Un jovencito de cabellos rosas opcacos daba un par de patadas a una desgastada puerta en el primer piso, ese departamento pertenecía al administrador de un viejo conjunto de departamentos ubicados en una de las zonas más pobres dentro de la gran ciudad, un sitio de primer mundo Seúl, al no recibir respuesta uso su mano echa un puño para crear más ruido pasaban de las 10 de la noche y la lampara a mitad del pasillo no dejaba de parpadear, quejidos se escuchaban del otro lado en cuestión de segundo apareció un hombre de cabello corto negro, usaba una camisa gris bastante holgada chasqueo la lengua mirando fijamente al chiquillo quien sin invitación ingreso al interior donde se quito los zapatos y deslizó por el piso lanzando su mochila a una esquina.
—Nadie te invito a pasar.—El hombre comentó sacando una cajetilla de cigarros del bolsillo trasero de su pantalón negro rasgado.— Hay un poco de ramen en el microondas.—Señalo el objeto que descansaba en el piso a un extremo de la minúscula habitación.— No piensas dirigirme la palabra ¿Porqué tan enojado?
—No tengo hambre la esposa de Sleepy-hyung me invito a cenar con ellos, por cierto te envío algo.—El chico de cabellos rosas desgastados camino hacia la mochila para sacar un tupper con un pedazo de tarta en el interior.— Fui a pedir informes a la Universidad ni con todos los ahorros del año pasado conseguiré pagar la matricula.—Se dejo caer sobre un viejo futón puesto a mitad de la pared del fondo, Bang encendía aquel tubo de cáncer.— Creo que me iré a trabajar contigo a la empacadora de verduras, no creo ser bueno para otra cosa.
El menor escondió su rostro entre las almohadas donde percibió un varonil aroma, una esencia de canela con un toque a humo de cigarro, se fue quitando la chamarra negra, el cinturón, el hombre de cabellos negros abrió el objeto dejado sobre una mesa tomo una cuchara de plástico para comenzar a devorar aquel postre, giro su rostro para observar como ese chiquillo comenzaba a moverse al ritmo de la música mientras comía llevo su vista a la mochila abierta donde logró ver una pequeña cámara de video dejo el articulo vacío sobre el microondas para tomar aquel aparato, JunHong miraba el techo, estiraba sus manos, pies levantando un poco su camisa de flores sus caderas se contoneaban entre las colchas al compás de las melodías escapando de unas bocinas, él único aparato junto con la pantalla de plasma que parecían tener valor en ese deplorable lugar.
—Hay otra manera donde podemos sacar dinero.—La grave voz de Bang se hizo presente encendiendo la cámara de video enfoco la lente en el largo cuerpo del chico de 19 años.—Podemos hacer un video porno, tú serias la estrella principal.—Se monto sobre sus caderas para grabar el rostro blanco del chico, con la mano libre fue subiendo la camisa enfocando la piel desnuda.—Gimes como una verdadera actriz de videos para adultos, un amigo puede editarlo para nosotros.— Se recargo para tomar la barbilla del chico acerco su boca para que sus alientos se mezclaran.—JunHongie ¿Quieres ser el protagonista de una película versión sucia? ¿Quieres que te grabe mientras me corro dentro de ti?
Aquellas preguntas ahogaron al menor en una brisa caliente arrebatándole el aliento, lograba sentir la erección del mayor rozar su vientre al levantar la vista se encontró con la lente de la cámara digital que su amigo YoungJae le regalo para que la llevara a una casa de empeño y obtener algo de dinero extra, comenzó a moverse ante el calor generado en su entrepierna llevó las manos al borde de la camisa para arrastrarla hacia arriba de su cuerpo, Bang grababa la forma que Jun se iba despojando de esa prenda superior hasta quedar completamente desnudo, se bajo del regazo para sentarse en el piso un metro y observar como el chico de cabellos rosas se ponía de pie le daba la espalda sus caderas se contoneaban sensualmente se agacho para dejar ver como su gluteós se dibujaban en el pantalón de cuero, se desabrocho el botón principal, bajo el cierre para después deslizar todas las prendas por sus largas, suaves y depiladas piernas color nieve el hombre de la cámara enfocaba cada milímetro expuesto haciendo zoom en el trasero, muslos, el bailarín se giró para continuar con su danza estiraba los brazos, los acariciaba, bajaba, subía al ritmo de las notas una segunda vez se agacho dejando en alto su trasero, ahora desnudo y sin ninguna prenda cubriéndolo.
