les haga daño aunque no quiera?, ¿Elegirían a una sola persona, en vez de a un reino completo?, sea como sea la decisión del príncipe de hielo y fuego queda más que evidente.

BaekHyun eligió a Chanyeol por sobre el reino de hielo.

Chanyeol eligió a BaekHyun por sobre el reino de fuego.

FIN.

Notas finales:

Muchas gracias por leer, y perdón por los errores...

Tengan una bonita navidad (mis buenos deseos para todas ustedes van por adelantado jejeje) y que pasen super bien todas en esta fecha tan especial. Disfruten estas fiestas, sean felices siempre :)

Coman muuuucho jejje, no piensen en el peso que ganarán, y solo dense los gustitos que quieran sin remordimientos :)

Las quiero mis niñas :)

Bybye


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