Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Our Legend of Love por kazen_nova17

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Un fic hermoso Otayuri completamente AU

Basado en un mundo de magia y guerras <3

Espero les agrade este nuevo proyecto a cual le tengo mucha fé

Notas del capitulo:

<3 Denle amor a este fic

Himno de Dazhdbog

 

  h0;ll2;l6;l5;k2;- i7;l3;k2;k4;nl9;n3; i6;m1;l9;n!  

  Gran madre tierra, ¡Gran Rus'!
Oh, amplias son tus llanuras,
Como a través de los campos dorados infinitos,
Los niños de Dazhdbog vinieron.
A través de espesuras seglares,
A través de regiones distantes,
Salieron los hermanos natales
Aquellos hijos de Dazhdbog.
Los estandartes temibles están levantandose,
Renacerán a la gran Rus',
Mantendrán los legados,
Delante de los dioses, lo juro.
Oh, sí, Madre,
La noche de la hija de Svarog,
Oculta los legados grises de los padres,
Desde el ojo negro del enemigo feroz.
Hasta el cieno de los bosques sagrados.
De nuevo, El corazón está extinguiendose.
Una palabra pronunciarán, a penas al respirar:
Glorifícate, ¡Madre natal!
Glorifícate, ¡Alma de Dazhdbog!
A través de espesuras seglares,
A través de regiones distantes,
Pronunciarán, los hermanos natales:
Glorifícate, Rus', ¡Tierra mía!  

 

 

 

─¡Alteza! ─Un ser de rojizas hebras corría raudo, en su mano portaba un pergamino del capitán de la tropa de exploración. Sin embargo por la urgencia del mandato, nada bueno podría este traer.

 

─Thardab─ Llamo él, ante nombrado desde su trono─ ¿Qué sucede? ─

 

─Alteza, por favor léalo, es de suma importancia. ─ Respondió el consejero mientras le tendía el pergamino. En silencio leyó las nuevas, nuevas que sin duda por la expresión en el rostro del príncipe no eran nada buenas. ─ ¿Alteza? ─

 

─Son terribles noticias Thardab, el reino de Celdu ha entrado en guerra con el lejano Imperio de este, si ellos caen, Dazhdbog se quedará sin resguardo─ Hablo mientras envolvía aquel pergamino para luego entregárselo al de rojizas hebras. ─ Escribe lo que voy a dictar y se lo envías inmediatamente─

 

─Así será─ Veloz, el consejero llego a su escritorio.

 

─Capitán...

 

 

 

Capitán de las tropas de reconocimiento de Dazhdbog, la guerra nunca ha sido un opción para nuestro reino, sin embargo, dadas las circunstancias y la inminente guerra que se aproxima, tiene el permiso para ser de ayuda al Reino aliado, que sus hombres usen su magia contra el enemigo. Deben hacerlo retroceder, la seguridad del reino depende de la victoria de Celdu.

Su Alteza Real.

El príncipe heredero de la corona del Reino de Dazhdbog.

 


Dzhcg

 

 

 

 

**

 

 

Un de delgada silueta se desplazaba por los anchos corredores del palacio, el viento frio de la mañana ondeaba sus hebras rubias al compás de su pasar, el sol baño la pálida piel que se asomaba desde el gran balcón y sus orbes verdes contemplaban su hogar.

 

Su reino.

 

Dazhdbog era iluminado por los primeros rayos del sol, sus habitantes se movilizaban sobre el territorio mágico con suma elegancia. Y es que Dazhdbog no es un reino común, no, este es el último lugar sobre la tierra en el cual los seres del bosque pueden vivir en paz, sin miedo a ser perseguidos. Desde hadas a elfos, duendes a ninfas, este era un refugio para ellos, seres pacíficos, habitantes de la naturaleza y sabía que ese era el punto débil del reino. A pesar de que ahora estaba oculto en el bosque más extenso, el Bosque Verde, estaban en constante alerta pues ante una amenaza la única opción es huir, la magia que poseían era para crear no para destruir.

 

Pero Dazhdbog no siempre había sido así, no, en sus días de gloria era uno de los reino más poderosos, con una fuerza avasalladora, en sus filas se encontraban los seres más fuertes, hombres lobo, centauros, grifos, cuanta criatura una vez existió. Pero estos fueron cazados con desesperación, extinguiendo a unos y dejando a muy pocos supervivientes.

 

El reino había resistido el asedio de las tropas de Gun-Bak-Rac, había pasado cerca de ocho años de ello y aun no se recuperaba, no podía permitirse una nueva amenaza.

 

─Alteza─ Llamo Thardab ─ Su majestad a despertado. ─

 

Sin esperar, salía en dirección de la alcoba del Rey, sintió un regocijo instalarse en su pecho al ver que su abuelo no lo había abandonado.

