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Russian roulette [BTS +18] por Karirin

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“¿Cómo diablos terminé en esta situación?”

 

Esos eran los pensamientos que rondaban la mente del joven de cabello negro que en estos momentos se encontraba recostado en una cama ajena, con su cuerpo adolorido y el orgullo destrozado.

Cambió su posición a uno de costado. Su vista se perdió en la pared de un celeste pálido frente a él, al mismo tiempo que pequeñas y ligeras lagrimas bajan por sus mejillas, perdiéndose al chocar contra las suaves sabanas de algodón; no sabía porque dejaba salir aquellas saladas gotas.
¿Tristeza? No, más bien era impotencia. ¿Desesperación? No, sería más preciso decir rabia.

Intentó con todas sus fuerzas retener los sollozos que sabía vendrían en breve, se conocía bien y era consciente que en el momento que menos quisiera se quebraría en un llanto cual niño pequeño. Y definitivamente no era el mejor momento.

-Kookie… Yo…

Oh, No. No ahora.

-Jungkook por favor mírame. -Suplicó el mayor a su espalda. Casi había olvidado que aún se encontraba en la misma habitación que él, vistiéndose. -Date la vuelta.

Se limitó a contraer sus pies hasta quedar en posición fetal y negar con la cabeza repetidamente, esperaba que su mayor pudiera entenderlo desde su lugar ya que no estaba en sus planes el hablar, eso implicaba abrir la boca, y bien sabía que si aflojaba la presión que sus propios labios ejercían dejaría escapar aquellos sonidos delatores. No quería. No podía, no le permitiría a su hyung verlo llorando patéticamente como lo estaba por hacer. Con una vez ya era suficiente, pensó.

-Jungkook… -Suspiró. -Te dije que esto era mala idea desde el principio pero no me hiciste caso. -No obtuvo respuesta. - ¿En serio serás así?

El menor tomó aire, debía contestar, no podía dejar que él se fuera así del cuarto o todo empeoraría. Si es que eso era posible. -Yoongi hyung, quiero estar solo. Por favor.
Oyó al mayor bufar para luego escuchar el portazo que daba lugar a su soledad. Volvió a colocarse boca arriba posando su vista en el techo de madera, inhalo profundo dejando sus lágrimas correr libres a la vez que soltó un grito alto y grave, un grito de liberación para su frustración. Quiso patalear como un niño berrinchudo, pero no pudo, pues un jalón muscular se hizo presente en su espalda baja.

“Malditos sean todos, en especial Min Yoongi”

No. Su hyung tenía razón, todo era su culpa, nadie lo había obligado a ello.

 

 

 

Dos años antes.

 

Jeon Jeongguk, un joven adulto que apenas logró terminar la secundaria, algo vago y soñador estaba perdido en las calles de Seúl en pleno atardecer de un sábado. Siguiendo los caminos de su sueño como bailarín -siendo apoyado únicamente por su abuela materna- se encontraba buscando la dirección del departamento que se supone debía ir a ver hace una hora.

-Di-disculpe señora. -Al no obtener respuesta volteó para interceptar al hombre que venía hacía él. -Señor podría… -Nuevamente la persona pasó a su lado sin dirigirle palabra alguna. -Bien, estoy frito.
Se resignó cruzando la calle hasta una plazoleta aparentemente tranquila, siendo un día tan caluroso en pleno verano esperaría verla más llena, aunque no fuera así. Tomó asiento una banca cercana para buscar cómodamente en su celular la dirección, cosa que no había hecho antes pues quería guardar el crédito restante de su móvil estando tan justo de presupuesto.
De hecho, era esa misma la razón del porque debía llegar a ese departamento, es decir ¿Quién en su sano juicio no querría alquilar un departamento amueblado y barato en Itaewon a dos cuadras de la escuela de bellas artes? Al diablo si era compartido con el dueño, teniendo en cuenta que no trabajaba y que ni siquiera estaba seguro de si sería aceptado en la academia de baile ese anunció en internet le había caído del cielo. Por eso mismo, muchos en su situación lo irían a ver y hasta conseguirían un tarto si no se apresuraba.

