Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Segunda Oportunidad Para Vivir por Escritora-Kun

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Holo~ ¿Cómo están? Ojalá y estén excelentemente bien <3

¿Alguna cosa que pueda decir antes de la lectura?... Nope, ninguna

_¡Doctor, la estamos perdiendo!_



Era un completo bullicio el que envolvia el ambiente de aquella pequeña habitacion. El sonido que producian los zapatos de las enfermeras, era acompañado de sonidos desesperados del respirar de estas mismas, mientras se movian velozmente de aqui para aca, trayendo sabanas limpias, y mas agua caliente. Al mismo tiempo que, utensilios parecidos a los que se veian usualmente en los cuartos de tortura, eran puestos alrededor del doctor que, a esas alturas, estaba bañado desde la altura de su abdomen hasta la punta de sus pies de un tono rojo bastante fuerte.



Los gritos desesperados de una mujer se podian escuchar por cada rincon de aquella casa, llamando la atencion de quien fuera que pasara por ahi. Alertando a todos los que habitaban aquella casa. Y entre ellos, se encontraba un gentil niño que, a esas horas de la mañana, se encontraba durmiendo. Aunque, gracias al dolor que le producian los gritos llenos de sufrimiento de aquella dama, habia despertado. Muchos creerian que, al ser un niño, correria por todos los pasillos hasta encontrar a alguien que le de proteccion y le diga que era lo que estaba pasando. Sin embargo, aquel pequeño de castaños cabellos, se habia levantado con bastante calma de su comoda cama.



Apenas sus pequeños pies tocaron el frio suelo de su habitacion, comenzo a caminar en direccion de su puerta, la cual abrio y, en cuanto se hallaba afuera, vio como 4 enfermeras corrian hacia, creia el, era el cuarto del labado, mientras que entre sus manos llevaban unas blancas sabanas que estaban llenas de sangre fresca, la cual escurria hasta el suelo. Suspiro algo triste y nostalgico al verlas. Eso era normal, lo sabia muy bien, despues de todo ya habia vivido millones de partos riesgosos alrededor de toda su larga vida, y sabia como seria el resultado sino se daba prisa en ir. Aunque, aun asi, no se sintio para nada alarmado. Simplemente se arreglo un poco su desarreglado cabello cafe, para despues comenzar a caminar en direccion de donde provenian aquellos terribles alaridos.



Los pasillos, que a esa hora normalmente se encontraban sumergidos en penumbras y en un silencio casi sepulcral, estaban llenos de movimiento. Habia muchas enfermeras, vestidas con sus trajes blancos, corriendo para todos lados. Entrando y saliendo de una misma habitacion. De la cual salio un nuevo grito desgarrador, acompañado de una orden de un hombre que pedia mas agua. Sus ojitos azabaches miraron la entrada con algo de melancolia. _Me hubiera gustado llegar, al menos, a los 10 años esta vez_Sonrio con amargura, para despues entrar a la habitacion, en la cual el movimiento de las enfermeras y alguno que otro enfermero, se veia mucho mas vivido y desesperado.



Aunque, no se centro en aquellas personas que intentaban salvar dos vidas. Sus ojos se dirigieron a una mujer que permanecia inquieta sobre una suave cama de sabanas blancas manchadas en mas sangre. Sus gritos lo lastimaban, y con cada contraccion el sentia como su interior estallaba en sufrimiento. Una solitaria lagrima se escurrio de sus ojos, mojando sus mejillas, llegando hasta el suelo en donde se perdio. Entonces, como su hubiera precionado algun boton, el tiempo se habia detenido. Los gritos, el sonido de los zapatos corriendo, la voz firme del doctor, el viento chocando contra los arboles... Nada se escuchaba. Todo se habia congelado en el momento mas preciso. Aquel triste momento, en donde solo le quedaba palpitar 5 veces a aquella pobre mujer.



El niño, aun usando su pijama blanca, se acerco a pasos tranquilos a quien yacia en la cama. La miro un momento, observando cada faccion de su rostor. Sonrio con sincera felicidad. _Tu hija saldra igual de bonita que tu_Tomo su mano, la cual estaba posada sobre su vientre, y la apreto un poco. _Y lo mejor de todo es que podras ver su rostro hasta que sea el verdadero dia en el que tengas que dejar esta vida_Y, con esas pocas palabras, se acerco hasta su frente, dejando un casto y suave beso sobre esta, para despues alejarse y ver como todo volvia a moverse, claro que en camara lenta, mientras que el, poco a poco, se convertia en una pequeña nube la cual fue a dar al vientre de la mujer.



