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Universidad de Kirkwall por yoru reverie

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Notas del fanfic:

Uyy

habia ido siempre con los originales en esta pagina porque me gustan.

pero me gusta también de volver al fanfiction, es mas relajado y tiene su diversión.

Y por supuesto que me voy al fanfic de Dragon age II y por supuesto que será todo Fenhawke

No se cuantos lectores de habla hispana tiene este fandom, pero a mi me encanta y por eso lo posteo XD

 

sin mas retraso, aqui va

Notas del capitulo:

Si les interesa este fandom, este trabajo también está posteado en AO3 

http://archiveofourown.org/works/9686147/chapters/21866981

(AO3 es maravilloso, hay un monton de Fandoms involucrados aunque la mayoría de los trabajos está en inglés)

no, no es un plagio, mi nickname allá es Sybillspace, puedes encontrarme en tumblr con el mismo nombre ;) 

Fenris despertó de inmediato al sonido del despertador aquella mañana. Se apresuró tanto al bajar de la cama que uno de sus tobillos, enredado en las sabanas, lo traicionó haciéndolo caer bruscamente. Mientras se acariciaba la adolorida rodilla que había amortiguado su caída matutina se dio cuenta de varias cosas.

Primera, hizo demasiado ruido al caer.

Examinando el suelo se dio cuenta de otra cosa; el suelo era de madera (o algo parecido a ella), nada que ver con el suelo de cerámica blanca que reconocía como el de su habitación durante los últimos largos años.

La siguiente cosa de la que se dio cuenta fue que, de hecho, aquella no era su habitación. Sonrió ampliamente saboreando el sentimiento que le producía el desconocido azul pastel de las paredes y el mobiliaria sencillo, pero elegante que lo rodeaba.

La última cosa de la que se dio cuenta, fue que se estaba entreteniendo demasiado con sus pensamientos, todavía sentado en el suelo sobándose la rodilla y que si seguía allí iba a llegar tarde a su primer día de clases.

Una vez duchado y desayunado (más bien encafeinado) estuvo listo para salir. Observó el departamento desde la entrada, todas las paredes eran del mismo azul pastel que su habitación, mientras que el cielo era de color blanco, el mobiliario seguía el mismo estilo sencillo pero lujoso y elegante que Fenris tanto detestaba. Aun así era un buen lugar; claro y seguro, su habitación, la única del departamento tenía un balcón bastante amplio con vista a casi todo Kirkwall desde el piso 15, en el barrio más acomodado de la ciudad.

Fenris suspiró, odiaba las cosas elegantes.

Una vez en la calle, saco su celular para revisar cual sería la ruta mas rápida hasta la universidad, una vez la tuvo memorizada se detuvo a saborear el momento.

No podía creer que estaba en Kirkwall, por fin, solo y lejos de Tevinter por lo menos por los próximos cuatro años, sin tener en cuenta las vacaciones, pero ya pensaría en algo que hacer respecto a eso.

Kirkwall, antaño había sido una de las ciudades del antiguo imperio de Tevinter, una de las tantas donde se concentraba el trafico el esclavos. Varios siglos de revueltas y guerras la habían convertido en lo que era ahora, una animada ciudad universitaria.

Aun así los vestigios de su pasado violento y sanguinario persistían; en  los monumentos erigidos a lo largo de la ciudad para honrar a sus héroes y a sus dioses y en distribución de sus barrios y calles. Tanto Darktown como Lowtown estaban construidos concéntricamente alrededor del barrio central donde vivía ahora Fenris; Hightown.

Aquella distribución, según lo que Fenris había leído, había sido útil para contener las revueltas de los esclavos, se aislaban los sectores conflictivos separándolos de Hightown para mantenerla segura y se podían quemar los otros barrios para matar cualquier intento de rebelión entre los esclavos, luego de los incendios los esclavos eran repuestos y la ciudad volvía a funcionar. Horrible, pensaba Fenris.

Ahora en cambio, Lowtown era un animado barrio universitario que albergaba varias universidades pequeñas, institutos y academias de diversos tipos, además de todo lo necesario para que un barrio universitario funcione como tal; librerías, cafés y puestos de comidas de todos los tipos y precios posibles.

