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Si Sucede, Conviene por Stig Al-sayf

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Notas del fanfic:

FALTA UN CUARTO PARA LAS DOCE!!

asi que sere rapida, todo esto es por el dia FugaMina, espero les guste.

antes de leerme pasense por el perfil de ItaDei_SasuNaru fan. todo es posible si lees algo de ella. ademas para esta fehca escribio algo genial.

disculpas aquien sigue el fic de almas enlasadas tengo una crisis de los casi 30 y no es facil pero toda mi energia esta en terminarlo algun dia.

como dije esta trama esta basada muy libremente en Tom Z. Stone de J. E. Álamo. recomiendo la lectura y aquien lo leyera ya. pido perdon por esto xD

Naruto no es mio.

ahora sin mas. feliz dia del FugaMina y a leer.

 

Notas del capitulo:

ese chiste de poner en las etiquetas muerte de un personaje xDD

 

Testimonio

— ¿cuéntenos que fue lo que ocurrió aquel día?

—mmm pues, no sé ni por dónde empezar—risa nerviosa— era mi primer día, vaya mierda siempre tiene que pasarle algo al novato o al que se va jubilar al siguiente día.

—por favor sea más concreta.

—si vale, lo siento. Era el dieciséis de enero del año pasado, era lunes y como dije mi primer día como practicante en el tanatorio “Luz eterna”. En esa ocasión había bastante trabajo, habían traído muy por la mañana a una familia de cuatro fallecidos en un accidente automovilístico. Por algún motivo que desconozco la necropsia se realizaría en el tanatorio, cosa que es poco común pero aquel día pintaba raro. Por otra parte había cinco fallecidos más por un incendio y era lo que más estaba dando trabajo.

— ¿los cinco cuerpos eran de la fábrica ilegal de juegos pirotécnicos?

—si, jajaja no se fueron a morir en plena temporada de diciembre para hacerlo en enero—silencio incomodo—bueno como estaba diciendo, había mucho trabajo y poco personal, y pues no había nadie ni con el tiempo o los ánimos de orientar a una novata. Por lo tanto me dejaron en las oficinas del segundo piso, a la espera de que alguien apareciera. Me acompañaban en aquellas oficinas dos chicas que estaban ocupadas en los computadores o contestando el teléfono.

— ¿a qué horas comenzó todo?

—pues—suspiro—llegue a las ocho, espere alrededor de media hora en aquellas oficinas, pasaron unos minutos más  pero los gritos no se oyeron hasta las diez más o menos.

— ¿gritos? ¿Quién gritaba?

—pues la gente que era devorada por los muertos del incendio joder, un piso más arriba los muertos volvían a la vida y comenzó todo la mierda del fenómeno de reanimación. No dejo de imaginar mi cara en el meme de bad luck Brian con la frase “su primer día de trabajo en el tanatorio. Se desata el apocalipsis zombie”

—fue la única sobreviviente.

—bueno sobreviví gracias a la familia del accidente de auto—sonrisa— y no fue el fin del mundo, como llegaban a presentarlo en las películas.

 

 

 

 Primer Aniversario del Fenómeno de Reanimación.

Instituto privado Brains of tomorrow.

Auditorio 0116-alumnos de segundo año de secundaria.

—buenos días jóvenes, soy del centro de investigación del fenómeno de reanimación o CIFR y hoy en una fecha tan trascendental para la humanidad vengo a darles una charla sobre el fenómeno de reanimación o FR. ¿alguno de ustedes desea hacerme una pregunta al respecto?

— ¿Por qué los adultos tienen la manía de inventar nombres tan largos y luego convertir todo en siglas? No estaría nada mal un nombre corto como: zombieland uno.

Las risas de los jóvenes no se hicieron esperar, junto al llamado de atención del profesor de turno que pese a la densa oscuridad del auditorio sabia quien había sido el gracioso. Por su parte el funcionario encargado de la charla siguió como si nada, hastiado pero acostumbrado aquellas charlas juveniles.

—el dieciséis de enero del año pasado se dio el FR. donde las personas fallecidas hasta aquel día volvieron a la vida, desconociéndose el motivo hasta el día de hoy.

