La cálida luz del amanecer iluminaba el campamento, era aun de madrugada y el señor de los demonios estaba listo para su siguiente misión, aún seguía en su casa de campaña, solo esperaba que le notificaran la hora de partida. Odiaba recibir órdenes, ¿porqué ahora lo hacía? Tal vez por su ambición y desesperación al poder, Cía y todos sus aliados habían entrado a sus dominios, le ofrecieron formar parte de ellos, él se negó orgulloso, se debatió una pelea y lograron derrotarlo, cuando el cayó, Cía le hizo una propuesta interesante, si él se aliaba y les ayudaba lo suficiente le daría parte de un poder increíblemente inmenso, o eso prometía Cía, lo único que buscaba ghirahim en ese momento era poder revivir a su amo y maestro, Demise, él había sido derrotado por las fuerzas de los dioses y encarcelado, pero ghirahim no, así que su misión y deseo era revivirlo.
Cuando traspasó el portal que había invocado la mujer, su acompañante, el caballero dragón le explicó que entraría en otra dimensión espacio-tiempo, que él era de un tiempo muy antiguo, Ghirahim no lo creía, eh había leído en los libros antiguos sobre portales del tiempo, de hecho, en esos momentos estaba investigando sobre la posible presencia de uno en la región de Lanayru.
El nuevo terreno parecía tener muy pocos árboles, no se veía la isla en el cielo, aunque bueno, era de esperarse, ghirahim dio un pequeño recorrido y se le explicó el plan y los objetivos de Cía, ese día estuvo solo con Volga, en la noche lo escoltó a su casa de campaña. Aun no se adaptaba a todos esos cambios, pero el deseo de liberar a su amo, era mucho más fuerte que nada.
Ghirahim POV (ghirahim narra)
Estoy aun sentado en mi casa de campaña, espero que esta misión no dure tanto tiempo, odio desperdiciar tiempo valioso, debemos ganar, no quiero hacer un esfuerzo inútil, además, hago esto solo por ese poder...
-Ghirahim, ya es hora, vámonos! la señora Cía quiere que vayas a invocar. - Volga entró a mi casa de campaña. - ¿Quién te crees para hablarme de esa manera? Te exijo que me trates con más respeto, como a un señor de mi categoría- lo miro molesto, ambos son unos igualados, él y la cosa esa de un ojo. No respetan a un lord como yo, ¡dueño de todas las tierras inferiores! aunque... este es otro plano... no importa, entre más rápido termine, será mejor
Tomé mi capa roja y me la puse -Estoy listo, vámonos. - Volga y yo salimos, caminamos hasta reunirnos con los demás, ahí estaba Cía y Wizrro, creo que así se llama el insolente de un ojo.
-Buenos días, señor de los demonios, ya vamos a comenzar, por favor invoca varias hordas de los mejores monstruos. - dijo con una sonrisa burlona, ella tampoco me agrada, pero al menos me tiene más respeto que esos dos insolentes.
Comienzo a invocar, un circulo de luz aparece a mi alrededor, digo mis hechizos y hago algunos movimientos de manos, comenzaron a aparecer enormes hordas de bokoblin y otras pocas de comandantes moblins, me detuve cuando me pareció que teníamos suficientes refuerzos.
-Muchas gracias, Ghirahim. ¡Es hora de avanzar, levanten sus armas y luchen por nuestra causa, el reino de la princesa debe caer! - Todas las hordas comenzaron a gritar, chillar y nos pusimos en marcha, cada quien se separó con varias hordas a su mando, yo fui al oeste, tomamos algunos bastiones y decidí quedarme en uno, al fin y al cabo, para eso había invocado a todos esos monstruos, hubo algunas bajas, pero nada que no se pueda solucionar con más invocaciones.
Estoy recargado en una pared del bastión, solo estaba yo y unos 7 bokoblin, me puse a reflexionar...
-Espero regresar pronto a mi hogar, no tanto por las comodidades de mi mansión, si, es maravilloso dormir en mi enorme cama y tomar baños diarios en mi tina, pero lo que más extraño de todo es mi maestro, desde que esa maldita diosa lo encerró, mi vida entera cambió, me he sentido solitario, perdido, confundido, triste... no es algo que demuestre, debo mantenerme firme y lucir digno de ser el señor de todo, pero... mi maestro... mi amo... lo es todo para mí, aparte de ser su espada, era su mano derecha, su ayudante, su confidente, con quien compartía sus logros, él es mi todo, yo fui creado para servirle, pero mi poder aun no es lo suficientemente grande como para lograr grandes avances, la perra de la cierva de la diosa sigue frustrando mis planes, skychild igual, si ese chico mejora su forma de combatir... será una amenaza mayor para mí, por eso necesito este poder, ¡por eso estoy con estos ineptos!...- trato de calmarme un poco, todo esto me saca un poco de quicio, respiro profundo y veo al cielo despejado -Quien me vea o escuche hablando solo, dirá que he caído en la locura- rio para mí mismo.
El tiempo pasa, siento que disminuyen algunos grupos de bokoblin, así que aparezco otros y los mando, tiempo después siento que el número de bokoblin y moblin disminuye peligrosamente.
-¿que sucede?- voy corriendo hacia donde están dándose las bajas, sigo corriendo y veo varios cadáveres de bokoblin, sigo hasta llegar a un bastión, lo que veo me llama mucho la atención, es un joven muy parecido a skychild, pero con facciones más delicadas, el traje verde es casi igual, a diferencia de que lleva consigo una bufanda azul. viene acompañado de una mujer, ella también se parece mucho a la cierva de la diosa llamada impa.
-Así que ustedes son quienes están causando mis bajas, ¡prepárense para sufrir mi ira!-.