Una lesión es todo daño corporal causado por una herida, golpe o enfermedad. Se divide en 3 principalmente; leve: no impide el trabajo habitual, no necesita atención médica y en caso contrario es menor a 15 días; menos grave: aquella que por más de 15 y menos de 30 produce inutilidad para el trabajo y necesita atención medica; grave: causa perdida o inutilidad de un miembro y/o órgano, o incapacita el trabajo más de 30 días.
Para Kagami Taiga el día, aunque soleado y con temperatura agradable, era en palabras cortas, horrible, para su ánimo sería mejor una tormenta, no, mejor una lluvia constante y de cielo gris y frio. Su padre que estaba a lado suyo solo puso la mano en el hombro ajeno en muestra de apoyo, mirando por la ventana del taxi, no esperaba que después de tanto tiempo de ver a su hijo tuvieran que pasar por una situación tan difícil. Aun recordaba el día que llego, que fue cuando el mundo del más joven se derrumbó.
-.-.-
Un pelirrojo iba corriendo por la calle, una enorme sonrisa adornando su rostro mientras que en una mano apretaba su celular. El motivo de la prisa era un mensaje de parte de su sombra, en la cual lo invitaba a jugar basket junto a la generación milagrosa junto a Tatsuya, Furi y Takao, oferta y oportunidad que claramente no iba a desperdiciar.
Llego casi sin aliento a la cancha, donde ya Kise y Aomine se encontraban calentando un poco siendo observados por el resto.
-Bakagami, llegas tarde-
-Silencio Ahomine, no es culpa mía que Kuroko me avisara tan tarde-
El moreno dejo lo que hacía y se acercó al otro, buscando hacer una pelea entre los dos, pero fueron detenidos por un golpe al costado en cada uno, y eso causo un grito de dolor y que ambos se tiraran al piso, mirando al más pequeño de todos con molestia.
-Kuroko!-
-Por favor, contrólense, son demasiado infantiles-
De ambos solo salieron suspiros de molestia, pero que podían esperar, así era su amigo y no iba a cambiar. Para ese momento el resto ya se había relajado lo suficiente, así que organizaron los equipos, aun cuando fue más una orden de Akashi que aún conservaba esa aura de respeto, y más desde el torneo contra Jabberwock, pero de cierta manera habían logrado mantener un equilibrio, mientras de un lado estaba la GoM, del otro Kuroko junto a Takao, Kagami, Tatsuya y Furihata, que aún se preguntaba cómo había terminado metido en eso.
Al principio el juego era un poco disparejo, pero conforme avanzaban las jugadas se empezaba a emparejar un poco de manera que en algunas ocasiones el equipo del pelirrojo pudo anotar de manera continua, causando cierta frustración en Murasakibara, y en un momento y estando Kagami poco más atrás de media cancha que decidió intentar un meteor jam, o por lo menos eso parecía, ya que de un momento a otro, y evitando ser tapado por Aomine, bajo y corrió al aro, el resto esperaba ver otro de los saltos gigantes de Kagami, pero en su lugar paso la pelota a Tatsuya, que lanzo y encesto.
El juego continuo de esa manera, con Kagami en momentos evitando saltar y en su lugar haciendo pases, y eso era raro, demasiado, así que Akashi decidió prestar atención al chico, esperando encontrar una explicación, y fue en un salto que lo noto, seguramente Taiga ya había pasado su límite y se sobre esforzaba, nada sorprendente, por lo que decidió detener el juego.
-Akachin, porqué paramos?-
-Kagami, te encuentras bien?- ante la pregunta de Furihata prestaron atención al nombrado, que se veía demasiado cansado para lo poco que se había jugado.
-Es cierto Bro, no te ves muy bien-
El resto solo se acercó y el 10 de Seirin no pudo más que sentirse nervioso por las miradas sobre él, demasiada presión para el chico, así que solo se hizo para atrás levantando las manos y negando rápidamente con la cabeza.
-No es nada, seguramente es cansancio por entrenar toda la semana y jugar hoy- se justificó lo mejor que pudo, pero parecía que eso fue suficiente.
-Bien, pero aun así no deberías exigirte mucho Kagamicchi
El pelirrojo asintió y justo iba a comentar algo sobre la cara de burla de Aomine cuando su celular sonó, tomándolo de la banca con una sonrisa.
