Peter Pettigrew era un Gryffindor y por ende no podía tener ninguna relación amical con ningún Slytherin, eso era como algo imposible debido al odio que siempre ha existido entre ambas casas, pero por situaciones inesperadas actualmente se encontraba yendo al encuentro con uno.
Esto había comenzado hace 5 meses, y no es que sea algo extremadamente malo, el caso era mas bien vergonzo de decir, peor aun, si sus amigos se enteraban se iba a ir todo al diablo y él lo sabía muy bien, tenía que agradecer que el mapa que habían comenzado hace dos años aun no estaba terminado, por lo que iba a ser imposible que sepan a donde se dirigía.
Le había tomado bastante tiempo esperar a que sus compañeros se quedaran dormidos, pero una vez lo consiguió, había salido silenciosamente hacia los pasillos del castillo dirigiéndose, para ser más específicos, al corredor del séptimo piso. Le costó llegar sin ser descubierto por Flich o por Peeves, pero no se atrevería a poner en riesgo la existencia de la capa de invisibilidad de James. Una vez estuvo ahí se quedó pensando un rato hasta que la entrada a la Sala de Menesteres hizo acto de presencia. Al entrar una inconfundible voz le habló.
-Hasta que te apareces Pettigrew – y sí esa era la voz de Bartemius Crouch Jr. el Slytherin de quinto año al igual que él con el que se encontraba una vez a la semana o cuando este lo veía necesario.
Uno se preguntará por qué, pero todo fue una casualidad, simplemente estaba en el peor lugar y en el peor momento cuando eso comenzó.
-Flashback-
Se encontraba caminando sin prestar mucha atención, por culpa de una apuesta a él no le quedaba de otra que ir a las cocinas del colegio para pedir algunas cosas a los elfos domésticos. Debía llevar mucha comida, después de todo a Sirius se le había ocurrido realizar una especie de pequeña fiesta en honor a su propio cumpleaños y quería ver si podrían conseguir un poco de Whiskey de fuego.
En su camino no tuvo mucho cuidado de por donde caminaba por lo que de un momento a otro empezó a escuchar unos ruidos raros para él. Pensaba ignorarlos, pero la curiosidad pudo más con él. Empezó acercándose caultelosamente, pero de se terminó chocando con una de las armaduras y es ahí que se encontró con el Slytherin furioso mientras se separaba de una Ravenclaw que parecía ser un año menor a ellos.
-¿Pero que mierda haces aquí estúpido Gryffindor? – preguntó fasitidado y con una expresión de querer asesinarlo en cualquier momento. Tembló, no podía negar que tenía miedo, pero se distrajo cuando se escuchó la voz de la chica diciendo que se iba y que no estaba para perder el tiempo, esto aumentó el enfado de Crouch – genial, me acabas de hacer perder a la chica que me pensaba tirar esta noche – dijo golpeando la pared a su costado, Peter estaba por irse, pero una mano lo sujetó de la muñeca con fuerza y no se necesitaba ser un genio para saber que el responsable era el Slytherin – tú no te vas a ningún lado hasta que soluciones mi problema.
-¿Qué problema? – preunguntó como quien no quiere la cosa, siendo jalado con más fuerza hasta ser llevado a un sitio mucho más oscuro y ser empotrado contra la pared. Su mano fue nuevamente jalada, y no pudo evitar soltar un jadeo al sentir la excitación del otro – ¿pero qué haces? – chilló, pero el otro no se detuvo y siguió ejerciendo fuerza en su muñeca mientras lo obligaba a frotar su mano contra su duro miembro. No pudo evitar empezar a sentir calor eso no era normal en absoluto.