— ¡fue Cthulhu!

— ¡culpen a Putin!

— ¡al menos volvió David Bowie!

Mientras el profesor volvía hacer el llamado de atención. El funcionario evitaba con toda sus fuerza añorar aquellos días donde los malditos mocosos se cagaban de miedo y escuchaban sin tanto problema. Punto a favor al menos uno de ellos tenía buen gusto musical.

—como decía no se sabe el motivo de este fenómeno. Pero a medida que ha pasado el tiempo hemos descubierto otra clase de cosas: como la diferencia entre un reanimado; quien conserva toda sus facultades mentales pese a que su cuerpo pueda estar deteriorado un cuarenta o cincuenta por ciento y un terminal que es la etapa donde se presenta un cese de las actividades neuronales, para dar paso a una etapa de rabia y fuerza anormal. Que lleva al terminal a una fase de canibalismo hacia los vivos, no entre ellos. Todo reanimado terminara siendo un terminal a más tardar en tres o cuatro años ¿Queda claro?

— ¡que el primero apesta y el segundo apesta más y nos quiere comer!

—¡Saburo que sea la última vez que participas de esa manera!

Evitando soltar un gran suspiro de impaciencia el funcionario volvió a hablar.

—contrario a la ciencia ficción la mordedura no nos convierte en reanimados o terminales. Pero si nos pone en gran peligro por la infección que se presenta y que puede ser mortal sino es tratado en uno mínimo de quince minutos. En el CIFR junto a la OMS y la ONU buscamos que los reanimados no sean tratados como seres peligrosos y que no haya problemas a la hora de tratar con un terminal. Los reanimados según el tratado entre naciones son personas como nosotros.

— ¡los zetas son anormales, lo muerto se debía quedar muerto!

Entre el silencio de unos cuantos ante aquellas palabras, surgió el mormullo de apoyo de otros cuantos. En ese instante sin poderlo evitar el funcionario suspiro a la resignación. El ser humano temía a lo desconocido y solía mesclar el temor con el odio, y en ese caso era difícil quitar de la mente de la mayoría el horror de los primeros días que siguieron FR, lo terminales habían matado a unos cuantos pero los vivos habían matado a muchos más reanimados sin detenerse a ser comparaciones. El motivo de aquellas charlas era evitar aquellos días oscuros entre los más jóvenes, que pese a todo eran los que más cargan el odio heredado por sus familias.

—que nos de su testimonio Sarada, que nos cuente como su padre apesta tanto que su Madre le dejo.

— ¡Saburo te lo advertí!

El maestro no había terminado su amenaza, cuando un suave pero inconfundible crujido de huesos rotos se escuchó en el auditorio, para dar paso a la algarabía de los adolescentes ante el inicio de una pelea.

La humanidad se había dividido a partir de aquel dieciséis de enero. Pero en esencia siempre se llegaba al mismo punto donde cada grupo recelaba del otro y ninguno era bueno o malo a tiempo completo. Aunque la mayoría estaba de acuerdo, en que la próxima gira de conciertos de los  Beatles y Queen a la cabeza de Freddie Mercury con unos cuantos invitados de lujo iban hacer los mejores conciertos del siglo.

+-+-+

—hasta aquí mis vacaciones con papá y el abuelo.

—y me lo dices a mí.

—si mal no recuerdo no te pedí ayuda Boruto.

—si mal no recuerdo Sarada. Yo te advertí al principio de nuestra amistad que era de esa clase de amigo que apoyaba con una patada voladora.

Uchiha Sarada y Uzumaki Boruto sonrieron a la par para luego encogerse en sus asientos ante la mirada severa de la secretaria del director de su instituto. La pelea había sido épica, desastrosa y algo que se venía cociendo entre Sarada y el imbécil de Saburo.

—nadie podrá negar que me aguante lo más que pude de romperle la nariz a ese idiota.

—ante mis ojos eres una santa, yo a la primera no le rompo la nariz sino las piernas.

—y tu abuelo y tío queriéndote convertir en un señorito.

Boruto gruño.

—pues si ser un señorito es dejar que se metan con tus amigos y que insulten a los reanimados prefiero mil veces ser un “sin metas” como papá.