Cuando el color volvia a estar en donde mismo, y los movimientos de todos regresaban a ser como antes, el agradable sonido de un llanto desesperado no se hizo esperar en aquella pequeña habitacion. Llamando la atencion de las enfermeras que estaban afuera. Todas entraron, y distintos tipos de exclamacion llenos de alegria se escucharon al mismo tiempo. El doctor que, inclusto en ese momento, sonreria enormemente, tomo a la pequeña bebe en brazos. _¡Es una niña!_Anuncio satisfecho, al mismo tiempo que se la daba a su madre, quien la miro desde su lugar, sonriendo debilmente y al borde de la inconsciencia.



Aquel pequeño momento de alegria habia sido suficiente como para hacer olvidar al doctor sobre el estado de su paciente y sobre las altas posibilidades que habia de que esta muriera durante el parto. No lo cuestiono, tampoco se habia preguntado la razon de que su paciente tuviese una hermosa flor roja sobre su vientre.



...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~



Los alegres gritos de los niños, quienes iban corriendo por todo el jardin, eran el unico sonido que podia llenar de ternura el corazon de los adultos que, desde sus lugares, los veian jugar. Aunque, pronto los niños habian dejado de correr y de jugar por ahi cuando habian sido llamados por una joven mujer que, junto con su esposo, se encontraban en frente de una mesa, en la cual habia un gran pastel con decoraciones zules y con figuras de naves espaciales. Los pequeños se emocionaron al verlo y no tardaron en comenzar a pedir un poco. Claro que tuvieron que esperar un poco para poder probarlo ya que, primero, se debia cantar aquella cancion de feliz cumpleaños que ya todo el mundo se sabia de memoria.



El cantico comenzo. Los niños cantaban desafinados y con unas grandes sonrisas mientras que sus padres los seguian cantando de manera menos frenetica, aunque igualmente felices. El cumpleañero se hallaba en medio de sus padre, mirando a sus amigos cantar, provocando que sonriera con mucha felicidad.



Era una escena tipica de un feliz cumpleaños. Y eso se veia desde lejos, incluso un simple peaton como el podia notarlo. Una sonrisa alegre hubiera sido lo que mas le hubiera gustado mostrar en aquel momento, sin embargo, sus ojos color verde esmeralda, se posaron rapidamente sobre una veloz mancha borrosa azul que ni siquiera habia visto bien. Cerro los ojos un momento. Un momento en donde todo lo que habia escuchado habian sido los niños gritando de nuevo, pero esta vez acompañados de sus padres. El tetrico sonido de los huesos rompiendose taladro sus oidos por unos cuantos segundos. Y entonces, todo quedo en completo silencio.



Trago saliva, esperandose encontrar con una escena digna de una pelicula de terror. Y no estaba tan equivocado. Cuando sus dos esmeraldas se habian dijado en aquel pequeño jardin, se lamento mucho de hacerlo; Habia sangre por todos lados, huesos triturados junto a algunos horganos, asi como rastros de lo que alguna vez fue una prenda de vestir, y mientras que, mas al fondo, un auto se hallaba destruido, sacando humo por todos lados. Suspiro al ver la masacre que habia pasado, para despues caminar hacia ese pequeño lugar, en donde hace tan solo unos segundos atras se estaba celebrando una fiesta.



_Bueno, supongo que 24 años no es un mal numero, despues de todo_Susurro para si mismo, al mismo tiempo que llegaba a la zona en donde habia ocurrido aquel accidente. Miro fijamente como la sangre humedecia el pasto, y tan pronto como habia pasado todo, un sentimiento horrible lleno todo su ser, provocando que lagrimas llenas de tristeza se desbordaran de sus ojos, mojando sus mejillas, llegando hasta el suelo, creando un espacio detenido en donde el tiempo no pasaba. Miro al cielo antes de sentir como su piel se erizaba con el pasar de los segundos. Segundos, en los cuales se volvia polvo. _Menos mal que viviran para las siguientes fiestas de cumpleaños, asi tendran mas oportunidades de cantar feliz cumpleaños y de comer pastel_Sonrio levemente, antes de volverse una nube esponjosa de gran tamaño, que fue a dar a cada uno de los invitados de aquella fiesta.



