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Una navidad junto a ti por rynu

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Notas del fanfic:

No soy buena autora, pero aun asi espero que os guste este oneshot, pero intente dar todo lo que pude de mi, un besito ^^

Era un día frío, en el mes de Diciembre...

En la preparatoria de Seirin, a pocos días de las vacaciones de invierno, se encontraban los del equipo de baloncesto entrenando en el gimnasio deportivo, para la próxima Winter Cup, que seria a mitad de Enero.

La entrenadora, Riko. Como no quería que se descuidaran en las vacaciones, les hizo entrenar el triple, para que no perdieran la condición física tan buena que poseían ahora.

Después de tres horas de duro entrenamiento, por fin la entrenadora pito con su silbato, dando por terminado el entrenamiento de hoy.

Todos se dejaron caer sentados al suelo, totalmente agotados.

-No siento mi cuerpo, me duele hasta respirar- Murmura Kuroko totalmente destrozado en el suelo, con su típica expresión de póker.

Kagami miro divertido a su amigo, mientras se secaba el sudor, con la toalla que tenía en la mano;

-Venga Kuroko, no es para tanto, solo que tú tienes muchísima menos resistencia- Le comento divertido el pelirrojo, mientras ahora dejaba la toalla y cogía su botella de agua para dar un sorbo, y pasársela a su amigo peli celeste, el cual se lo agradeció con la mirada, ya que ni apenas podía hablar tampoco.

"¡No es que Kuroko tenga resistencia, es que tu eres un monstruo inagotable!" Pensaron todos los del equipo, al ver como el pelirrojo apenas se notaba cansado.

Después de aquello todos se fueron a los vestuarios, para ducharse y cambiarse de ropa, e irse cada uno a su casa.

Excepto Kagami y Kuroko, los cuales se dirigieron al Magi burger, para tomarse sus alimentos diarios.

Como siempre, Kuroko solo se pidió su malteada de vainilla y Kagami, su veintena de hamburguesas.

Ambos se sentaron en una mesa cuando empezaron a platicar sobre cosas sin importancia, hasta que por la puerta aparecieron ciertas personas con cabelleras de colores.

El único que se dio cuenta de ello fue Kuroko, ya que su amigo pelirrojo estaba muy concentrado en devorar sus hamburguesas.

-Kagami-kun, rápido agáchate- Le pidió Tetsuya, ya que al parecer aun no los habían visto, y no quería que hubiera un alboroto si los veían.

-¿Ha...? ¿Por qué me pides eso Ku...?- Le pregunto Kagami confundido, sin acabar la frase, ya que el rubio los había visto y empezó a gritar sus nombres energéticamente.

-¡KUROKOCCHI, KAGAMICCHI!- Grito con una gran sonrisa resplandeciente, mientras se acercaba e ellos con pasos apresurados.

-Demasiado tarde- Murmuro Kuroko, mientras suspiraba resignado, y, a continuación era abrazado por el rubio. -Kise-kun, me ahogas, suéltame por favor- Le pidió, con la voz entrecortada, ya que aquel abrazo le estaba dejando sin poder respirar.

El rubio lo soltó con un puchero.

-Mooo. Kurokocchi es tan frio- Lloriqueo falsamente, mientras se sentaba al lado de su amigo peli celeste. -¿Qué tal Kagamicchi?- Le pregunto con educación, pero con gran entusiasmo, sin que se le borrara la sonrisa de la cara.

Kagami miraba divertido el sufrimiento de su amigo, mientras miraba la interacción entre aquellos dos.

-Estoy bien ¿Y tú?- Le pregunto de vuelta, mientras que con sus ojos buscaba a cierta personita, cosa de la cual el modelo se dio cuenta, y sonrió con astucia.

-¿A quién buscas Kagamicchi?- Pregunto el modelo con una sonrisa cada vez mas socarrona, lo que provoco que el pelirrojo se sonrojara al ser descubierto que buscaba a esa persona en concreto.

-A-A nadie, son imaginaciones tuyas Kise- Intento salir por la tangente el tigre con gran nerviosismo, cosa que ambos amigos del pelirrojo se percataron.

-Ummm.. No será que...- Empezó a comentar el modelo, pero sin poder acabar la frase, ya que en ese instante apareció el resto de la gom, y, entre ellos, la persona a la cual Taiga buscaba.

-Are... Si son Kagachin y Kurochin, hola...- Saludo el gigante, mientras se sentaba al lado de Kagami y le robaba una hamburguesa al pelirrojo.

-¡Eiii eso es mío Murasakibara! ¡Devuélvemelo!- Exigió con un rugido el pelirrojo enfadado. Pero el pelimorado puso una expresión de cachorro abandonado.

-Mooo no seas gruñón kagachin, tengo hambre y no llevo dinero encima- Le dijo, mientras se llevaba un dedo a la boca, haciendo el gesto aun mas infantil.

Kagami iba a estallar de rabia, pero finalmente resoplo y le dio la hamburguesa de mala gana.

-Aun no se que vio mi hermano en ti- Gruño el pelirrojo, mientras abría otras de sus hamburguesas y se disponía a comérsela, cuando de repente un moreno apareció ante su visión y le quito la hamburguesa para comérsela también.

-Gracias por la comida Kagami- Comento burlona omine, mientras daba un mordisco a la hamburguesa y se sentaba al lado del tigre, el cual le miro entre sonrojado y con enfado.

-Estúpido ahomine- Protesto el pelirrojo al ver que nuevamente le habían robado una de sus preciadas hamburguesas, pero al contrario que al peli morado, no protesto mas y siguió comiendo el resto de sus hamburguesas en silencio, cosa que llamo la atención en los más perspicaces.

-Vaya que interesante- Comento el capitán de Rakuzan, el cual se sento con elegancia al lado de Tetsuya.

-¿Por qué lo dices Akashi?- Pregunto intrigado Midorima, el cual se sentó al lado del pelirrojo más bajo.

-No es obvio Shintaro- Comento con tono altanero mientras señalaba a Kagamiy Aomine, los cuales ahora discutían entre ellos por sabe quién qué cosa- Es interesante el ver como los dos se gustan y los dos son tan idiotas que no se dan cuenta- Comento en voz baja, para que solo los oyera Midorima y Tetsuya.

