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Vendetta por Cielito_31

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Notas del fanfic:

Los personajes no son mios, son de Yana Toboso  y  solo lo hago por mera diversión.

 

Habrá Ooc porque no sé si logre bien adaptarlos para la historia pero trataré de que sean los más apegados (:

Notas del capitulo:

Hola

Espero que me den una oportunidad con este fic y les pido perdón por los capítulos finales de la otra historia c':

Sé que dije sobre mi amor perdido por el yaoi pero ya lo recordé jajaja

 

Un joven de suave cabello azabache mira por la ventana del automóvil a la par que acaricia su mentón.
Él piensa sobre las cosas venideras, en unos cuantos días tendrá la oportunidad de aprender en una universidad prestigiosa de Estados Unidos; Sebastián quien ve la vida de manera monótona no se emociona con ese logro, para él es lo mismo, el mismo éxito y perfección de siempre ; alguna noche después de  recibir la noticia de ser aceptado como alumno  de intercambio imaginó la posibilidad de comenzar una nueva vida rodeado de personas con costumbres totalmente opuestas y con la libertad de ser sí mismos.
 
“Americanos” pensó.
 
Sin embargo, ya no podía cambiar, él era así, como un alma sin cuerpo fingiendo siempre estar bien. Otra vida, otra oportunidad, felicidad, nada de eso sería para él…
 
 
 
OoOoO
 
 
 
En otro lado a uno kilómetros del joven, una mansión, propiedad de un hombre trabajador y honesto, éste en sus inicios fue un simple chocolatero humilde y servil, con el paso de los años una mujer dulce y creativa tomó lugar a su lado con el título de esposa, juntos emprendieron una chocolatería con nuevas y exquisitas recetas, fue tal su popularidad que sus productos antes que nada eran llevados a la familia real.
 
La hermosa mansión , era resultado de todo lo anterior.
 
-Padre, ha de llegar Sebastián dentro de poco.-
 
El hombre mayor, con un porte serio y duro no dejó de mirar la lluvia por  el gran ventanal del recibidor. 
 
- Hoy se convierte en un hombre independiente, me alegro que mis hijos sean así.-
 
- Como todos tus hijos padre, incluyendo a Vincent.-
 
- Hablándo de mi querido hijo ilegítimo, donde esta?-
 
Un hombre de ropas cómodas y cabellos de un tinte negro-azulado se encuentra bajando por las escaleras centrales.
 
-Aquí estoy padre, hermana- hace una reverencia.
 
- Ah, los modales del siglo pasado de mi hermano-
 
-Fue educado por una gran mujer, culta y educada como ninguna hasta su repentina muerte, que esperamos si no?- Respondió el hombre viendo aún las gotas contundentes.
En ese instante un carro negro se estaciona con agilidad frente a la puerta de la entrada, demasiado cerca pero sin tocar banqueta lo justo para que el joven quedará cubierto por el techo de la lluvia.
 
-Vincent, hoy conocerás a tu otro medio hermano, por favor se amable con el, digamos que-
 
- Es un maleducado-
 
-Hija, por favor una señorita se expresa correctamente. 
 Lo que pasa hijo es que esta entrando en la dura etapa adulta aún tiene carácter de tierno y rebelde adolescente, por lo mismo quiero que se vaya de intercambio así será dueño de sí mismo y podrá madurar lo debido.-
 
Ahora los tres estaban juntos frente a las grandes puertas de madera.
 
-Padre, es hijo tuyo, sangre mía, no importa su temperamento yo he de quererle y cuidarle.-
 
Las pesadas maderas chirraron un poco al abrirse dejando ver a un hombre de muy buen porte, cabellos sedosos y negros  como si de un gato se tratase , una piel blanca como la misma y pura nieve y sus ojos, oh sus ojos, rojos como los de un demonio o al menos así pudo percibirlo el otro hijo.
 
-Padre, Frances- asentó levemente con su barbilla.
 
-Tan maleducado como siempre, tenemos un invitado-
 
Sebastián sonrió de manera cínica y discreta. -Invitado un honor- le tendió su mano.
 
-Igual- estrecharon. 
 
El menor pudo darse cuenta mientras sus manos estaban en contacto que aquel hombre no era mucho mayor que él además de poseer uno de los físicos más bellos que recordaba conocer.
 
Su cabello extrañamente azul, sus ojos llenos de bondad y una aparente y fugaz lujuria. 
Un cuerpo digno y musculoso.
 
Quién sería ese invitado, era una lástima irse tan pronto de aquel continente acabando de conocerlo. Porque conociendo a su familia tal vez se quedará semanas con ellos, como en su infancia cuando las fiestas rebosaban  largamente hasta la media noche en honor a aquellos amigos de su padre.
 
-Sebastián debes saber que él vive conmigo , no nos que daremos por mucho- dijo la castaña clara como si leyera sus pensamientos.
 
“Viven juntos”  pero no, eso no podía ser o sí? Su padre jamás se lo permitiría a su refinada hija.
 