Todos, sin excepcion, se estaban levantando del suelo, sacudiendose la ropa, mientras veian el desastre que aquel auto habia hecho. El dueño de la casa comenzo a reclamarle, olvidandose por completo que habia visto por un segundo la luz. Los niños que habia estado muertos se encontraban en brazos de sus padres, se sentian asustados por el enojo del señor que siempre habia permanecido amable. Y, eso, seguramente lo habia notado la madre del cumpleañero, pues dio un fuerte aplauso, llamando la atencion de todos. _¡Bueno, bueno, es hora de comer pastel!_Y, con este ultimo grito, comenzo a servir el pastel.



Los niños volvieron a emocionarse, olvidandose del susto, asi como el que cumplia años quien habia recibido la primera porcion. Nadie comento nada del extraño accidente del cual no sabian ni como habia pasado. Ni siquiera habia notado la presencia de un hermoso rosal, el cual contaba con bellas rosas que poco a poco se abrian, mostrando su encanto al mundo.



...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~



En medio de un gran circulo de arena, rodeado de millones de personas quienes no paraban de gritar emocionados, se encontraba un hombre, el cual usaba un vistoso traje lleno de decoraciones doradas y brillantes, bastante llamativo, no solo con su traje, sino tambien con sus elegantes movimientos suaves y con su mirada determinada, la cual estaba bien fija en esos enormes ojos negros que poseia aquel gran animal de aspecto aterrador. Aunque, el no los describia de aquella manera, para el los toros eran animales hermosos y peligrosos, una mezcla perfecta segun el; Uno de los toreros mas famosos, admirados y queridos de ese lado del mundo.



Era admirado y querido por muchas razones, pero la que mas destacaba de todas era la de que el no mataba a ningun toro. No les clavaba nada afilado en sus lomos, ni terminaba de matarlos, simplemente realizaba su acto con ellos y terminaba agradeciendoles el que no terminaran matandolo con sus enormes cuernos. Eso era algo que a muchos les gustaba, ya que podian disfrutar de la tauromaquia sin violencia.



Y, entre muchos de ellos que disfrutaban de aquella actividad, se encontraba ella, luciendo su mejor traje, observando con una sonrisa emocionada como aquel torero, de aura gentil, parecia bailar con el toro. Todo, hasta el momento, parecia estar bien, pero algo comenzo a picar en su interior, removiendo todos sus intestinos, provocandole una sensacion desagradable que la hizo agachar un momento la mirada. Los gritos de los espectadores seguian los movimientos del torero, gritando la famosa frase que se dice en aquel momento en el que el toro embiste lo que le molesta a sus ojos.



Sin embargo, aquel grito que espero escuchar nunca llego. En su lugar se escucharon distintos sonidos de horror, y entre ellos, un grito ahogado de dolor que la hizo apretar los puños con algo de fuerza. Levanto el rostro, encontrandose con el toro encajando sus cuernos en el estomago del torero, destripandolo, casi partiendolo por la mitad. Suspiro, antes de levantarse y dirigirse a la zona de arena. _29 años... Y apenas estaba planeando mi fiesta de 30... Bueno, quiza la deje para despues_Acomodo su vestido de forma presentable, al mismo tiempo que entraba al ruedo.



Desde su posicion, podia ver como la sangre se escurria por la arena, creando una especie de lodo oscuro muy espeso. Los gritos habian cesado, dejando un silencio levemente interrumpido por el sonido de los susurros de quienes aun seguian viendo aquella terrible escena, tambien podia escuchar el ruido que hacia el toro al entrar a una especie de corral mientras intentaban calmarlo. Giro el rostro, encontrandose con algunos medicos que rodeaban al hombre que estaba casi partido en dos. Desde su lugar los podia escuchar. Ya no tenia salvacion. No podian hacer nada, excepto esperar a que terminara de morir.



Ella lo miro con unos ojos tristes, dejando que la sensacion de morir inundara sus pensamientos. Hasta que el llanto aparecio. Gruesos surcos transparentes mancharon sus blancas mejillas, llegando a su barbilla y de ahi pasando a mojar la arenosa superficie del suelo. Y, ante el contacto de sus lagrimas con la arena, el tiempo se detuvo.