De un momento a otro Crouch empezó a gemir para luego empezar a besarlo, se sentiá extraño, pero no era molesto para nada, lástima que él no sabía como besar, ese era su primer beso por lo que de forma torpe le seguía los pasos al de mayor estatura. Un gemido escapó de sus labios cuando Crouch rozó su rodilla con su erección la cual estaba levantándose de a pocos. Cuando se separaron por falta de aire se sintió tenso y no sabía hacia donde dirigir su mirada, sin embargo, la profunda mirada del chico frente a él le atrajo sin duda alguna y fue él quien inició otro beso entre ambos, uno más hambriento. No sabía de donde venía esa confianza que había adquirido, pero culpaba a su calentura por eso.
Las manos de Bartemius bajaron por los costados del pequeño cuerpo del Gryffindor y levantó la chompa junto con la camisa del uniforme que aun llevaba el otro puesto. Cortó el beso y bajó hasta empezar a besar uno de los pezones del castaño y pudo sentir que su miembro se apretó más entre sus pantalones al escuchar tan glorioso gemido que había sido mucho más alto que los anteriores.
Esa noche no pasaron a más, pero empezaron una rutina de encontrarse siempre que el Slytherin los dispusiera en la Sala de Menesteres, la cual fue descubierta por él en su tercera encuetro.
-Fin del Flashback-
Cuando Peter entró a la sala el de cabello rubio oscuro le hizo una seña con la mano, por lo que se acercó a donde le indicaban, sentándose sobre el regaso del otro. Sin esperar nada Bartemius lo empezó a besar sujetando con una mano su nuca y con la otra su cintura, ejerciendo más presión de lo habitual. Peter le seguía el ritmo mientra se frotaba sobre el otro generando gemidos en medio del beso por parte de ambos.
Se podría decir que después de todas estas sesiones, el Gryffindor cada vez iba teniendo más experiencia en el asunto, de ser un cero a la izquierda y siempre mostrarse tímido y miedoso las primeras veces, ahora participaba más de los juesgos previos. Eso sí, nunca habían llegado a más, siempre eran besos, caricias y roces obcenos que los llevaban al orgasmo, pero nunca avanzaban al siguiente paso. Peter no se sentía listo y por lo visto Bartemius se daba cuenta de ello, sobre todo cuando en una de esas noches estuvo a punto de pentrarlo con los dedos y Pettigrew inmediatamente bajó la mirada y susurró un leve no mientras temblaba.
Bartemius no entendía porque había tenido la idea de encontrarse de esta forma con el Gryffindor, es decir, Peter Pettigrew era el ser más miedoso que había conocido desde que entró a Hogwarts, a pesar de siempre juntarse con la panda de idiotas llamados merodeadores, siempe se le veía inseguro donde sea que vaya, pero esa noche cuando lo besó y escuchó sus leves gemidos se dio cuenta que nacía entre ellos una atracción sexual. Algo raro ya que Crouch siempre ha sabido que él es heterosexual, pero algo en el cuerpo del otro le empezaba a gustar, será el hecho de que era pequeño y delgado al punto de que se acoplaba con el suyo propio, o el hecho de que sus manos podían sujetar con facilidad su cintura con fuerza y frotarlo contra su regazo, o los roncos gemidos que solía dejar escapar de vez en cuando, dándole otro plus a los encuentros sexuales a diferencia de los finos gemidos que solían soltar las mujeres.
Siguiendo en lo que estaban, Peter se separó del beso al sentir como las manos de Bartemius irrumpían debajo de su ropa por lo que levantando sus brazos permitió que le despojara de la polera que llevaba puesta demostrando no tener nada más debajo, algo que sacó una risa por parte del de ojos claros, y es que en cada noche que se encontraban se daban cuenta que era menos la ropa que vestían para verse, y así poder acelerar los roces.
