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Decisión de otoño. por LycanZero

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Notas del fanfic:

Los personajes de Vampire Knight no mepertenecen.

May pidió un ZeroxKaname y con la estación de otoño.

Hice mi mayor esfuerzo por cumplir con tu petición, espero sea de tu agrado y perdona si los eventos donde se describió la relación son contundentes y cortos, pero corría el riesgo de hacerlo fic y era algo que no podía permitirme XD

Aunque si teprometo una continuación en un futuro no muy lejano.

Notas del capitulo:

Escribí y subí el OS por el celular, así que mis disculpas si se me paso corregir algo. Cuando tenga mi lap en mis manos prometo corregir lo que sea necesario.

Las hojas de los árboles volvían a cambiar su color verde por tonos ocres, mostrando un hermoso paisaje varios colores. Los arboles antes llenos de hermoso verdor estaban empezando a ser desnudados por el helado aire que anunciaba el otoño. A Kiryû le encantaba esta estación, la consideraba un desafío para sus habilidades artísticas. La variedad de colores y el paisaje a escoger son determinantes para ponerse a prueba, desear capturar todo el colorido como si fuese una fotografía era su meta.

 

-¿Vas a pintar o te quedaras viéndome, Zero? — En esta ocasión había escogido un mirador. La posición mostraba el pequeño poblado lleno de puntos rojizos, verdes y amarillos a causa de la gran variedad de árboles caducos que había en las calles. La naturaleza resaltaba su belleza ya que incluso los edificios que en aquel lugar había no pasaban de los cuatro pisos.

 

-¿Eres tan débil, Kuran? —Kiryû Zero es un joven pintor que paso por muchas adversidades. Pertenece a un clan extinto, poseedores de la increíble capacidad de convertirse en leopardo de las nieves. Por ello su cabello es de un tono blanco plateado, sus ojos de un inusual gris y su piel es de un tono nívea de apariencia suave. Contrario a la mayoría de los Alfa, su complexión es delgada y posee rasgos finos que, debido al osco carácter de Kiryû, tienden a no ser muy notables. Además de que, contrario a otros Alfa que cuidan su apariencia para ser más atractivos y hacer notar su poderío, Zero tiene un aspecto desaliñado y desinteresado, notándose más a causa del tatuaje adornando el lado izquierdo de su cuello y los tres pendientes de plata que tiene adornando ambas orejas –uno en el cartílago de la oreja izquierda y dos en el lóbulo derecho–.

 

Él sufrió no solo la discriminación por su apariencia y especie sino también por ser un Alfa que desea no estar atado a un Omega para «ampliar» el linaje de su familia. Contrario a lo que la sociedad esperaba y espera de él, prefiere ir de un lado a otro sin ataduras o compromisos que le mantengan en un solo lugar. Es un espíritu libre que no puede ser atado a nada ni a nadie. O eso creía hasta hace dos años atrás. Cuando conoció a su actual modelo y pareja, quien ahora simplemente bufo ante la pregunta y volvió a tomar su posición, con expresión serena y con una sonrisa llena de divertida arrogancia.

 

-¿Y tú tan lento, Kiryû-kun? —Kuran Kaname es un Omega muy inusual. De cabello castaño y ojos color chocolate, su piel era de un moreno muy tenue, resaltando aún más cuando Zero está a su lado. Pese a ser de un «rango» que debiera hacerle someterse a un Alfa, pasa lo contrario. Su porte egocéntrico y la manera en la que manipula a los que le rodean, hace que incluso el más temerario de los Alfa le muestre respeto. Además pertenece a una manada que posee siglos de antigüedad y los únicos en poderse transformar en un lobo Haydeni*. Hasta el momento solo su familia es la que posee a una criatura tan antigua como este lobo y puede ser que gracias a lo vetusto de su linaje es inmune incluso a la voluntad de Alfa pese a su posición de Omega.