En la cima de todo aquel movimiento estudiantil, estaba la universidad de Kirkwall, una de las más prestigiosas de todo Thedas y Fenris iba a estudiar ahí, gracias a todo su esfuerzo y a una generosa beca.

Fenris sabía que su padrastro habría pagado cualquiera hubiera sido el costo de cualquier cosa que Fenris hubiera querido estudiar en Minrathous, Tevinter, sin importar que tan cara fuera; Pero una beca en una prestigiosa universidad extranjera le daba la oportunidad de alejarse lo más posible del alcance de ese bastardo.

Fenris sabía que Danarius no se podía arriesgar a los rumores y habladurías, no si quería volver a ser parte del magisterio de Tevinter y debido al prestigio de la universidad de Kirkwall, que le había dado una beca completa a su hijastro, Fenris sabía que habría sido muy estúpido de parte de Danarius negarse solo para mantenerlo a su alcance. Sin embargo, Danarius había accedido con una condición: Fenris viviría donde Danarius determinara que era adecuado, volvería a Tevinter en cada descanso, vacaciones o día festivo y al primer escándalo o problema en que se viera involucrado, sería devuelto inmediatamente a Minrathous. Fenris podía con eso.

Perdido en sus pensamientos acerca de la ciudad y su padrastro, casi no se dio cuenta de que ya se encontraba en el campus, hasta que la vista del edificio principal lo saco de golpe de sus ensoñaciones.

Era una mansión gigantesca y antigua, obviamente reparada y remodelada varias veces, siempre manteniendo el estilo arquitectónico de las calles históricas de Kirkwall. Aquella, en época del imperio debe haber sido la residencia de algún magister o por el tamaño, quizás incluso un circulo de magos.

El campus completo era enorme y habían varios edificios más (no tan fascinante y grandes como el edificio principal, pero seguían manteniendo el estilo arquitectónico) desperdigados por lo que parecían varias hectáreas de patios verdes y zonas de descanso, Fenris había leído que incluso tenían una laguna y un jardín botánico.

Fenris apuró el paso y se dirigió al hall del edificio principal, donde se supone que recibiría la bienvenida, instrucciones y su horario de clases.

Por dentro el edificio era igual de magnifico y Fenris no podía dejar de mirar hacia todos lados como un maldito turista, la decoración y el mobiliario parecían ser más funcionales que decorativos, pero seguían siendo bastante impresionantes, todo estaba en la paleta de colores del escudo de Kirkwall, diferentes tonos de dorados, blancos y rojos.

Estaban rodeados por ventanales altos y grandes que dejaban pasar una gran cantidad de luz solar, cada dos o 3 ventanales encontrabas uno con vidrios pintados en diferentes patrones y escenas, parecía ser la historia de Kirkwall, Se encargaría de investigarlo después.

Poco escuchó acerca del discurso de bienvenida y ni siquiera se molestó en mirar en algún momento a la persona que lo estaba leyendo.

Todavía le costaba creer que lo había logrado, aquello no era un sueño, de verdad estaba ahí y ahora era oficialmente un estudiante de literatura de la universidad de Kirkwall, en las marcas libres. Lejos del nefasto imperio y de su nefasto padrastro.

Fenris nunca se había sentido tan ligero.

Entre clases, lecturas y caminatas por Lowtown a Fenris se le pasó volando el primer mes de universitario.

Los edificios eran hermosos, los profesores estaban bien, las clases estaban más que bien (había descubierto que la universidad tenía un currículo flexible y que podía tomar clases de otras carreras siempre y cuando completara la cantidad de créditos de la suya propia por semestre) , sus compañeros representaban varios grados de estupidez, pero en general también estaban bien.

