Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Papi dijo que lo hiciera por Shisunari

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola! No, aún no he muerto xD
Esta es una idea que surgió gracias a un reto de mi mejor amiga, así que se lo dedico a ella porque YOLO :v
Es una cosita simple, pero hecha con amor <3

 

Todos los personajes pertenecen a Oda-sensei.

 

El olor del café llenó la cocina mientras esperaba pacientemente a que la cafetera se llenara. Era casi las dos de la tarde, el autobus de la escuela había recogido a Hakuba a las 8 y ya que Bartolomeo tenía el día libre en el trabajo había vuelto junto a él a la cama para tener otro rato de caricias y sueño junto a su idiota esposo.

El cumpleaños de su pequeño estaba cerca y necesitaba comenzar a preparar los detalles para la fiesta de disfraces que tanto había pedido. Se perdió en sus pensamientos quién sabe durante cuánto tiempo mientras veía por la ventana como las personas iban y venían, hasta que unas fuertes manos tomaron su cintura desde atrás y un beso acompañado de unos conocidos colmillos hicieron erizar la piel de su cuello.

—Cavendish, vuelve a la cama – Ronroneó Bartolomeo con su grave voz mientras lo abrazaba. El rubio se giró en el abrazo, apartó el desordenado cabello verde que cubría la cara de su esposo y le dio un pequeño beso en los labios.

—Hakuba esta por volver de la escuela – Rodeó el cuello del peliverde con sus brazos y este apretó más la cintura del rubio contra su propio cuerpo – Además hemos estado ahí toda la mañana, no pretendas que aguante una más de tus mordidas, ¿cómo pude enamorarme de un bruto como tú?

Bartolomeo dejó escapar una risita, mientras acariciaba la espalda del rubio. Sin necesidad de ver podía sentir las marcas en esa suave piel que el mismo se había encargado de hacer esa mañana. Sonrió aún más al sentir el escalofrío que la recorrió. Cavendish tenía el ceño fruncido, pero esos ojos azules y los brazos que rodeaban su cuello le rogaban que se acercara. Estaba a punto  de rosar sus labios cuando el molesto tono del celular que estaba sobre la mesa los hizo separarse.

En el identificador de llamadas se leía “Directora Jun” y Cavendish sabía que si llamaba no era para felicitarlo por el obediente hijo que tenía. El pequeño Hakuba había sido bendecido con su extraordinaria belleza, pero con la personalidad salvaje de Bartolomeo. Puso el tono de voz que le pareció más amable.

—Directora Jun, que sorpresa. ¿En qué puedo ayudarle?

—Como podrá imaginar, el motivo de mi llamada es porque Hakuba ha vuelto a meterse en problemas. Pero esta vez ha sido algo muy grave. – El tono de la mujer aunque calmado, parecía bastante molesto – Su hijo golpeó a otro niño con un bate de la clase de física . ¡Con un bate, por el amor de Dios! ¡El niño tuvo que ser trasladado en ambulancia!

—¡¿Cómo?! ¿Pero por qué? Estoy seguro que debe de haber alguna razón. – Cavendish estaba en blanco, es cierto que a veces era algo impulsivo, ¿pero hacer algo así?

—¿Qué pasó? – preguntó Bartolomeo a su lado,  asustado por la expresión del rubio. Cavendish tapó un momento la bocina del teléfono para decirle.

—Hakuba golpeó a otro niño… con un bate – sintió un nudo en la garganta al decir las últimas palabras. Y estaba tan preocupado que no se dio cuenta de la expresión culpable de Bartolomeo y de como poco a poco y en silencio iba saliendo/huyendo de la sala.

—¿Ditectora, esta ahí? ¿Puedo hablar con él un momento?

Escuchó sonidos extraños, pequeños sollozos y luego la vocesita afligida de su niño.

—Papi, ven por mi, por favor. -El niño estaba asustado, parecía que había llorado por un buen tiempo. Cavendish trató de calmarse.

—Esta bien pequeño. Ahora vamos por ti, ¿pero puedes decirme por qué hiciste eso? – Trató de sonar calmado para no asustarlo más, era un niño de 7 años después de todo. Escuchó unos sollozos más y luego como trataba de calmarse para hablar.

—Papi Barto me dijo que si había personas que me molestaban un bate sería una buena defensa… - ¿Por qué al decir esto ya no sonaba tan asustado como antes?

—¿Tú padre dijo eso? -El rubio podía sentir como la rabia subía por su venas.

—Si…

—Espera un poco más, papi y yo ya vamos por ti ¿si? – Cortó la llamada mientras buscaba a su alrededor en la sala, ni rastro del idiota ese por ningún lado, hasta que escuchó un ruido que venía del cuarto.

—¡BARTOLOMEO! ¡TÚ, MALDITO! ¿QUÉ CREES QUE LE ESTAS ENSEÑANDO A NUESTRO HIJO?

Nuestro querido Barto podía darse por muerto ese día.

Notas finales:

Gracias por leer. Pueden dejar sus comentarios UwU)r


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).