Estás solo,estás por tu cuenta,¿y eso qué?
Salió de los vestidores sin ánimos de nada,cualquiera en su situación debería estar saltando de alegría, debía admitirlo,no todos los días ganas el Grand Prix y menos a costa de aquellos monstruos del patinaje contra quienes tuvo que competir. Pero pasó,se colocó por encima de todos ellos,llevándose el premio mayor.
Su pecho dolía,sabía lo que esa medalla que reposaba en sus manos significaba,sus ojos cholor chocolate se humedecieron,era hora.
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¿Has perdido la vista?¿Has olvidado lo que tienes y lo que es tuyo?
Los cabellos plateados se movian de aquí hacia allá,el albino corria en busca de su pupilo para poder averiguar que le sucedió,ya que luego de la premiación se había ido corriendo a los vestuarios,una parte de él sabía perfectamente de que se trataba,y estaba triste,por primera vez en la historia hubiese deseado que el japonés no ganara,era la única forma de mantenerlo a su lado.
Si,lo quería a su lado,toda su vida.
Buscó desesperado,hasta que pudo devisar la esbelta figura de Yuri caminando a paso lento y tortuoso hacía lo que suponía debia ser la salida de emergencia que conectaba al hotel,se apresuró hacía su patinador y lo abrazó por la espalda,dejando que su cabeza se enterrara en cuello del otro,aspirando ese aroma a avellana que lo distinguia.
Se quedaron así unos minutos,hasta que la mano de Yuri se posó sobre la cabeza del ruso,dándole suaves palmaditas.
-Yuri yo..-
-Vamos Victor,debemos hablar,es hora y lo sabes..-La voz del moreno no tenía ese toque de inocencia y entusiasmo que siempre poseía el japonés,eso lastimó de sobre manera al de ojoz azules.
-Está bien,vamos-
Yuri se dió cuenta que no iba a soltarlo,asi que sin más caminó hacia la salida,por su parte Victor se dejó guiar.
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Vaso medio lleno,Vaso medio vacío. Bueno,en cualquier caso,no te irás sediento.
El cuarto se encontraba en silecio, más no era ese silencio que ambos solían disfrutar,este era un silencio incómodo,tajante.
Ambos se miraron a los ojos,se analizaron, ¿De verdad lo harían?
-Victor,gané,sinceramente estoy muy agradecido por todo,este tiempo junto a ti fue único para mi,Me mostraste aspectos de mi propia personalidad que no conocía y tampoco sabía que podía llegar a desarrollar. Y eros fue una de ellas. Gracias- Le sonrió de manera cálida,haciendo que el corazón del otro se estrujara,no quería irse- Además,gracias a ti conocí el amor,te amo Victor y lo sabes,pero nuestro trato llegó a su fin,tu debes volver a Rusia,debes volver a patinar, por mi parte,me retiraré-Hizo una pausa y una reverencia hacía su entrenador-Nuevamente muchas gracias.-
Y ahí estaba,el pelinegro miró como la alfombra de su habitación comenzaba a mojarse,levantó la vista para confirmar sus sospechas,Victor estaba llorando.
El ruso había bajado la vista,cada palabra que salía de los labios del otro era una parte de su corazón que se destrozaba. Sintió como la tibia mano de su acompañante lo tomaba por la barbilla obligandolo a subir la cabeza,para su sorpresa,al abrir los ojos,se encontró con la atónita mirada del japonés.
Con su mano derecha,Yuri movió un poco el flequillo plateado dejando a la vista ambos ojos azules,notó como estaban apagados,sin brillo.
Salió de sus pensamientos cuando sintió como la blanca mano del otro alejaba la propia de su cara.
Victor se paró,se acercó al nipón y lo abrazó,no era un abrazo como el que siempre le daba luego de sus presentaciones,este abrazo tenía otro significado.
En ese abrazo Victor le rogaba que no lo dejase.
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Cuenta tus bendiciones,no tus defectos.
Lo besó,Lo besó como nunca lo había hecho,lo hizo con tanto amor,con tanto cariño,jamás pensó que podría llegar a besar alguien de esa manera.
Nuna lo había pensado,no hasta que Yuri se cruzó en su camino.
Victor Nikiforov era un hombre vacío,y según él mismo,patético. Jamás se había enamorado como tal,en toda su vida.
Tuvo decenas de amantes,tanto masculinos como femeninos,cada uno "especial".
Pero Victor Nikiforov nunca se enamoró.
Todo eso se fue al diablo cuando aquel jovencito de ojos café y cabello color noche se cruzó en su camino por primera vez,quizás era demasiado tonto para darse cuenta desde un inicio,pero no pasaron mas de dos semanas para que se diera cuenta de que por primera vez en su vida había caido ante alguien,y ese alguien,era Yuri Katsuki.
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Lo tienes todo,perdiste tu mente en el sonido.
Se separaron de aquel beso,los ojos del japonés se cruzaron con los cristalinos del ruso.
