Mi vida siempre ha sido feliz, claro, si no tomamos en cuenta todo lo que me costó aceptar que estaba enamorado de Naruto, un hombre, al inicio fue difícil aceptarlo, pero luego, las cosas cambiaron y ahora lo amo más que a mi propia vida.
Hace 10 años que estamos casados y nuestro matrimonio va muy bien, solo que... Siento que ya no me ama como antes. Antes me besaba al llegar y al salir, ahora solo se despide con un adiós y moviendo la mano, no se si sea lo que estoy pensando... Pero qué cosas estoy diciendo, yo amo a Naruto y se que el siente lo mismo por mi y hoy voy a demostrarlo.
Caminaba por las frías calles de la ciudad, estaba yendo caminando hacia la empresa en donde trabajaba mi querido esposo, le iba a dar una sorpresa, pues hoy iba a ser nuestro décimo aniversario de bodas, no podía esperar a ver su reacción cuando lo viera llegar.
Caminaba feliz, aunque no lo demostrara, paro frente a una pastelería, pensaría comprarle un dulce de los que tanto le encantaban a Naruto, pero cuando le entregaron el dulce y pago, se dio vuelta.
Su felicidad desapareció en un momento, esa escena se había llevado toda su felicidad. Ahí estaban Naruto y Sakura, su secretaria, besándose con pasión mientras que el rubio le acariciaba el trasero. Su corazón se rompió al ver esa escena, tanto que dejo ahí tirados los dulce y corrió a su casa.
Al llegar ahí, se sentó en el sillón y pasaron por su mente cada uno de los recuerdos de ellos, desde niños hasta ahora, no quería derramar ni una lágrima, pero le fue imposible, comenzó a llorar desconsoladamente, se hizo creer a si mismo que lo que había visto era solo una ilusión, algo ficticio, que creo su mente por eso decidió esperarlo con una gran cena por su aniversario.
Espero...
Espero un largo tiempo, hasta que pasaron las una de la madrugada, ahí no tuvo opción, dejó de mentirse a si mismo y tomo todas sus cosas en una gran maleta y luego salió de la casa. Llamo a su hermano y solo le dijo con voz cortante "Puedo quedarme en tu casa esta noche?" A lo que su hermano respondió un "Si" su hermano preocupado no decidió hacer más preguntas, ya tendría tiempo para eso.
Subió con sus cosas a un taxi y este partió rumbo a casa de su hermano. Una vez ahí, bajo, pago y camino hasta la casa para luego tocar la puerta. Abrieron la puerta, ahí estaba un chico rubio de ojos azules, Deidara. Paso a la casa y los dos presentes lograron notar que sus ojos estaban hinchados y sus mejillas húmedas por tanto llorar.
- ¿Que te ocurrió? - pregunto mi hermano a lo que solo le respondí con lágrimas en los ojos la verdad, no podía ocultárselo, no, ya no podía.
Siempre creyó que su matrimonio estaba bien, se amaban... O eso creía, al parecer solo estaba amando por dos, nunca creyó que Naruto se atreviera a engañarlo, conocía a Naruto y el no era de esas personas, pero al parecer no lo conocía muy bien y al contrario de odiar el saber que le engañaba, agradecía eso, pues ahora pudo darse cuenta de la persona que en realidad era Naruto.
Su hermano y su novio, Deidara, quedaron sorprendidos al oír la historia, ellos también conocían a Naruto y nunca creyeron que fuera capaz de tal cosa.
- Otouto, no llores... - Dijo mi hermano al notar las lágrimas resbalar por mis mejillas
- El no merece tus lágrimas - Dijo el rubio cruzado de brazos, al parecer estaba molesto, siempre me vio como su hermanito menor.
- Dei, tiene razón, el no merece que gastes tus lágrimas en el - Mi hermano me sonrió quitándome las lágrimas de los ojos con sus pulgares.
- T...Tienen razón, ya no llorare por el - dije firme y seguro, ya no quería seguir derramando lágrimas por alguien quien no se las merecía.
Todo lo que vivimos y pasamos juntos, todas sus sonrisas, todas sus promesas de amor eterno, todos sus besos y caricias... Todo... Fue un Engaño.