 

-El arte no puede hacerse con rapidez, Kuran. —Debido a esta rareza muchos Alfa anhelan tener a Kaname de pareja y otros prefieren alejarse, considerándolo un especie de «demonio» que no debería estar en su sociedad debido a que no muestra interés en obedecer las obsoletas reglas que rigen a las tres clases.

 

-Si dejaras de mirarme puede que desde hace horas hubiésemos acabado. — Sin embargo Zero fue una increíble excepción ya que jamás le importo la historia que respaldaba a alguien tan importante como Kaname. Para Kiryû, el castaño era un cachorro malcriado que simplemente le había dicho la primera vez que le vio que deseaba ser su pareja y que no aceptaba un no por respuesta. Desde ese momento la vida tranquila de Zero cambio de forma drástica, ya que no solo tenía que soportar los acosos del enano que era tres años menor que él sino también los del celoso y sobreprotector hermano, Kuran Rido.

 

-Sino te veo, ¿Cómo mierda quieres que te pinte? —Expresa con cierta exasperación, ya comenzaba a lamentarse el haber cedido a la petición del castaño de ser su modelo. Aún cuando Kuran podía mantenerse quieto por muchas horas en estos momentos parecía tener poca paciencia, posiblemente era a causa del celo que estaba por llegar o de que la temperatura comenzaba a bajar a cada minuto.

 

-Me has visto con y sin ropa, ¿tan difícil es usar la imaginación? —Kaname jamás se rindió. Desde el momento en el que vio a Kiryû en la exposición de arte de la universidad supo que aquella huraña persona era para él, su pareja destinada.

 

-Sigue quejándote y te encerrare en el sótano por tres días. —Una amenaza vana que no se cansaba de usar.

 

Desde el momento en el que Kuran lo declaró como suyo se libró una gran batalla de voluntades. Zero se negaba a aceptar a un Omega como pareja y más cuando esté era miembro de una familia no solo poseedora de una gran riqueza sino también de una larga historia, añadiendo que en ese entonces el mocoso tenía 16 años y él, con 19 años cumplidos tenía la intención de viajar a Viena en Italia donde había conseguido una beca para su carrera de Arte en una pequeña universidad que, a pesar de haber iniciado hace menos de una década, consiguió tener fama por todo el globo en poco tiempo, por lo mismo ingresar a esta es una gran victoria para quienes desean seguir creciendo como artistas y ser reconocidos a nivel mundial, sin embargo todos sus planes se vieron truncados con la aparición de este individuo, Kuran Kaname.

 

-No lo harás, me amas lo suficiente como para perdonarme. —La arrogancia y el reto se notaba en sus palabras, aun cuando el mismo castaño no estaba seguro de cuales eran realmente los sentimientos de Kiryû hacía él.

 

Kaname  nunca mostró interés por ningún Alfa desde el momento en el que tuvo su primer celo a los 13 años, acontecimiento en el que no solo sus padres sino también la manada completa decidió que debía ser comprometido con otro lobo para que tuviera a un heredero que asegurará la expansión del linaje, ya que su hermano escogió como pareja a un coyote yendo contra toda creencia de que ambas especies no podían estar juntas, empero Kaname se negó, argumentando no solo que era muy joven sino que, al igual que su hermano, no se emparejaría hasta que encontrará a su destinado. Aún cuando sus padres intentaron obligarlo, el castaño no se los permitió. Creo mil formas para escaparse de aquellos compromisos e incluso intimidó a algunos Alfas. Muchos empezaron a hacerse a la idea de que posiblemente el más joven de los Kuran quedaría soltero por un largo tiempo, sin embargo no fue así. Se quedaron sorprendidos al enterarse de que Kaname había escogido ya a su pareja y para su horror no fue un lobo sino un «gato», un leopardo de las nieves, criaturas que no se conocen precisamente por ser muy sociales y mucho menos cariñosos con sus parejas, temían lo peor para el pequeño cachorro.