-Tienes razón Akashi-kun, me pregunto cuándo se darán cuenta de ello- Comento con expresión neutra el peli celeste, mientras daba un nuevo sorbo a su batido.

-¿Quizás deberíamos ayudarles?- Pregunto el modelo alegre, metiéndose en la conversación.

- Deben darse cuenta por ellos mismos lo que sienten- Comento Akashi serio, pero luego al mirarlos suspiro- Pero quizás un pequeño empujón no les vendría mal...

Después de estar como una hora en aquel establecimiento, finalmente cada uno se fue a su casa, excepto Tetsuya y Aomine, que ambos se fueron juntos a hablar a un parque a solas, ya que el peli azul oscuro se lo pidió.

-¿Qué ocurre Aomine-kun? ¿De qué querías hablar?- Pregunto fingiendo que no tenía ni idea de lo que podría querer su ex compañero de Teiko.

El peli azul se rasco la cabeza sin saber cómo comenzar a hablar, ya que su orgullo le impedía comentar ese tipo de cosas, pero si quería obtener lo que quería, no tenía otro remedio que pedir a su amigo peli celeste.

-Tetsu, necesito tu ayuda- Empezó a hablar Aomine con expresión seria y algo preocupada. El peli celeste estaba algo sorprendido, ya que no era habitual verle de aquella forma, por lo que no dudo en un segundo en ayudarle.

-Claro, ¿En que necesitas mi ayuda Aomine-kun?- Pregunto la sombra con su típica expresión neutra.

[...]

Tres días después de aquel día, donde Kuroko prometió ayudar a Aomine, ahora Kuroko junto a su equipo de Seirin, se encontraban en el último entrenamiento de las vacaciones de invierno.

A pesar de que fuera el último entrenamiento, la entrenadora les obligo a darlo todo, lo que provoco que casi murieran de agotamiento...

Una vez acabo el entrenamiento, Kagami decidió preguntarles a sus compañeros si querían hacer una fiesta de Navidad todos juntos.

Se estaban todos secando el sudor en el banquillo, cuando finalmente se decidió a preguntarles;

-Oye chicos, ummm, para Navidad, estaba pensando en hacer una fiesta de Navidad ¿Os apetece la idea?- Pregunto en tono casual el pelirrojo como si se le hubiera ocurrido repentinamente y no desde hace días.

Kagami estaba esperanzado de que aceptaran, ya que así ese día no lo pasaría solo, pero sus ilusiones se desvanecieron cuando todos ellos empezaron a negarse por distintos motivos;

-Ah... lo siento Kagami-kun, pero yo ese día tengo planes con mi padre- Comento apenada la castaña, por tener que rechazar la propuesta de su As.

El tigre solo sonrió y le comento que no importaba, ya que era normal pasar ese día junto a tus seres queridos. El tigre todo comprensivo no le sentó mal y le comprendió, aun así tenía esperanzas de que los demás aun aceptaran, por lo que se volteo a ver a los demás;

-¿Y vosotros chicos?- Insistió, esperanzado, a los demás, los cuales se miraron los unos a los otros con pena.

-Lo siento Kagami, pero ese día estaré con mis padres y novia- Comento uno de sus compañeros.

-Yo tampoco puedo, ese día no estaré en Japón, ya que en la semana de vacacione me encontrare en Estados Unidos- Comento ruborizado Hyugga, mientras desviaba la vista de todos.

Los demás no preguntaron, ya que sabían que iría a ver a Teppei, el cual se encontraba en terapia, por lo de su rodilla.

-Y-Yo tampoco puedo Kagami, ese día lo pasare con Sei- Comento con nerviosismo y sonrojado Furihata.

Nadie dijo nada, porque todos sabían que Akashi y Furihata eran pareja, pero cuando hicieron su relación pública, todos se quedaron de piedra, ya que no se lo esperaban para nada.

-Todavía me sorprende que el capitán de Rakuzan y Furihata estén juntos- Comento de pasada uno de los compañeros del equipo.

-Pero eso no es lo malo, lo peor de todo, es que si alguien mira o toca a Furi, Akashi llegara con un aura negra y lanzara tijeras a la cara de aquella persona- Comento otro del equipo, mientras temblaba de miedo, ya que pudo comprobarlo una vez y aquello lo asusto mucho.

-Sei no es tan malo; Es cariñoso, amable, educado y atento- Comento con un puchero el castaño.

-"¡Solo es así contigo!"- Pensaron todos los presentes a la vez.

-Ya veo, no te preocupes Furi- Comento Kagami, con otra de sus sonrisas comprensibles. Pero por dentro estaba asustado, ya que tenía miedo de Akashi. Si le seguía insistiendo al castaño, quien sabe que podría hacerle el de los ojos heterocromos, asi que lo mejor para estar vivo, es dejar la cosa ahí.

-Yo tampoco puedo Kagami-kun, Kise-kun me invito a su casa para estar con su familia, lo lamento- Se disculpo con sinceridad Kuroko, mientras clavaba sus ojos examinadores en los del tigre, al cual incomodo, ya que sentía como penetraba en su interior y examinaba sus sentimientos i emociones.

-Y-Ya veo, no te preocupes Kuroko- Dijo nervioso Taiga, mientras apartaba la vista rápidamente, ya que no quería que lo siguiera examinando de aquella manera.

Los demás también se negaron por situaciones parecidas, a lo que al final el pelirrojo se rio falsamente, comentando despreocupadamente de que no se preocuparan, que podían hacer otra fiesta en cualquier otro momento.

Todos alegres, porque no se lo haya tomado a mal, le palmearon la espalda y se fueron a los vestidores, mientras se despedían deseándose una feliz navidad y año nuevo, excepto Kuroko, el cual lo miraba fijamente.

-¿Qué sucede Kuroko?- Pregunta incomodo Kagami, al ver cómo le seguía mirando de aquella forma tan examinadora.

