Capítulo I Levi
The town bishop is an extortionist
And he don't even know that you exist
Standing still when it's do or die
You better run for your fucking life
Letterbomb.
Rondaba el año 1910 en un país donde la fe religiosa era más importante que las leyes estampadas con tinta en papel, en un seminario humilde y con la fachada cubierta con lodo y moho gracias al clima en donde se encontraba erguido, en el cual habitaban varios hombres que dedicaban su vida al ser más poderoso del universo; Dios.
Este pequeño seminario obscuro y silencioso era conocido por tener a los monaguillos y sacerdotes mas altruistas de aquellas zonas, independientemente de sus misas dominicales y otras obligaciones, solían hacer misiones para ayudar a la gente humilde y enferma. A parte de ser los más rectos dentro de toda esa sociedad monoteísta, era los más respetuosos y temerosas de las ordenes de Dios. Razón por la cual los padres de las mejores familias mandaban a sus hijos a estudiar dentro del internado en ese seminario, o simplemente mandaban a sus vástagos por tener mala conducta. Como se mencionó un seminario prestigioso, lleno de sacerdotes con un amplio conocimiento cultural como matemático. Sin duda una excelente inversión, tenían que dar una suma considerable de dinero al Obispo que manejaba ese recinto para mantener a sus hijos ahí y que salieran con excelentes recomendaciones.
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Ese olor a pino húmedo por la mañana, el resplandor suave que entraba por las cortinas de lino hacía la habitación obscura iluminando apenas un cuarto casi vacío si no fuera por una cama austera y un pequeño escritorio de madera lleno de libros. Sentía el frío entrar por los huecos que formaba su colcha, estiro su cuello con calma para luego sentarse en la cama, juntar sus palmas y decir solemnemente una oración, se acomodó el pelo lacio y negro detrás de sus orejas, se levantó de la cama acomodándose una sotana obscura sobre su pequeño y esbelto cuerpo. Caminó en silencio a la puerta de esa pequeña habitación abriéndola sigilosamente, se acomodó un rosario en alrededor de su cuello.
-¡Buen día Levi-san!
-Buen día- contesto el nombrado con total seriedad. Ese joven es Levi Ackerman. Levi fue llevado al seminario cuando tenía aproximadamente entre tres y cinco años de edad, en donde le ofrecieron educación, techo y comida. Durante su estancia fue notoria su inteligencia y audacia arriba de la media, siempre serio y estático, nunca se le veía sonreír y muchos menos llorar, su pasado era secreto y nadie sabía de su procedencia, incluso el mismo Levi no conocía su edad exacta, pero según él decía ser un hombre “maduro” aun que se viera más joven por su baja estatura que rondaba por un metro con sesenta centímetros, dice que su edad actual ronda por los treinta y dos años. Levi era una de las fuentes de dinero más fructíferas dentro del seminario, gracias a sus conocimientos en teología, matemáticas y ciencias, la escuela siempre sobre salía por tener profesores – sacerdotes como él. Levi siempre era intachable por ser uno de los sacerdotes más rectos y apegados a la orden de Dios de todo ese lugar, sin ningún “incidente”, ni cuando era joven seminarista hasta ahora que era un sacerdote preparado y bastante querido por el pueblo y otros aldeanos que eran atendidos por él para las obras de caridad, parecía una hombre perfecto, un sueño entre las mujeres y un ejemplo para los varones.
Levi camino hasta llegar a una habitación la cual se encontraba cerrada, toco esa enorme puerta de cedro esperando que le dieran permiso para entrar.
-adelante…
Levi entró cerrando detrás de él la enorme puerta, camino solemne sobre la alfombra roja que tapizaba ese cuarto hasta tomar asiento en una silla de cedro con asiento de terciopelo morado.
-Obispo Pixies…
-Me da gusto que seas el primero en estar despierto el día de hoy, estamos muy orgullosos de ti Levi, eres un emblema para este seminario, solo este verano llenaste las misas con tantos feligreses, ¡y que no se hable del diezmo! Le diste de comer a los más necesitados con eso…
-Con su perdón su Santidad, usted sabe que no me gustan los halagos…
Pixies sonrió –Ay Levi, no son halagos, tus obras hablan por sí solas…- Pixies se tomó su cabeza calva y se rasco.
-Para lo que te he llamado hoy es que necesito gente nueva para las admisiones…más que eso, estar al pendiente de los nuevos internos, ya hemos hecho nosotros el papeleo mientras no estabas, también queremos que seas el coordinador del primer año de bachillerato, tus conocimientos son esenciales para desempeñar el papel…
-Nunca me he negado
-Necesitamos que sigas siendo duro Levi, me encanta eso de ti, que no te ablandas por nadie, este seminario vende excelencia académica, y que mejor que el sacerdote Levi para hacerlo…
-¿Por qué me han elegido a mí y no a Erwin?- cortó Levi en seco, haciendo que Pixies borrara la sonrisa de su rostro.
-Erwin ya tuvo su pequeño “incidente”, sabes a lo que me refiero, mucho se habla sobre la fe católica y los seminaristas, eso no es buena imagen, que mejor que tú seas el nuevo rostro Levi, nunca has tenido un incidente, tú no te doblegas ante esos deseos infernales y…
-no- Levi soltó cortante y apenas emitió un mueca muy fina que Pixies pudo notar ya que llevaba años conociéndolo –Agradezco la oportunidad, usted sabe mejor que nadie que en todo este tiempo nunca ha habido una queja de mía ni de un hombre ni de una dama, mi misión es con Dios, nunca falló y menos ahora…-
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-¡¿LEVI?!- soltó un grito un joven bajo y calvo de repente haciendo que sus otros dos amigos lo golpearan para que se callara.
