No se lo podía creer.
En la mañana se había levantado a las 5:45, de todas formas estaba demasiado nervioso e impaciente para seguir durmiendo, había cambiado su atuendo 17 veces y aunque hubiera tomado el tren a la hora pico, ahí estaba, enfrente de las Kim Industries, 40 minutos antes de su entrevista de trabajo.
A pesar de eso, ahora que faltaban cuatro minutos, no podía encontrar el oficio de las Human Resources.
Baekhyun dio un suspiro, el edificio tenia algo como cincuenta-y-cinco pisos, en la reception había una cola interminable y en ningún lado había informaciones útiles para que pudiese ubicar el departamento que necesitaba. Empezaba a pensar que golpear la cabeza contra la pared era una fantástica alternativa a la entrevista, pero realmente quería trabajar aquí.
Se había graduado solo dos meses atrás y su padre, quien al parecer cuando era joven era muy buen amigo de Kim Senior, lo había recomendado y le había conseguido esta entrevista, no podía desaprovechar esta oportunidad!
Vagó un poco por los pasillos, preguntándose si debía armarse de valor y preguntar a alguien donde quedaba la oficina, hasta que dio con un distribuidor de café. No había desayunado porque tuvo un nudo al estomago por el nerviosismo y ya llegaba tarde, mejor si se tomaba un poco de cafeína para lidiar con le futuro rechazo.
Y mientras mezclaba su capuchino barato con una varita de plástico, oyó dos personas discutiendo demasiado animadamente para ser simplemente ignoradas.
“No, ahora serás tu quien escuchará, Jongdae! ¡Bastante he tenido con tener que soportar tus caprichos!”
El otro se quejó y contestó casi gritando.
“Como si me importara! No me veras detrás de un escritorio!” Baekhyun no podía creer que esa voz joven y aguda era de Kim Jongdae, porque ¿quién más podía ser?
Jongdae era el único hijo de Kim Senior y, tarde o temprano, el futuro jefe de las Kim Industries, aunque según las revistas de chismes, era demasiado ocupado siendo un guapo, millonario y playboy (sin duda no un genio ni filántropo).
En tres palabras: un niño mimado.
Y parecía que ya tenía harto a su padre, quien ahora iba a obligar su hijo en dedicarse seriamente al las Industries de la familia. Dejaron de hablar por un momento mientras doblaban la esquina y es entonces que notaron Baekhyun delante del distribuidor.
“Cielos, tu tienes que ser el muchacho de Byun!”
Bueno, no solo no se había presentado a su entrevista, sino que ahora el que debía ser su jefe y el hijo lo habían encontrado mientras bebía un café, en lugar de sacar fotocopias o lo que suelen hacer los internos.
¿Qué más podía pasar en este grandioso dia?
Baekhyun se inclinó respetuosamente ante el hombre de mediana edad.
“Si señor, soy Byun Baekhyun, es un placer poder conocerlo finalmente.”
“Oh, nada de formalidades conmigo Baekhyun! Te he visto crecer, eres de familia!”
Pues, que si era parte de la familia podía adoptarlo y ya, al menos no tendría que hacer esa condenada entrevista.
Baekhyun sonrió y le agradeció, tratando de ignorar la mirada fija de Jongdae.
“¿Y que hay de la entrevista? ¿Solicitaste un puesto en el departamento PR, no?”
Ahora Baekhyun quisiera tener los poderes de la tierra, así que por lo menos podría tragarlo.
“Lo siento mucho, Señor Kim,” dijo, tratando de poner su puppy face más triste. “No he podido encontrar la habitación de las entrevistas y ahora es demasiado…”
El hombre negó con la cabeza.
“No te preocupes, hijo.” Dijo, interrumpiendo el parlotear de Baekhyun. “Ya tengo un trabajo perfecto para ti!”
Señalo Jongdae, que –pare que conste- lucia genial en su traje y es incluso más guapo en persona, y continuó. “Verás, mi hijo Jongdae – espero que lo recuerdes, siempre jugabais juntos en la guardería – empezará a trabajar está semana y necesita un secretario. ¡Seguro van a ser un buen equipo!”
Y así es como Byun Baekhyun consiguió su primer trabajo y empezó a trabajar para su muy caliente pero increíblemente insoportable jefe.
Las Kim Industries es una de las compañías lideres en Sur Corea. Creada en los años cincuenta por Kim JeongHyuk, el abuelo de Jongdae, proporcionaba al ejercito surcoreano armas innovadoras, equipamiento y medios de transporte, así desempeñando un papel clave en la guerra de las dos Coreas.
Cuando el gobierno empezó a reclutar los superhéroes para defender el país de la Corea del Norte, China y de la Unión Soviética, las Kim Industries abrieron una nueva división extraordinaria que se centraría en la creación de uniformes especiales, armaduras y armas para superhéroes, para ofrecerle los mejores instrumentos para luchar juntos con el ejercito.
La idea era de cerrar la nueva sección, la Kim SHS, en cuanto la guerra terminaría, pero inesperadamente, algunos superhéroes decidieron luchar contra el crimen en la ciudades y asegurar el orden publico. Esto llevó al entonces joven Kim JongHyun, que tenía proyectos innovadores y la misma visión para los negocios del padre, a investir y ampliar la división.
Desde entonces, las Kim Industries han proporcionado las mejores armas y outfits hechos a la medida para mejorar las cualidades y los poderes de los vigilantes, que fue una de las razones para que JongHyun creó un equipo de leales y fieles estilistas, ingenieros y investigadores que iban a trabajar codo a codo con los superhéroes, sin revelar sus identidades.
Kim JongHyun estaba tan involucrado con el Kim SHS, que incluso decidió hacerse cargo de algunos proyectos, y así es como se cruzó con el que sería uno de sus mejores amigos: Byun ByungHun.
En los años setenta, el padre de Baekhyun fue uno de los superhéroes coreanos más famosos. Era un veinteañero cuando se mudó a Seúl y, cuando se dio cuenta de que gracias a la actitud permisiva del gobierno la ciudad era en las manos de gangs y crimen organizado, decidió que iba a usar sus poderes para el bien.
Entonces se convirtió en uno de los primeros clientes del team de Kim SHS, quienes crearon para el un traje que resistiría su característica principal - la altísima velocidad - y la fricción.
Después de diez años de servicio honorable para los ciudadanos de Seúl, se casó con la mujer de su vida y se retiró para disfrutar una vida tranquila y a salvo, alegrada por la llegada de sus hijos: BaekBeom y Baekhyun.
Desde que era niño, su hermano decidió que iba a seguir los pasos de su padre y convertirse en un superhéroes famoso, y era comprensible, porque el había nacido con una fuerza sobrehumana. Pero Baekhyun era distinto.
Aunque su padre y su hermano querían que desarrollara y examinara su poder para usarlo para el bien, el no quería nada de eso.
Era fácil para BaekBeom salir y dar una paliza a los criminales, pero Baekhyun era un triste remedio de superhéroes con su poder de la luz. Exactamente ¿cuál es el punto de tener super poderes si son inútiles?
Para cuando ya era adolescente, ya había dejado de lado sus sueños de trajes y capas, decidiendo vivir una vida normal y concentrarse en sus estudios y su carrera.
Y ahora estaba aquí, tratando de no tirar Kim Jongdae por la ventana de su oficina en el 50º piso de los Kim Industries HeadQuarters.