Yunan, el magi creador de los dangeon, fue maldito por Al Tharmen. Antes de caer por completo en la depravación, acabó con su propia vida, no pudiendo ver el mundo tal como deseaba que fuese cuando su vida acabase.
En el palacio de Alma Torán, decidió devolver la vida a la mujer magi, Sheherazade-sama, a cambio de permanecer allí por toda la eternidad.
Poco después, todos los reyes y contenedores familiares del mundo fueron encerrados dentro de un dangeon, el cuál fue creado para capturar la magia de todo el mundo, cosa que incluía capturar a los 4 magis.
¿La razón? Lo siento, de momento tampoco yo sé los detalles, sólo que esto es lo que ha ocurrido en una noche.
Lo único que sé es que minutos antes de este incidente se encontraban en sus respectivos lugares de residencia, muy alejados entre ellos si tenemos en cuenta que han entrado dentro del dangeon desde personas del imperio Reim, hasta personas del país comercial de Sindria, y por último, también había integrantes del reino Kou.
Algo que no se ve todos los días, diréis: pues sí, hasta ahora nunca habíamos conocido un dangeon que seleccionase a las personas, y que no entrasen por propia voluntad, sino obligadas por la “mazmorra”.
Sin embargo, creo que lo que más os debería de llamar la atención en estos momentos es el por qué personas que quizás vivían a mucha distancia, han acabado encerradas juntas. Pues bien, debo de explicaros el motivo: estas personas no están juntas en una misma sala sin ningún motivo. Es más, el motivo es algo muy simple: tienen vínculos afectivos. Lo que le llamaríais “amor” o “relación de pareja” algunas “relaciones a distancia”. Lo sabemos porque han acabado juntas en la misma sala personas de los reinos que tenían relaciones estrechas entre ellas, magis de diferentes reinos que apenas se veían, y por último…
…yo: ¡El mismísimo rey del país comercial de Sindria, encerrado en esta maldita mazmorra caprichosa! Aunque claro, tampoco es para cabrearme del todo, porque por suerte, o por desgracia, he acabado junto a la persona más importante para mí a mi lado. Un adulto, actualmente, pese a su tierna apariencia aún infantil; sus cabellos blancos y fácilmente revueltos al mínimo movimiento, pese a su corta cabellera; y sus pequitas, sus adorables pequitas adornando su tierno rostro.
Bueno, os haré un pequeño resumen de lo que recuerdo de anoche, ya que no tengo ni idea cómo hemos acabado en esta situación tan complicada. De momento os daré detalles de cómo nos fuimos a dormir anoche, ya que desconozco cómo se ha podido despertar de tan mala luna y con esos ojos de intentar asesinarme para sacarme a ostias la muestra de un crimen. Os aseguro que yo no le he sido infiel, tampoco he hecho nada que pueda cabrearlo tanto.
Anoche, antes de ir al estudio, es cierto que me entretuve bastante: primero pasé por el bar, dónde se encontraban la mayoría de adultos de Sindria en aquél momento, tanto mujeres como hombres estaban bebiendo allí a las 11 de la noche y me apunté un rato. Cuando me di cuenta de la hora que era, me dispuse para ir hacia el estudio (ya rondando las 12), pero me pararon unas chicas y se pusieron a hablar conmigo (es mejor no pasar de las chicas del país, me interesa saber si algo les incomoda, si disfrutan de las actividades que se celebran, y tal), pero una de ellas me recordó acerca de la batalla de hace 6 meses y que por eso murió su marido. Me quedé algo descompuesto, y traté de animarla y lo que se supone que puede hacer un líder para demostrar que se preocupa de su gente. Cuando me dispuse a irme, me di cuenta de la hora que era (las 2).
Cuando llegué, ya no se encontraba en su estudio. Entré en su cuarto, y efectivamente estaba allí. Apestas a alcohol, le dije. Eres un idiota, te odio. Me dio la espalda y no quiso hacerlo. Pero no fue mi culpa, simplemente no fue mi día. Por eso no entiendo por qué está tan cabreado a estas horas de la mañana, y en un lugar que ni tan siquiera yo entiende en qué consiste.