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Un futuro impreciso… por ferunison

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Notas del fanfic:

Subiré capitulo por día.

Un futuro impreciso…

 

Capítulo 1: Soy AUTO.

 

Historia Yaoi, en este cuento abra amor entre dos hombres, favor de no insultar y leer si no les gusta este género, de antemano gracias.

 

    — ¿Qué hay en ese lugar? —pregunto curioso un joven de no más de 17 años, sus hebras de cabellos bañados con chocolate y seda, sus ojos como focos azules curiosos ante las cosas, entonaban bien con su pálida piel, y ese overol de pantalón completo en color mostaza, debajo de este se encontraba una camisa a rayas en blanco y negro.

 

    —No lo sé, pero te diré algo WALL-A. S—miro al joven muy seriamente—no debes ir jamás—termino de comentar para mirarlo con toda la severidad que podían derrochar sus ojos color café.

 

    —Pero padre ¿Por qué no? —insistió con tono de niño regañado.

 

    —Por qué no y punto—contesto tan serio, era de admitir que su hijo era como él, la curiosidad siempre presente en su mirada y acciones, pero también esa misma curiosidad estaba arraigada a los problemas y desastres, un claro ejemplo es cuando recién estaba en este mundo quiso saber para qué serbia un insignificante tornillo, lo saco con su ingenio y callo la estructura principal de una casa pequeña, por surte no tenía habitantes y nadie salió herido.

 

Respingo fuerte ante la frustración de no saber qué era eso y camino furioso al gran árbol, ese majestuoso árbol en la colina, en el cual sus padres lo llevaban cuando recién estaba en este mundo, todas las mañanas su madre lo encaminaba a ese árbol y le contaba historias de mundos lejanos, de una gran nave y como es que regresaron a la tierra, extrañaba en gran medida a su madre, la quería cerca ella siempre lo comprendía y procuraba que obtuviera lo que quería sin muchos desastres no como su padre que todo le prohibía.

 

Llego al árbol y se sentó, acomodo su espalda en el tronco, su cabello se mecía con delicadeza gracias al viento que soplaba, si tan solo pudiera sentir como los humanos, le encantaría tener emociones y poder saber que era el rose del viento por su piel, le gustaría mucho eso, le gustaría enojarse y enamorarse, movió su cabeza alejando esos pensamientos, tenía que seguir estudiando los mecanismos P.F. algo complicado para alguien tan joven, saco de su bolsa que tenía en el pantalón amarrado a su pierna y a su cadera, era un cubo de  1 centímetro.

 

    —Prende e indaga los sistemas P.F. —ordeno y se vio un pequeño destello mostrándole todo lo que pidió.

 

    —Buenos días WALL-A.S. ¿Algo nuevo que reportar? —pregunto una voz de una mujer, el joven castaño negó en un movimiento de cabeza—ya abra algo—respondió amistosamente la voz y le mostro por medio de su cuadro computarizado una serie de cosas que podrían interesarle seguido de fotos y una de ellas era su madre.

 

La imagen era clara, su madre estaba sonriendo tan feliz y sus ojos azules veían a un niño pequeño, era WALL-A.S. cuando lo trajeron a este mundo. Sonrió melancólicamente recargando todo su cuerpo en el pasto y al rato quedo en modo hibernación.

 

Solo miraba algo, y ese algo lo veía con un ojo rojo, sus cabellos blancos brillaban como si tuvieran luz, trato de iluminar el lugar, pero no pasaba nada, el ojo le miraba tan fríamente seguido de una sonrisa tierna.

    —WALL-A.S. —el eco de la oscuridad infinita retumbo en sus oídos, esa voz gruesa.

 

    —WALL-A.S. —era su padre que le gritaba desde su casa y se despedía con su mano derecha, posiblemente lo llamaron para que fuera a ver algo en su trabajo, el joven levanto su mano y en un movimiento somnoliento se despidió, tallo sus ojos y estiro, ese sueño fue muy raro.