-Estúpido 4G ¡Más rápido! -Zapateo ruidosamente contra el suelo, logrando así asustar a una pequeña bola de pelos que amistosamente se había acercado a él.

-Ten más cuidado idiota, asustaste a Holly. -Dijo una voz grave y ronca a su espalda causando que encogiera en su lugar, seguro el dueño de la cachorra era un tipo enorme que iba a molerlo a golpes. La había fastidiado en grande y solo era su primer día en la ciudad. - ¡Hey, tu! Te estoy hablando. -Tal vez si corría rápido no lo seguiría, eso esperaba, después de todo estaba detrás de él y eso le daba ventaja. -Mocoso ¿no te enseñaron modales? Cuando un mayor te habla, respondes.

No, no tenía tiempo para responder, se encontraba ocupado ideando una estrategia para su gran escape, dado que no conocía la ciudad debía tener cuidado de no perderse en el intento. Claro que Jungkook no esperaba que una persona se acercara sigilosamente mientras él tenía un viaje a su mente y quedara ahora frente a su cara.

Pero frente a él no estaba el tipo aterrador que esperaba, sino que se presentó lo que Jeon describiría un ángel caminando entre los mortales. Facciones finas y delicadas como la porcelana, al punto que deban la sensación de que se romperían si no tenías cuidado al acariciarlas, piel tan perfecta que la nieve envidiaría el pálido inmaculado que poseía, labios acorazonados y rojizos semejables a un par de pétalos de la más bella rosa de primavera, aquella que te obligaba a observarla, una nariz pequeña pero redondita además de arrugada en gestos de molestia  y sus ojos rasgados deformados en un cejo fruncido le daban a su mirada una sensación comparable a la de un felino al acecho provocando admirarla como si se te fuera la vida en ello. Era una total belleza oculta debajo de un matorral color menta, todo desordenado dentro de un sombrero negro en un intento de disimular el obvio descuido de la persona dueña de esa cabellera rebelde a la hora de peinarlo.

Estaba totalmente ido viendo directo a esos ojos cafés oscuro que le mantenían la mirada con fiereza. No fue más de tres segundos lo que duró antes de que el perdido muchacho reaccionara tragando duro antes de hablar.

- ¡Lo siento! ¡No fue mi intención lo juro, no hagas que tu… amigo me golpee! -Habló rápido y gritado. Calmándose luego para continuar. -Hasta me disculparé con tu cachorra si lo deseas, preciosa. -Añadió con un tono meloso y seductor guiñándole un ojo, pues así era él, no perdía tiempo en saltar a la conquista incluso si la situación no estaba a su favor.
(Nota: Casualmente cuando escribí esto se me cambió la canción a “Playing with fire” LMAO)

Pude ver aquel ceño fruncirse aún más al punto que el labio superior se hendía y alzaba dando una clara vista de las perlas blancas que formaban la dentadura. Lo que vendría a continuación se no lo habría esperado jamás.

-Sabía que estabas imbécil pero no esperaba que a ese punto. -Soltó mordaz “El ángel” de Jeongguk. Provocando que palideciera al notar que la voz ronca salía de las cuerdas vocales del mismo. – No solo asustas cachorros sino que confundes su género y para mejorarlo te equivocas con lo que tengo entre las piernas, excelente.

Decir que Jeon estaba en shock era poco, abría y cerraba la boca intentando formular palabras coherentes luego de lo dicho por quien ahora sabía, era un él.

- ¿Qué, me vas a decir que te has quedado mudo?

El tono condescendiente con el que fue soltada esa frase lo hizo exaltarse para luego dar paso al desconcierto ¿Desde cuando él era así? ¿Desde cuándo no es capaz siquiera de responder una provocación?

- N-no soy idiota, es sólo que… Me has sorprendido, si, eso.

- Si, eso veo. Pero si eres idiota, ¿De qué otra manera me confundes con una chica? -Agregó el contrario poniendo una sonrisa torcida que lo hacía ver aún más desafiante, si es que era posible.