Ante el recuerdo de sus padres ambos chicos callaron apesadumbrados, habían hecho muchos planes para unas buenas vacaciones pero ante lo ocurrido, A Sarada ya le dolía la cabeza de tan solo pensar en la cara de tristeza de su papá y abuelo, Boruto tampoco estaba muy lejos de sentirse como su amiga.

—y no olvides el regaño y mirada de profunda decepción de tu madre Sarada. Y tu Boruto prepárate para otro sermón de como haz  dañado por enésima vez el muy respetable linaje Hyūga.

El joven Mitsuki tomo asiento al lado de sus cabreados amigos, quienes le mataban con la mirada mientras él les sonreía.

— ¿Qué mierda haces aquí?

— ¿¡que dijiste Uzumaki!?

Callándose en el acto Boruto sonrió a la secretaria.

— ¡nada! Solo saludaba a Mitsuki.

Mientras Boruto intentaba sobrevivir a la secretaria. Sarada miro a su otro amigo y volvió a preguntar lo mismo  con el cuidado de no levantar la voz.

—es el último día y no quise quedarme solo, así que le dije al maestro que los acompañaría.

— ¿y te dejo hacerlo? Olvida lo que dije, claro que te dejan hacer lo que quieras después de todo nadie le dice No a tu padre.

—nuestro jefe de seguridad le ha dicho que no.

—Jiraiya no cuenta.

Sarada no podía negar que aquella situación de la pelea, de ella quebrándole la nariz a un chico y sus particulares amigos no habrían surgido sin el FR y el vuelco tan grande que le dio a su familia. El lado positivo de todo es que pasaba más tiempo con su padre. Aunque se acaba de tirar unas buenas vacaciones. No queda de otra que soportar su castigo con toda la dignidad de una buena Uchiha.

+-+-+

—quiero un whisky doble, un café y unos tres cigarrillos.

—yo quiero el bar entero.

Ambos vestían de traje aunque no llevaban chaqueta; uno tenía chaleco y el otro una corbata negra. Iban a buen paso pese a que el último de sus trabajos les había tomado dos días seguidos de planeación, infiltración y unas cuantas peleas a puño limpio y un inesperado pero victorioso tiroteo.

Suerte que los reanimados ni dormían ni comían, las largas horas de investigación rendían más cuando no tenían que dejarse llevar por tales caprichos, más si dependían de una buena  cantidad alcohol y cigarrillos. Como reanimados no estaba exceptos de sentir dolor y sangrar, pero lo que tiene eso de morir una vez y luego volver a vivir es que te deja ver la vida de una manera malditamente distinta. Sus vidas antes del FR eran aburridas y dictadas por cosas que no tenían sentido como: un horario, límites y deseos restringidos. Aquella “segunda oportunidad” no se podía ir a la mierda.

Padre e hijo no eran los mismos que hace un año y la lista del antes y después era bastante larga de enumerar. Pero se podía resaltar en que se sentían más vivos que nunca y que jamás dejarían de ser unos gruñones sarcásticos.

— ¡mierda está cerrado!

Uchiha Fugaku dejo de buscar su encendedor (que probablemente había perdido en una de las peleas) y gruño bastante molesto al ver su bar favorito cerrado. El Kyūbi no solía estar cerrado aquellas horas, es más casi nunca cerraba.

— ¿qué le habrá pasado a Naruto y a tu novio?

—Sasuke no empieces.

Sasuke sonrió de lado ignorando el tono amenazante de su padre y volvió a mirar molesto las puertas cerradas del Kyūbi.

—en fin, no creo que le haya pasado algo grave a esos dos. Vamos a casa creo que aún queda algo de tomar en algún gabinete de la cocina.

Pese a las palabras de su hijo. Fugaku sentía que algo importante se le pasaba de largo.

—en cuanto lleguemos iré a ver si están en casa.

—y el premio para el novio más considerado es para…

—para ti no, nunca pensé que el menor de mis hijos sería un solterón.

—deja de buscarme pelea padre.

—no me gusta meterme en peleas fáciles.

