El condominio lujoso de la zona más lujosa de la ciudad de Tokio, ahí se encontraba Naruto, frente a el, con una hoja que dibujaba un mapa y sus maletas a lado suyo. El portero lo observaba detenidamente y terminó por acercarse a él para poder asegurarse de que no era un ladrón o asesino en potencia.
-¿Se le ofrece algo joven? -El chico rubio no se veía más allá de unos 25.
-Si, en realidad si. ¿Aquí vive Sasuke Uchiha?
-Si… ¿Es amigo suyo?
-Así es. ¿Puedo pasar?
-Si claro, es raro que el joven Sasuke tenga amigos, usualmente nunca invita a nadie excepto claro por su prometida.
-¿Tiene prometida?
-Si, desde hace varios años, al parecer ya este año se casaran.
-Genial, llegue en el perfecto momento.
Naruto tomo el ascensor, estaba muy ansioso en realidad, no solo porque vería a su mejor amigo de la infancia sino que también vería al amor de su vida después de tanto. Cabe mencionar que no fue nada fácil hallar el lugar donde vivía Sasuke, Japón es muy pequeño pero a la vez muy grande y considerando que el se había mudado a Okinawa estaba bastante retirado de la capital.
Llegó al penthouse, el número de departamento era el 15 y tocó el timbre, era muy temprano por lo que tal vez Sasuke estaría despertando y con suerte Naruto podría verlo recien bañado.
-Creí haber dicho que no me molestaran tan temprano en la mañana -Aun cuando era temprano ya se encontraba de mal humor y renegando de todo, en efecto Sasuke abrió la puerta y tal como Naruto había pensado estaba recién arreglándose porque estaba a medio vestir y con una toalla trataba de secarse el cabello y cuando por fin la dejó a un lado pudo ver quién osaba perturbarlo- Ah...
-¡Hola Sasuke! Te ve estupendo, con permiso. -Naruto tomo sus maletas y al entrar las puso en la sala. -Vaya que bonita casa tienes y una gran vista al Tokio. Extrañaba la ciudad -Se estiró un poco -Debo decirte que el vuelo fue cansado a pesar de que no esté tan lejos. La ciudad cambió mucho. ¿En qué trabajas? -Miles de preguntas, diferentes temas ¿Como debía empezar a charlar Sasuke, pero había una interrogante más grande ¿Como pasaba por su casa tan campal?
-Espera espera basta...Naruto eres tan molesto…-Se sobaba la frente tratando de reunir paciencia, la cual a esas horas de la mañana era muy poca. Si había pasado tiempo desde que se vieron pero no lo suficiente como para no reconocer a su amigo de la infancia, estaba exactamente igual que hace años solo que ahora era más maduro o eso le gustaría pensar porque con todo esto no lo era- ¿Que se supone que haces aqui? No se como me encontraste pero…¿Esas son maletas?
-¡Ah si! Vengo a vivir contigo. -Naruto se sentó en el sofá y se quitó los zapatos -¡Dios me duelen de tanto caminar. ¿Tienes algo de comer? No desayune.
-Espera...no...no es cierto. -Se sentó frente a él tratando de no lanzarse encima y matarlo en ese momento- Antes de responder a todas tus preguntas responderás las mías, empezando por la que te hice hace un momento quiero saber que haces aqui.
-Sasuke… -Se inclino frente a él y dio un suspiro - Soy tu esposo, por lo tanto lo que tienes es mío- Se paró del sofá y fue hasta la cocina -Como lo acabas de saber seré un buen esposo y te preparare algo… ¡Huevos con jitomate! Se que aún adoras el jitomate. ¡Que mejor! -Fue hasta el refrigerador y comenzó su labor como si nada. ¿Por qué no te vas a vestir y vienes después? Se te hará tarde. -De verdad el rubio se comportaba como su marido - Y no te preocupes por tu matrimonio, puedes deshacerlo, soy el mejor en labores domésticas y claro atendiendo por las noches a mi marido. -Le guiño el ojo.
-Naruto -Lo hizo girarse y lo sujeto fuerte de los hombros para encararlo- No nos vemos hace años, llegas un día diciendo estupideces y con intenciones de quedarte y aún no has respondido ninguna de mis preguntas, no vas a hacer ni decir nada más aparte de responderme porque no entiendo que demonios esta pasando aqui y mas vale que seas convincente.
