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Park JiMin, un joven de cabello negro, mejillas adorables y de 17 años edad, estaba entrenando muy duro para el casting que se llevaría a cabo con la intención de seleccionar al elenco para la obra de navidad de la escuela. Este año la obra sería dedicada a la diversidad sexual, así que habría todo tipo de parejas, y como él era un homosexual fuera del closet, quería ser parte de la pareja principal dedicaba al tema. Además con los avances de la ciencia, ahora era común ver a hombres embarazados, así que la diversidad poco a poco iba ganando más lugar. Sin embargo, las charlas seguían siendo necesarias para educar, en especial los temas referentes a lo sexual.
–El mejor en canto es JungKook –le dijo a su madre cuando le preguntó porque practicaba tanto. –Y aunque se dice bisexual, adicionará para la homosexual, así que tengo que lograr ser mejor que él si quiero el otro papel principal, mamá.
Hasta el momento, JiMin sólo había logrado papeles secundarios en las obras que había participado, y la mayoría sólo los había conseguido porque era bueno en la danza, sí, sólo bueno, porque estaba HoSeok, quien era el mejor en el área. Pero este año tenía que ser diferente, era su última oportunidad antes de terminar con el ciclo escolar, y quería hacerlo con algo que le dejara una vivencia inolvidable: Siendo parte del electo principal y no un adorno más detrás.
¡Voy a ser el personaje principal!
Un mes fue el tiempo que tuvo para prepararse, su madre le ayudó pagando profesores particulares que le ayudaran a limpiar su voz y mejorar su respiración, también fue todos los días a la academia de danza.
Voy a conseguir ese papel a como dé lugar, se juró JiMin.
Y así, el día de la audición llegó.
Para cuando Park JiMin llegó a la puerta de la sala que regularmente usaban en clases de teatro, la fila ya abarcaba más de cinco aulas. No tenía idea de que tantos estudiantes fueran a asistir a la audición para la pareja homosexual. Al menos tanta charla sobre la diversidad ha sido productiva, ya no queda casi nadie que niegue su sexualidad. Por un momento su detenimiento casi cae el suelo, es decir ¿Cómo podía superar a todos esos chicos? Desde su lugar podía ver que tanto HoSeok como JungKook estaban presentes. También vio a SeokJin, quien cuando se trataba de interpretar diferentes personalidades era el mejor.
Tal vez le hice gastar dinero a mamá en vano, pensó, desanimándose terriblemente.
– ¿Vienes a la audición con esa cara espantosa? ¿Por qué mejor no pegas la vuelta y te vas? –le dijo el chico que estaba delante. JiMin miró y enseguida se puso a temblar, no de miedo, sino por los nervios ¿Qué hacía Min YoonGi en la cola para las audiciones? Él jamás se metía en ese tipo de cosas, es decir, YoonGi era gay, y un maldito sabelotodo y favorito de todos los profesores en el colegio, un mojigato en otras palabras.
JiMin respiró, de pronto recuperando el auto estima. Él se había esforzado mucho, e iba a pelear por el papel. No iba a dejar que alguien tan mosca muerta como YoonGi tomara un papel y quedara fuera. Oh, no.
¡Voy a ser el personaje principal!
– ¿Por qué mejor no te metes en tus asuntos? Que seas el favorito de todo el colegio no quiere decir que la profesora vaya a seleccionarte. Aquí no importa que tan mosca muerta seas, si no si tienes el talento. –YoonGi levantó su ceja derecha y cruzó los brazos sobre su pecho dejando a sus labios mostrar una sonrisa.
– ¿Me vas a decir que tú tienes el talento? Eres un maldito mocoso, Park JiMin.
¿Cómo sabe mi nombre? Se preguntó JiMin, ellos ni siquiera iban al mismo curso, de hecho, YoonGi era un año menor ¿¡Acababa de llamarle mocoso!? Y además, estaba seguro de no ser lo suficientemente popular para que otros chicos, fuera del curso, le conocieran. Como sea, JiMin decidió morderse los labios, porque si fuera por él se hubiese largado a gritar. YoonGi podría ser un mojigato, sonriéndole siempre a los profesores y haciendo siempre sus tareas, también podía mandar al frente a todo aquel que quebrante la más mínima regla, incluso llamarle mocoso (aunque iba a perdonarle por ello) pero también era un maldito desgraciado hermoso.
Sí, Park JiMin estaba colado por un niño un año menor que él.
Poco a poco la fila se fue acortando. JiMin sentía que de vez en cuando la persona delante de él le miraba de re ojo. ¿Por qué lo hace? Me pone más nervioso de lo que ya estoy. Intentó concentrarse en otra que cosa que no sea tener a aquel hermoso chico a su lado, como por ejemplo, en las expresiones de JungKook cuando salió. Urgh, se ve muy confiado.
–Ese maldito engreído –Susurró YoonGi, haciendo que JiMin le mirara. –Siempre tan confiado, pero apuesto a que falló. Sus calificaciones han bajado mucho estos días y sé que sus padres le han regañado. –JiMin se dijo que era normal que YoonGi supiera tantas codas de JungKook, después de todo, iban al mismo curso. Quiso preguntar, pero una vez más, decidió morderse la lengua.
