Terminaba de tomar un baño, después de regresar de París, donde había estado en una entrevista,en una sesión de fotos y habíaa sido invitado a un show de un reportero muy famoso de aquel país.
Necesitaba un baño, así que pasó directo a tomarlo dejando de lado los mensajes de la contestadora automática. Los escucharía después de comer algo ligero e instalarse de nuevo en su casa.
-Wow, era necesario el baño-dijo mientra secaba su cabello, su gato King, se restrego en sus piernas- lo siento K, tienes hambre ¿cierto? - se dirigió a la cocina y tomó la bolsa de croquetas para su gato. Admiró la vista desde su departamento pero al mismo tiempo vió su reflejo en el cristal del ventanal de la cocina.
Había dejado de ser ese niño, su mirada seguía siendo la misma. Había cortado su cabello casi al mismo estilo cuando Viktor era entrenador de Yuri, se había perforado una de sus orejas, era alto y deglado, con una espalda ancha y unas piernas largas. Sus facciones se habían endurecido pero no dejaban de ser bellas y delicadas, sonrió.
Caminó hasta donde estaba el plato de su gato y acarició su cabeza, respiró hondo y se disponía a sentarse para ver un rato la televisión cuando de repente tocaron a su puerta.
-¿Eh? no espero a nadie- tocaban insistivamente, gruñendo se puso de pie y abrió la puerta pero cuando lo hizo no vio a nadie.
-Yurio, idiota, acá abajo- bajó la mirada y vio a Istoriya, de pie frente a la puerta de su departamento con un par de maletas gigantes y con los brazos cruzados.
-¡¿QUÉ?!- Istoriya chasqueo la lengua. Yurio tenía casi 10 años de no ver a Viktor y a su familia, el niño estaba enorme, el joven.
-Apuesto que ni siquiera te tomaste la molestia de escuchar los miles de mensajes que mis padres te dejaron- dijo molesto al ver la luz roja parpadear, tomó sus maletas y quitó de su camino a Yurio.
-¡Acabo de salir de tomar un baño después de un viaje! - gritó. Istoriya presionó el botón de la contestadora y tomó asiento en la sala, dejando correr el mensaje.
-"Hey Yurio, Yuri y yo tendremos una luna de miel como por décima vez. La competencia de Istoriya está cerca, lo dejamos en tus manos. Saludos desde Hawaii"- Yurio se imaginó todo: Viktor hizo un viaje express a Rusia para dejar a su hijo directo a su puerta y huir al aeropuerto.
-¡¿Me estás diciendo que quieren que te entrene?!- gritó a todo pulmón.
-Sí, papá ya se encargo de registrarte como entrenador, empezamos en unos días. Ahora iré a dormir- Istoriya se levantó y se dirigió al cuarto de Yurio, acomodo las cobijas y se metió a la cama.
-¡ESO NO! ES MI CAMA- Istoriya le lanzó una mirada penetrante.
-No dormiré en tu cuarto de húespedes hasta que lo limpies, además no me gustar dormir solo. Yuri me acompaña hasta que lo hago-
-¡¿ME ESTÁS DICIENDO QUE TU MADRE DUERME CONTIGO AUN?!- la imaginación de Yurio volaba.
-Ahora, vete y cierra la puerta-se quitó los lentes y los dejó en la mesilla de noche.
-¡Son las 5 de la tarde Istoriya! Anda, muevet...- se acercó a la cama y lo vió ahí dormido- ¿qué, tan rápido?- el niño era hermoso, tenía el cabello de Viktor y unos ojos de color ambar, usaba lentes. Ya no era el niño que recordaba vagamente, se veía como de 15 años.
Bien, ya no podía hacer nada. Yurio tragó duro al percibir un pequeño aroma, mierda.
¿Era Istoriya un omega? Si era así, él, era un alfa. Y eso traería muchos problemas si ya tenía sus celos o estaba por entrar.