- ¿Disculpa? En mi defensa, estoy seguro que no soy el primero. Es decir, ¿Te has visto en un espejo? -Se defendió rápido Jeon dando una de sus típicas sonrisas con autosuficiencia. Convirtiendo el anteriormente tenso momento en una aparente “competencia de superioridad masculina”.

Ambos mantuvieron el contacto visual fieramente, Jeongguk no pudo evitar entrecerrar los ojos, arrugando su nariz cosa que terminaba por hacerlo lucir tal como un conejo. Esto causo una mezcla de ternura y gracia al desconocido, quién terminó por caer rendido ante la risa soltando carcajadas leves.

-Bien, me has cerrado la boca en mi propio juego, me caes bien pequeño. -Comentó sentándose a la par de Jeon, palmeando su regazo para que el cachorro que creía haber oído, se llamaba Holly, saltara a este. El “pequeño” resonó en los oídos del perdido joven, odiaba ser llamado así además estaba muy seguro que tanto de edad como estatura él era el mayor allí. Lo observó extendiéndole amablemente la mano para estrecharla mientras decía un “Min Yoongi” como presentación auto introductoria.

-Deberías ser más cuidadoso en tus tratos personales sabes, tengo dieciocho, eso quiere decir que soy tu hyung. No te preocupes, olvidaré los insultos y no tendremos que ponernos incomodos. -Estrechó firmemente la mano contraria con felicidad impresa en el rostro. Al menos ya tenía a alguien de la ciudad para preguntar las direcciones y, si tenía suerte, un nuevo amigo.

-Oh, lo siento. Tienes razón, debo tener más cuidado, desde ahora me pegaré la identificación en la frente.

No entendiendo el significado de lo dicho, Jeongguk lo miró incrédulo, captando el momento preciso en que Yoongi le extendía la tarjeta de identificación, la cual claramente se leía “Min Yoongi. Daegu. Nueve de Marzo de mil novecientos noventa y tres.”
Tenía veintidós años. Era mayor que él por cuatro años.
Oficialmente este no era su día.

Min soltó la mano del que ahora se sabía era el menor y pasó a colocarla en el hombro del mismo estrechándolo más cerca de él. -Ánimo, a todos nos puede pasar de dejarnos en ridículo alguna vez. El que lo hayas hecho cuatro veces seguidas no es nada.

-Yo… Lo siento. No quería… Es decir… Eso.

-Oh si, entiendo todo, claro. -Le hizo burla el de cabello menta. -Empecemos de nuevo. Mi nombre ya lo sabes, ahora dime el tuyo.

-Jeon Jeongguk. -Logró murmurar entre pucheros. Estaba realmente avergonzado.

- ¿Jungkook? Es un nombre curioso.

-Jeongguk. -Corrigió hablando más alto.

-Si, como sea, igual te diré Jungkook así que acostúmbrate. -El menor se limitó a alzar una ceja. Estaba bien que fuera su mayor pero el tomarse tantas libertades siendo que apenas se conocían lo desconcertaba. -Como sea, me da curiosidad que hace alguien de tu edad en este parque a esta hora un sábado… ¿No se supone que salen a fiestas o a beber hasta caer?

-No… Bueno sí, pero no podría hacerlo aunque quisiera. Estoy… perdido.

-Ya veo… Eso quiere decir que no eres de esta ciudad, como yo pensaba.

- ¿Tanto se nota?

-Cada vez que abres la boca todo lo que puedo oír es “Busan, Busan, Busan”. Venga ya, te ayudaré a ir donde necesites, de provinciano a provinciano.

- ¿Lo harías? No quisiera quitarte tu valioso tiempo. -Dijo provocando una sonrisa ladina en el contrario, quien balbuceó un “Oye”. -Yo decía~ -Añadió burlón. -Tienes pinta de ser alguien que no le gusta desperdiciar ni que le desperdicien su tiempo.

