Cuando Loki me miraba. Veía un caótico, mar de misteriosas sensaciones, inclasificables emociones, todas juntas, tan revueltas eh impredecibles. Mirar esos verdes ojos, era como mirar la vida completa. Porque era todo un compilado de lo q se vivía y sentía, las experiencias y los recuerdos, Loki era el poso en el q se evocaban y sus ojos eran las ventanas.
Sus miradas nunca dejaron de ser intensas. Ya sea por la rabia o la locura, incluso el amor y la compasión, brillaban hasta destacar en su verde mirada.
Definitivamente su mirada era de otro mundo.
Sus ojos astutos eh incansables te seguían, te asechaban debelando cada verdad y cada mentira en tu vida. Loki era tan peculiar.
Su razonamiento podría ser lógico y frio, más sus ojos eran candor y pación, aceleración impulsiva; encerrada en un cuerpo literalmente de hielo.
Como el fuego q se gesta sepultado entre la nieve; la blanca piel nívea q recubre el indómito espíritu de Loki.
Se dice q la codicia entra por los ojos, y Loki solo necesitaba mirarte para q supieras lo q querías. A él.
Por eso sus ojos eran tan peligrosos, no era bueno sostenerle la mirada, porque era mucho más hábil q su lengua de plata, y más certera q la genialidad en sus razonamientos. Era devastadora su mirada; podría convencer hasta el más inocente de q fue culpable. Podría llevarte a la locura en caminos de verde jade. Y ahogarte en sus profundos verdes mares, sus ojos eran tan subyugantes.
Su mirada siempre viva, sus ojos color misterio, su tan penetrante y majestuosa vista verde, tan privilegiada.
Vi muchas cosas en esos ojos. Vi ira, dolor, decepción, locura, amor, compasión, duda, desprecio, mentira, verdad. Vi demasiado en esos ojos, pero, en ese entonces, no vi nada q de lo q hoy sí.
Hoy vi, cansancio, uno mortal, vi lo q la vida deja cuando ha pasado sobre una persona vieja, vi esa vasta experiencia, ese conocimiento, en los ojos de un dios “relativamente joven”, menor q Thor. Vi la misma mirada de Loki, una vez, en un humano. Un hombre de 80 años, q en su vida había echo de todo, desde cosas buenas, las más buenas, hasta cosas malas, las más malas. Un hombre q había visto demasiado, y había vivido demasiado, lo suficiente para ya no sorprenderse por nada, lo suficiente para adormecer sus emociones y sentirse simplemente hastiado y aburrido de su entorno. Un hombre acabado de servir, q ya nada nuevo pasaba por su vida o su vista. Vi la aplastante experiencia y conocimiento, sobre cada sentimiento, esa era la mirada verde Loki.
Vi ese peligroso y agotado desaliento. En sus ojos, cosa q jamás me había mostrado.
Supe entonces. Que Loki estaba en peligro, q estaba por hacer algo, estúpido en mi opinión. Algo en contra de sí mismo.
Supe como nunca ahora. Que debía correr. Seguir esa mirada hasta el fin del mundo, o los mundos, y rescatarla las veces q sea necesario.
Realmente no se q signifique.
No sé si le amo, o solo tengo miedo de ya no verlo.
No sé si lo odio, pero quiero seguir viéndolo.
De cualquier forma. No quiero dejarlo ir. Ya sea por amor o por odio. Eh echo mi elección. La de seguirlo.
Mis pies se apresuran, corro con agilidad de poseso. Mi corazón va a mil por hora, y mi mente me machaca con un sinfín de ideas, disparatadas y cabales, mi cuerpo entero zumba de adrenalina. Más mis sentimientos están calmos, y si lo escucho bien, me dicen q me rinda, q me detenga.
Pero no q detenga mis pasos, si no q detenga mi conciencia q lucha, dice q me rinda ante lo q siento. Ante lo q Loki me hace sentir.
Mi corazón dice q era inevitable. Dice q si esos ojos verdes fueron los maestros creadores de la red de pesca, lo más seguro es q yo también quedara atrapado entre esos finos hilos bien tejidos. Hilos verdes, hilos negros y blancos. Los hilos de cuerpo de Loki q me han atado.
