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Forastero. por erickkbaj

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Notas del fanfic:

No sabía que otra cosa dar, pero dadas las distancias de esto te hablaba (¿?).

Capítulo I: California High

“No es lo que quería, se acabó”.

Acababa de ver la pantalla brillar de su celular, había estando haciendo un poco de ruido mientras se había levantado para ir a la cocina y beber un poco de leche. Se sorprendió un poco al leer el SNS pero ¿Qué más podía hacer? Sólo habían pasado unos cuantos meses desde que estaba saliendo con aquella chica.

Colocó un poco de ramen en la estufa, solo era necesario calentarlo y listo, pero mientras borraba cosas de su celular y veía sus redes sociales pudo oler que algo quemaba. No supo cuanto tiempo pasó pero el agua de su ramen ya no estaba y ahora estaba todo negro. No parecía ser un buen día.

No sentía muchas cosas, tal vez la chispa por la vida se había apagado por fin, o solo había salido de viaje dejándolo solo. Sin más que hacer aceptó la propuesta de sus amigos de salir a pasar un buen rato, en alguna fiesta o vaya a saber qué cosa, mientras podría tener su mente distraída, o al menos despertar un poco.

El sonido de la música era muy alta, todo retumbaba y la gente se amontonaba para frotarse entre ellos en medio de la pista de baile, una chica se le acercó, sabía lo que quería y una sonrisa burlona se escapó de sus labios, la plática al menos era interesante y cuando menos lo pensó sus labios se frotaban con los de aquella chica desconocida, ninguno preguntó su nombre, ya estaba acostumbrado a este tipo de encuentros, pero mientras la chica parecía estar en un mundo alterno Dean, como se hacía llamar Kwon Hyuk, abría sus ojos y viraba sus ojos molesto, frunciendo su entrecejo cuando la chica le jaló con fuerza su labio inferior, entonces él la empujo para alejarla, no tenía ánimos después de todo. Y seguía siendo un día de mierda.

***

Jung Hun Chul siempre se había metido en problemas, licor en el colegio o peleas entre sus compañeros ya no eran para sorprenderse. Su familia estaba harto de la situación y de él, aunque de cierto modo siempre lo habían abandonado.

Tocó fondo cuando por una sobredosis de narcóticos lo hizo quedar una semana en el hospital inconsciente, sus padres lo mandaron a una rehabilitación en Los Angeles, pero no porque estaban interesados en él, no, lo habían exiliado en aquella ciudad desconocida.

Ya habían pasado un par de años, se estableció en la ciudad y comenzó a dominar el idioma, aunque había dejado las drogas había encontrado mejores sustitutos; el cigarrillo entre sus dedos siempre estaba, y su aliento a licor fuerte parecía ser su colonia. Salir a fiestas en Los Angeles era su pasatiempo favorito, a veces trabajaba con mesero en unos bares, cuando sus padres lo castigaban y no le mandaban el dinero suficiente, pero casi todo su tiempo lo invertía en fiestas por las noches, chicas en la cama y resacas por la mañana, algo que se le fue haciendo rutinario, pero ya no conocía otra clase de vida.

Cuando chico, se había interesado por la música, solía hacerla con sus amigos pero la “diversión” de aquel entonces lo sobrepasó y una cosa llevó a la otra y ahora se encontraba contemplando un vaso de Ron lleno de cubitos de hielo.

***

Aburrido de una vida llena de rutinas y una mente estancada en el fondo blanco decidió viajar a donde quisiera, Tokio…muy cerca, Moscú muy raro, Berlín muy frío. Veía la televisión a través de su celular, un comercial de deportivas anunciaba su sede en Los Angeles, Los Angeles ¿Por qué no?

El viaje fue largo, y no salió de su habitación por un día. Descansado, y dispuesto a lo que pasara tomó una camisa color café, muy  oscura, unos jeans algo ajustados y rotos de las rodillas, una sudadera

Se encontraba algo desanimado, el viento soplaba con fuerza haciendo que sus cabellos se hicieran hacia atrás, la cálida brisa masajeaba su cuerpo, extendiendo sus brazos entregándose a ella. Cuando abrió sus ojos pudo ver un gran avión pasar sobre él, la sensación de ser un diminuto ser le hizo sonreír.

—Que aburrido es todo. —Comentó para sí mismo. Se alejó de la arena tomando el camino de regreso a casa. Después de tanto insistirle a uno de sus amigos por fin tendría donde dormir estando en Los Angeles, no era el gran departamento, pero eso a nada y gratis se daba por bien servido.

Cuando había llegado al aeropuerto un par de días atrás trató de pedir indicaciones con su torpe inglés puesto que las indicaciones de su aplicación de GPS no lograba entender. Después de al menos unas cinco horas pudo encontrar el lugar donde debería de llegar, era un vecindario tenía buena pinta de ser tranquilo, al abrir la puerta de la casa pudo ver que todo era lo ordinario; sofá, televisor, cama, cocina, baño. Nada fuera de lo normal como había pensado. Quería descansar, y no sabía que estaba haciendo solo, en una ciudad completamente desconocida, donde apenas y sabía el idioma, tal vez sería una nueva aventura que contar después, solo salir de la maldita rutina que era su vida de compositor fracasado en Seúl, tal vez solo buscaba el sueño americano del que siempre hablaban.