—Parece que te gusta mostrar ese pequeño punto rosa, ¿Te imaginas a todos esos hombres y mujeres mirándote lascivamente detrás de sus pantallas? —El menor se puso en cuatro para bajar y subir su caderas, Bang llevo su mano libre a su propia entrepierna debido a que una casa de campaña comenzaba armarse bajo sus pantalones.— Te veo un poco sediento.—Bajo el cierre de su pantalón para sacar su erección.—Ven a tomar tu leche, esta caliente como te gusta.—Jun dejo de bailar para girarse y gateo hasta donde estaba el mayor ahí tomo la erección entre sus manos levantó la mirada encontrándose nuevamente con la lente de la cámara.—Anda sé un buen gatito y chúpalo todo.—Una perversa sonrisa apareció en los labios de ese chico quien hizo contacto con el mayor, un lazo invisible se formaba entre ellos.—Me encanta esa expresión pervertida que tienes.
JunHong saco la lengua para lamer la extensión de ese pedazo de carne, la rodeo desde la base hasta llegar a la punta donde ingreso para probar el liquido preseminal escapando, sus pupilas gustativas descifraban ese sabor salado empapándolas, rodeo con la lengua el miembro el cual palpitaba por las lamidas se ponía cada vez más duro, Jun lo ingreso completamente a su boca sentía como la punta tocaba la campanilla de su garganta, se ahogaba, el aire le faltaba pero le fascinaba esa sensación de desesperación, la humedad entrando en contacto con su boca, esa viscosidad era salada, dulce, extraña y embriagante, Bang acariciaba las hebras rosas mientras continuaba inmerso salvando en ese aparato todos los movimientos de su joven amante, sus caderas se movieron solas para embestir esa suave boca se encontraba al limite simplemente su amante era el mejor sin previo aviso terminó corriendo en el interior, JunHong al percibir ese liquido caliento invadiendo su boca lo trago desesperadamente el sabor, la consistencia no era de su total agrado pero la idea, la perversión de saber que bebía la semilla de Bang lo volvía loco, el menor se separo un poco para que la lente enfocara el hilo de saliva corriendo por la comisura de sus labios.
—Delicioso, tu semen tiene un sabor único.—Comentó de manera erótica llevando su boca a la lente y lamerla.—Eres el mejor hyung.—El menor se alejo un poco para sentarse sobre el futón donde abrió las piernas dejando ver su erección creciendo por la excitación.—Hyung mira como me he puesto, necesito que me ayudes con esto.—Acaricio su propio miembro donde el liquido preseminal también hacia acto de presencia.— ¡Ah! !Ah¡ Bang-Hyung por favor no me vea de esa manera tan pervertida ¿Le gusta? —Llevo uno de sus dedos a su entrada para acariciar el contorno.—Hyung estoy tan mojado miré la forma que me pongo por usted.—Alcanzó un pequeño tubito escondido debajo de las almohadas.— !Ah¡ ¿Quiere jugar con mi entrada? ¿Quiere poner su caliente miembro dentro de mi?.—Vacío un poco del liquido en su entrada ingreso un dedo mojado para auto complacerse dando pequeños circulo para dilatarse.—Por favor no mire, por favor no relama sus labios.
La voz fingida por parte del menor erizaba cada vello de Bang, le fascinaba verlo tan sumiso, sus mejillas se teñían a cada segundo en un color carmín, sus brillantes ojos se empañaban por el sudor perlado, era la combinación de un ángel cargado de lujuria , uno marcado por el pecado que no podía dejar de mirarlo, la forma que sus caderas se movían por la inserción de un segundo dedo, un tercero cada una de las acciones eran documentadas por ese aparato de grabación, Jun no soportaba más estaba a su limite esos ojos desnudando, abusando de él sin tocarlo lo enloquecía, su amante era alguien puro pero sin duda ocultaba un lado salvaje, la perversión de una bestia que gustaba de cazar a su presa, se giro para poner el rostro sobre las colchas levanto el trasero con cada mano en un extremo abrió su entrada.