Cuando al fin tiró la polera vaya a saber uno donde, sintió las manos algo temblorosas de Peter quitándole su camisa y empezando a tocar con sus manos, las cuales eran pequeñas a diferencia de las suyas, su torso ya desnudo, se sentía bien, demasiado bien, ya que siempre las manos del más bajo se encontraban heladas y esa sensación contrastaba con lo caliente que se encontraba su piel después de compartir fogozos besos al verse. Para no quedarse atrás empezó a atacar el cuello de Peter recibiendo un jadeo como respuesta, sintiendo con sus labios de esa forma como su manzana de adan subía y bajaba por la acción realizada. Era demasiado excitante y no podía mantener sus manos quietas, por lo que decidió meter su mano debajo de los pantalones y bóxer de su acompañante obteniendo otro jadeo más fuerte que el anterior y luego roncos gemidos conforme apretaba con más fuerza el ya enduerecido miembro.
Peter sentía que tocaba el cielo cada vez que Bartemius lo tocaba de esa forma, pero él también hizo lo mismo colocando su mano dentro de los pantalones del mayor y mordiendo su cuello para tratar de calmar los gemidos.
-Ooh vamos… quiero escucharte gemir… sabes que… me gusta – habló el rubio entre jadeos y apretando más el miembro del más bajo que tembló de placer sobre él apretando de igual forma su palpitante excitación.
Peter quería en ese momento probar algo, no estaba seguro de si lo haría bien, pero había escuchado siempre de Sirius decir que se sentía en el cielo cuando las chicas con las que se acostaba le hacían una mamada, por lo que decidió probar hacer eso con Crouch. Separándose de golpe del otro chico, recibiendo un quejido por parte de este, se levantó y se quitó los pantalones quedando solo en bóxers y es que los pantalones le provocaban más calor del que ya sentía. Todo esto ante la atenta mirada del Slytherin que no pudo evitar lamer sus labios al ver la piel lechosa del otro tan expuesta a él.
Una vez realizado eso se agachó ubicándose entre las piernas del alto, recibiendo una mirada interrogante, Peter solo lo ignoró y con manos temblorosas bajó un poco el pantalón del otro y del mismo modo los boxers liberando el miembro de Bartemius que se encontraba completamente erecto.
Crouch no podía creer lo que estaba viendo, ¿acaso Pettigrew se atreverá a hacer eso?, se preguntó en sus adentros, pero todo pensamiento fue eliminado al sentirse mareado debido a la enorme ola d calor que azotó su cuerpo al sentir la caliente y húmeda lengua del menor recorrer desde su base hasta la punta de su miembro. Gimió con fuerza llevando su cabeza hacia atrás, pero volvió a agachar la mirada para ver con más detalle como Peter volvía a lamer su miembro colocando expresiones algo graciosas, y podría agregar adorables, en su rostro debido al sabor amargo, pero caliente que obtenía al probar el miembro del otro.
Peter no sabía si lo estaba haciendo bien, pero al escuchar los altos gemidos del Slytherin supuso que estaba yendo por buen camino. Con algo de osadía se atrevió a metéselo completo dentro de su boca, tuvo que ahuecar sus mejillas para poder meter todo de golpe, y es que Bartemius estaba muy bien equipado para solo tener 16 años. Comenzó un suave vaiven de arriba hacia abajo escuchado más gemidos salir de la boca de su acompañante y eso lo motivaba a continuar jadeando también al sentir una opresión dentro de sus boxers. Sentía que en cualquier momento el otro iba a llegar al climax, pero de un jalón en sus cabellos fue separado de su cuerpo.
-Aun no – gimió Bartemius indicándole que se levante y así lo hizo, siendo despojado de golpe por las manos expertas de Crouch de su ropa interior y siendo recostado nuevamente sobre el regazo de este, dejando escapara un gemido al sentir el miembro del Slytherin, húmedo por su saliva, rozar su trasero de forma obscena, para luego iniciar un beso necesitado por ambos.
Los jadeos y gemidos invadían por completo la habitación, ambos jóvenes estaban absortos a las caricias que se dedicaban y al frenesí de sus cuerpos al rozarse con más fuerza. Criuch se sentía más caliente en serio necesitaba invadir el pequeño cuerpo del Gryffindor y descubrir si en verdad era mejor que tener sexo con una chica, pero como nunca le había pasado antes, por primera consideraba la opinión de su acompañante sexual.