Padre e hijo nunca habían tenido una buena relación, eran parecidos y a la vez tan diferentes que siempre terminaban discutiendo. Así que era toda una revelación para ambos que trabajaran y vivieran juntos desde hace un año. Pero habían pasado de hombres de negocios y papeles a dos canallas que Vivian consumiendo inhumanas cantidades de alcohol, cigarrillos y café. para luego salir a resolver las cosas con sus afiladas palabras que era lo mismo que irse de puños. Aquello era una excelente tesis para la maestría de su psicólogo.

Que el bar el Kyūbi fuera el favorito de los Uchiha venía a cobrar fuerza al saberse que Vivian un piso arriba del bar. Haciendo a la vez de molestos e entrometidos vecinos para los dos dueños del bar, que Vivian a solo dos pasos de una puerta un poco difícil de abrir que tenía escrito en letras doradas Private consulting Uchiha. Pero en la mayoría de veces el bar solía ser la oficina de los Uchiha, aquello no solía alegrar mucho a los dueños ya que los clientes de los Uchiha terminaban por dañar el mobiliario.

—abre tú la puerta, iré a ver si están.

Con agilidad Fugaku cogió en el aire las llaves que su hijo le lanzaba  y comenzó forcejar con la puerta de su apartamento, la cual había sufrido uno que otro accidenté por entradas dramáticas poco agradables de personas muy cabreadas con Sasuke y su persona.

—si él también tiene cara de que se olvidó.

Levantado la vista de la cerradura, Fugaku observo a los rubios de ojos azules dueño del bar y la vez sus caseros. Minato El rubio mayor tenía el cabello en puntas y un poco largo, de ojos azules oscuros. Mientras que su hijo Naruto, quien también era rubio tenía el cabello mucho más corto y unos ojos ligeramente más claros que los de su padre y ese rasgo  de pequeños bigotes distintivo de las mejillas. Como dato importante el rasgo distintivo de Minato era su sonrisa. Que solía ponerle las piernas como gelatina a Fugaku, algo que no podía ni conseguir con dos botellas de  bourbon.

— ¿Qué debería saber? ¿Por fin nuestros caseros remplazaran las bisagras de esta puerta?

Ignorando la mirada molesta de Minato. Fugaku volvió a buscar sin éxito su encendedor.

—en definitiva lo olvidaron, ¿debería preocuparme por sus cerebros?

—Naruto deja ya de hacerte el misterioso. Por otro lado debo ser sincero en que tampoco estas ayudando Minato, haz algo con tu hijo.

Dijo Sasuke mientras le pasaba su encendedor a su padre y se enfrentaba con la puerta.

—deja molestar  al que hace el café, si Naruto lo desea puede volver a llamar a su asistente y que él te haga el café—Sasuke no puedo evitar estremecer ante la mención de que se volviera a dañar su café, a la vez Minato chocaba intencionalmente su hombro con un sonriente y arrogante Fugaku, mientras intentaba abrir esa puerta por fin —además esta es una forma de desquitarnos con ustedes por eso de “los rubios no tienen memoria”.

Logrando abrir la puerta, les recibió la vista de una austera residencia de dos habitaciones, una cocina pequeña llena de botellas, una salita con un sofá viejo pero cómodo, un televisor moderno, varias botellas y ceniceros llenos por doquier.

—nos largamos unas horas y la casa parece habitada por muertos.

—papá no comiences con tus malos chistes, estoy malditamente cansado.

Sasuke se lanzó al sofá y Fugaku fue a la cocina a buscar algo de tomar.

— ¿se lo decimos ya, papá?

—solo un minuto más de placer ¿y cómo les fue en su último encargo?

Los Uchiha gruñeron y los rubios sonrieron.

—de puta madre.

Respondió Fugaku tratando de no ceder a su curiosidad y preguntarles directamente cual era el misterio que se traían entre manos. Sasuke por su parte no dejaba de observar a Naruto y de sentir que se le escapa algo importante, el idiota no iba vestido con su ropa habitual, más bien parecía algo formal y se había cambiado las vendas de su mano derecha. Lo cual le hizo sentir a Sasuke la piquiña de sus sucias vendas en su brazo izquierdo.

— ¿Por qué está cerrado el bar?