-De hecho tienes todo la razón, pero, que diré, me has caído bien y como que me recuerdas a mi cuando llegué… Ahora basta de chachara y dame la dirección de dónde quieres ir.

Jungkook, como le había renombrado su hyung , obedeció como si fuera palabra santa enseñándole inmediatamente el anuncio de internet del departamento que se dirigía a ver antes de perderse al mayor. -¿Conoce este edificio? -Preguntó esperanzado, el tiempo seguía corriendo y el temor de que alguien más deseara aprovechar la opción habitacional lo carcomía.

-Si, por supuesto, es a tres cuadras por allá y una a la derecha… -Señaló la esquina del parque contraría a donde se encontraban ellos. -De hecho, vivo allí y… -Más fue interrumpido por un entusiasta joven.

- ¡¿En-en serio?! ¡Excelente, entonces vamos allá a toda prisa! -Aclamó tomando el delgado brazo de su bajito hyung con ahínco provocando que Holly le ladrara antes de seguirles la marcha. -Debo apresurarme antes de que alguien más lo vaya a ver, sabes… Es mi única oportunidad de quedarme en Seúl y… El que vivas allí me motiva más, ya que también tendré un vecino amigo.

La manera suelta en la que lo dijo, la sinceridad que transmitió la sonrisa que añadió al final de la oración provocó que el corazón de Yoongi diera un vuelco para luego acelerarse, dirigiendo sangre a las mejillas, las cuales no se tomaron mucho tiempo para tornarse de un adorable tono rosado bebé.

-Ugh, no digas cosas así de vergonzosas por favor. Guárdalas para tu pareja, hablo en serio Jungkook.

- ¿Pareja? No lo creo, no tengo novia, tampoco es como que planee tenerla si sabes a lo que me refiero. -El leve cejeo intencional causo que el mayor retuviera el aire. ¿Acaso estaba entendiendo correctamente? ¿Dios estaba de tan buen humor aquel día como para poner tal ser escultural y perfecto en su camino? Tal vez debería empezar a creer en él y hasta rezarle seguido si era así. No era ciego, desde el momento en que se apareció de frente a él lo chequeo de arriba abajo más no se había hecho ilusiones, pues los de su tipo solían ser demasiado orgullosos para admitir que se sintieron atraídos hacía él.

 Antes de que se dieran cuenta ambos estaban de pie frente a la puerta del edificio, ingresando Yoongi primero para guiar al oriundo de Busan hasta el elevador.

-A-Ah, bien, supongo. -Ingreso evitando contacto visual, marcando el piso siete. Escuchó un “¿Cuál es tu piso?” que contestó con un breve “El mismo al que vas”. Mentiría si dijera que no estaba nervioso, era la primera vez que alguien lo tenía así, ni siquiera su primer novio lo había logrado dada la personalidad neutra de Min. Era ahora o nunca, estaba decidido. -Jungkook… Antes de llegar quiere hacerte una pregunta seria… -El contrario se limitó a hacer un sonido dando a entender que lo escuchaba. -Tu… ¿Qué piensas de los gays?

Notas finales:

Hello! Sé que tarde mucho en actualizar esto pero les juro que tengo una muy buena excusa y esa es que *Se hace redoble de tambores ella misma* ¡¡ME VOY A CHILE A VER A LOS CHICOS EN MARZO!! Asldkvnwlkenvlwkevnlwekvnweklv aún no me lo creo (ಥa103;ಥ)

Por ésta misma razón he estado haciendo horas extras en el trabajo y dando clases particulares (Sí niñas, la entrada, el vuelo y el hospedaje no se paga solo... Lastimosamente)

Como no quería dejarlas más sin actualizar decidí volver este one-shot en un fic normal, porque hablando en serio de todos modos iba a volverse un two-shot muy muy largo. Perdón por esto pero es que se me vinieron muchas ideas a la cabeza y logré fusionarlas perfecto LOL

En fin, luego voy a actualizar mi JongKey que por esos lares los tengo aún más abandonados ( ; ∀ ;)


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