Antes no le importaba si la chica con la que se acostaba era virgen o no, él siempre conseguía lo que quería, pero con Pettigrew prefería ir lento, pero esta vez se sentía en su límite.
Sin que el otro se diera cuenta llevó una de sus manos a su zona baja, empezando a acariciar el trasero ajeno sin ningún deje de vergüenza. Sintió el cuerpo del otro tensarse, pero continuó besándolo, incluso sintió como las pequeñas manos se aferraban con fuerza a sus cabellos profundizando el beso. Esto lo consideró una incitación por lo que sin demorar decidió introducir un dedo dentro del Gryffindor recibiendo un quejido algo fuerte de su parte.
-Noo – jadeó de dolor, pero inmediatamente sintió los labios de Bartemius sobre su cuello dejando marcas mientras bajaba hacia su clavícula y luego hacia sus pezones, manteniendo el movimiento de su dedo en el interior del otro – basta – trató de de decir, pero la intromisión de otro dedo le impidió continuar soltando un sollozo, eso dolía demasiado y se sentía incómodo. No era el momento, él no quería entregarse aún. Lo considerarían cursi, pero él prefería que su primera vez fuese con alguien que lo amara y no solo por una simple calentura, con alguien a quien no conocía mucho, pero que hacía nacer en él sentimientos que antes no había tenido por alguien jamás.
-Calma, te va a agradar – le susurró cerca del odio, para luego empezar a morder esa zona sensible, Peter asintió no muy seguro de eso, pero se mantuvo tranquilo, después de todo él accedió a esos encuentros, él accedió a esos roces y caricias que nunca antes había recibido, él accedió a hacer algo nuevo, salir de su rutina y demostrarse a sí mismo que no solo sus amigos podían ser osados, sino que él también podía, romper las reglas y ser diferente.
Cuando sintió que la incomodidad y el pequeño dolor del comienzo se iban su cuerpo empezó a embestir los dígitos que tenía en su interior soltando leves suspiros que empezaban a excitar más, si era posible, al mayor de los dos. No sabía si ya estaba preparado o no, pero necesitaba meterlo dentro, necesitaba sentir el calor de las paredes de Peter abrazando su miembro del mismo modo que lo sentía con sus dedos.
Decidió quitarlo de una vez después de haberlos estado moviendo estirando las paredes de la entrada de su actual amante, porque así lo podía llamar, después de todo ya llevaban cinco meses en ese juego. Recibió un sonido de protesta por parte del chico, pero lo ignoró sujetándolo de la cintura y levantándolo con facilidad para ubicar de mejor manera su pene cerca de la tan ansiada entrada.
El Gryffindor gimió al sentir nuevamente el roce, sintiendose demasiado sensible en esa zona, su mente ya no pensaba en nada más, de la nada él también quería dentro el enorme falo que se rozaba incesante una y otra vez contra su piel.
-¿Ya estás listo? – le preguntó recibiendo un movimiento de afirmación – ok – susurró sujetando con más fuerza de la debida la piel de la cintura del menor mientras bajaba lentamente el cuerpo invadiéndolo lentamente. Un grito de dolor no se hizo esperar. Peter no había sentido nunca un dolor tan fuerte como ese y sus ojos ardían debido a las lágrimas que se habían empezado a formar en ellos.
-Baa…asta – jadeó con dolor mientras arañaba la espalda del más alto y ocultaba su rostro en el cuello del contrario, cuando sintió que lo invadían más volvió a gritar mezclado con un sollozo. El Slytherin no supo por qué pero se detuvo y se separó un poco del otro para empezar a repartir besos por todo su rostro, el cual se encontraba sonrojado y húmedo por las lágrimas – no si…igas por.. favor – le dijo el Gryffindor, pero no podía hacer eso, ya tenía la mitad de su miembro dentro y no lo pensaba sacar.