Kuroko ignoro la pregunta de su luz e hizo su propia pregunta que deseaba que el otro contestara;

-¿Y tú que harás por Navidad, Kagami-kun? ¿Iras a ver a tus padres? ¿O lo pasaras con Himuro-kun y Alexandra-san?- Le pregunto directo su sombra, a lo que el pelirrojo se tenso por aquellas preguntas.

El pelirrojo estaba en una encrucijada. ¿Qué debería responder? ¿Por qué demonios le preguntaba aquello ahora?

Iba a decirle cualquier excusa, pero al ver el ceño fruncido de su sombra, supo, que si le mentía, el lo sabría y le iría muy mal.

Por lo que soltando un suspiro, contesto una parte sincera ante su interrogatorio;

-Mi padre está ocupado, no estará en casa, mi hermano lo pasara con su pareja titán en casa de este ultimo y su familia, ya que lo invito, o eso me conto, y Alex, me dijo que saldría con alguien de fiesta en ese día, por lo que pasare ese día solo, pero no me importa demasiado- Comento con un encogimiento de hombros, como indicándole a Kuroko, que no le importaba estar solo aquel día, aunque por dentro deseaba lo contrario, pero no quería hacer sentir mal a sus amigos, por lo que fingía muy bien que aquello no le preocupaba en demasiado.

-¿Estás seguro Kagami-kun?- Pregunto dudoso, ya que no creía en lo que decía el tigre. Como buena sombra y observador que era, pudo ver y sentir que su luz actual deseaba lo contrario a lo que había dicho, y como buen amigo/sombra que era, se encargaría de que no pasara ese día solo.

Ya tenía un plan. Y ese plan, tenía un nombre y apellido.

Aomine Daiki.

-Estoy bien, en verdad no me importa, ahora vámonos Kuroko, sino, nos quedaremos los últimos y nos castigaran- Le cambio de tema rápidamente, para que no le siguiera insistiendo.

Kuroko, fingiendo que le creía, asintió con la cabeza, y acompaño a su luz a los vestuarios para cambiarse.

Una vez se cambiaron, se desearon felices fiestas, ambos se fueron a sus respectivos hogares.

Una vez el peli celeste estuvo en casa, cogió el móvil, y le envió un mensaje a su ex compañero de Teiko, en el cual decía lo siguiente;

"Aomine-kun, el dia de Navidad, Kagami-kun se encontrara solo en su departamento, y se veía deprimido por aquella idea, estoy seguro que se alegrara de verte si vas a verle ese día. Aprovecha la ocasión que se te da y no seas un idiota arrogante insensible. Que tengas una buena noche Aomine-kun."

Cuando termino de escribirlo y enviarlo se fue a ducharse, mientras deseaba que Aomine-kun reaccionara a su mensaje...

[...]

Cuando el peli azul oscuro recibio el mensaje, fue cuando salio del baño y oyo su movil vibrar.

Fastidiado de que pudiera ser un mensaje del rubio, fue a coger el movil para borrar el mensaje que le hubiera mandado el modelo.

Gran sorpresa se llevo al ver que no era mensaje de Kise sino de su antigua sombra.

-¿Tetsu?- Se preguntó en voz alta al ver la notificación del peli celeste.

Intrigado por recibir un mensaje de su amigo, abrió el mensaje y lo leyó.

Sorpresa, confusión, enojo, esperanza y algo de tristeza inundaron el cuerpo del As de Too al leer el mensaje.

-"Tsk, maldito Tetsu, incluso yo se cuando comportarme"- Se dijo a sí mismo al leer la parte del mensaje donde le llamaba idiota- "Pero... supongo que debo agradecerle, ahora se como acercarme a él sin la excusa del baloncesto"- Pensó con una de sus media sonrisas características.

Por lo que respondió el mensaje que le envió Kuroko;

"Gracias por el dato Tetsu, por cierto no hacía falta que me llamaras idiota, tsk, yo se como lo hare sin meter la pata asi que dejamelo a mi"

Tras contestarle al mensaje de su amigo, dejó el móvil en la mesilla de su cuarto y salió de su habitación, en dirección al salón, donde se encontraban sus padres.

La primera en verlo fue la madre de este, la cual le sonrió y le indico con un gesto que se sentara con ellos, no es que fuera  de obedecer o estar mucho en familia, ya que era bastante independiente, pero había veces que si le gustaba estar con ellos y pasar un rato junto a ellos, o pasar celebraciones ellos tres.

-¿Que sucede Daiki? No es normal en ti venir tan dócil a sentarte junto a nosotros, estoy segura que quieres algo ¿Que es?- Preguntó perspicaz su madre, una vez el moreno estuvo a su lado.

-Tsk, ¿No puedo querer pasar un rato junto a vosotros?- Preguntó entre molesto y divertido al ver que había descubierto sus intenciones.

-Llevo conociendote 17 años Daiki, no me subestimes- Le comento burlona- Ahora responde.

El más joven suspiró fastidiado, mientras se apoyaba despreocupadamente en el respaldo del sofá, mientras pensaba en como preguntales aquello a sus padres.

Finalmente decidió ser él mismo y preguntarles directamente;

-Quiero invitar a un amigo a pasar la Navidad con nosotros- Comentó directo, con su voz ronca.

Ambos padres se miraron sorprendidos por aquella petición, ya que conocían muy bien a Daiki, y el no era de invitar a nadie a nada, salvo a Satsuki, pero ella una excepción ya que le conocían desde muchos años.

-¿Es tu novio?- Preguntó, la madre, entre sorprendida, ilusionada y burlona.

El rostro de Daiki se descompuso al oír el comentario de su madre.

Rápidamente se levanto y miro a su madre, como si hubiera visto una abeja.

-¿¡Que demonios dices mujer!?- Preguntó mientras alzaba la voz, ya que estaba avergonzado por aquello.

-Daiki tranquilizate- Le ordeno su padre con voz suave pero firme- Tu madre lo pregunta porque no es típico de ti invitar a nadie a algo, y menos a algo relacionado con una festividad, por eso nos sorprendió- Comentó con una sonrisa el más mayor de aquella familia.