—Por favor hyung haga lo que le plazca con mi entrada.—Dijo en un ruego ahogado por sus gemidos era un caso perdido continuar masturbándose desde la primera vez que estuvo con Bang le era imposible correrse solo, necesitaba del mayor para alcanzar el orgasmo fue un infierno el verse impotente a su corta edad.—Por favor hyung, mi entrada esta mojada por usted, lléname de toda tu leche.
—Eres un pervertido.—El mayor se puso de pie para acercarse a ese trasero.— Te gusta pensar que otros en el futuro se masturbarán viéndote rogar por mi.—Lentamente fue ingresando su miembro acción que despertó un gesto de molestia en Jun, él necesitaba ser embestido de manera violenta.—¿Te gusta sentirme dentro? —El hombre enfocaba el lente en su miembro entrando y saliendo de esos glúteos blancos, los gemidos escapaban de su garganta siendo el acompañamiento perfecto para los suspiros de Jun.— Puedo sentir tus entrañas, tu paredes me aprietan ¿Te gusta que te lo haga rudo?
Un suspiro afirmativo hizo acto de presencia, Jun clavo las uñas en las colchas se aferro a ellas mientras su boca mordía la tela, un hilo de saliva escapaba de sus labios era invadido de una manera bestial, el miembro de Bang era caliente, se expandía cada vez que tocaba su interior lo podía sentir latiendo entre sus entradas, rasgarlo desde lo más profundo, sus piernas se debilitaban ante cada estocada no necesitaba tocarse porque sabia que tarde o temprano se correría, ese era el efecto de tener sexo con su amante con solo poseerlo alcanzaba a tocar el cielo, un veneno se apoderaba de su mente extasiado por la forma que Bang con su mano libre se aferraba a su cadera para golpearlo con más fuerza ante cada embestida, un obsceno sonido se hacia presente cuando sus cuerpos se rozaban, su columna vertebral sufrió de una corriente eléctrica sacudiéndolo, cuando iniciaron su vida sexual un año antes al inicio le dolía pero con el tiempo aprendió a disfrutar del orgasmo secuestrando su lógica, las embestidas continuaron de manera frenética, sucia, enferma, Bang llevo sus labios a esa nuca para besarla, mordió la base de su cuello, continuo con sus hombros, espalda, le ponía un color rojizo a esa hoja de papel, después de un intercambio de besos la lente se volvió a enfocar en el trasero del menor que era invadido de manera más violenta un gemido escapo de la garganta de ambos personajes al llegar al limite, al probar la ambrosía del extasié prohibido, la cámara grabo la forma que un liquido blanco escurría por los muslos del chico de cabellos rosas que se dejo caer agotado, empapado de sudor, el camarógrafo también cayó a su lado dejando el objeto de video sobre la almohada, el rostro de ambos se contaban separados por centímetros sus lenguas iniciaron una guerra de poder, el menor se monto en el regazo del pelinegro para iniciar otra ronda de sexo, nunca tenian suficiente siempre estaban hambrientos.
Unos pequeños rayos ingresaban por la pequeña ventana JunHong se removió fastidiado para esconder su rostro en el arco del cuello de su amante, Bang había despertado un par de minutos antes, cuando la alarma retumbo a un lado, con una de sus manos sostenía al menor de la cadera.
—Es tarde y debo ir a trabajar.—Habló seriamente el pelinegro.—Tengo un poco de dinero para tu matricula.—Le dio un beso en la frente para mirarlo a los ojos.—Eso nos puede ayudar hasta que me den regalías por las canciones que he logrado vender.
—¿De donde sacaste el dinero? —Le cuestionó acunando en sus manos el varonil rostro del mayor.—¿Donde esta el sintetizador que compraste el año pasado? —No recibió respuesta a sus cuestionamientos.—Te amo.