O acaso le odiaba tanto que no lo invito a su boda secreta? Ciertamente el hombre lucía como alguien que sería aceptado por su padre.
 
-Partirán conmigo entonces-
 
-Así es hijo, ellos te llevarán al aeropuerto, están aquí sólo para darte una noticia, considero que tienes la edad suficiente para saberla- el hombre sacó un puro dispuesto a fumarlo.
 
- Por favor Sebastián peina tu cabello desentemente-
 
Su cabello era su principal enemigo, ese largo flequillo de su costado , la marca de su rebeldía.
 
-He escuchado que irás a la patria Libre, tierra de oportunidades!—
 
-Disculpa cuál es tu nombre?-
 
-Oh lo olvide, Soy Vincent Phantomhive-
 
- Phantomhive? Como nosotros?- él recordaba que su familia paterna no existía su progenitor era hijo único. 
 
-Estas en lo correcto- como si fuera el acto más habitual del mundo llegó  el hombre mayor tomando a su hijo por los hombros dando una especie de abrazo masculino -Él es tu medio hermano Sebastián, sólo que su madre me lo oculto hasta el día de su muerte, de no ser así el hubiera crecido correteando por estos jardines al igual que ustedes.- 
 
 
El azabache a pesar de no reaccionar a impulsos, se deshizo de ese aberrante abrazo y saltó un metro de distancia.
 
-Estas diciendo que engañaste a nuestra madre- busco el apoyo de su hermana.
- Eso hijo no te incumbe, los asuntos entre tu madre y yo. –
 
Sintió tanto enojo, como nunca en su vida lo hizó. Las imágenes de su madre enferma, en cama, agonizando cuando apenas eran unos niños, No! Por la apariencia de este hombre no pudo ser después de que la suya abandonara el mundo.
 Lo miró de nuevo en cambio ahora vio el mal encarnado.
 
-Sebastián, comportate como un caballero,  lo sucedido esta enterrado y él ha sufrido lo mismo que nosotros, por favor solidaridad.-
 
Una lágrima resbaló. 
 
-Desde este momento yo dejó de ser un Phantomhive, hacedme la cuenta de lo que debo en dinero, yo costearse mis estudios y seré un gran profesionista , cuando eso suceda les pagaré cada centavo. Sebastián Michaelis , lo afirma.-
 
Subió las escaleras entorno a su habitación para preparar maletas.
 
Abajo los tres restantes miraban la cumbre de ellas como si el muchacho aun estuviera ahí.
 
-Yo debo disculparme- Vincent posó un pie en el primer peldaño.
 
-Hijo no es tu culpa, es la mía ciertamente, creí que lo entendería.-
 
-Consentirás sus caprichos?- 
 
-No Francés, ya desampare a uno de ustedes mucho tiempo, no lo repetiré de nuevo. Mi padre me abandono, yo no lo haré.-
 
 
 
 
OoOoO
 
 
 
Cinco horas más tarde la lluvia cesaba dejando unas nubes cubriendo el sol.
 
Los grandes ventanales del aeropuerto mostraban aviones gigantes listos para ser abordados.
 
Sebastián, cargaba sólo con una maleta grande, tiro su ropa de colores dejando solo la negra porque a partir de ese día estaría de luto por siempre debido a la perdida de su familia.
 
El sonido de una mujer anunciando el vuelo para América paso casi inadvertido para el muchacho que se convertía en hombre al sentarse en ese avión.
 
Tomó su maleta, la colgó en su hombro y partió.
 
Una vez adentro, sacó sus audífonos y reprodujo una pista llamada ‘A spiders thread' porque justamente así se sentía.
 
Estaba cerrando sus ojos cuando un escándalo con la sobrecargo llamó su atención.
 
-Déjeme pasar-
 
-Necesito su boleto caballero-
 
-Sólo dejaré una nota a uno de los pasajeros-
 
-Yo puedo dársela entonces, cuál es el nombre?-
 
-Sebastián Michaelis-
 
La azafata dio media vuelta con nota en mano. Él se paró yendo directamente a donde se encontraba el otro.
 
-Señor- una mirada fulminante la calló.
 
-Se te ofrece algo?-
 
-Ella trae una nota con mi teléfono, por si algún día me necesitas.-
 
La chica le dio el papel. Dudó un segundo y lo tomó para no dar más show a los otros viajeros que asomaban curiosos sus cabezas por el pasillo o encima de los asientos.
 
No dijo nada dirigiéndose a su lugar.
 
Una vez partió el avión leyó la nota.
 
 
‘ Sebastián, me has dado una buena impresión, lamento que nos conozcamos de esta forma quiero que sepas , siempre contarás conmigo y papá nunca te abandonará, este es mi número, llama cuando gustes .
                Vincent P. 
 
                456897321. ‘
 
 
 
No quiso pensar en nada, en realidad él ya estaba muerto.
 
Notas finales:

Ey !  Diganme que piensan que pasará después? 7u7

 


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