Corro hasta donde mi instinto me dice q esta, al parecer mi cuerpo sabe más cosas de Loki q mi propia conciencia, tal vez es q lo intuyo. O q verdaderamente estoy conectado a él.
De alguna manera no suena tan disparatado.
Llego apenas hasta aquel punto tan alejado y hermoso. Él se da la vuelta, y me mira por sobre el hombro. No veo completamente su cara y no se lo q piensa. Pero sus ojos, me muestran sorpresa.
L-¿Qué haces aquí?.-me pregunta, al tiempo en q jira el rostro y mira perdido al horizonte.
C-vine a buscarte…-le respondo más por impulso q por otra cosa, entre jadeo y jadeo después de haber corrido desde no se ya donde…
L-¿Por qué?...tú me odias.-me da las espaldas de nuevo.
C-que sabes tú de mi.-rezongo. Mientras me acercó a su espalda recuperando en algo la fuerza.
L-vete.-q simple suena para ti. Qué fácil es decirlo. Qué difícil es para mí, hacerlo. Y aún más soportarlo.
C-oblígame.-te reto, y apoyo mi cara en tu espalda, mis brazos te rodean, te siento moverte como un pez atrapado fuera del agua.
L-¡¿Qué haces?!-por fin, te exaltas.
C-lo q haga falta, para retenerte a mi lado.-confieso, sin entender del todo mis palabras. Te quedas quieto un rato y tú si pareces comprender mi situación, incluso mejor q yo.
L-¿perdiste la memoria?. Porque yo puedo refrescártela, si quieres. Yo te use. Te utilice de una despreciable manera. Cerebro de gelatina.-me insultas, ofensivo, tratando de echar sal a la herida. Huraño. Asustado. Yo sé por q lo haces. Y si crees q ahora puedes engañarme, se q sabes q estas muy equivocado.
C-incomprensiblemente, te necesito más de lo q te odio.-rebato honestamente.
L-tu no me necesitas, y si lo hicieras es inútil. No te ayudaría.-ciento tu piel más fría de lo habitual, tu lado jontun se está descontrolando.
C-mis disculpas. Confundí las palabras. Te quiero más de lo q te odio. No me preguntes porque lo hago. Porque no te lo diré.
L-no me lo dirás, porque no hay una verdadera razón.-tu voz se apaga. ¿Acaso tus propios comentarios te han lastimado?
C-si la hay, las hay. Porque en realidad es más de una.-no se dé lo q estoy hablando. O más bien. Una parte de mí no la sabe. La otra, si.-te propongo un trato. Muestra lo suspicaz q eres y resuelve este misterio. Quédate a mi lado, para irte enterando las razones por las q te quiero…-no se q propongo…creo q no me entiendo.
L-no tengo porque hacerlo.
C-al contrario Loki. Tienes que. Porque eres orgulloso. Y si te digo q no puedes. Me demostraras lo contrario. Quédate conmigo. Y acepta lo q tengo.-te lo estoy pidiendo. No creo estar del todo seguro porque lo hago…
L-titubeas…-me reprochas, de una manera demasiado tierna. Yo sonrió. Y beso tu espalda, hasta q mi nariz roza tus cabellos. Amo su olor a bosque y hiervas. Un olor tan natural a vegetación q me siento solo relajado de respirar en tu cabello.
C-q no.-te contradigo infantil.
Recibo tu contestación de la misma manera, y voy descubriendo q me gusta el vibrar de tu voz, cuando rebota en tu espalda y contra mi cara, reconozco q tu cuerpo frio se siente bien contra el mío caliente, descubro q mis manos al tacto con tu cuerpo, parecen casi estar amoldadas, como hechas para esto. Descubro cuanto, cuanto realmente, te quiero.
Y de apoco se porque lo hago, porque te digo todo esto.
No se trata de q te odio, no se trata de q este confundido. O me estés manipulado.
Se trata de q te amo.
C-no titubeare más. Te amo.-hago una pausa, y tu cuerpo se tensa. Creo q estas empezando a creerme.-una vez más. Por favor. Quédate a mi lado y acepta mis sentimientos.
Te estremeces y es la mejor y más sincera respuesta q me puedes dar.
Y solo conforme tu cuerpo voltea, ciento q recién mi vida comienza.
Y el primer paso; esta en tus ojos. En tu mirada. Siempre triste y siempre intensa. Una mirada vieja.
La mira del dios Loki.