-Lo siento, pero te necesito – se atrevió a decir hundiéndose más recibiendo una mordida en el cuello y más arañazos en su espalda la cual empezaba a arder debido a la presión que Peter ejercía, un jadeo largo escapó de los labios del mayor al sentirse abrazado por esas paredes cálidas que lo asfixiaban lentamente. Sinceramente esto era mejor que con una chica, era mucho más estrecho y apretado, hasta el punto de que sentía que en cualquier momento se corría. Pero de nuevo sollozos llegaron a sus oídos y solo pudo estrecharlo en un abrazo para luego volver a besarlo, no entendía porque era amable, no lo entendía, pero su corazón palpitaba con fuerza al ver al otro sonrojado, lo besó hasta que le faltó el aire e incluso empezó a masajear el miembro ajeno, para alejar el dolor que le estaba causando. Cuando los sollozos fueron cambiados por gemidos, decidió que era hora de moverse. Comenzó lento y se sntió en lo más alto. Sus palpitaciones aumentaron y sintió nuevamente una ola de calor recorrer su cuerpo por lo que aumentó las estocadas, así como el el vaiven que había ejercido sobre el falo de Peter.
Los jadeos volvieron a llenar la habitación, pero no solo eso, sino que una atmósfera cálida empezaba a esparcirse a su alrededor.
-Maa…ás ráa…pido – gimió Pettigrew y Bartemius hizo lo que le pedían, siendo cada vez más ruda la forma como lo penetraba. Como estaban sentados en un sillón, de la nada deseó que apareciera una cama y eso fue lo que hizo la habitación, de esa forma sujetándolo con fuerza de sus muslos, lo levantó y lo acostó en la cama sin salir del interior del otro continuando con estocadas más profundas. No sabía a quién agradecer que este momento se esté dando, pero era lo mejor que le había pasado, quien iba a pensar que el frío y arisco Bartemius Crouch se iba a sentir maravillosamente bien con el miedoso y tonto de Peter Pettigrew, pero es que ellos nunca van a ver la faceta del chico Gryffindor que él estaba presenciando en ese momento. Sonrojado, con la piel perlada de ligeras gotas de sudor debido a la actividad, soltando gemidos y jadeos roncos que cada vez aumentaban su volumen, con sus labios ligeramente entre abiertos invitándolo a ser besados de nuevo, sus pequeñas manos apretando con fuerza sus hombros y ese cuerpo de piel blanca con marcas rojizas temblando de placer mientras se movía siguiendo el ritmo que él ejercía.
De un momento a otro Peter sintió como una corriente recorría toda su espalda cuando Bartemius golpeó cierto punto en su interior que lo hizo pegar un chillido de excitación.
-Oh… esto… te gustó – gimió Crouch y volvió a repetir la acción generando una nueva exclamación de Pettigrew quien de forma algo torpe pegó sus labios con el rubio, este sonrió en medio del beso y forzó los labios del menor para ingresar su lengua en su boca fundiéndose el uno con el otro.
-Mierdaaah… siento que no puedo… máaas… Barte… mius – bastó unos cuantos roces más para que el perteneciente a la casa de los leones se corra en medio de los dos provocando que sus paredes se aprieten más sobre el miembro de Bartemius, quien con escuchar su nombre dicho de esa forma, más la asfixiante sensación que tenía su falo se corrió dentro del castaño gimiendo el nombre de este.
El cansancio hizo mella en él y no pudo soportar su cuerpo cayendo sobre el de menor estatura.