-Tsk, pues ya que, no es mi novio, pero si me gusta y me gustaría aprovechar para confesarme ese día- Dijo sincero la pantera, ya que no tenía sentido mentirles, en seguida lo descubririan- Además me han dicho que estaría solo ese dia porque sus familiares no estarán con él esa fecha- Continuó explicando, mientras se rascaba la cabeza un poco avergonzado

Los padres estaban sorprendidos al saber de que en verdad le gustaba un chico, pero no lo iban a rechazar por ello, es más estaban encantados de que Daiki tuviera una pareja que pudiera controlarlo, además la madre de la pantera ya se imaginaba de quien podría tratarse.

-Tu enamorado no sera ese chico, cómo se llamaba... ¡Ah sí! ¡Kagami Taiga!- Dijo con una sonrisa victoriosa al ver que había recordado el nombre y que había acertado de pleno al ver la expresión del moreno.

-¿C-Cómo demonios lo sabes?- Preguntó entre horrorizado, sorprendido y resignado.

-Je, las mujeres tenemos buena intuición femenina, ademas cariño, siempre nos hablabas de ese chico pelirrojo, y no solo eso, si no que cada vez que lo mencionabas sonreias mas tus ojos brillaban, por eso que no era difícil de adivinar- Sonrió con dulzura la mujer al ver la expresión de su hijo.

-"Las mujeres dan miedo, ya parece otra Satsuki"- Pensó con la cara desencajada.

-En fin yo quiero conocer a mi futuro yerno, así que invitalo a cenar- Le obligo ahora su madre con una sonrisa decida.

La pobre pantera, estaba avergonzado, menos mal que no se le podía ver las mejillas rojas.

-Y-Yerno... ¡Ni que nos fuéramos a casar!- Grito avergonzado por el comentario.

-Daiki, ríndete, ya sabes como es tu madre cuando algo se le mete en la cabeza- Dijo su padre, mientras suspiraba y le palmeaba el hombro, en señal de apoyo.

Finalmente después de una larga charla, donde la madre de Daiki se entusiasmo en demasía, y planifico un monton de cosas para aquella noche, Aomine, pudo retirarse a su habitación, donde se lanzo a la cama agotado.

-Tsk las madres son muy pesadas- Comento en voz baja mientras cerraba los ojos- Pero supongo que con esto podre conquistar a ese tigrecito y hacer que sea solo mio- Siguió diciendo para si, con una sonrisa arrogante, mientras que a los pocos se quedaba dormido con esa idea en mente.

Los días pasaron mas rapido de lo esperado,  y finalmente aquel dia de Navidad finalmente llego.

Era por la tarde, cuando Taiga se encontraba en el sofá, con una manta y comida a su lado, mientras veia una pelicula de accion.

Estaba aburrido y deprimido. Si no lloraba era porque no quería verse mas débil de lo que ya se sentia.

Todos estarían ya en compañía de sus seres queridos y el estaría solo.

Si a menos Aomine le hubiera propuesto de ir a jugar un one a one, eso le hubiera animado bastante y no se encontraría en ese estado de depresión.

El pelirrojo ante ese pensamiento le dio un mayor bajón. Quería ver, aunque solo fuese unos minutos, a aquel idiota arrogante y vago.

El pelirrojo no sabia que su deseo se cumpliría aquella tarde-noche...

Seguía sumergido en aquellos deprimentes pensamientos cuando llamaron insistentemente a su puerta.

-Ya voy, ya voy...- Dijo desganado mientras se levantaba del sillón e iba a abrir la puerta.

-¿¡Aomine!?- Pregunto, mas bien grito el pelirrojo al verlo delante de su apartamento.

-Tsk, deja de gritar idiota, ¿y me vas a tener aquí esperando?- Pregunto molesto porque el pelirrojo no le hacia pasar.

-Oh... Lo siento...adelante- Se disculpo aun confundido mientras se hacía a un lado y lo invitaba a entrar.

El peliazul fue al salón y vio el panorama que había en la habitación;

manta, comida y una película de esas dramáticas.

El as de Too no sabia si reir, burlarse o ignorar aquello. Decidió hacer lo ultimo ya que si quería conquistar a el pelirrojo debería comportarse.

La pantera se sentó en el sofá, mientras el dueño de la casa se acercó hasta el.

-¿Que haces aqui Aomine?- Pregunto confundido, y entonces, al fijarse más en el moreno, se dio cuenta de que iba bien arreglado.

Llevaba un traje negro, con una camisa blanca, y una corbata de color marino.

Kagami se quedo embobado viéndolo, ya que estaba guapísimo vestido de aquella manera.

Aomine puso una sonrisa arrogante al pillar a Taiga, que se lo comía con la mirada.

-¿Te gusta lo que ves?- Pregunta de manera altanera el peliazul, mientras que el pelirrojo, al oír su pregunta, se puso como el color de su pelo.

-¿¡Q-Qué dices idiota!? ¡Por supuesto que no!-Respondió nerviosamente, mientras desviaba la vista- Solo estaba sorprendido por verte asi vestido, ¿Acaso vas a alguna fiesta?-

Pregunto curioso.

La Pantera lo miro detenidamente a los ojos, para luego hablar en forma de orden, tan característico de él;

-Algo asi, vístete con un traje, rápido- Le ordeno, mientras volvía a acomodarse en el sofa.

El pelirrojo estaba confuso, por lo que dejo pasar por alto el tono con que le hablaba.

-¿Eh? ¿Vestirme con un traje? ¿Para que?- Pregunto cada vez más confundido el de ojos rubí.

-Tsk, venga no pierdas tiempo que nos están esperando baka- Insistió molesto, el de ojos zafiros oscuros.

Aturdido por esa petición, fue a cambiarse, ya que tenía curiosidad y entusiasmo por saber a dónde lo llevaría.

Estaba feliz. Y eso se le notaba, con la amplia sonrisa, que mostraba al espejo del baño, mientras se vestía con un tipo de traje que le quedaba como un guante.

La camisa era de un tono café rojizo,  encima de la camisa llevaba; un chaleco negro abierto y una corbata fina, de una mezcla rojiza y negra, los pantalones eran de un color marrón oscuro, casi negro, que combinaba con la camisa y chaleco, y los zapatos eran unos mocasines negros.