-Ok… solo si con eso me dejas hacer mi labor. -Naruto de su bolsillo trasero del pantalón sacó un papel y se lo entregó a Sasuke. -Espero que con esto me hagas caso y me dejes continuar con el desayuno, enserio que tengo hambre.
Sasuke abrió el arrugado papel, sus ojos se abrieron al recordar lo que era; un acta de matrimonio, él y Naruto firmaron eso antes de que Naruto se mudara a Okinawa jurando que siempre estarían juntos sin importar que. Era evidente que Sasuke lo había olvidado, el hecho de que fue cuando ellos tenían 10 años, pasaron los años, los estudios y claro las chicas, ese papel ya no tenía relevancia en la vida de Sasuke y no tendría porque serlo en la vida de Naruto.
-Creí que habías perdido esto… y no me responde nada, es solo algo que sacaste de internet si no mal recuerdo.
-Aja lo se ¿Pero sabías que es totalmente legal? Yo tampoco lo sabía hasta hace unos meses y heme aquí, cocinando para mi nuevo esposo o bueno… esposo porque en teoría llevamos 15 años de casados jaja, pero ante eso dije: “Vaya Naruto no seas tonto y ve a vivir con él” y aquí estoy acatando la ley. Se que te sorprende que sea real pero lo revise ante un notario y si es legal más cuando nuestras firmas son idénticas y entiendo por que me hicieron el cobro de 60 dólares. En fin… bienvenida ¡Nueva vida!
-¡No puedes estar hablando en serio! -Eso sí había logrado alterarlo, miraba el dichoso papel una y otra vez y le costaba trabajo creer que enserio era real- ¿Como pudiste toparte con el unico sitio que daba certificados reales? ¡Éramos niños! Haré que lo revisen algunos abogados… no puede ser cierto…-Se dejó caer sobre un asiento cercano, eso sí le había arruinado la mañana.
-Oye, oye es tan real como para que hubiera pagado esos 60 dólares, eran mis ahorros y lo valías por eso lo compré… Ahora que lo pienso me gustaría una recepción ¿A ti no? -Puso los huevos de Sasuke frente a él -Provecho Sasuke mi amor.
-No -Lo interrumpió con rudeza- Podrá ser legal o lo que quieras pero si ya lo sabías no entiendo porque no lo anulaste supongo que puedes hacer una cosa tan simple, yo tengo una vida y tu debes tener la tuya.
-Si, pensando en ti claro que lo averigue, se podía hacer solo si ambos íbamos a la oficina central de los juzgados de Japón… pero resulta que ahora quienes movían este pequeño negocio por internet ya no estan y bueno… Estamos atados, aunque me da mucha dicha porque así puedo verte y ahora por el resto de nuestras vidas.
-Naruto, espero que estes bromeando porque estoy comprometido y voy a casarme pronto esto solo puede arruinarme por completo la vida -Se levantó nuevamente- ¿Es en serio? ¿En lo primero que pudiste pensar con todo esto es en venir a vivir conmigo? ¿No tienes casa propia?
-Pues sí… algo así. Pero eso qué importa puedo vivir aquí contigo, anulas tu matrimonio y listo… Yo deje todo en Okinawa por ti ¿Porque no lo harías por mi? ¿Acaso ya no me amas como juraste hace 15 años? -Los ojos de Naruto se vieron apagados por un momento, temía a la respuesta de Sasuke y su viaje habría sido en balde y en realidad no era la bienvenida que esperaba, quería verse en brazos de Sasuke siendo besado y mimado por él después de tantos años.
-No te atrevas a poner ojos de cachorro como siempre lo hacías, éramos niños te lo repito y ahora las cosas son distintas, es decir…¡No puedes simplemente tomar tus cosas y mudarte con alguien! ¿Eres idiota?
-Si puedo si quiero y si tal vez sea idiota. -Se paró de su asiento y se puso frente a él - Y si quieres hacer esto más difícil entonces, ten suerte para que me vaya de NUESTRA casa, es evidente que no nos podemos divorciar y es evidente que ese certificado dice que son bienes mancomunados así que lo tuyo es mio y lo mío es tuyo, suerte… -Tomó sus maletas y comenzó a averiguar donde era la habitación de Sasuke. -Aquí está… ¡SI DORMIRÉ CONTIGO!