Volvio a suspirar, para despues acercarse al hombre al cual le quedaban menos de 3 palpitares. Cuando ya se encontraba cerca de el, poso sus manos sobre las de el, apretandolas levemente. Sonrio. _Supongo que esta vez te toco un toro que no se mezcla bien con tu aura tranquila_Beso su mejilla, dejando una pequeña marca, apenas visible, de su lapiz labial rojo sobre esta misma. _Ah, no pude pedirte una foto..._Rio para si misma, antes de desaparecer y reaparecer en una nube brillante que fue a dar contra el cuerpo del torero.



El tiempo regreso a la normalidad. Los medicos se apresuraban a sanar las heridas de aquel hombre que, por desgracia, habia sido lastimado. Aunque, para su completa suerte, eran heridas superficiales, nada que no pudieran manejar. El alivio de todos, incluyendo a quienes estaban curandolo, se dejo ver en sus rostros y en sus exclamaciones, en las cuales se escuchaba como adulaban al torero por ser un luchador y por ser fuerte. Tanta era su admiracion hacia el que ni siquiera habian notado a la hermosa rosa roja que posaba en su regazo.



...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~



¿Cuanto tiempo habia pasado ya? Quiza unos 100 siglos desde la ultima vez que habia renacido en un humano. Una vez habia sido un hermoso perro de raza mezclada, un mestizo que habia salvado la vida de un bebe, el cual estaba a punto de ahogarse en una alberca, en frente de los ojos asustados de sus padres y de sus 3 hermanas.



Mas tarde, habia regresado como otro humano, destinado a ser un gran bombero, que habia terminado su existencia a los 42 años al salvar la vida de una familia entera de 4 personas de las vivas llamas de un incendio.



10 años despues, habia vuelto en forma de una bebe, una hermosa niña que no tenia destinado sobrepasar los 4 años de edad. Su vida habia acabado a sus 3 años y medio, al salvar de la muerte a un anciano que habia sido atropellado por un hombre completamente ebrio.



Y de esa manera, habia vivido a lo largo de los años. Renaciendo en una forma de vida diferente, en una epoca distinta, mas antigua que la anterior o mas moderna que la actual. Viviendo cada tragedia, viendo como seres que no merecian morir, mueren por razones injustas. Muriendo por ellos, para entregarles una nueva oportunidad, regalandoles los años de vida que el pudo haber vivido.



Muchos dirian que una vida asi seria como estar en el mismo infierno. Sin embargo, para el no era asi. Ya se habia acostumbrado a morir a cada minuto. Ya tenia bien en cuenta que no viviria una vida entera. Ya sabia que debia sacrificar su vida, para darsela a alguien mas. Y el estaba muy bien con eso, no sentia dolor, ni tampoco se preocupaba mucho por su futuro, no tomaba muchas decisiones, y eso estaba bien para el. Despues de todo, habia quienes merecian vivir una vida plena en lugar de el.



No habia dolor ni sufrimiento. El simplemente tenia que esperar el momento de su muerte para sentir el verdadero peso del dolor. Permitiendose algo que se le tiene verdaderamente prohibido; Llorar, y dejar que sus lagrimas se desborden de sus ojos, para despues terminar chocando contra el suelo.



...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~



Esta vez, habia vuelto en forma de un sano bebe de cabello azabache y ojos del mismo color. Se veia envuelto en los brazos de una hermosa mujer, quien estaba acompañada de un hombre barbon que lo miraba con mucha ternura. _Mi pequeño es tan hermoso_La angelical voz de quien seria su nueva madre lleno sus oidos, logrando que sonriera. Si bien aun no podia decir ninguna palabra, podia al menos demostrar su felicidad atraves de su sonrisa. Quiza asi pidria transmitirle algo del calor que sus padres le hacian sentir en su pecho, justo a la altura de su corazon.



_Vegeta, ven a ver a tu hermanito_La voz gruesa y firme de quien seria su padre, llamo a alguien mas. Y, en menos de un minuto, a su lado, podia ver como unos ojos oscuros lo observaban con mucha curiosidad, para despues mostrar una gran sonrisa alegre que, al verla, lleno de nuevo de calidez su pecho, provocando que sonriera casi tan grande como lo hacia el.



_Hola, Tarble, desde ahora, seras mi hermano menor jeje Y te cuidare mucho_Lo saludo con una ligera sonrisita, para despues besarle la frente. Habia sido un gesto tan calido y tan dulce que le habia hecho sentir cosquillas en su interior.