 

Sin embargo Kaname no se amedrento, ignoro los estúpidos rumores y fue a por su pareja. Zero no le quería, huía de él y de muchas maneras le dejaba en claro que no iba a emparejarse, jamás. Y aún así en aquella estación de otoño se pudo apreciar el nacimiento de lo que podría ser una pareja singular. De alguna forma, Kaname logro convencer a sus padres de irse a Italia a seguir a su pareja. Sorprendido quedó Zero al percatarse que el mocoso estaba en la misma ciudad aunque no en la misma  escuela, moviendo la cola en claro signo de alegría como perro fiel, aunque fue por unos cortos segundos. Los reproches e incluso las palabras hirientes no se hicieron esperar y aún cuando provocaban dolor en el castaño este no retrocedía ni se dejaba intimidar por aquella fría mirada e imponente aura del Alfa Kiryû. No sabía en ese momento como, pero haría que Zero le aceptará.

 

-No me retes, cachorro. —Decir que no se sintió atraído por Kaname en el mismo instante en el que lo vio sería eufemismo, sin embargo le detuvo la diferencia de edad y también que él era joven y no quería compromisos en ese momento, solo deseaba seguir estudiando y caminar hacia adelante con los planes que cuidadosamente había creado. Pero Kaname hecho todo por la borda y aún así Zero nunca lo acuso de nada, le reprochaba sus absurdos celos y su insistencia para tener relaciones y así marcarlo pero de eso a que se ensañara con él solo porque las cosas no salían como esperaba, jamás.

 

-Lo hago, ya soy mayor de edad, solo me has tocado un poco pero no me muerdes, quiero ser tuyo. — Luego de muchos acosos, peleas, malos entendidos y daños a los sentimientos, más hacia los del Kaname, Zero le aceptó con la condición de que lo harían nada hasta que Kaname cumpliera la mayoría de edad. Una tortura para ambos. Tenían citas, se besaban e incluso se exploraban mutuamente pero manteniéndose en los límites del acuerdo.

 

-Kaname, soy mayor que tú, ¿estás seguro de que esto es lo que quieres?

 

-Solo es por 3 años no por 3 siglos no estás tan viejo. — Ya sabía para donde iba esto y no iba a perder esta confrontación, sería la última y de eso se encargaría él.

 

-Aun no soy lo suficientemente rico para darte los lujos a los que estás acostumbrado.

 

-Con que digas que me amas me sentiré la persona más poderosa del planeta. — Hablo con toda la seriedad que podía acumular en esta situación.

 

-Tu familia no me quiere. — Zero estaba pensando en demasía, quería que Kaname lo considerara muy bien.

 

-Te vas a emparejar conmigo, no con mi familia y sí ellos no te quieren entonces los olvidamos. Yo quiero hacer una familia contigo, Zero.

 

-Soy un felino y tú un lobo, la posibilidad de que tengas un lobezno como tus padres quieren se reduciría a la mitad.

 

-Mientras tú y yo lo amemos creo que no importará que salga.

 

-Pero… — Las excusas se acaban y Kaname lo sabía, se aproximó a Zero y retiro con cuidado el lienzo, quería verlo a los ojos para que viese la seriedad con la iba a hablar.

 

-Zero hemos peleado no solo contra otros que quisieron separarnos sino también entre nosotros. Sí mi familia no te acepta es su problema, sí no quieres que estemos en un solo lado entonces viajemos tanto como quieras, mientras que estés conmigo cualquier lugar se sentirá como un hogar. —Tomo aire, mataría todos los argumentos de su pareja de una vez por todas. —Te preocupa el tema de los cachorros, yo aún no quiero tener alguno, prefiero que vivamos un tiempo los dos solos, como pareja. Tener hijos es una gran responsabilidad y no por el simple hecho de que soy un Omega y que pueda darte hijos sea suficiente justificante para tenerlos. Es algo que debemos desear y planear juntos. No tenemos porque planear toda una vida, Zero, tenemos la opción de ir paso a paso, apoyándonos pero solo si tú estás dispuesto. Porque yo puedo amarte inmensamente pero no voy a esperar por siempre, yo no quiero solo migas de tu afecto, lo quiero todo.