Algo dentro de Yuri le suplicaba que no dejara al otro,que sin ese hombre frente a él,no podría seguir,no sería lo mismo.
Su cabezonería y sentido común pudieron más,llevándolo a esta instancia,a la que no quería llegar,a la que quería evitar a toda costa. Pero le fue imposible.
-Ámame-Le dijo.-Ámame una última vez Victor.-
Los ojos del albino lo examinaron con rapidez,no sabía que decir,por un lado estaba sumamente feliz,su niño le pedía que lo ame,su niño se entregaría a el una última vez.
ÚLTIMA VEZ.
Esa frase rondaba su cabeza. Lo hería. Lo destrozaba lentamente.
Sabía perfectamente que luego de esa noche ya nada sería igual,no podría volver a dormir a su lado,sentir su cálida piel contrastando con la frialdad de la propia.
Katsuki Yuri lo hacía sentir completo. Protegido. AMADO.
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Puedes recuperar tu corona,tienes el control. Deshazte de los monstruos en tu cabeza,pon todas tus faltas en la cama.
Sucedió.
Esa noche,se amaron por última vez,la habitación de aquel hotel fue testigo de aquella separación.
Fue testigo del llanto de Victor,de la tristeza de Yuri. Como así de sus alegrías.
De como aquellos cuerpos se unían,se acoplaban a la perfección,cualquiera podría decir que eran el uno para el otro.
Se amaban,ambos lo sabían,pero ninguno lograba encontrar la respuesta del por que dejaba que el otro se fuera,por que no eran capazes de mantenerse lado a lado.
Los movimientos que ejecutaban estaban perfectamente sincronizados,se conocían a la perfeccion,el suave sonido de ambas pieles chocando,intentaban inúltimente hacerle competencia a los gemidos que los dos hombres dejaban fluír.
Victor acarició el rostro bronceado del japonés,delíneando con su dedo cada facción de su amante,como queriendo memorizar cada una de ellas,cada centímetro de su rostro.
Yuri tomó con ambas manos el rostro del mayor,y besó cada parte de este; Frente,párpados,nariz,pómulos,mejillas,arco de cupido,y finalmente depositó un casto beso sobre los finos labios del ruso. Lo miró con dulzura,lentamente condujo la cabeza del otro hasta acunarla en su pecho.
Comenzó a tararear una vieja nana que su madre le cantaba de niño,ya no podía recordar la letra,pero su dulce melodía quedó grabada en su mente.
Por su parte,el albino se dejó hacer,concentrándose en los latidos pacíficos del palinegro.
Poco tiempo despues cayó dormido.
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Abrió lentamente sus ojos,y miró el reloj de la mesita de noche, 9 de la mañana.
Se removió buscando a la otra persona que debería seguir allí,pero no la encontró,se levantó de un golpe buscándolo con sus ojos,al no ver rastro del otro se dispuso a buscar por los ambientes restante y el resultado fue el mismo. Nada.
Se hallaba tan concentrado en su búsqueda,que no reparó en que las cosas del otro ya no estaban allí.
Sólo encontró una pequeña nota en la mesa del comedor que estaba escrita por puño y letra del individuo.
La tomó entre sus temblorosas manos y pudo leerla,en el papel se hallaba escrito,con una pulcra caligrafía .
"No se gana ni una sola cosa de la misera.
Lo tienes todo,tan solo te perdiste un poco en el camino,puedes volver a reclamar tu corona.
Te amaré toda mi vida,espero que sientas lo mismo hacia mi.
Gracias por todo Victor.
Solo quiero pedirte una cosa,vuelve a patinar. Por mi,por ti.
PUEDES VOLVER A SER EL REY OTRA VEZ.
Y.K"
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Volvió a leer la nota,y la guardó cuidadosamente en su bolsillo derecho.
Se acomodó el cabello y volteó su cabeza hacia los altavoces en donde una voz masculina anunciaba su turno. Se levantó de su lugar y dejó que Yakov lo guiara hacia la pista.
Subió su cabeza y se quitó el abrigo,cuidadosamente se adentró en el hielo.
Dejó que la música lo guiara,no tenía una coreografía prestablecida para esa canción en especal,siendo él,podría permitirse algo así. Que más daba.
A pesar de que solo fue una impovisación,una vez acabada su rutina el público que levantó y coreó su nombre,pero eso no era suficiente para él,lo necesitaba.
Mientras agradecia,pudo dar con aquellos ojos café que lo cautivaron desde un inicio. Tuvo ganas de llorar en ese preciso instante, verlo para do allí entre el montón de gente,mirándolo fue suficiente para hacer que su corazón diera un brinco de felicidad.
Una vez culminada la presentación,recibió un mensaje,uno corto,pero que hizo que todo en su persona volviera a florecer.
"El rey ha vuelto. Y.K"
Cerró sus ojos por un instante,y solo pudo musitar para el mismo.
-Efectivamente,ha vuelto Yuri. Gracias.-
Y lentamente se encaminó hacia los vestuarios.
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