Era un momento tan calido, tan dulce, y tan tierno que, por primera vez en siglos, sintio que de verdad pertenecia a una vida que el merecia vivir.



...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~



_Oye, hermano, si algun dia llego a morir, ¿Me olvidaras?_La pregunta habia sido tan esperada para el mayor, que ni siquiera se habia mostrado sorprendido o alertado por sus palabras. Mas bien lucia como si estuviese aburrido o harto de aquel tema, el cual llevaba escuchando desde que Tarble habia aprendido a hablar.



Dejo de lado el libro que estaba leyendo, sentandose de mejor manera en el sillon en donde ambos estaban descansando. Lo miro de manera severa. Una mirada que a Tarble, la mayoria de las veces, le daba miedo. _¿Por que siempre me preguntas eso? ¿Acaso quieres morir tonto?_Le apreto con dos de sus dedos su nariz, provocando un pequeño quejido en el.



Apenas que su nariz se vio liberada de aquel fuerte apreton, la comenzo a sobar, al mismo tiempo que miraba a su hermano con sus mejillas infladas. Un gesto tan caracteristico de el, que significaba que estaba algo molesto. _No quiero morir, simplemente me da curiosidad saber si llegaras a olvidar que alguna vez existi_Dejo caer su espalda en contra del respaldo del sillon, dirigiendo su mirada al techo. Perdiendose en los detalles de este, comenzo a pensar la suerte que tenia al poder llegar a los 15 años esa vez. Tal vez era suerte el que pudiera vivir en paz.



Vegeta, que habia escuchado atentamente a su hermanito menor, suspiro. No era la primera vez que hablaba de eso. Desde siempre le habia cuestionado aquello. Y, al principio, admite que se habia preocupado de sobre manera, tanto que habia comenzado a gritarle a su hermano que no debia pensar en ese tipo de cosas tan poco agradables. Aunque, con el pasar de los años, su hermano continuo hablando sobre ello, y comenzo a ponerle menos atencion a su pregunta. Claro que le seguia preocupando, pero al ver que su hermanito seguia a su lado sin hacer ningun acto "estupido" entonces se sentia tranquilo.



Volvio a tomar su libro, y lo abrio en la pagina en donde se habia quedado, para continuar leyendo. _Bueno, respondiendo a tu pregunta_Comenzo a hablar, llamando la atencion de Tarble, quien lo voltio a ver. _Si te olvidaria, incluso celebraria el no tener un hermano menor_Su voz tan seria y su mirada fria le hicieron sentir al menor que hablaba en serio. Por un momento se deprimio bastante, anque la leve risa de su hermano acompañada de una caricia en su cabello, lo hicieron mirarlo de manera desconertada. _Obviamente no es cierto, torpe_Despeino su cabello de manera juguetona, causando que Tarble le gritara que se detuviera. Vegeta rio un poco, antes de regresar a su semblante serio. _Si algun dia llegaras a morir, creo que yo moriria contigo. No podria continuar con mi vida sabiendo que la parte brillante que tu conformas en ella ya no existe_



Su manera tan sincera de decir aquellas palabras hacia sentir a Tarble que de verdad valia la pena seguir viviendo. Sonrio con mucha alegria, para despues tumbarse en el sillon, colocando su cabeza en las piernas de su hermano mayor. _Bien, en ese caso, me asegurare de no morir, por nada del mundo lo hare_



...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~...~



Las tan ansiadas vacaciones habian llegado a su fin, trayendo consigo el inicio de clases. Muchos no se sentian emocionados con la idea, pero Tarble estaba mas que feliz de poder ir a ella, pues en todas sus distintas formas de vida, nunca habia ido a una escuela en el tiempo actual, mucho menos habia logrado pasar de secundaria a primaria en el tiempo mas moderno hasta el momento. Por ello, se sentia emocionado y completamente feliz.



Su hermano, por tristeza, no iba a la misma escuela que el, ya que el debia ir a la universidad, pero aun asi eso no le quitaba su sonrisa ni tampoco le quitaba lo divertido que ese dia seria. Con su mochila en su espalda comenzo a caminar al interior de la escuela, topandose con varios chicos que ya conocia y con los cuales ya habia iniciado una buena amistad.