Fenris estaba contento, seguía sintiéndose incomodo en el lugar donde vivía, donde sentía la presencia de Danarius todo el tiempo. Aunque sabía que no estaba allí en realidad, sabía que su padrastro no lo dejaría vivir en otro lugar, no donde no pudiera tenerlo vigilado estrechamente. Fenris sospechaba de la vecina de al fondo y del conserje. Pero en vez de preocuparse demasiado por estar siendo espiado, Fenris prefería concentrarse en sus pequeñas victorias, y en las pequeñas batallas diarias; como por ejemplo encontrar un buen lugar donde estudiar o leer. Siempre buscando pasar el menor tiempo posible con Danarius, Fenris se había acostumbrado a estudiar fuera de casa.

Los patios habían sido su primera opción, pero sabiendo que se acercaba el largo y duro invierno en el sur descartó la idea, varias cafeterías y lugares aparentemente asilados habían sido probados, pero al final ninguno había sido lo suficientemente privado y tranquilo para él.

Aquella tarde de viernes el plan era pasar a la biblioteca por unos libros que necesitaba, ya que por fin le habían entregado la credencial de la biblioteca, una vez tuviera los libros se dedicaría a buscar un sitio donde probar.

Fenris  nunca pensó en la biblioteca como un posible lugar para estudiar, recordando lo ruidosa  y concurrida que había sido la biblioteca de su escuela secundaria, por eso le impresionó un poco la tranquilad que se respiraba en la biblioteca de la universidad casi tanto como lo impresionó su tamaño.

Fenris no se atrevía a adivinar cuantas estanterías repletas de libros habrían en la estancia, pero aquella habitación alargada rodeada en ambos costados por inmensos ventanales debió haber sido en sus días de gloria un salón de baile, uno muy ostentoso; con dos balcones muy amplios a cada lado, llenos por supuesto de mas estanterías. En el centro, donde debió haber estado la pista de baile si la suposición de Fenris era correcta, habían muchas mesas de a dos o de a 4 sillas distribuidas con diferentes orientaciones, hacia el fondo de la estancia, Fenris alcanzo a distinguir lo que parecía una sala de computación. Además de los ventanales, notó que la habitación estaba iluminada por varias arañas colgando del techo en posiciones estratégicas.

Caminó un par de metros hacia el centro de la biblioteca, donde estaban distribuidas las mesas  solo para ver más de cerca un enorme letrero con señal ética colgando desde el techo.

Hacia ambos lados habían escaleras que llevaban a la parte de arriba, donde se encontraban las oficinas administrativas, el mostrador y posiblemente otro centenar de estanterías.

La secretaria, cuando le entrego la credencial, le había dicho que debía activarla electrónicamente antes de comenzar a usarla y que para eso solo debía acercase al mostrador y alguno de los ayudantes la activaría para el uso.

Fenris prefería evitar toda la interacción humana de ser posible, lo agotaba y en realidad era muy malo hablando con la gente o haciendo amigos; nunca sabia que decir y tampoco estaba interesado en la charla superficial, por lo que prefería siempre, ahorrarse el momento incomodo.

Pero esto era inevitable, necesitaba los libros y no había, aparentemente, otra forma de conseguirlos. Ahí estaba, caminando hacia el mostrador para hablar con un desconocido un viernes a las 3 de la tarde después de clases.

Estaba a varios metros del mostrador cuando lo vio, por supuesto que lo vio, Fenris tenía ojos y no estaba ciego a la gente atractiva, de hecho sabía bastante de atracción física, había habido bastante de eso durante su adolescencia.

Era bastante alto, posiblemente una cabeza más alto que Fenris, o más, por lo que alcanzaba a ver por sobre el mostrador vestía una camiseta negra y encima una camisa a cuadros roja, tenía el cabello oscuro y algo largo, casi rozando sus hombros, su rostro amable y risueño estaba enmarcado por una barba oscura no tan larga y bien cuidada, sus facciones eran simétricas y masculinas.

 Era guapo, concluyó Fenris, de contextura más bien delgada para su altura, era guapo y no era para nada su tipo, también le gustó su forma de moverse, confiado, seguro, Fenris no tenía ninguna de esas dos cosas. Hablaba animadamente con otro sujeto de cabello castaño claro bastante más bajo que el, más bajo que Fenris incluso, era un dúo interesante de mirar, como los comediantes. El sujeto castaño tenía un rostro atractivo también y era de contextura más gruesa que el moreno, ambos reían.

