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La nueva vida por MizaiTan

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Notas del fanfic:

Hola! La verdad siempre me habia interesado en hacer una colección de drabbles de alguna serie. Aunque por la cantidad de palabras será mas largo que un drabble. 

La historia de Joey embarazado mientras afronta la universidad. La verdad ya tengo escrito varios capitulos, de diferentes situaciones que ambos, y sobretodo Joey deben pasar, y claro tambien habra algo de los puzzles

Yugi había visto muchas cosas extrañas en su vida. De por si el hecho de que sea la reencarnación de un faraón de hace 5000 años y  que dicho faraón esté sentado a su lado no haga parte del top 10 de todo lo raro que le ha pasado en sus cortos 20 años de vida, ya es mucho decir. Sin embargo nada de eso lo preparó para lo que estaba viendo en ese momento.

Su mejor amigo Joey, el chico rudo de la escuela que venía de una pandilla, que sin importar cualquier cosa que pasara seguiría firme como una roca… Estaba hecho un mar de lágrimas en el suelo de la tienda delante de todos los clientes, su novio Atem, su abuelo y Tristán.

¿Qué podría causar que un chico como Joey llorara?

Quizás muchos se habían preguntado eso a lo largo de su vida. Pero la respuesta de ese día era: Un niño de 5 años había comprado el último peluche del dragón negro de ojos rojos, justo el que el rubio quería.

-Joey, cálmate – Dice Tristán apurado y nervioso de ver a su amigo así, el cual estaba sentado en suelo con agarrando sus rodillas y ocultando su rostro.- Amigo, levántate de ahí, si quieres hablamos de esto en la casa de Yugi.-

Joey lo ignoraba mientras seguía llorando sin parar. Yami se acercó jalándolo del brazo suavemente para levantarlo.- No te preocupes, la próxima semana vendrán mas peluches. Te prometo que te guardaré uno.- Con eso incluso se puso a llorar mas fuerte al saber que debía esperar hasta la próxima semana.- O-Ok, ¿Y si te lo regalo? –

Los clientes, que afortunadamente eran muy pocos a esa hora del dia, miraban raro al muchacho e incluso algunos se acercaban a preguntarle que le pasaba pues su llanto se escuchaba muy lastimero.

Yugi, Tristan y Yami se miraron con cara preocupada y dudosa. ¿Qué hacer? Ni siquiera sabían que a Joey le gustasen los peluches. Aunque a decir verdad en su habitación tenía algunos que habían sido dados por solo una persona.

Una persona

Yugi se volteó a ver a los demás aun con cara preocupada - ¿Y si le avisamos a Kaiba? –

-Eso podría servir, conociéndolo es capaz de venir volando de Estados Unidos en su Jet en menos de una hora.- Dice Tristán riendo.

-Es imposible que recorra medio mundo en menos de una hora – Dice Yami mientras se acercaba al mostrador a tomar su celular.

-Oh, por favor. Estamos hablando de Kaiba aquí. ¡Todo es posible!

Yugi se rio un poco del comentario de su amigo y luego empezó a caminar hacia Joey. Le tocó el hombro suavemente para tratar de llamar su atención.

-Joey, vamos a llamar a Kaiba. ¿Quieres hab…?-

-¡No! – Le interrumpe el rubio levantando la cara empapada de lágrimas. Asustando a los tres amigos.- ¡Yami, no lo llames! Por favor, por favor… por favor – Termina lo último en susurro

Yami vuelve a dejar el celular en su puesto y ve a Tristán aun en más duda que antes. De repente vio el ceño fruncido de su amigo castaño que volvía su expresión más enojada a cada segundo.

-¿Acaso…? – Dice Tristán apretando los puños - ¿Acaso ese estúpido ricachón le hizo algo a Joey?

-Cálmate no saques conclusiones apresuradas.- Ve su reloj. Faltaba aun una hora para el descanso del almuerzo pero esta situación se les salía de las manos. Ver a Joey aun repitiendo “por favor” mientras su amante trataba de clamarlo le hizo llegar a la puerta y voltear el cartel a “Cerrado” – Apreciados clientes, estamos por cerrar pero abriremos nuevamente en dos horas. Si desean conseguir algo rápido por favor acérquense a la caja velozmente –

Los pocos clientes que habían alrededor se quejaron un poco pero lograron salir de la tienda sin prisas. Entre tanto un castaño furioso se acercó a su amigo y se sentó a su lado.