_¡Tarble, hola!_En medio de su camino, se habia topado con uno de sus mejores amigos. Un chico bastante amable y comico. Era muy agradable hablar con el, ya que cualquier tema era bueno para iniciar una conversacion. Sin embargo, el podia ver como en sus celestes ojos aun habia un pequeño destello de tristeza, escondido detras de su actitud alegre y de su sonrisa. Todo el mundo lo sabia, pero nadie se atrevia a comentarlo. Despues de todo, nunca era facil hablar sobre un hermano muerto.



_Buenos dias Trunks, vaya, hoy estas mas temprano de lo normal_Lo saludo con tranquilidad, mientras que ambos se encaminaban hacia su salon de clases. Por suerte iban juntos, asi podian platicar tranquilamente y caminar uno al lado del otro. Escucho una ligera risa por parte del pelilia, quien se rascaba un poco la mejilla.



_Lo se, es que estaba emocionado de volver, ademas de que ya queria verte_Sonrio de forma sincera, al mismo tiempo que rodeaba sus hombros con su brazo. Gracias a la diferencia de estaturas, le era facil caminar mientras era abrazado por el ojiceleste, aunque era algo vergonzoso no lo detuvo, solo sonrio apenado.



_Jeje Yo tambien queria verte cuanto antes Trunks_Comento con un ligero sonrojo en sus mejillas. No le era tan sencillo decir palabras de afecto como esas, pero aun asi hacia un gran esfuerzo por su mejor amigo.



...



Su platica se centro, mas que nada, en las actividades que habian realizado durante sus vacaciones. Cada uno contaba lo aburrido que habia sido permanecer encerrados en sus propias casas. Y, al final, terminaron con una promesa de salir a comer helado algun dia. Cuando llegaron a su salon, ambos se sentaron casi hasta el fondo. Nunca les habia gustado estar hasta el frente, por razones que ninguno de los dos conoce.



Continuaron hablando un poco mas, esta vez sobre algun tema poco relevante, hasta que el sonido del timbre habia sonado, alertando a todos de que debian estar en sus lugares, con sus utiles afuera y listos para iniciar las clases. Tarble, sentado en su sitio, sonreia enormemente, reluciendo su linda dentadura blanca, demostrando su felicidad. Y no era para menos, ese dia tendrian un nuevo profesor de matematicas.



Aunque, esa sensacion llena de emociones brillantes que le producian cosquillas en su interior fue sustituida por un asfixiante sentimiento de muerte. Su sonrisa se borro casi de inmediato, al mismo tiempo que sentia como su corazon latia fuertemente en contra su pecho, retumbando en sus oidos, creando un eco tan espantoso que lo hacia sentir mareado. Era igual a esas veces en las que alguien, que no merecia morir, moria... "No... Esto es diferente".



Miro al frente, dandose cuenta de que todos los alumnos se habian levantado. El hizo lo mismo, ignorando aquel dolor que le estaba cortando la respiracion. Su vision estaba algo borrosa, por lo que le tomo algo de tiempo saber quien era la persona que estaba detras del escritorio que estaba en frente de todo el salon. _Buenos dias, alumnos, yo soy su nuevo profesor_Sus ojos se abrieron de golpe al verlo. Su corazon se detuvo por un minuto, asi como su respiracion y sus sentidos. Tuvo ganas de llorar, y ni siquiera sabia porque. _Mucho gusto, mi nombre es Son Raditz, espero que nos llevemos bien_Miro su sonrisa. Era radiante y hermosa. Sin embargo, algo no estaba bien, se veia como si escondiera algo, una especie de maldad que nadie parecia notar, a excepcion de el.



Sus ojos, temblorosos al igual que todo su cuerpo, fueron captados por esa mirada fria, llenando su ser de miedo, hasta que... Todo quedo sumergido en penumbras. Un grito distorcionado fue lo ultimo que escucho y lo ultimo que vio, fueron unas pupilas carentes de sentimientos que lo vieron desde su lugar.



CONTINUARA...

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Mi escritura se esta yendo por el caño? </3

Bueno, no tengo mucho que decir. Últimamente me veo afectada por quien sabe que cosa rara que no me permite escribir como yo quisiera, y es algo frustrante. Por eso no he podido actualizar nada

Este pequeño Fic se me ocurrió jugando un videojuego en la PC mientras escuchaba música (Sí, las ideas me vienen de cualquier lado, a cualquiera hora y de cualquier manera) No será muy largo, quizá unos 4 o 5 capítulos, no lo sé

Bueh, espero que les haya gustado <3

Nos leemos el próximo siglo~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).