Se peino un poco el cabello y se puso colonia, algo que casi nunca hacía, pero que tenía la intuición de que aquello daría buena impresión donde quisiera llevarlo la pantera, por lo que no dudo en colocarselo.

Una vez estuvo preparado, salió de vuelta al salón, y llamó a Daiki, el cual se entretenía viendo la tele, sentado en el sofá de su salon.

-Oi, ya estoy ¿A dónde vamos?- Le pregunto Kagami, para llamar la atención del peliazul, el cual este ultimo apago la tele, se levanto, se volteo y al ver a Kagami, sintió como la respiración se le fue de los pulmones.

Estaba para devorar aquel tigre en ese instante. Quería cogerlo ahí mismo y marcarlo, pero tenía que controlar sus instintos internos y no cometer esa locura.

-¿Aomine?- Preguntó, mientras le pasaba una mano por la cara, ya que no reaccionaba y eso le preocupo.

Finalmente salió de su embobamiento hacia el pelirrojo, y contestó a la llamada del 10 de Seirin.

-Te ves atractivo Kagami- Comentó con coquetería mientras le guiñaba un ojo, lo cual provocó que Taiga se paralizara y se convirtiera en el color de su cabello.

-¿¡Q-Que demonios dices Ahomine!?- Grito ruborizado, mientras golpeaba el brazo del contrario con su puño, pero sin hacer verdadero daño.

-Jajaja te ves tierno sonrojado bakagami- Siguió burlándose el otro del pelirrojo.

-¡CALLATE!- Grito, ya avergonzado hasta Marte- Vamonos a donde rayos quieras llevarme- Le cambió de tema para que dejara de decirle aquellas cosas que solo lo avergonzaba cada vez más.

-Está bien esta bien- Accedió la pantera, mientras mostraba una gran sonrisa en su rostro.

-"Umm al parecer esto funciona, hoy mismo el bakagami cae a mis pies"- Pensó con positivismo al ver como se ponía nervioso y ruborizado por las palabras que le decía.

Una vez salieron del departamento, cogieron un taxi, y el peli azul oscuro le dio al taxista la dirección a donde querían ir.

-Oye, ¿A dónde vamos?- Pregunto curioso Kagami, mientras recorrían las calles iluminadas por los adornos de navidad.

-No seas impaciente bakagami, enseguida lo sabrás- Comentó misteriosamente el de Too, con una de sus medias sonrisas tan propias de él.

El pelirrojo suspiro, y volteo a mirar por la ventana, mientras su corazón se empezó a acelerar por alguna razón, tenía la intuición de que esa noche pasaría algo.

Aunque no sabía el que, intuía que sería importante, y eso le ponía ansioso, cosa que noto el otro, pero que decidió pasarlo por alto de momento hasta que no estuvieran a solas.

Finalmente llegaron a su destino. Aomine pago al taxista, y le pidió a Kagami que le siguiera, llegando a una amplia casa, que parecía muy cálida por dentro.

-¿Qué hacemos aquí?- Pregunto cada vez más confundida el de ojos borgoña, al ver que ya estaban en frente de aquella puerta que conectaba a la casa.

-Es mi casa, esta noche la pasaras conmigo y mis padres- Le confesó al fin, con una media sonrisa, mientras abría la puerta y anunciaba que ya había llegado.

El pelirrojo se quedo helado, quería irse por donde vino, pero el otro a ver las intenciones del tigre, lo cogió de la mano, y lo metió dentro, donde los padres de Daiki fueron a recibirlos en el recibidor.

El pobre Taiga estaba el triple de nerviosismo, no solo por estar delante de los padres de Aomine, si no que el propio Aomine aun le seguía agarrando de la mano, y eso le provocaba que su corazón fuera a mil.

-¿Así que tu eres Kagami Taiga?- Pregunto para confirmar la madre de Daiki, a lo que Kagami asintió con la cabeza rápidamente, sin poder hablar aun por los nervios- Ya veo, es un placer conocerte, nuestro hijo a hablado mucho de ti, mi nombre es Aomine Yuki y tenía muchas ganas de conocerte al fin- Dijo con una sonrisa la mujer mientras iba abrazar al "amigo" de su hijo.

El pelirrojo con movimientos torpes le devolvió el abrazo, lo que provocó el tener que soltar su mano de la de Daiki, lo cual le provocó un poco de tristeza, ya que quería seguir sintiendo aquella firme y cálida mano.

Para Kagami aquella mujer le pareció muy amable y hermosa. Poseía una media melena, ondulada, de un cabello azulado oscuro y ojos del mismo color, mediria unos 1,70, bastante alta para las mujeres de japón, y tenía unos rasgos finos y pálidos que la hacían ver muy hermosa.

Luego de aquel abrazo, se presentó el padre, que al igual que la madre era amable, pero tenía ese aura que transmite seriedad y diversión.

-Yo me llamo Aomine Ryu, me alegro conocer al amigo de Daiki- Se presentó el padre, mientras le extendía la mano, en señal de saludo, a lo cual el pelirrojo le extendió la mano de la misma forma.

Kagami examinó al hombre, era de un color del cual Daiki había heredado, aparte de la altura, y su cabello y ojos eran de un color negro penetrante.

Aquella persona si se ponía serio imponía demasiado, por suerte no estaba en esa faceta ahora mismo.

Una vez hechas las presentaciones fueron al comedor, en donde la madre les indico que se fueran a la mesa, ya que la cena estaba lista.

Fue una cena muy agradable en opinión de los dos más jóvenes, sobre todo para el pelirrojo, ya que se sentía cálido estar así.

Pero en un momento dado no pudo evitar deprimirse y pensar que le hubiera gustado tener eso con su familia. Y aquello no pasó desapercibido para Daiki, el cual lo observaba de vez en cuando, cuando ninguno de los presentes se daba cuenta de aquello.

-Ven- Le ordenó Aomine, mientras se levantaba de la silla y le indicaba que lo siguiera.

-Pero aun no he ayudado a recoger- Dijo, ya que al terminar de comer aquella deliciosa cena que disfruto mucho, tenía que devolverles el favor, en ayudarles a recoger y limpiar.

-Oh cielo no te preocupes tu ve con Daiki- Le comento con una sonrisa Yuki, mientras llevaba lo de la mesa a la cocina.