-Joey, dime si ese bastardo te hizo algo.

Yugi miraba expectante al igual que Yami que se había acercado para ponerse justo detrás de Yugi, el cual también se había sentado en el suelo. El abuelo había ido a la cocina a conseguirle un té a Joey.

Joey levanta su rostro y niega con una carita apaleada.- No… No hizo nada – Recibe un pañuelo de Yugi y se limpia un poco la cara.- Yo… Yo solo… – Traga saliva aun complicado para hablar y voltea a ver a Yugi rápido y un poco asustado al notar la falta de gente.- ¡¿Espanté a la gente?! … Lo siento.

Yugi niega con la cabeza y muestra una sonrisa – No te preocupes por eso. Pero la verdad estoy más preocupado por ti. ¿Somos amigos, cierto? Cuéntame qué pasa.

Joey se abraza las piernas aún mas.- Yo quería ese peluche para alguien importante.

-¿Kaiba? – Preguntó Tristán, aunque casi afirmando. Sorprendiéndose así como todos de que Joey negara.

-Yo… Yo descubrí algo ayer. Y he estado pensando en eso, incluso no he dormido ni nada. Y cuando por fin estoy medio decidido y quiero darle algo que le recuerde a mí… Ese niño me lo roba.- Dice Joey ocultando nuevamente su rostro entre sus piernas.

En lugar de aclararlos, esto los dejó con aun más dudas que antes. ¿De quién demonios hablaba? ¿Y a quien más pensaría darle algo tan cursi como un peluche aparte de su pareja?

-Joey, no te entiendo nada – Dice Yugi poniendo una mano en su hombro.

En eso Joey vuelve a levantar la cara pero esta vez con una expresión enojada, casi parecía otra persona a excepción de las lágrimas que aún tenía en sus mejillas. De la impresión Yugi fue levantado por Yami para que se alejara un poco.

-¿¡Ah?! ¿Qué no entiendes? ¿Que estoy como un loco y que esta no es la primera vez que lloro por alguna idiotada? ¿Que he estado enfermo y que lo he ocultado para que nadie diga nada, mucho menos Seto? Oh, ya se ¿Qué tal que ayer por la noche me hice una prueba de embarazo y salió positiva?

El ruido de una porcelana destrozada se escuchó.

El abuelo acababa de dejarla caer pero a nadie podía importarle eso.

Joey volvió a tener sus ojos llenos de lágrimas y volvió a ocultar su rostro para llorar, siendo visto por cuatro rostros en Shock.

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Una hora después todos se encontraban en la sala de la casa de Yugi, Joey estaba terminando su té ya mucho más relajado. Incluso se había disculpado por la escena en la tienda. Aunque nuevamente a nadie podía importarle, solo importaba una cosa.

-¡¿Estas embarazado?! No puedo creerlo… Necesito un trago urgente – Dice Tristán mientras se acerca a la dispensa a buscar el líquido.

Joey baja la cabeza y asiente.- A mí también casi me da un infarto al enterarme.- Se agarra la cabeza.- Es que, por favor, apenas tengo 20 años, hace solo 6 meses me independicé completamente de mi padre. Aún estoy en la universidad y debo trabajar y tambi…-

-¡Joey! – Le interrumpe Yugi sosteniéndolo de los hombros.- Cálmate, entiendo lo que dices pero vayamos poco a poco, ¿De acuerdo? – Joey asiente – Primero que todo, ¿Hoy no fuiste al médico?

El rubio niega.- ¿Con qué dinero? Me pagan a fin de mes.-

Tristán vuelve a aparecer con un vaso en la mano y riendo.- “¿Con qué dinero?” – Le imita malamente, ganándose una mala mirada de él - ¿Con cuál otro? Con el de tu novio millonario.

-Cállate, no tengo ganas de decirle – Dice Joey haciendo un puchero y mirando a otro lado.