 

─Abuelo─ Llamo mientras se acercaba a la cama de este y acogía entre sus manos la del anciano.

 

─Yuratchka─ Llamo la gruesa voz con dulzura ─ Mi amado nieto, cada día que pasa que te pareces más a tu madre─

 

─Me alegra que al fin despiertes─

 

─Siento que llevo mucho tiempo dormido, tu cabello ha crecido tanto─ La rubias hebras, ahora atadas en una cola alta, llegaban hasta la cintura del príncipe. ─ Haz cambiado tanto, recuerdo cuando eras un niño travieso y berrinchudo─ La nostalgia estaba presente en cada palabra─ Pero tuviste que asumir mis deberes aun siendo muy joven─

 

─Era mi deber como sucesor, no te preocupes, puedo encargarme del reino. Descansa y recupera tu magia─

 

Para un hada, perder la magia era equivalente a morir.

 

El linaje de la corona siempre estuvo regido por hadas, hadas con una particularidad, no poseían alas.

 

Según la leyenda, sus ancestros; las hadas de agua, al vivir los horrores de la primera gran caza, decidieron intercambiar sus alas por sabiduría y los dones de la naturaleza. Los dioses, viendo la desesperación pero determinación con el cual acudieron las hadas, aceptaron el trato, y, arrebatándoles las alas a cada descendiente les otorgaban aquello que habían pedido.

 

Según su abuelo un pedido que no solo salvo una, sino varias especies, pues fueron las primeras hadas carentes de alas las que fundaron el primer reino mágico y trajeron la paz y la esperanza en tiempos de guerra.

 

Los humanos eran seres dignos de temer, hacedores y destructores, sedientos de poder.

 

Sedientos de magia.

 

 

*

 

 

─¿Has recibido noticias? ─

 

─Aún no alteza─ Contesto el consejero. Yuri observo su trono para luego girarse en dirección del pelirrojo.

 

─Que preparen un carruaje, partiré al Templo Svarog─

 

Necesitaba pensar.

 

El templo se hallaba a un día a pie y medio día en vuelo. Acomodo la tiara de gemas que ostentaba en su cabeza y colocándose una capa plateada salió del gran castillo, el jardín trasero su hipogrifo lo espera ensillado.

 

─Si algo sucede no dude que llamarme─ Ordeno a su mano derecha para luego montar en el animal, solo fue necesario un susurro para que este levantase vuelo.

 

Svarog sin duda era una de las arquitecturas más bellas que poseía el reino mágico, labrado en mármol y levantado por los mismos elfos, decorada por las ninfas y con la magia de las hadas. Una joya del reino. El Templo solía ser concurrido sobretodo en noches de luna llena; festival de la luna, el primer día de primavera, en el Merethtil; festival de la luz de estrella y sobre todo en el festival de Dazhdbog.

 

Al llegar, el alto arco le dio la bienvenida, el templo era un lugar sagrado, con reliquias en su interior, de acabados exquisitos, lleno de gemas y diamantes.

 

Objetos que posean un valor espiritual.

 

Era memoria.

 

Su historia.

 

La historia debe su reino. Y eso era invaluable para los seres mágicos.

 

No paso mucho tiempo arrodillado frente a la cascada, pidió lo justo y necesario en ese momento, necesitaba el consejo de sus ancestros, Yuri, aún era joven e inexperto, a pesar de su educación, en la vida hay situaciones para las que uno no está preparado y ahora estaba pasando por esos momentos.

 

Yuri sentía que algo se aproximaba, los susurros de la cascada se lo advertían.

 

Sus ancestros solo podían darle calma y consejo, pues ni ellos conocían el incierto futuro que asechaba a su reino.

 

Cuando el ocaso se hizo presente, Yuri decidió que era hora de regresar.

 

Al llegar sintió alivio al ver que todo permanecía igual, agradeciendo al animal para luego liberarlo de sus riendas subió directo a su alcoba, sonrió cuando al ingresar observo a Isen durmiendo en su cama, el felino abrió los ojos cuando el cuerpo del rubio se posó al lado de este acariciando su cabeza. El tigre cerro los ojos complacido por la caricia. Agotado Yuri se recostó dejándose arrastrar hacia el mundo de los sueños.

 

Solo con la esperanza de que las noticias de mañana sean alentadoras y la amenaza de guerra de haya extinguido.

 

 

Notas finales:

DATOS:

Yuri tiene dieciocho años y debido a la recaída del Rey a su corta edad de quince años asumió la corona, sin embargo su título como príncipe no fue removido ya que el Rey aun no había fallecido y por decisión del heredero. Yuri tuvo que madurar demasiado rápido, ello su actitud pero no teman que no ha cambiado del todo y eso lo verán más adelante, así que no se alarmen que no cambien al gatito.

 El Templo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).