-Ya oíste a mi madre, ahora ven- Le insto algo molesto, mientras lo volvía agarrar de la mano y llevárselo casi arrastras a su habitación.

Cuando entraron y Aomine cerró la puerta, el pelirrojo aprovecho para examinar la habitación de la persona que amaba.

-"Es grande y puedo sentir el aroma de Daiki por toda la habitación"- Pensó Taiga, mientras inhalaba el olor suavemente.

Como estaba distraído, no se percató de que Aomine estaba estudiandolo con la mirada desde su posición, como si fuera una pantera y el tigre su presa.

Pensó en varias ideas para llevar a cabo la confesión, pero él no era de palabras, sino de acción, por lo que decidió actuar, no iba a esperar más para marcarlo como suyo.

-Kagami- Le llamó Aomine, a lo que el otro salió de su ensoñamiento,  se giró para ver al de ojos zafiros y preguntar qué era lo que quería.

No le dio tiempo de preguntar nada, porque de un momento a otro estaba apoyado contra la pared de la habitación, mientras que el as de Too estaba dándole un beso suave pero profundo, en los labios, con los ojos cerrados y sus manos posadas en la cintura del pelirrojo.

Taiga estaba congelado en su sitio, ya que su mente se había desconectado de su cuerpo.

-"M-Me está besando...¿Estoy soñando?- Pensó incoherentemente, pero al sentir una leve mordida en el labio inferior, comprendió de que no era ningún sueño, por lo que reacciono y correspondió a ese beso, el cual era mas que perfecto, mientras rodeaba con sus brazos el cuello del oji zafiro.

Estuvieron deborandose la boca por unos minutos, cuando al fin se separaron jadeantes, por la falta de aire, y se miraron a los ojos.

El pelirrojo le iba a reclamar si estaba jugando con el, lo que le romperia el corazon, cuando el otro se le adelantó.

-Ya se que no soy el mas romantico o de palabras para este tipo de casos, kagami... No... Taiga... Pero me gustas, así que se mi pareja, de verdad que no es ningún juego, en verdd me vuelves loco desde hace tiempo- Le confiesa entre serio y avergonzado.

Taiga abrió los ojos como platos al ver aquel leve sonrojo que poseía el contrario en sus mejillas, además en sus ojos podía ver que era sincero con todo lo que decía.

Sin pensarlo mas, se tiro encima de Daiki y lo abrazo fuertemente, con una felicidad que le inundaba  todo el cuerpo.

-¡YO TAMBIEN TE AMO DAIKI, Y SI QUIERO SER TU PAREJA!- Exclamó emocionado mientras pequeñas lagrimas escapaban de su rostro.

-Oii, Taiga no llores- Con la palma de la mano, la pantera, seco las lágrimas que escurrian de los ojos de su tigre- ¿Por qué lloras?- Pregunto angustiado, por su ahora novio.

El as de Seirin se liberó del abrazo para contestar a la pregunta con una sonrisa.

-Es que... es la mejor navidad que he tenido desde hace muchos años, y todo gracias a ti Daiki- Le agradece sinceramente, mientras nuevamente vuelve abrazarlo.

Daiki correspondió al abrazo, mientras se apoyaba en el hombro de su tigre y murmuraba unas palabras en respecto a lo que había comentado Kagami;

-Ya no estarás solo, a partir de ahora celebraremos todas las navidades juntos- Le aseguró, para luego levantar su cabeza, mirar fijamente a esos ardientes ojos rojos, que transmitían profundo amor por la pantera, y posar sus labios nuevamente en los de Taiga, el cual correspondió gustosamente, en un beso suave y lento..

Total... A partir de ahora tendrán un montón de tiempo, para demostrarse el amor que se tenían...

[...]

Un año mas tarde... Nuevamente época de navidad...

Se encontraban todos en la cancha de baloncesto, o sea, la Generación de los milagros, mas Kuroko y Kagami.

Todos jugaron un partido intenso, pero Kagami tuvo que detenerse, ya que le dio un pequeño mareo. Aomine y los demas se preocuparon, pero no le dieron la mayor importancia, al igual que el pelirrojo.

-¿Estas bien Taiga?- Le pregunta su pareja, preocupado, al ver como se sentaba y echaba la cabeza hacia adelante.

-Creo que es por el sueño, hoy apenas e dormido- Le comento con una pequeña sonrisa, para que no se preocupara de mas Daiki, que ya lo miraba con esa expresión preocupada.

Pero aquello en vez de aliviar a su pareja, le preocupo aun mas.

-¿Por que no pudiste dormir Taiga?- Le exigió saber el moreno con el ceño fruncido.

-No lo se- Contesto con sinceridad- Solo que no tenia nada de sueño, ademas...- Iba añadir que sentia ultimamente nauseas, pero al ver como lo miraba de preocupado, decidió callarse para no angustiarle mas.

-¿Ademas que, Taiga?- Pregunto/Exigió con su voz ronca y con el ceño fruncido.

-Daiki, estoy bien en serio- Le aseguro con otra sonrisa, que tanto amaba de ver la pantera, a lo que su novio suspiro, para luego inclinarse y darle un beso superficial en aquellos labios que le traían loco.

-Esta bien, pero si te pasa otra vez iremos al medico, aun si te tengo que llevar atado ¿Entendido?- Le prometió con firmeza, a lo que el pelirrojo rió divertido mientras asentía con la cabeza.

-Bien, aprovechando este descanso aprovechare para anunciar que haré una cena de Navidad en la mansión, y por supuesto, estáis invitados, al igual que vuestros distintos acompañantes a los cuales queráis invitar- Explico Akashi, al ver como Murasakibara iba a comentar algo respecto a eso.

-Eso suena bien, Ryota-kun y yo iremos Akashi-kun- Comento la sombra con una pequeña sonrisa.

-Yo le preguntare a Muro-chin- Menciono apático Atsushi, mientras se llevaba a la boca un dulce.

-Nosotros también iremos nanodayo- Comento esta vez Midorima, haciendo referencia a el mismo y a su compañero/pareja Takao.