-Cuando me levanté esta mañana…-Lo seguía- Lo último que me hubiera imaginado que pasaría es que un amigo que no veo hace años aparecería frente a mi puerta diciéndome que al parecer nos casamos y que quiere vivir conmigo -Se apoyaba en el marco de la puerta, era de mañana pero ya se sentía agotado- Mi prometida podría llegar en cualquier momento, ¿Que le voy a decir?
-Querida… ya no te amo podemos dejar todo como está y ser amigos. ¿Ves? No es tan dificil. -Naruto tomaba sus cosas de la maleta y las ponía en el armario vació que por fortuna Sasuke tenía en su habitación. -Además ya viaje hasta aquí para verte, no pienso volver.
-¿CÓMO PUEDES ESTAR ARREGLANDO TU ROPA EN ESTOS MOMENTOS? -Estaba a punto de jalarse el cabello, la situación de por si era complicada y tener que lidiar con su amigo que al parecer no entendía las consecuencias de todo el asunto lo agotaba más- 15 años y sigues comportandote como niño.
-Puede ser… y que bueno porque tampoco han cambiado mis sentimientos por ti… no parece lo mismo de ti y tus tontas promesas. -Lo miraba desafiante - Me quedaré aquí y verás que no es tan malo tenerme como tu marido y soy mejor que cualquier niña que hayas tenido en tu corta vida. Ahora… ¿Ya comiste? -Se acercó al armario de Sasuke -Te preparo tu ropa. -Sacó un traje azul, una camisa blanca y una corbata igual azul. -Perfecto ya solo es cuestion de que acabes el desayuno o sabrá mal.
Quería seguir protestando, por supuesto que queria seguir haciendolo pero era verdad que tampoco había comido y por la impresión había logrado bajarle el azúcar o la presión o cualquier cosa que se bajara cuando te sueltan la noticia de que habías estado casado durante años sin siquiera saberlo, así que por esa vez en toda la mañana le dio la razón y fueron de regreso al comedor para desayunar.
Habiendo comido y estando más tranquilo quizá ya podrían tener una conversación civilizada como los adultos que se supone que eran.
-Entraste sin permiso y llegaste de la nada así que ni siquiera pudimos saludarnos como se debe -Le hablaba mientras terminaba su desayuno- Que has hecho estos años desde que te mudaste, en que trabajas y todo eso, quiero saber.
-Hago de esto y aquello… lo suficiente como para sobrevivir en Okinawa, al decir esto te imaginaras que ya no vivo con mamá y papá, que por cierto te mandan saludos y que hay de ti ¿Qué haces para tener esta vida tan lujosa?
-Me dedique a seguir con el negocio familiar, los padres de mi prometida son socios de la empresa de mi familia así que qué mejor que casarnos o al menos eso dicen todos, deben tener la razón. Entonces debo asumir que tambien estas aqui por conveniencia ¿O me equivoco?
-Nunca haría eso… y esta niña ¿Como es?
El timbre de la puerta sonó, no era de esperarse para Sasuke que fuera su prometida pero tampoco quería que supiera de la situación con Naruto.
-¿Es ella, verdad? -Naruto se paró de su asiento y se dirigía abrir la puerta.
-¡Ni siquiera lo pienses! -Logró sujetarlo del brazo justo a tiempo- Te repetí una y mil veces que mi prometida vendría y me ignoraste como siempre solías hacerlo. Quiero que te vayas a la habitación y te quedes ahí hasta que yo te diga, si se entera de todo esto no creo que lo tome con tanta calma como yo.
-Ok… mira hagamos esto, me quedaré aquí y fingiré que solo soy un primo y fingire hasta que estés listo para decírselo y botarla, no haré nada malo lo juro.
-Primos...sí, sobretodo porque nos parecemos tanto -Lo miraba con reproche señalandole lo obvio- ¿Debería creer en ti?
-Si Sasuke, solo estaré aquí callado, sentado y conociendo a tu brujita - El timbre insistía una vez más -Abrele ya.