-¿es una broma? Levi Ackerman será el nuevo coordinador de esta área...pff, y yo que pensaba que habíamos pasado lo peor en la secundaria ¿Qué paso con Erwin-san?
-Si nuestro amigo Armin no se le hubiera metido hasta la bragueta posiblemente hoy sería nuestro coordinador- decía un chico alto de pelo y de rostro alargado como cabello.
-¡YA TE DIJE QUE NO FUE MI CULPA JEAN!- un joven rubio y bajito se peleaba con ambos estudiantes.
-Erwin casi me obligo, al principio tenía miedo pero ¡vamos! No hay chicas, solo estamos nosotros, encerrados aquí y solo hacemos para hacer misiones, iba a esperar hasta los dieciocho años.
-¿Crees que Levi haga lo mismo?
-No seas idiota Connie, si algo tiene Levi es que es inquebrantable, la perrita faldera favorita de Pixies, si se tratara de matarnos para que siguiera la excelencia de esta escuela lo permitiría…-
-Además ¿sabes cuantas mujeres y hombres se han prendado de Levi en toda su vida en el seminario? Muchos, dentro de todas las historias de Levi jamás se menciona algún romance con alguien…
-Pero…de ese chico que se fue…- decía Jean pensativo –El año que estuve preparándome para entrar a la Secundaria del seminario y venía en las mañanas había rumores de que había un chico que se había prendado de Levi…
-eso es normal, a muchos les pasa- soltó Connie mientras empezaba a caminar por los pasillos con sus dos camaradas
-era distinto…nadie me pudo confirmar nada, pero dicen que este chico estaba muy enamorado de Levi, tanto así que como él lo rechazo se fue del internado sin decir ni una palabra, no recuerdo su nombre pero si lo volviera a ver lo reconocería…-
-Eso fue hace mas de tres años Jean, dudo que el chico siga en este pueblo…
-Pero había algo raro, pero por desgracia fue el tiempo que el seminario estaba cerrado por las reparaciones de las lluvias de verano, no supe mas.,,
-un rumor más del inquebrantable Levi…
-¿jóvenes no deberían estar en misa?- La voz grave de Levi hizo que los tres chicos voltearan espantados visualizando su pequeña figura delante de ellos, se disculparon al unísono y salieron disparados de ahí a la capilla que estaba fuera en el patio. Levi los miro con cansancio a través de sus ojos olivo.
-“¿un rumor más del inquebrantable Levi?”-
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Miraba con furia tras los barrotes de la ventana que daban al parque de ese pueblo, se tronaba los nudillos con molestia para luego tomarse el pelo castaño con rabia, golpeo la pared de roca con molestia hiriéndose.
-¡Ya basta niño!- le grito un policía desde el pasillo mirándolo con tedio a través de los barrotes.
-¡PUERTA!- entro al cuarto dentro de la estación de policía un uniformado junto con un hombre con bata de médico, se le veía molesto, sulfuraba en vez de respirar, camino hasta ponerse delante de los barrotes de aquella celda y miro con furia al joven dentro de ella.
-Te pase muchas cosas mientras vivía tu Santa madre Carla, estamos hartos de tu comportamiento tan estúpido, tienes suerte de que tenga una excelente relación con el alcalde de esta ciudad, mira que golpear a su hijo hasta fracturarle un brazo es solo de vándalos…
El joven solo bufo y volteo su mirada
-Necesitas disciplina, no voy a estar pagando sumas de dinero exorbitantes por tus idioteces, respete tu decisión de ir a una escuela con principios liberales que han vuelto más bestia que nada…
El chico se volteó a mirar desafiante al hombre
-Así que a partir de mañana te iniciaras como seminarista en una escuela católica, ya estoy harto de tu comportamiento a sabiendas que heredaras mi fortuna niño inconsciente…
-¡NO! PADRE, NO ME PUEDES HACER ESTO, TE DIJE QUE QUERIA VIAJAR…
-¡silencio! Y para evitar que huyas como es tú costumbre, pasaras la noche aquí hasta mañana que venga por ti y te lleve al seminario que también funcionara como internado…
-¡PAPA! NO, NO PUEDES- chillaba el joven aventándose contra los barrotes
-Es tarde Eren…Mañana inicias con tu nueva vida...-
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Amigos! yo no quería empezar otro Fanfic porque tengo una tesis que terminar y no he empezado nadita TT__TT y tambien tengo que trabajar y subsistir, pero me gusta tanto el RiEren que dije, tengo que escribir algo que llame la atención.
De antemano siento si es ofensivo para ustedes el tema del "catolicismo" pero siento que es una prhobición muy gostosa ¬w¬
En fin hay muchas cosas de las que se puede hablar, que México va a caer en crisis y no se sabe si mañana podre pagar el Internet (?), y que en este año al fin sale la segunda tempora de SNK al fin! llevo esperando esto desde los 18 años (ya tengo 23 años).
En fin espero les guste y no se si ir rápído o lento con el Fanfic. Den ideas siempre son bievenidas