-¿Tenemos que ir?- Preguntó fastidiado Aomine, ya que el quería pasar aquel día con su pelirrojo. Akashi lo miro con un aura tétrica, por lo que al ver aquella aura y por temor a perder su vida se corrigió de inmediato;

-Esta bien, si iremos-  Comento rápidamente Aomine algo asustado, mientras se sentaba al lado de Taiga y le pasaba un brazo por su hombros.

-Sera divertido ir- Comento animado Kagami por aquella propuesta, mientras se arrima mas a su novio, para sentir esa calidez y aroma que tanto le gustaba.

-Akashi sonrió sinceramente, al fin de nuevo, para luego asentir con la cabeza satisfecho.

-Sera a las 20.00 pm en mi mansion, os enviare un mensaje a todos con los detalles de la fiesta- Comento el de los ojos hemocraticos- Y ser puntuales, no os perdonare si me haceis esperar- Y tras decir aquello, mira a Daiki, ya que eso ultimo iba dirigido hacia su persona.

-Tsk, ya se, estare alli a esa hora- Comento fastidiado el moreno a la indirecta del emperador.

-Yo me encargare de que llegue puntual este idiota- Contesto burlón Kagami, mientras le estiraba de la oreja levemente.

-Oe, que no soy un niño, y suelta de una vez bakataiga- Le gruñe algo molesto y se suelta de un manotazo.

Akashi le dedica a Kagami una pequeña sonrisa divertida

-Entonces te lo encargo Taiga- Comento, a lo que el mencionado asintió, ignorando las replicas de su pareja.

[...]

Tres días pasaron de aquella conversación y Kagami se encontraba en el cuarto de baño vomitando todo lo que llevaba en el estomago.

Llevaba así los tres días que paso desde aquella reunión, y sus sintomas solo aumentaron; Vómitos, cansancio, mucha mas hambre de lo habitual, mareos...

Menos mal que Daiki no estaba, ya que se fue de viaje con sus padres por varios días, porque si lo hubiera visto que se sentia mal, desde el primer dia o mejor dicho desde el primer síntoma, lo hubiera amarrado y lo habría llevado al hospital.

Kagami con la cara pálida y sudada, tiro de la cadena, fue un jaguar se la boca y se limpió la cara.

-Esto no es normal, lo mejor será que vaya al hospital- Comento para si preocupado, mientras se iba a su habitación, para vestirse e irse al hospital.

-"Espero que no estés midorima por allí"- Pensó angustiado, ya que iba muchas veces por ahí, debido a que su padre trabajaba allí, y si midorima descubría que estaba en el hospital, inmediatamente se lo comunicaría a Daiki, y si Daiki se enteraba... Le iría muy mal a el...

Se encontraba ya en el hospital, más concretamente en la sala de espera, mirando a su alrededor nervioso, por si veía una mata de pelo verde. Para su suerte no fue así...

-Kagami Taiga- Llamo un doctor mientras miraba toda la sala en busca del nombrado. El pelirrojo se incorporó torpemente y se acercó hasta el hombre, que tendría unos 45 años aproximadamente.

-Soy yo- Confirmo el tigre, a lo que el doctor asintió, mientras le indicaba al pelirrojo que le siguiera a la sala de revisión.

Una vez en la habitación le pidió al pelirrojo que le contara lo que le sucedía.

-Llevo unos días con vómitos, poco sueño, mareos y también me da mucha más hambre de lo normal- Le contó preocupado, sentado en la silla, que estaba enfrente de donde se encontraba sentado el doctor que le atendía.

-Ya veo- Dijo el médico, con ojos calculadores, por la sospecha al oír aquellos síntomas.

-Vaya a la camilla y quítese la camiseta- Le pidió serio. El pelirrojo torpemente obedeció y se fue a sentar en la camilla, mientras se quitaba la camiseta.

El doctor mientras tanto saco un aparato para examinar el interior del tigre.

-¿Que es eso?- Pregunto curioso y nervioso al ver la máquina que tenía frente a él.

-Oh, no es nada malo, sirve para ver lo que sucede en tu estomago, no hace daño- Le tranquilizó el doctor, a lo que Taiga asintió más tranquilo.

El doctor le untó una crema, que estaba fría, en el estómago/abdomen, y le puso encima como un mando, el cual lo movía por todo el lugar, mientras que en la pantalla del aparato se veía su interior.

Paso unos segundos cuando, tanto Kagami como el doctor, vieron algo en la pantalla.

-¿Que es eso de la pantalla?- Pregunto cada vez mas asustado kagami, al ver que podía ser algo malo. Pero el doctor le sonrió con calidez.

-Eso es su hijo joven kagami, está en estado desde un mes, enhorabuena- Le felicito el médico, mientras que el más joven se quedó congelado en su sitio...

"Estado" "Hijo" "Un mes"

-...- Kagami se bloqueó al oír la noticia y se desmayó.

[...]

Dos días pasaron desde que taiga recibiera aquella noticia...

El pelirrojo estaba nervioso y asustado en su departamento, esta noche era la cena de Navidad, y es cuando vería a Daiki, ya que volvía de su viaje hoy al mediodía.

Caminaba como un tigre encerrado por su departamento, a la vez que se llevaba sus manos a la cabeza desesperado.

¿Como demonios le iba a decir a Daiki que iba a ser padre?

Se detuvo por unos instantes y se tocó con suavidad su abdomen. Una amplia sonrisa apareció en su rostro.

Un bebé. Un hijo de Daiki. No se esperaba que tuviera la capacidad de concebir, pero estaba feliz, a pesar de que era muy joven y le preocupaba la reacción de su pareja.

-A pesar de lo que pase estoy feliz de que haya ocurrido este milagro- se dijo a sí mismo, antes de ir a prepararse de comer. Tenía mucha hambre...

Eran las 6 de la tarde y Kagami se encontraba en el sofá, cuando recibió un mensaje de su pareja, en el que decía lo siguiente;

"Taiga, ya tengo ganas de verte, ¿Quieres que vaya a buscarte?"