 

»Que si tú eres un leopardo y yo un lobo no me importa. Tu familia y la mía no tienen porque regir nuestra vida, la sociedad no tiene ningún derecho en decidir nuestro destino. Tan independiente como crees ser, te preocupa mucho el que dirán los demás y que yo sea menor por solo 3 insignificantes años es una excusa muy barata, Zero. Espere a cumplir los 18 años porque pensé que aún con esa condición podrías enamorarte de quién soy, si aún tienes dudas o definitivamente solo quieres que esto sea algo pasajero tengo derecho a saberlo para parar de darme falsas esperanzas de una vida feliz a tu lado.

 

Kiryû parpadeo sorprendido y quedó mudo por lo mismo. Kaname siempre fue reservado y hablaba con propiedad, sin embargo eso no impedía que siempre le dijera lo que sentía. Al principio a Zero le resultaba incómodo además de absurdo, pero poco a poco fue acostumbrándose a la presencia del castaño y a su modo de ser, muchos podían decir que era un creído a causa de su actuar pero él sabía muy bien lo que era, una barrera. A causa del estatus de su familia Kaname siempre fue acosado ya fuese por conveniencia o por querer hacerle daño, por lo mismo levanto una fuerte pared que ocultaba su verdadero ser, protegiéndolo de todos los que deseaban tener un beneficio.

 

Sin embargo con él se mostró como en verdad es. Celoso, posesivo, cariñoso, atento, fiel. Quizá Kaname podía transformarse en un lobo de metro y medio de altura pero aun así había un brillo de vulnerabilidad en sus ojos que provocaba que se llenara de un deseo de protegerlo de todo y de todos. Zero también se puso una máscara para protegerse pero a diferencia de Kaname él no mostró indicios de quererle mostrar su verdadero ser, pero eso no fue impedimento para Kuran quien con astucia comenzó a buscar los pequeños espacios por donde pudiera entrar y conocerlo como realmente era y no lo desprecio por saber la verdad. Al contrario, le aseguro a Zero que le amaba tal como era, ¿y qué hacía él? No apreciarlo, alejarlo cada vez más y ahora se le estaba dando un ultimátum, su decisión debía ser definitiva.

 

Pero él no era de muchas palabras y tampoco era de decir las cosas tan abiertamente como el castaño, prefería las pinturas, las imágenes o las acciones y por ello, sin palabras, se acercó a Kaname y le abrazo por la cintura, pegándolo a su cuerpo. Le besó. Un ósculo nervioso que fue tornándose seguro al sentir como era respondido. Kaname no se lo esperaba pero no por ello tardo en responder. De forma automática sus labios comenzaron a moverse y su boca poco a poco fue abriéndose para permitir el paso a la lengua de Zero, gimiendo cuando sintió al esponjoso músculo acariciar cada recoveco.

 

-Eres un cachorro caprichoso, egocéntrico y altanero. —Luego del besó junto su frente con la del más joven. —Pero eres mío, no te cederé a nadie y hoy en la noche me encargaré de que todos lo sepan. —No eran la declaración más romántica del mundo pero contenía lo que Kaname deseaba escuchar desde hace tanto.

 

-Lo espero con ansia. —El futuro no le da miedo, Zero estará a su lado y juntos enfrentarán lo que venga.

 

Pronto portará la marca de Kiryû, sus aromas y almas estarán vinculadas. Su unión se hará muy poderosa y, posiblemente, después de algunos años tendrían hijos para formar una familia. El amor que se tienen crecerá, han demostrado que pueden aceptar al otro tal y como es. Habrá choques pero podrán sobrellevarlo. Se aman, después de todo y decidieron estar juntos hasta donde la vida les alcance.

Notas finales:

*Haydeni: Este canino existió durante el Mioceno en la actual Norteamérica. Era una especie de lobo pero realmente gigantesco: pesaba 170 kilos y media un metro y medio apróximadamente, y era un eximio cazador.

 

Espero haya sido de su agrado. Yo espero que no sea lo último que escriba de esta historia XD


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