-Hey dad, what´s up?- Taiga sonreía enormemente y se alejó de sus amigos para tener una conversación, por lo visto, muy animada con su padre.
-Che, a veces olvido que Kagami estuvo en E.E.U.U.- se quejó Aomine mirando cómo se reía de algo dicho por la persona al otro lado antes de acercarse corriendo a ellos.
-Tatsuya, el viejo va a venir, más bien, me dijo que estaría aquí mañana- expreso emocionado, tenía ya casi 3 años sin verlo, seria genial hablar cara a cara de todo.
-Eso es genial Taiga, cuando llegue debes decirme, después de todo también tiene tiempo que hablo con el- ambos chicos estaban tan emocionados que se olvidaron de sus compañeros.
Mientras que estos solo se miraban, comprendían un poco la emoción del tigre, pero aun así, se perdían demasiado en los diálogos de los dos chicos enfrente suyo, por lo que fue Kuroko quien decidió interrumpir.
-Kagami-kun, Himuro-kun, sé que están emocionados, pero agradeceríamos que nos expliquen un poco-
La voz del jugador fantasma logro que se dieran cuenta de su accionar, avergonzándose un poco, pero aun así explicaron un poco la situación, pero al ser ya tarde todos fueron a comer y después de ahí se encaminaron a sus casas, ya que algunos aun debían tomar el tren.
-Seguro que estas bien Kagami?- volvió a preguntar Furi preocupado.
-Estoy de acuerdo con Furihata-kun, creo deberías tomarte un descanso mañana, ya le diré a la entrenadora yo-
-Estoy bien, pero aun así, me gustaría me cubrieran, pienso faltar a la escuela para aprovechar tiempo con el viejo- explico un poco avergonzado.
Los dos más pequeños prometieron ayudarlo y terminaron por despedirse para cada quien dirigirse a su casa, pero en cuanto Kuroko y Furihata se perdieron de vista Kagami se permitió hacer una mueca de dolor y agarrarse la rodilla izquierda, el dolor punzante que sentía desde hace días seguía ahí, mañana le diría a su padre, no quería preocuparlo, pero seguro que le acompañaría al médico, y agradecería eso.
Despertó no gracias a su alarma, si no al ruido que venía de la cocina.
-Cocina, que?- el de ojos rojos se levantó de golpe, pero un olor delicioso llego a su nariz, causando que saliera de la cama rápidamente.
-Veo que ya despertaste- lo saludo un hombre de cabello negro con tonos rojos y algunas canas.
-Dad, when?- unos ojos igual de rojos le devolvieron la mirada.
-Japonés Taiga, y cierra esa boca- respondió en su lugar, sirviendo dos platos de hot cakes en la mesa, la cual ya tenía jugo y café en ella- ahora siéntate y desayuna con tu viejo-
-Me hubieras llamado, hubiera ido al aeropuerto a recibirte- se quejó.
-Y perderme tu cara durmiendo?, o preparar el desayuno?, no gracias- ambos se sonrieron y se dispusieron a comer.
El resto de la mañana fue tranquilo, hablaron sobre basket, sobre sus amigos, le platico más a detalle de su reconciliación con Tatsuya, también sobre la amistad rivalidad con la GoM, discutieron un poco de la escuela, además hablaron sobre el trabajo de su padre, como estaba su madre, aun cuando ambos estaban divorciados quedaron en buenos términos, y en un momento llego el tema que quería evitar.
-Entonces, tienes alguien especial, cierto?- su padre sonrió con un poco de burla, pero también cariño.
-Sí, pero ya sabes, es-
-Hombre?, Taiga, te dije que no me importaba eso, mientras te haga feliz-
-Pero aun así no creo gustarle, pero podría presentártelo después- ofreció.
El mayor asintió y desvió el tema a otros asuntos como el hecho de vivir solo en Japón, y asegurándose que no necesitara más dinero, y cuando vio que todo estaba bien se levantó y camino hacia la puerta.
-Qué esperas?, vamos a caminar-
Kagami solo se levantó, tomo una chaqueta y sus llaves y siguió a su padre. Todo el día había estado bien, comieron en el Maji, ambos de manera exagerada, mostrando un poco de la ciudad, evitando la escuela para no meterse en problemas, y en momentos solo deteniéndose a platicar un poco sobre algo que les haya llamado la atención.