Pregunto finalmente Fugaku resignado a la curiosidad y al no encontrar alcohol. Minato volvió a sonreír y se acercó con una calma pasmosa hasta invadir el espacio personal de Fugaku, quien levanto una ceja mientras sofocaba aquellas ansias de besar a Minato. Lo que tenían era algo formal pero discreto, no era que alguien se los impidiera solo que el ritmo en que se venían desarrollando todo el caos desde el FR les hacía ser discretos. Aunque era muy difícil ocultar tal clase de tensión sexual cuando estaban juntos.

—dos palabras Uchiha. Vacaciones Escolares.

Las palabrotas y maldiciones que se oyeron desde aquel segundo piso, hicieron que una madre cambiara de acera junto a su hijo, que un grupo de jóvenes mal hablados enrojecieran. Mientras en aquel piso las botellas volaban al basurero, Sasuke se metía a la ducha casi que vestido a la vez que Minato y Naruto reían.

— ¡¿Qué horas son estas de decir tal cosa?! Sakura  me matara si llego tarde por Sarada.

—cito textualmente “a mí no se olvida nada, a comparación de ti Naruto. Y eso que tengo el cerebro muerto” así que calla y sufre, nosotros ya nos vamos por Himawari y Boruto.

—suerte con la limpieza Fugaku.

Esta vez fue el turno de Minato de ignorar aún muy cabreado y ajetreado Fugaku. mientras salía con Naruto que compartía una gran sonrisa con él.

+-+-+

Solo diez minutos tarde, habían incurrido en deslices más notables. Pero conociendo el humor de Sakura cualquier cosa podía pasar.

—solo acepta que eres tan terrible e irresponsable como ella lo determine. Se lo mas sumiso que puedas.

— ¿aplicabas tal táctica con mamá?

—Y fallaba miserablemente, la cosa es que oigas mis sabias palabras.

—necesito un trago.

Dijo Sasuke buscando su petaca, que se balanceaba entre los dedos de su padre.

—no, esta vez no. Sé que el alcohol no nos afecta pero es mejor que esto no se mezcle con tu aliento, Ahora largo.

Saliendo del auto, Sasuke corrió escaleras arriba hacia el tercer piso y se plantó delante de la puerta de la casa de su ex-esposa e hija. Se cercioro de su aspecto por última vez y toco. Cuando se abrió la puerta y vio el semblante de Sakura sintió que por algún motivo ya había metido la pata.

—lamento llegar tarde.

—es el menor de los problemas, pasa.

Manteniendo su cara de póker, Sasuke siguió a Sakura hacia la sala sin hacer pregunto alguna. Al llegar al lugar la postura y mirada de su hija lo decía todo, y Sasuke tuvo hacer un gran esfuerzo en mantenerse centrado y oír lo que decía Sakura.

—en su último día se ha peleado, rompiéndole la nariz aun compañero, imagina mi sorpresa al oír tal cosa hace algunas horas.

Mirando a su hija, quien también intentaba aparentar calma sin mucho éxito. Sasuke tomo asiento a su lado.

— ¿Qué fue lo que paso Sarada?

La chica suspiro derrotada.

—intente no dejarme llevar a su terreno. Pero falle y lamento haber decepcionado a mamá y a ti.

Apretando sus manos en puños, Sarada inclino su mirada al suelo. Sasuke no sabía que decir o hacer, justo en ese momento deseaba que su padre lo hubiera acompañado hasta la puerta. Pese a no ser un experto en paternidad al menos sabría qué hacer.

— ¿no te lastimo?

Sarada miro sus nudillos rojos y lastimados con ungüento medicinal, mientras negaba con la cabeza. Sasuke miro a Sakura quien le taladraba con la mirada pendiente de su reacción.

— ¿qué dijo el director?

—de todo un poco. Estaba decepcionado de que la estudiante con mejor promedio del grupo hiciera tal cosa, los padres del chico no estaban para nada felices y amenazaron con un abogado y no sé qué más. Eso sin mencionar que también tuvimos que soportar la mirada de desaprobación del abuelo de Boruto porque se había visto envuelto en la pelea.

