Park JiMin, a sus 15 años, llevaba una relación con un chico un año más grande, Min YoonGi, quien asistía al mismo colegio, pero ese chico, era conocido por ser siempre arisco, falta de sentimientos y frío como el hielo, de hecho, JiMin era la primer persona con la que se lo veía.
Una mañana, después de caminar al colegio al lado de su novio, JiMin se despide con un simple agite de su mano y mejillas coloradas antes de marcharse a su salón de clases.
Kim TaeHyung, compañero de JiMin, los había estado observando desde una esquina. Él también tenía un novio, un año más chico, Jeon JungKook, también asistía al mismo colegio, pero ellos, siempre que caminaban, lo hacían con sus manos entrelazadas, y al despedirse, se aventuraban a darse algún que otro beso, sin embargo, su amigo, al caminar con YoonGi, ni siquiera se rozaban ¿Cómo podía llamársele a eso una relación? ¿Dónde estaban los besos, los te quiero y te veo luego? Sin poder contenerse a tal duda, cuando estuvieron en el salón de clases miró a JiMin.
–¿Cómo haces para estar con alguien que nunca te toma de la mano ni te dice nada lindo, JiMin? –Pregunta TaeHyung a su amigo.
–El amor no se trata solo de eso, TaeTae.
–Claro que sí.
–Claro que no.
–Claro que sí.
–¿Entonces de que trata el amor según tú, TaeHyung?
Tae quiere responder de forma segura, pero al querer buscar las palabras indicadas, nada sale de su boca.
–Acaso… –prosigue JiMin –Si mañana Kookie no te da la mano o no te da un beso ¿Quiere decir que ha dejado de amarte?
–Claro –Responde Tae con seguridad ¿Por qué otra razón su Kookie lo ignoraría?
–Pero, si él ve que, por ejemplo, tu zapato se ha roto, y aparece con un par nuevo, sólo para ti ¿No quiere decir que siente algo?
TaeHyung frunció el ceño, imaginando la escena. Al final, asiente, pero sin entender el punto que trata de explicarle JiMin.
–Y si nota que estás ronco, que te duele la garganta, y te prepara un té caliente con miel ¿Qué pensarías? ¿No es un bonito gesto?
–Que me ama y se preocupa mucho por mí. Y sí, es un gesto muy bonito.
–Exacto, eso es lo que hace YoonGi para mí. No me toma de la mano, no me da un beso en público, tal vez lo ven frío, pero siempre tiene detalles que me demuestran cuanto me quiere y lo cálido que es. Y yo también me preocupo mucho por él, siempre le llamo en las mañanas para que no se quede dormido, por ejemplo.
TaeHyung abrió la boca, pero volvió a cerrarla. Ahora, las palabras de JiMin tenían sentido, y de repente se encontró pensando en su propia relación con su novio. JiMin lo notó.
– Sé que JungKook hace eso para ti también, siempre tiene pequeños detalles, deja que le beses, aunque le dé pena cuando hay mucha gente, pero es algo que a ti te gusta, así que te deja hacerlo. Pero tú no te das cuenta. Tae, debes apreciarlo, porque él te quiere de verdad como YoonGi me quiere a mí y yo a él.
¡Diablos! JiMin tenía razón, el amor no era sólo darse de la mano e intercambiar besos, era preocuparse por el otro y mostrarle cuanto le importaba a través de pequeños detalles.