-Gracias por no decirme nada de faltar a clases-
-Es viernes Taiga, disfrútalo-
El menor iba a soltar un comentario a eso, pero el dolor en su rodilla se hizo más intenso, al punto de caer al suelo, su padre solo se agacho preocupado y miro a su hijo antes de levantarse y detener un taxi. Por lo visto había algo que aún no le decía.
-Al hospital más cercano por favor- volteo a ver a su hijo esperando una explicación.
-Algo me paso, no sé qué sea, pero en momentos la rodilla me duele, te iba a decir, pero lo olvide- Shiro solo asintió, sabía que su hijo no le mentiría.
Llegaron al hospital y en espera de ser atendidos se miraron un rato a los ojos hasta que les llamaron, y solo entonces Shiro tomo a su hijo de la cintura, no permitiendo poner mucho peso en su pierna.
-Buenas tardes, soy el doctor Midorima- si Kagami tenía dudas al principio, ahora era bastante obvio, esos ojos verdes no eran tan comunes -me puedes decir el problema?-
Mientras tanto Midorima caminaba de mala gana al hospital en busca de su padre, no entendía por qué era el quien tenía que llevar el almuerzo, podría aprovechar el tiempo practicando, aunque Oha Asa había asegurado que descubriría algo interesante hoy, además, miro su mano izquierda que cargaba un pingüino de peluche, tenía su objeto de la suerte, dudaba que fuera a pasar algo muy interesante.
Olvídenlo, que hacia Kagami saliendo del consultorio con una mirada de preocupación tan grande?, y quien era el hombre a su lado?, aun así prefirió esconderse y cuando se aseguró que se habían ido pregunto por su padre, sorpresa, en el mismo cubículo de donde salió el pelirrojo.
-Mama me dijo que lo trajera- extendió el almuerzo a su padre.
-Qué pasa?, y no digas que nada, te conozco Shintaro-
-Ese chico, que pasa con él?- eso pareció llamar la atención de su padre que lo miro fijo antes de volver la vista a unas anotaciones.
-Es lo que voy a averiguar, pero no te pienso decir nada, regla medico paciente- y supo que eso era lo único que obtendría.
Se despidió y salió con un mal presentimiento, tendría algo que ver con lo de ayer?, intentaría obtener más información antes de hacer un drama, tal vez solo era algo como no comer más hamburguesas por un tiempo o parecido, si, podía ser solo eso.
El departamento se mantuvo en silencio, ninguno sabía que comentar, y hasta que no volvieran al hospital el domingo la incertidumbre se mantendría.
-Qué pasa si es algo muy malo?-
-…volveríamos a Estados Unidos- vio cómo su hijo levanto la cabeza de manera brusca -no me veas así, si es lo mejor, lo haremos-
Taiga asintió, sabía que su padre solo quería lo mejor para él, pero era difícil imaginarse dejando Japón, dejando atrás todo, pero primero tenían que saber los resultados de las radiografías. Shiro se levantó para hacer la cena, pero al igual que el resto del día fue silenciosa.
El sábado paso como un sueño, ansiosos ambos de los resultados en cuanto llegó el domingo y ambos desayunaron se dirigieron al hospital siendo recibidos casi de inmediato, el doctor traía un folder en mano y miraba a los dos hombres enfrente de el con calma, buscando explicar la situación.
-Taiga-kun quiero que entiendas esto que te diré, lo que te pasa no es tan raro, en jugadores de liga, tu por otra parte estas aun en etapa de fortalecimiento y crecimiento, supongo que es por eso lo que sucedió-
-Deje los rodeos, que tiene mi hijo?-
-Rotura del LCA, también conocido como ligamento cruzado anterior- miro a Taiga seriamente -seguramente podríamos haber evitado mucho si hubieras venido antes, de manera personal, y más por no ser especialista, te recomiendo reposo absoluto, utiliza muletas si caminas, usa un vendaje y mantén la rodilla elevada- volvió la vista al folder -además, cuando te recuperes, no podrás seguir jugando basket más que como pasatiempo-
Y su mundo se derrumbó en ese instante.