Nervioso de no saber cómo decirle aquella noticia, decidió rechazar su propuesta y aplazar un pequeño tiempo para poder pensar en cómo darle la noticia al moreno, por lo que enseguida le respondió el mensaje;

"No te preocupes, acude tú allí, a mí aún me falta por arreglarme y demás, por cierto Daiki...Te tengo que comentar algo cuando nos veamos..."

Y tras escribirle eso, apago el móvil, se puso a comer de nuevo por los antojos y nerviosismo, mientras que una pantera sentía curiosidad por saber lo que tenía que decirle su pareja.

Finalmente dieron las 7, y el pelirrojo de Seirin ya se encontraba perfectamente vestido para la cena.

Suspiró profundamente y con un valor totalmente restaurado, salió del departamento, cogió un taxi y fue hacia la dirección que le había proporcionado Akashi.

-"Tu puedes Kagami"- Se animó así mismo, con energías renovadas.

[...]

-"¡NO PUEDO HACERLO!"- Pensó con desesperación una vez llegó a la mansión y vio a su Moreno presente, todo el valor con el cual había salido de su hogar, se había ido a la otra punta del mundo...

-¡Hola Taiga!- La pantera le saludo con una sonrisa, mientras le rodeaba la cintura con sus brazos, para pegarlo a su cuerpo y besarlo con ansiedad en aquellos labios, que tanto había echado de menos.

El Tigre olvidándose de los nervios, se concentró en el beso, el cual correspondió con la misma intensidad.

-Aomine-kun, Kagami-kun, pareceis ese tipo de parejas que no se ha visto en unos 10 años, cuando en realidad solo han sido unos pocos días- Comentó con voz burlona Kuroko, una vez apareció al lado de los otros dos.

No hace falta decir que ambos chicos pegaron el grito en el aire, ante el susto que recibieron por parte del chico fantasma...

[...]

Ahora se encontraban todos sentados, comiendo la cena de Navidad, que era una gran mesa llena de comida, lo cual, al ver los manjares, los que tenían un gran apetito, se les hizo la boca agua...

Pero volviendo a lo importante, todos hablaban en voz alta los unos con los otros, por lo que a Taiga se le dificultaba hablar con su pareja, el cual hablaba con Kise, mejor dicho, discutía con él.

-Daiki..- Le llamó kagami, ya que se armó de valor para darle la noticia, pero el otro no le oyó, ya que al estar todos hablando en voz alta y a la vez, más que el otro discutía con kise, no escucho como su novio le llamaba..

-Daiki, tengo algo que decirte- Le volvió a decir, esta vez en un tono mas alto, pero nuevamente lo ignoro por todo el ruido que había.

Una vena en la frente le salio por el enfado, y ya sabeis lo que pasa cuando enojan a un tigre..

-¡MIERDA DAIKI, ESTOY EMBARAZADO, ASI QUE ESCUCHAME JODER!- Grito ya harto para que lo escuchara, lo que el pobre Taiga no sabia, es que justo en ese momento todo el mundo había guardado silencio, y ahora todos miraban con ojos atónitos a Kagami, el cual ahora se encontraba con la cara sonrojada.

¨¿Por que justamente se tenían que callar ahora todos?"- Pensó totalmente ruborizado, por la vergüenza, por lo que no se percato como se acercaba Aomine hasta el, en estado de conmoción.

 -¿Eso es cierto Taiga?- Pregunto Aomine con voz ahogada por el shock.

El pelirrojo alzo la mirada a Daiki, y nerviosos por su reacción asintió con la cabeza.

- Fui hace dos dias al medico porque me encontraba mal, y me hicieron una revisión, tengo la ecografia en casa, estoy de un mes Daiki- Murmuro con la cabeza gacha, ya que le preocupaba el como se lo tomaría, por lo que no vio como una amplia sonrisa llena de felicidad inundaba al moreno.

Rapidamente fue abrazarlo y a besarlo apasionadamente, lo que dejo atónito al pelirrojo.

-¡UN HIJO! ¡SERÉ PADRE!- Grito orgulloso, mientras volvía a besar a su tigre, el cual ahora reia aliviado porque le gusto aquella noticia- ¡TE AMO TAIGA! Es el mejor  regalo de navidad, de verdad muchas gracias...- Un par de disimuladas lagrimas cayeron por sus oscuras mejillas, lo que conmovió a su pareja y también derramo un par de lagrimas.

-Yo tambien te amo tonto- Murmuro, mientras le abrazaba con cariño.

Y tras aquel momento de amor, todos los amigos de esta pareja, que seguían en shock por la noticia, reaccionaron al fin y les felicitaron por aquella increíble noticia, que cambiaría para siempre sus vidas...

[...]

-Tengo dos nombres pensados para cuando nazca nuestro hijo- Exclamo emocionado el moreno, mientras hacia sentar en su regazo a Taiga y lo abrazaba.

-¿Ya? Pero si aun faltan 8 meses para que nazca- Comento divertido Taiga, mientras se apoyaba en el pecho de su pareja- Pero quiero saberlo ¿Cuales serian?- Pregunto intrigado, mientras volteaba un poco la cara, para poder ver aquel rostro moreno que le miraba con una cálida sonrisa.

-Si es chica me gustaria que se llamara MIrari, y si es chico Eileen- Comento orgulloso de sus elecciones.

-¿Tiene algún significado esos nombres?- Pregunto curioso, ante la elección de aquellos nombres.

El moreno acaricio los cabellos de color rojo de su amado, mientras volvía a sonreír levemente, a la vez que le respondía a su pregunta;

-Así es, Mirari, significa milagro, y Eileen, significa luz ¿Que te parecen?- Pregunto expectante por saber la opinión de su pareja.

El pelirrojo cerro los ojos y murmuro aquellos nombres que le encantaron, y mas al saber su significado.

-Mirari y Eileen... Me encantan...- Susurro con una amplia sonrisa, antes de besar, desde su posición a Daiki, el cual le correspondió en seguida, en un beso lento y suave, lleno de amor...

*Fin*

 
Notas finales:

Lo lamento si no hubo lemmon, en verdad queria poner, pero la vida no me daba para mas, y si lo hubiera hecho no me hubiera dado tiempo a publicar, aun asi espero que os haya gustado un poco, besos y hasta la proxima. ^^


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