Sasuke solo atino a pensar que Naruto y Minato tampoco la tenían fácil en aquel momento y vio terriblemente ensombrecidas aquellas vacaciones. donde ya habían hecho uno o dos planes para divertirse con los chicos.

Podía en ese instante interceder por su hija, no podía evitar sentir cierto orgullo. Todos tenían un límite y el de Sarada era bastante alto. Era una niña muy madura y centrada pero capaz de permitirse sonreír, confiar y querer. Por lo tanto lo que aquel chico le venía diciendo eran palabras en extremo crueles, aquel limite había llegado a su punto y joder que había sabido detonar su punto álgido. Su abuelo seria otro que estaría orgulloso. Ya que Sasuke creía recordar una conversación entre risas, sobre cinco maneras contundentes de romperle la nariz a tu enemigo. Podía defender a su hija sin miramientos ya que al final todo radicaba en que era un zeta y no era justo que Sarada cargara con aquello.

Pero discutir con Sakura no era algo que sentara bien a los tres, además recordando las palabras de su padre. Sasuke se tragó las réplicas y abrazo a su hija.

—me imagino que te disculpaste no solo con los del instituto, sino también con tu mamá.

—si señor y he aceptado mi castigo.

—y vaya que me ha sorprendido lo bien que lo aceptado, quería mucho estas vacaciones contigo y su abuelo.

Aquel castigo era el de esperarse, pero no dejaba de ser un baldado de agua fría para Sasuke y Sarada.

—no digo que esté de acuerdo con el castigo, pero si Sarada lo ha aceptado yo también.

—ahora tú también me has sorprendido Sasuke.

Sasuke bufo y compartió una leve sonrisa con Sakura.

—bien Sarada prepara tu equipaje mientras hablo con tu padre.

Sarada y Sasuke eran ahora los sorprendidos, parecía insólito pero Sakura había cambiado de opinión.

—si cambie de opinión, esperaba encontrarme con dos Uchiha bastante enojados y tercos pero sucedió todo lo contrario.

— ¡gracias mamá!

Sarada corrió a abrazar a Sakura.

—eso no quiere decir que no tendrás castigo, pero mientras tu papá y yo pensamos en uno, ve  a empacar tus cosas. Ah pero antes ve donde tu abuelo he invítalo a subir.

Sarada obedeció al instante y dejo a solas a sus padres.

—bien este es un día sorpresas, como buen dieciséis que recuerde.

Poniendo sus brazos a los costados de su cintura, Sakura relajo su postura.

—si hubieras visto el desprecio con el que hablaban los padres de aquel chico, sobre  que Sarada fuera hija de un reanimado y mi relación contigo. Automáticamente te entran las ganas de golpearlos y ni hablar del mocoso era una especie de justicia divina verle la nariz hinchada y sangrando. Pero no quiero que ese desprecio, que esa discriminación nos afecte, no quiero que el tiempo que te queda sea lejos de tu hija.

Sasuke sintió un molesto nudo en su garganta. Recordando los hechos del año anterior y pensado en los hechos de un futuro bastante certero. En momentos como aquel pensaba en su hermano mayor y su grupo de estudio, que buscaba un cura al proceso de decaimiento que los reanimados estaban condenados a pasar.

+-+-+

— ¿Cuál técnica fue?

—trayectoria firme, puño ligeramente apretado hasta el impacto, con patada en la espinilla.

—no le digas a tus padres, pero esto merece un helado de proporciones bíblicas.

Sarada rio y Fugaku le abrazo. Había que estar felices ya que por poco habían corrido el riesgo de perder aquellas vacaciones.

—estoy orgulloso, lo afrontaste lo mejor que pudiste.

—gracias abuelito. Espero que Boruto también tenga suerte, el solo es esa clase de cabezota que me apoya en todo y también merece pasar sus vacaciones con Naruto y Minato.

—los rubios son cabezotas sin importar la generación. ¿Si quieres llamo a Minato? y averiguamos como van las cosas.

— ¡sí! Anda busca ese contacto llamado amorcito.

Ante la ocurrencia de su nieta. Fugaku dio por sentado de que la pequeña le había heredado su terrible humor barato. Sasuke lo iba a odiar por eso.