Luego, fue el turno de HoSeok, no salió muy feliz, y eso era extraño, pues era dueño del apodo “Jhope”. J por la inicial de su apellido y hope porque era un chico esperanza, o eso solía decir él. Pero JiMin sabía que hace poco había tenido una lesión y al parecer no estaba en su 100 ciento, y esto lo sabía porque iban a la misma academia de baile. Puedo hacerlo, se dijo a sí mismo. No es que quisiera ganar en esas condiciones, pero ¿Qué podía hacer? Él no había lesionado a HoSeok.
–Min YoonGi –llamó la profesora dentro del aula, y el corazón de JiMin dio un brinco. YoonGi le miró y esbozó una sonrisa.
–Voy a obtener uno de los papeles principales, así que encárgate de hacer lo mismo, Park JiMin, miran que no te perdonaré haberme hecho pasar por todo esto en vano. Si lo logras, te diré algo muy importante.
JiMin abrió la boca y los ojos hasta casi sacarlos de sus órbitas. Min YoonGi está loco. Pero… si de verdad obtenía el papel, y él también lo hacía, entonces…
Min YoonGi y yo.
Pero Park JiMin se equivocaba, YoonGi no estaba loco, no. YoonGi sólo estaba enamorado de él desde que entró al colegio. Había seguido cada uno de sus pequeños papeles en las obras de teatro sin poder entender porque nunca lograba un papel más importante. JungKook era bueno, pero últimamente la pequeña fama se le estaba subiendo a la cabeza. HoSeok podía bailar bien, pero no cantar ¿Entonces por qué la profesora no le daba una oportunidad a JiMin? Era tan injusto. En sima, aquel era el último año para JiMin en el colegio, después de esto no volvería a verlo, y eso a YoonGi no le gustaba. Así, decidido a ingeniar un plan para pasar tiempo con JiMin y hacerse ver, y claro que declararse, empezó a practicar dos cosas que usualmente no hacía nunca: Cantar y bailar.
Cantar no había sido tan difícil, pero bailar había sido algo así como una pesadilla personal. Gracias al cielo estaban en cerca de navidad, lo que significaba frío y no calor. Mover tu cuerpo bajo temperaturas que superan los 30 grados no debía ser nada agradable.
Después de un mes de duro entrenamiento, y de ver como JiMin también se esforzaba por mejorar sus habilidades, YoonGi descubrió que en verdad era un genio, es decir, en un mes cantaba y bailaba dignamente. No va ser difícil obtener el papel principal. Ahora sólo quedaba esperar que JiMin también lograra estar con él.
Y así, con toda la confianza del mundo, le dedicó un giño a JiMin y entró a la adición.
La profesora le ordenó decir un par de líneas, cantar una canción, un par de pasos de baile, unas preguntas acerca de sus horarios y prioridades. Y la audición estuvo completa.
YoonGi quiso quedarse y espiar un poco la audición de JiMin, o al menos ver sus expresiones al salir, porque vaya que si las conocía bien, con sólo verlo podía decir si estaba triste o no. Después de todo, llevaba dos años de mirándolo detrás de las sombras. Sin embargo, su madre le llamó y tuvo que irse.
Por favor, por favor, que nos toque muchas escenas juntos, deseó YoonGi. Estaba a determinado a que de no ser así, abandonaría la obra. Él sólo había hecho todo aquello con tal de estar cerca de JiMin y confesarle sus sentimientos, nada más. Será mejor que vaya ideando un plan B.
No obstante, el plan B no fue necesario. Después de una semana, la lista con los nombres que pertenecerían al elenco estaba colgada sobre la pizarra de anuncios.
Lista:
Pareja número uno:
Papel principal Uno: Min YoonGi.
Papel principal Dos: Park JiMin.
Había más nombres en la lista, pero ¿A quién le importaban? YoonGi había conseguido lo que quería. Su corazón se aceleró cuando escuchó la risa nerviosa de JiMin, quien para su sorpresa, estaba a su lado.
–Lo lograste –le dijo, sorprendiendo a JiMin –por un momento me asusté, cuando te vi tan demacrado ese día, lamento haberte dicho mocoso, pero así hice arder tus ganas de obtener el papel ¿Verdad? Oh, me llamo Min YoonGi, por si no sabes quién soy –Estúpido ¿Cómo se me ocurre presentarme ahora?
A Park JiMin no le cabía tanta felicidad, había obtenido el papel principal, y no solo eso, sino que al lado de nada más y nada menos que de Min YoonGi, quien, después decirle mocoso, felicitarle y pedirle disculpas, se presentaba.
¡Oh, por Dios! YoonGi me está hablando. Un momento ¿Él de verdad esperaba que yo fuera su compañero en la obra?
–Lo sé. Pero no sé cómo tú sabes mi nombre. En la audición me llamaste Park JiMin. –YoonGi sonrió. –Además, me dijiste que si obtenía el papel, me dirías algo importante.
–Por supuesto, desde que entré al colegio que te conozco. –Y sin decir más, dio la vuelta y se fue. JiMin no pudo evitar pensar que tal vez le gustaba al mojigato YoonGi, luego sacudió su cabeza ¿Cómo iba a gustarle? A los chicos favoritos del los profesores no les gusta nadie. –Ah –volvió el chico –La cosa importante que te quería decir es que me gustas ¿Quieres ser mi novio?