-Oye, oye, eso me recuerda ¿Por qué te pusiste histérico cuando dijimos que llamaría a Kaiba? ¿No le dirás? – Le dice Yami que estaba a su lado en el sofá, del otro lado estaba Yugi.

-No es eso, es solo… solo que… - Se mordió el labio y vio a sus tres amigos en la habitación, todos asintiéndole para que siguiera – Es que, llevamos juntos desde hace tres años, todos estos años él me ha estado tratando de convencer de vivir con él, que me pagará todo, que nunca necesitaré trabajar en mi vida y cosas asi.

-Amigo, eso no suena tan mal – Dice Tristán.

-A mi no me gusta, no quiero ser un mantenido. Por eso no dejé que me ayudara con la universidad y entré a una pública. Saben, convencerlo de que me dejara tener el trabajo repartidor de periódicos fue una lucha, y eso que aún no sabe que estoy trabajando en una tienda, se volverá loco – Joey quita algunas lágrimas que comienzan a bajar sin que pueda evitarlo, mientras Yugi pone una mano en su hombro en forma de apoyo.

-Eso esta bien, Joey. Pero ya sabes, hablamos aquí de un bebé.

-Lo sé, demonios. Lo sé – Se levanta y comienza a dar vueltas en la habitación.- Es que ya me imagino que me pedirá que me quede en su casa haciendo nada esperándolo. Yo quiero terminar la universidad, quiero terminar de dar periodismo, todo se truncará, maldición no quiero eso.-

-¿Eso es de lo que hablabas de que estuviste pensando toda la noche? – Le pregunta Yami

-Si eso… Da igual lo que piense, quiero tener al bebé a pesar de todo. – Se detuvo un momento y se cruzó los brazos viéndolos – Pero no quiero decirle a Seto ahora.

-¿Por qué no? Merece saberlo – Dice Yugi también levantándose.

-Si, si, y lo sabrá, lo prometo. Pero ahora no. Va a tardar aun un mes en Estados Unidos con ese proyecto del que tanto habla y si le digo ahora va a querer llegar aquí y volverse loco, llamando a todo el mundo y tirando a la basura el proyecto...- Joey hablaba tan rápido que era difícil entenderlo, hasta que Yugi llegó frente suyo.

-Joey, está bien todo está bien. Así que resumamos. ¿Vas a tener al bebé?

-Si – Dice sin dudar.

-¿Le contarás a Kaiba? – Recibió un asentimiento.- ¿Quieres terminar la universidad? – Otro asentimiento.

-Yo tengo una duda – Dice Tristán levantando la mano - ¿Qué fue todo eso con el peluche?

Joey se sonrojó y miró a otro lado – La verdad me sentía culpable, varias veces pasó por mi cabeza anoche el no tenerlo y quería pedirle perdón. Pero me he sentido tan estresado últimamente, y ahora que Seto no está suelo ponerme como una magdalena sin razón, y creo que al saber que no podría conseguir el peluche simplemente exploté… ¡Y ya! ¡No preguntes esas cosas a un chico embarazado, idiota! –

-Bueno ya, ya. Resuelto eso vayamos al paso dos. Un doctor. Confirmemos si estás embarazado con un experto – Dice Yami agarrando la chaqueta de Yugi y pasándosela – Vayan a urgencias para una muestra de sangre. Yo me quedaré ayudando con la tienda.

Yugi le sonrió y se acercó a darle un beso – Volveremos pronto.-

-Si, si, lo que sea. Ya vamos – Dice Tristán disgustado de la escena melosa y acercándose a la puerta para marcharse con sus dos amigos rumbo al hospital.

Notas finales:

Espero que Joey no haya quedado muy OOC, pero mi mejor amiga estuvo embarazada y creanme ella era un pastelito pero esos cambios de humor justo en los primeros meses eran brutales, sobretodo se ponia a llorar con nada.

Es mas, justo ahora quiero decir que gran parte de los capitulos que ya he escrito son inspirados en situaciones con ellas. Gracias, querida!

Bueno, espero que les haya gustado

 

Proximo Capitulo: "La llamada"


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