—ya no intercederé por ti para que te dejen entrar en el bar.

—perdón pero yo soy VIP. Minato me lo dijo.

—no te pases de lista diablilla.

—solo soy una Uchiha tratando de ser natural en un medio hostil.

Cuando Minato contesto. Sarada se sobaba su mejilla pellizcada y le hacía pucheros a Fugaku.

—ya me he enterado de todo ¿Cómo van las cosas?

—la tensión se podía cortar con un cuchillo de mantequilla muy finamente. Boruto no miraba nada contento al señor Hyūga y Naruto pese a estar furioso por la decisión de Hiashi de no permitir que Boruto y Himawari pasaran las vacaciones con nosotros se contuvo lo mejor que pudo. Pero aquí el verdadero salvador fue Neji.

— ¿entonces?

—pasaran las vacaciones con nosotros, intuyo que ustedes también corrieron con buena suerte.

—el dieciséis es nuestro día de suerte.

Mientras oía la risa de Minato. Sarada le jalo de la mano y le susurro para que le pidiera disculpas a Minato de su parte.

—Sarada pide disculpas.

—dile que no es necesario, sigue siendo una gran chica ante mis ojos. El problema aquí somos los abuelos, uno por enseñarle a su nieto eso de que un amigo hay que apoyarlo con una patada voladora y el otro abuelo que le enseño a su nieta cinco maneras de romper una nariz.

Tratando de contagiarse por el ánimo de Minato. Fugaku negó toda acusación y se despidió con la promesa de verse pronto y colgó.

—si utilizas bien toda tu galantería podrás dormir con Minato durante todas las vacaciones y tu cuarto será mío.

—uno yo no duermo, dos mi cuarto ya es tuyo en gran parte y tres o corres o lo lamentaras.

Dicha tal cosa Sarada salió corriendo rumbo a su casa seguida de su abuelo mientras reían.

+-+-+

— ¿Por qué siempre que preguntan cómo se conocieron tú y Fugaku cambian la historia?

Minato levanto la vista de unas cuantas facturas y miro a su nieto Boruto. Fueron los primeros en llegar a casa y Naruto había partido a hacer las compras, junto Himawari. Mientras que Boruto se había ofrecido ayudarle a organizar unas cuantas cosas en el bar que estaría cerrado hasta el domingo por la noche, para el dolor de unos cuantos. Tendría un buen fin de semana con los chicos y aquella noche de viernes estaría centrada en una buena comida y películas hasta que el último de los chicos se durmiera.

—bueno es divertido, a que nos reímos cuando dije que había sido el preparador del tanatorio y la cara de aquellas personas.

Tomando un sorbo de refresco, Boruto asintió y Minato dejo de lado las facturas y se concentró en escuchar a su nieto. Porque dado su comportamiento una conversación importante se avecinaba.

—papá te evitaba hasta que ocurrió lo del FR.

—no le gustaba mi antiguo empleo, ni a él ni a tu abuela Kushina. ¿A qué viene el interrogatorio jovencito?

—hoy se cumple un año del FR, dentro de una semana se cumplirá el aniversario de la muerte de mamá.

— ¿y cómo te sientes?

Boruto quien estaba sentado en una de las sillas altas de la barra, se puso de rodillas en esta y luego paso una de sus manos por su cabello.

—antes solía pensar mucho en que si las fechas se hubieran acortado o extendido, ella estaría con nosotros.

Minato asintió ante aquellas palabras. Hinata había estado enferma desde hace algún tiempo y que los hospitales colapsaran por lo del FR no ayudo mucho a su debilitado estado. Naruto llamo implorándole ayuda, era la primera llamada en muchos años. Por aquellos días tenía las manos llenas ayudando a salvar a los reanimados y vivos por igual de la carnicería de las calles. él una especie de salvador, cuando aquel dieciséis de enero estaba haciendo todo lo contrario en aquella bodega. hasta que apareció ante su grupo un hombre descalzo, lleno de heridas, pidiendo precisamente ayuda para evitar que mataran a su familia que acaba de volver de la muerte.

—dijiste antes, ¿ahora qué es lo que piensas Boruto?