Pasaron varios días hasta que decidió tomar una chaqueta de cuero negro, llena de cierres inútiles que lucían un espléndido diseño, unos pantalones rasgados que dejaban ver sus rodillas y partes de sus muslos, junto a unos zapatos oscuros y una camisa color chocolate, se había peinado hacia un lado, pero sin lograrlo, al estar su cabello lo suficiente largo como para desacomodarse y él siendo lo suficientemente paciente para todo decidió largarse a la calle de esa manera.

 Había caminado ya casi una hora lejos del lugar donde dormía, encontrándose en medio de la ciudad reviso desde fuera uno a uno los lugares donde la gente se reunía. Unos muy concurridos, otros muy solitarios, otros con música agradable y otros donde simplemente debía de huir. Encontró un antro-bar LGBT, la idea de entrar surco por su cabeza pero tan pronto visualizo ciertas imágenes en su mente declinó la idea.

—Me gusta caminar, no gracias... —Rió para sí, encontrándose con un lugar donde la música era buena, no había mucha gente pero no lucía solitario y la fila para entrar veía a bellas mujeres con las cual podría tener alguna oportunidad si se lo proponía.

HunChul había entrado a uno de sus lugares preferidos, aunque estaba aburrido de las fiestas su amor por el licor, la música y los cigarrillos lo hacían visitar el "California High" un antro donde se encontraba lo mejor de lo mejor, claro no tan conocido pero le había gustado en el poco rato que trabajo ahí.

—Doble, ya sabes —Murmuró al barman, sonriendo mientras esperaba el primer tramo de su noche, tal vez solo se emborracharía.

Dean ya no sabía cuántas mujeres lo habían rechazado, al parecer no tendría oportunidad, y tan pronto como reaccionó fue a sentarse en la barra, pidiendo el trago de especialidad del lugar.

—Tú inglés no es bueno. —Murmuró HunChul al chico desganado que acaba de sentarse a su lado.

—No es mi culpa no interesarme por el idioma. —Frunció su entrecejo al escuchar al extraño hablar su idioma, vestido con una camiseta blanca junto a una chaqueta negra y unos jeans sencillos.

—Por lo menos así tendrías una oportunidad y podrías follar, así das risa... Tan patético. —Tomó el vaso que recién había pedido, bebiéndolo de un solo trago mientras el otro chico tomaba entre sus manos el suyo.

 —Ya no tengo ganas de nada. —Fastidiado bebió de un solo trago su vaso, aunque éste quemara, no quería lucir como un niño delante del extraño.

—No te desanimes, solo práctica. —Le trato de consolar, palmeando su espalda riendo al ver su expresión después de beber. — ¿Cuántos años tienes? Pareciera que nunca has bebido.

 —Cállate. —Le quitó su mano pidiendo otro trago y doble esta vez.

—Que niño tan grande, traeme uno doble, vamos pediré lo mismo. —Dean alzó su ceja al verle, sonriendo de medio lado mientras sus bebidas llegaban. Los vasos empezaron a acumularse alrededor de ellos, reían al empezar a ahogarse o dar señales de devolver el estómago, HunChul golpeaba el brazo de Dean cada vez que este tardaba más que él en acabarse su trago al estar compitiendo, charlando sobre lo bueno que era vivir lejos de casa, lo bueno de Los Angeles.

—Deja de pegar, que duele —Dean se quejaba mientras hacia un tenue puchero con sus labios. HunChul abrió sus ojos y detuvo su risa, sintió su entrepierna apretar al ver al chico haciendo tal gesto, pidió otro trago tratando de pensar en otra cosa.

—¿Cómo te llamas? —Le pregunto mientras esperaban sus vasos, sobando su cabeza sintiéndose un poco mareado.

—Dime Dean. —Podría estar mareado y no tener buen equilibrio pero seguía consiente, no quería que supieran su nombre, solamente ocuparía otro. — ¿Y tú?

—Dime Iron. —Sonrió girándose para ver al chico, tampoco usaría su verdadero nombre aunque "Dean" le dijera el suyo.

—No te queda, usa otro. —Rió tomando su vaso, pero Iron le había empujado por lo que su bebida cayó sobre su torso.

—Idiota. Ya mejor me voy, tú pagas. —Se había puesto de pie con la intención de irse, lo que sintió después fue su cuerpo ser empujado contra la barra, sus manos ser inmovilizadas y un chico más alto que el manoseando sus pantalones.

— ¿Qué mierda haces? —Trataba de separarse.

—Pareciera que tus ajustados jeans están ardiendo, vi como te movías al bailar. —Murmuraba forcejeando con él.

—Y ¿Eso viene a? —Cuestionó mientras era apresado contra  la barra, el licor en su sistema no ayudaba, solo actuaba torpe.

—También pagarás —Iron saco de sus pantalones un par de billetes, tomando su cartera y pagando después. —Me agradan tus proporciones. —Pasaba su nariz sobre su cuello, olfateando el aroma de su colonia. —Eres distinto. Quiero ver cómo te mueves.

—Tu coreano es torpe ¿No lo hablas ya? —Trataba de alejarlo pero solo sentía la rodilla del más alto frotarse entre sus piernas.

—Mi torpe coreano no es un problema. Podemos hablar con el cuerpo. Vamos, dejame ver que hay debajo. —Murmuraba con ronca voz metiendo su mano debajo de su camiseta.

—Lo mismo que tú tienes. —Murmuraba con… ¿Enojo? ¿Qué era ese cambio en su voz?

—Después de conocernos sabes lo que haremos, no te voy a dejar ir. —Murmuraba Iron a su oído, pasando su mano por su espalda atrayendo le más. 


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