Mientras Fenris terminaba de recorrer la distancia entre las escaleras hasta el mostrador el sujeto más bajo se despidió y se escabulló entre las estanterías, en un momento luego de eso, alcanzó por fin el mostrador y se paró frente al sujeto que resultó tener unos ojos increíblemente azules y bonitas pestañas, un letrero/credencial colgaba de su pecho y decía:

"Hawke"

"Ayudante"

El nombre estaba escrito con marcador negro, con una caligrafía desordenada, pero clara.

"hola" saludó el extraño con una sonrisa cortés.

"hola" Fenris le extendió la credencial que traía en el bolsillo "me dijeron que debía activar esto antes de poder usarla"

"ahh, primer año" comentó el extraño mientras recibía la credencial, le guiñó un ojo, Fenris perdió el ritmo del su propio parpadeo momentáneamente "lo activaré enseguida" sacó una pistola infrarroja de debajo del mostrador y comenzó a escribir algo en la computadora frente a él, pistoleó la credencial de Fenris y se la tendió de vuelta, quien se la volvió a guardar en el bolsillo.

"bienvenido a la biblioteca Fenris, si necesitas ayuda para encontrar algún libro siéntete libre de preguntarme, el sistema de clasificación de libros de este lugar es un poco engorroso"  dijo Hawke con una sonrisa de disculpa "mi nombre es Ezra Hawke, todos me llaman Hawke"

"En ese caso, ¿ donde debería comenzar a buscar estos?" Fenris le tendió la lista y Hawke la examinó por unos momentos.

"mmmm deberías encontrar todo en las estanterías de allá" dijo señalando hacia su derecha, había como una especie de callejón formado con estantes junto a los ventanales  y Fenris distinguió allí un par de mesas con sillas "si hay alguno que no puedas encontrar, avísame y te ayudaré"

"gracias" murmuró Fenris dirigiéndose hacia la dirección señalada, comenzó a examinar los estantes y se dio cuenta de que aquella era una pequeña sección de clásicos de Thedas, eran en su mayoría recopilaciones de cuentos populares, mitos y leyendas de los primeros habitantes de Thedas, cuando un sistema de escritura apenas se estaba desarrollando en Ferelden, era justo el periodo literario que estaban analizando en clases, en aquel pequeño callejón habían por lo menos 10 estantes llenos con libros. Estaban acomodados de tal forma que parecía un pequeño cuarto de lectura con unas cuatro mesas individuales acomodadas por aquí y por allá, no tuvo dificultad para encontrar los libros que buscaba así que aprovechando la privacidad que ofrecía aquel rinconcito bien iluminado eligió una de las mesas y se sentó a leer allí, eligió la mesa con vista al mostrador… una casualidad, obviamente.

Ahora Hawke se dedicaba a acomodar libros en la estantería, fuera del mostrador, vestía jeans también negros algo ajustados, Fenris ladeó su cabeza hacia la derecha, desde donde Hawke estaba parado acomodando libros, dándole la espalda al rinconcito de las estanterías, Fenris tenía una buena vista de su persona, tenía un trasero también muy atractivo.

leer, leer, Fenris debía leer.

 

Notas finales:

Ok.

En este universo Fenris no tendrá sus marcas, y eso es porque las marcas fueron algo que le dejó Danarius, fue algo que le hizo con sus propias manos, para hacerlo sufrir y para someterlo, así que en lugar de eso, el cuerpo de Fenris está lleno de cicatrices.

he pensado en intercalar capítulos desde el punto de vista de Hawke, o tal vez hacer una serie para eso, pero esos capítulos estarán fuera de trama porque quiero escribir esto desde la perspectiva de Fenris ¿Por que? porque quiero, porque amo a Fenris y porque creo que no hay suficiente escrito desde su punto de vista, si sienten que mi Fenris es un poco plano o le falta por favor haganmelo saber.

eso por ahora, muchas gracias por leer!

 


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