—que hubiera sido, no se ¿cruel? Igual los reanimados volverán a morir. La Mayoría de niños que volvieron a la vida ya están muertos y no me quiero imaginar a sus familias. Es cruel que sepas cuanto le queda de vida a tus seres queridos. Pasar por esa misma escena una vez es doloroso, pero verles morir de nuevo debe der mucho peor.

Minato ya sabía por dónde iban los pensamientos de Boruto.

—tienes miedo sobre como lo tomara Sarada. No solo perderá a su padre sino a su abuelo y tío casi que la vez de nuevo.

—la muerte te cambia.

—definitivamente. Pero cuando Sasuke, Itachi y Fugaku no estén. Estaremos nosotros para ella.

— ¿y si no quiere saber nada de nosotros? La verdad no la culparía. pero de algún modo siento que le fallare cuando llegue tal momento.

—eso no lo sabrás hasta que llegue ese momento. Confió en que la apoyaras como hiciste hoy con patada voladora incluida si es necesario.

Una pequeña sonrisa escapo de Boruto y Minato sonrió.

—podemos también tener algo de fe reservada para la ocasión. Itachi está trabajando en algo.

Terminando su refresco, Boruto mejoro un poco su semblante.

— ¿es verdad que viene el domingo?

—eso me dijo Fugaku. Quiere hablar con tu papá, ya sabes que desde que Naruto sobrevivo a varias mordeduras por más de treinta minutos. Itachi piensa que tu papá es un caso muy interesante.

—papá es más terco que otra cosa.

—tu papa es un idiota con suerte, ¡bebidas gratis para todos por tal hecho!.

Dijo Sasuke entrando por la puerta trasera junto Fugaku y Sarada  quién salió disparada a saludar a su amigo.

— Mitsuki se ha unido junto Jiraiya para ir el domingo al parque de atracciones.

—genial nada como un amigo rico para que te compre chucherías.

—Boruto.

—es broma Sarada.

De la nada apareció también Himawari con una paleta y una bolsita blanca.

—papá necesita ayuda con las compras.

—Sarada, Boruto a la carga.

Dijo Sasuke, cargando a la pequeña Himawari. Y se dirigió con los chicos ayudar a Naruto.

—estamos solos por fin.

Fugaku no tardo tiempo en abrazar a Minato y darle un beso en toda regla por aquellos Días de ausencia.

—solo por medio minuto más, hasta que lleguen los demás.

—que no te haría yo en medio minuto.

Fugaku se permito enterrar su rostro en el cuello del rubio y saborear la piel salada y suave mientras sentía consumo placer como Minato sufría de leves suspiros y escalofríos.

—te he extrañado Fugaku.

—hoy te pido refugio en tu cuarto, estas vacaciones, los días por llegar quiero compartir contigo la misma cama.

—estas apostando mucho a tu día de la suerte.

—estoy apostando todo ante ti.

Un suave beso fue depositado con ternura en los labios del Uchiha. Tres años, a los sumo cuatro de aquel hombre. Minato no hubiera pedido nada más en el principio, pero era un ser avaricioso y cada día quería más. Si de él dependiera podría provocar otro día del FR para prolongar tal felicidad.

—vale puedes “dormir” conmigo. Pero los casos los atiendes en tu apartamento, no creo soportar otra puerta en mal estado.

—trato hecho. Celebremos con uno doble y una caja de tus mejores cigarrillos mientras tanto.

Logrando un moderado golpe en su hombro por parte de Minato. Fugaku sonrió con picardía ganándose otro beso.

—brindemos por el puto FR.

—esa lengua Uchiha.

—la que te vuelve loco Rubio. Apropósito tengo entradas para la gira de los The Beatles, Queen y compañía.

—no quiero saber cómo las obtuviste. Aunque acabo de gritar por dentro.

—nos les hará falta a quien las “perdió” y deja que yo te haga gritar externamente.

Al menos había sido un buen dieciséis de enero para todos. excepto para quien había “perdido” las entras de semejante concierto.

Notas finales:

lamento si hay algun error, ya lo mirare con mas calma ahora solo faltan cinco pa las doce!!

 

gracias por leer!

 

 


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