Estando abrazados de esa forma Crouch podía sentir los latidos del corazón de Peter, los cuales eran bastante acelerados y aumentaron cuando sintió el cuerpo sufrir de ligeros espasmos y ver como levantaba uno de sus brazos para llevarlo a su rostro. Decidió levantar la mirada y lo que vio, sin motivo alguno, le partió el corazón. Peter lloraba, de una forma tal que dolía. En un comienzo pensó que era porque le habría dolido por lo que decidió levantarse y salir de su cuerpo, porque aun no había sacado su miembro del otro, y vio como se escurría su semen con algo de sangre por las piernas del otro chico. Había sido muy duro.
-Lo siento – susurró demasiado bajo que de seguro, tal vez, no lo habrían escuchado, y es que no se le daba el pedir disculpas, no era algo que nazca, pero esta vez lo sintió necesario.
El castaño negó con la cabeza, pero su llanto aumentaba y el Slytherin no sabía a qué se debía, y por primera vez tenía miedo, tenía miedo de peguntar.
Simplemente se acercó nuevamente y lo estrechó entre sus brazos.
-No llores, no sé por qué lo haces, pero no me gusta – dijo sonando quizás muy serio, pero así era su voz.
-No puedo evitarlo… esto está mal, desde un principio estuvo mal… – susurró con dolor cargado en cada palabra Peter – porque yo… yo… - otro sollozo interrumpía lo que quería decir, pero no se atrevia.
-¿Tú qué? – cuestionó.
-Me enamoré de ti – escuchó, fue casi imperceptible, pero pudo escucharlo. Se tensó, no sabía qué hacer. Sin querer soltó el abrazo hacia Peter y este al parecer lo tomó como un rechazo – lo siento – escuchó que el castaño decía mientras con fuerza frotaba su brazo contra sus ojos para borrar cualquier rastro de lágrimas e intentó ponerse de pie fallando en el intento – mierda.
Le dolía el cuerpo, le dolía todo.
Por más que quería su cuerpo no reaccionaba, pero a la fuerza tenía que hacerlo así que lo hizo. Al estar más tiempo de pie, sintió como los fluidos escurrían por sus piernas y sintió un ligero mareo, pero supo recomponerse, al encontrar su varita dentro de sus pantalones realizó un hechizo de limpieza y se colocó inmediatamente estos, olvidándose por completo de la ropa interior, y al encontrar su polera hizo lo mismo.
Sin voltear se retiró lo más rápido que podían sus piernas.
Crouch saliendo de su estupor se levantó también rápido y se vistió decidido a seguirlo, sí eso hizo.
Recién le pudo dar el alcance cerca de la Torre de Gryffindor, y en serio estaba exahusto, no pensó que el otro podía ser tan rápido a pesar de lo mal que se encontraba, felizmente no habían sido atrapados. Cuando lo vio lo sujetó con fuerza de la muñeca, pero luego se arrepintió al ver su expresión de dolor. Suavizando el agarre sin darle opción a hablar lo giró y le dio un beso, porque ese día se había dado cuenta que a él también le gustaba Pettigrew, si bien es cierto mucho no habían hablado en sus encuentros, ambos eran callados por naturaleza, si bien es cierto esto comenzó como un atracón producto de la tensión sexual que se generó esa noche hace cinco meses, pero, había algo en ese tonto Gryffindor que le había hipnotizado.
-También me enamoré de ti – le susurró al finalizar el beso, aunque aun se había quedado pegados el uno con el otro, y eso le permitió ver como los ojos azules del otro se abrían bastante debido a la impresión y de nuevo se formaban lágrimas en estos – oh vamos siempre vas a llorar – susurro nuevamente está vez tratando de sonreír, volviendo a besarlo sin importarle nada. Sin embargo no esperaba lo siguiente…
-Alumnos fuera de la cama. Crouch y Pettigrew dándose besitos en medio del pasillo. Crouch y Pettigrew dándose besitos en medio del pasillo. – Peter se alarmó y se puso rojo, mientras que yo no pude evitar suspirar con fastidio, maldito Peeves, ahora sí estabamos jodidos.