¿Bailamos?
Y mirando ahí a sus amigos, al verlos levantarse contra todo lo que eran, elegir por primera vez, convertirse en seres libres, se decidió, porque si esos niños podían enfrentar sus miedos en vez de huir definitivamente podía ser fiel a sí mismo.
Ese día Ben no bailó con Mal en su lugar agradeció nuevamente todo su apoyo y guardar aquel secreto y se dispuso a seguir realmente a su corazón. Dar aquellos pasos que lo separaron fue simplemente difícil, recordó aquel paseo tan tenso en carruaje donde Mal aquella que lo había hechizado entregaba el cupcake para liberarlo, el cómo confesó estar ya libre y cuando ella lo encaro sobre amarla no pudo mentirle, simplemente por que esa chica estaba siendo honesta con él, así que Ben le dijo todo, le explico que no fueron sus ojos los que le cautivaron, que fue otra la sonrisa que lo hacía temblar, que era otra piel con la que soñaba, sorprendentemente Mal lo tomo muy bien, esa chica solo suspiro aliviada explicándole de igual manera el nulo interés romántico que tenia por el príncipe pero ambos concluyeron en el gran cariño que se había formado entre los dos, una amistad de siglos.
Ella lo amenazo, sobre no dañarle jamás o ella rompería más que su corazón, ese día antes de ser coronado rey Ben también compartió su gran dolor, pues aquel amor era imposible no importa cuánto Mal lo alentó al ser un príncipe heredero una relación de ese tipo no era posible, no al menos para él.
Y sin embargo después de ver lo que esos chicos eran capaces, de dar la espalda a lo que conocían y dejarlo todo por una nación que los abandono antes de nacer Ben se decidió, tomo el coraje para crear su propio destino.
Se planto frente al chico, aquel que realmente amaba de mirada chocolate y pecas salpicadas por el rostro pidiéndole un solo baile, Carlos le miro nervioso, mordió su labio tentativo buscando la mirada de Jay titubeante, en busca de cualquier signo de peligro el busco su red de seguridad, pregunto en silencio si aquello era real.
Jay vio el pánico en sus ojos, aquel que le pedía ir en su auxilio pero también vio algo mas, la esperanza, el anhelo por que aquella mano que tan amable le era ofrecida no fuera una alucinación, Jay miro al ahora rey, aquel que minutos antes colgaba de su brazos a Mal entre cerró los ojos en su dirección lanzando una amenaza silenciosa la cual acepto como un hombre y asintió, por que vio honestidad en su mirada, vio todo aquello que Carlos se merecía y mas, además de que Mal ya le había puesto al tanto y no era tan iluso como Evie que aun creía que Mal si se enamoro de Ben, no él lo había notado, las miradas anhelantes de Carlos al rey, el dolor en sus ojos cuando lo vio con Mal pero sobre todo vio la primera reacción de Ben al ser librado del hechizo de Maléfica, el cómo se contuvo de correr a Carlos por temor a su familia, por eso si ahora Ben había logrado reunir todo el valor que necesitaba ¿Quién era el para detenerlo?.
La sonrisa de Carlos se ilumino porque si Jay estaba de acuerdo, si su mejor amigo pensaba que era seguro podía confiar en que era real, se dejo entonces guiar por sus emociones tomo su mano y bailo con él, aquella noche no era un Rey y un niño villano, no en aquel instante solo eran dos chicos que se amaban con gran intensidad.
Mañana enfrentarían al mundo, mañana puede que tuvieran que luchar contra todos por defender su amor, mañana lidiarían con las consecuencias, pero hoy, esta noche solo se dedicarían a bailar, a perderse en los brazos del otro rodeados de sus amigos, su familia.
Ellos no soltaron sus manos hasta el amanecer.