 

Con ánimo recargado pensó que era su oportunidad, su padre se iría y sabe cuándo regresaría podría ir a ver que era esa máquina que tanto protegía el cascarrabias, lo pensó y proceso los posibles fallos de su misión, tardo muy poco en planear todo y se levantó animado, fue a su cuarto a ponerse algo oscuro para mezclarse con la noche y espero pacientemente a que los colores naranjas y rosas se fueran.

 

Su reloj mental daban las 10:05 p.m. salió sigilosamente como si un ladrón fuera y corrió felizmente al lugar de la máquina, su visión le mostro los lugares de la trampas y sus sistemas, realmente complejos, salto la primera alarma sin dificultad, el segundo fue más complicado y el tercero fue pan comido. Vio un sistema de alarma diferente, eran rayos de movimiento apago las alarmas y puso el encendido fantasma engañando a la computadora.

 

    —Para no ser nada puso muchas alarmas—se susurró el joven, miro la maquina realmente grande y cubierta por hiervas que trepaban por el fierro y grietas en un cristal, la miro cuidadosamente y comenzó a arrancar las plantas, el logo con letras en rojo que decía “BnL”, pensó y busco en su información de historia. Era la empresa la cual mando a todos los humanos al espacio, la nave no podría ser de esos años, todo estaba destruido, excepto por algunas piezas que estaban en un museo. Siguió arrancando plantas y vio en grande “Axioma” según la historia de los humanos la nave fue desmantelada para el uso de sus partes.

 

Trato de escalar la máquina y ver si solo sería una pieza que sobrevivió al desmantelamiento, miro su estructura, era posiblemente la superficie, camino y camino analizando toda la superficie, estaba tan distraído que no escucho un sonido de algo que se rompía, seguido de un estruendo que no sonaba nada agradable. Cayendo por un largo tiempo.

 

Despertó lentamente analizando el lugar y sus alrededores, su sistema de seguridad lo durmieron para que su “Cerebro” no sufriera dallo alguno, levanto la vista observando el agujero por el que cayó, era demasiado alto solo para ser una pieza sobreviviente, el lugar era enorme, enterrado para que nadie supiera de ella, pero ¿Por qué conservarla? ¿Por qué la enterraron? Muchas preguntas se formaban, todo era muy raro no sabía el porqué de mentir sobre esa nave.

 

Su cuerpo se tensó, su mano izquierda se descarapelo un poco, cables enredados formados como un musculo humanos se veían, registro y verifico que en todo su cuerpo no hubiera más dallo, la curiosidad le obligaba a seguir viendo el lugar y la voz de su padre –la razón- le decía que no investigara más si no se metería en problemas, poco caso le hizo a la segunda voz y analizo el lugar formando una esquema completa del lugar solo faltaba esa cabina en lo más alto, un cuarto del tamaño de una casa de dos plantas, algo en ella se le hacía familiar, algo en su cabeza le invito a seguir con su curiosidad, tenía dos opciones de subir pero la primera no serbia, opto por la segunda y menos confiable, era un conducto estrecho y  de basura, sin más remedio se las ingenió para poder subir.

 

Era demasiado oscuro, no se veía nada de luz, las ventanas estaban cubiertas por bolsas y telas negras, alguien las cubrió, su sistema de rastreo no funciono, trato de encontrar una luz o algo que pudiera iluminar el cuarto y recordó que tenía una linterna para emergencias, la saco de su bolsillo y la prendió encontrando un cuerpo tirado, su cabeza caía y su cabello blanco le cubrían su cara, lo miro bien, le parecía tan familiar, era del mismo año que sus padres, pero tenía algo diferente.

 

Una gorra de capitán empolvada al igual que su ropa que tiempo atrás pudo ser blanca le cubrían, su piel era pálida, lo miro más detenidamente y recordó que todos los humanos y robot fueron sacados de la nave sin excepción, entonces ¿Por qué a ese robot no lo sacaron?, ¿Por qué lo cubrieron?

 

Levanto un poco su cuerpo y encontró su prendido, estaba en manual y lo cambio a Auto.

 

Escucho un sonido del cuerpo y sintió como este se levantó mostrando su rostro, era hermoso, tenía un parche en su ojo izquierdo y su ojo era rojo intenso con su fondo en negro.

 

    —Soy AUTO…


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