Sasuke respiró profundamente como queriendo llenarse de fuerzas para lo que posiblemente vendría. Finalmente fue hacia la puerta principal para abrirle a su prometida, no se equivocó, en efecto era ella.
-Hola Hinata, siento la demora.
-No hay problema pero es que escuche voces y…-Estaba a punto de besarlo a manera de saludo como siempre lo hacia pero se detuvo a escasos centímetros de su rostro cuando vio a alguien más en el departamento- No estabas solo.
-Ah si, no, no lo estaba -Antes de que pudiera decir algo más la chica ya había entrado como hace unos minutos lo había hecho Naruto, de una manera tranquila y campante, ¿Que les pasaba a todos el dia de hoy?
-Hola soy Hinata Hyuga, ¿como te llamas? -Había ido directamente hacia Naruto y ya lo estaba saludando.
-Enchantée Hinata. -Naruto como todo un caballero se paró de la silla, tomó la mano de Hinata y la beso. -Je m´apelle Naruto Uchiha a votre service. -Le ofreció el asiento y se acercó a ella. -¿Café Madame?
Los nervios de Sasuke se fueron hasta el cielo al ver como Naruto coqueteaba con Hinata, no era por ella si no… ¿No se supone que su supuesto esposo le era devoto a él? ¿Y desde cuando Naruto sabe francés?
-¿Dijiste que tu apellido era Uchiha? ¿Eres familiar de Sasuke? Eso es raro yo conozco a toda su familia ya que soy su...su... -Incluso se le veía algo sonrojada, muy poco pero lo estaba.
-Mi prometida, como ya te lo había dicho -Sasuke se sentó a su lado, un poco irritado por la situación- No le hagas caso, está jugando, es solo un amigo de mi infancia, ¿Cierto Naruto?
-Non… Je suis le cousin de Sasuke, madame. -Le dio la taza de café junto con un pan dulce - Bon apetite madame. -Se sentó nuevamente en la mesa con esa pose y educación francesa.
-¿Estas de visita en la ciudad? Si te quedas mucho tiempo quizás...yo podría enseñarte la ciudad, ya que pronto sere parte de su familia debo conocerla a toda y haces falta tu -Y la sonrisa que Hinata le daba en esos momentos no se comparaba a ninguna que le hubiera dedicado a Sasuke nunca en su tiempo de “relación”.
-No quisiera molestarte encantadora Hinata. -Volvía a hablar normal pero con la misma educación. -No es necesario, prefiero que mi primo me la muestre, tu debes tener millones de deberes y bueno… debes preparar una boda ¿No? Es muy amable tu oferta, pero debo declinar.
-Lo entiendo -Se veía algo decaída pero no permitió que se le notara por mucho tiempo- Aun así, recuerda que estoy para lo que necesites, vendré a visitarlos a menudo, eso si a ti no te molesta Sasuke.
El mencionado ya desde hace mucho se había ausentado de la conversación y quería darse de golpes contra la pared, la situación era demasiado bizarra y no podía con todo eso, incluso podría desear la muerte, sería menos complicado.
-Creo que para mi primo no hay ningún problema, pero creo que es mejor que nosotros te avisemos cuando puedas venir, ya que estaremos ocupados con lo que me tiene que mostrar de la ciudad ya que como habrás notado he vuelto de Francia, ciudad encantadora, apuesto a que han estado ahí y claro al ser su padrino de bodas, debo de ver detalles con él también. -Una encantadora sonrisa de Naruto hizo que nuevamente Hinata se sonrojara y que Sasuke sintiera como canas le iban saliendo por el cuero cabelludo.
Tampoco respondió a eso, al parecer los dos estaban tan tranquilos en su amena charla que no los iba a interrumpir...mentira, solo quería irse de ahí y eso mismo fue lo que hizo, se levantó en silencio y se dirigió a su cuarto para volver a dormir y esperar que al despertar todo se hubiera arreglado o descubrir que había sido una pesadilla, cualquiera de las dos opciones era buena. Se dejó caer en su cama y se cubrió la cabeza con una almohada para no escucharlos, era una persona de pocas emociones y esas habían sido demasiadas en solo una mañana, mejor que su “primo” y su prometida se quedaran hablando pero que no lo metieran en todo eso. Y la pregunta del millón era, cuando Hinata descubriera que no eran primos ¿Qué iba a pasar?