No lo dejes ir.
Una sola y fria noche estubo en sus brazos, entregandosele en cuerpo... pero...¿Y en alma?
Roy Mustang apreto su almohada, sintiendo con rabia como ese liquiso volvia a correr por su mejilla. Ese liquido salado, cristalino, que brotaba de sus ojos cada vez que pensaba en el alquimista de acero.
No, lloraba cada vez que pensaba en Edward. En la mirada triste de su hermosos ojos dorados el solo intentar sonreirle mientras lo abandonaba.
Tal vez fuera genetico.
Una invasion venida del otro lado de la puerta, esa entidad mistica solo conocida por los alquimistas habia devastado Amestris. Una provocada por el deseo de dos hermanos de volver a verse, permitida al abrir ellos la puerta por ambas partes.
Y si bien esa invacion habia sido derrotada, gracias segun la opinion popular a los exfuerzos del renombrado coronel Roy Mustang, este se sentia mal por ella.
Luego de perderolo todo, su reputacion, su puesto, su ojos en la causa de vengar a la persona quien fue mas que un mejor amigo para el, habia estado esperando por Edward.
Esperando por el toque desigual de su s manitas, por la calidez de la zurda y la gelidez de la diestra. Asi era Edward, por un lado dulce y por el otro cruel. Era capaz de soltarse de sus ataduras por una noche para confesarle que lo amaba, una noche clara en casa de las Rockbell, cuendo el, Roy, habia dio persiguiendolo por... ¿Porque? ¡por no confiar en el? ¿porque deseaba demasiado ver su hermoso rostro? ¿Porque?
¿Porque se le habia entregado esa noche? Como Alfonse habia salido a dormir con el padre, Edward y el compartieron la cama, y algo mas. Todo mas.
Roy se habia abrazado al pecho de Edward para dormir, y este le habia acariciado los cabellos. Mirandose los ojos habian unido sus labios por primera vez, sin ke ninguan palabra rompiera la magia delmoemnto hasta ke, despeus de entrar en el pequeño cuerpo del rubio, el, Roy, le habia dicho que lo amaba. Y era cierto.
-Yo tmabien... yo tambien te amo desde... no se desde cuendo, te amo.
Eso le habia dicho, y luego no tuvieron oportunidad de volver a estar a solas. Decian que Edward habia muerto, pero no era cierto...
Tuvo que esperar dos años para volver a verlo, con un solo ojo y el aun con sus automail. Y solo estuvieron juntos en una batalla, y en compañia del hermano pequeño que lo habia traido de vuelta, de ese hermano pequeño del que Roy estaba terriblemente celoso porque ahora vivia junto a su
Edward, en el otro mundo, y cuendo sus celos eran mas crueles incluso llegaba a preguntarse si no habria algo mas que amor filial entre ellos...
Recordaba perfectamente el momeno, los hmos de la ultima nave cayendo, Edward separandose con la alquimia de el y Alfonse, diciendole que destruyera la puerta... como si el supiera como, como si fuera posible.
Alfonse gritaba lalmando a su hermano mayor, forcejenado, soltandose... alcanzando a brincar para irse con Edward, y el chico ojidorado lo miropor la ventanilla de la maquina voladora, llorando y diciendole ke lo amaba con la mirada...
"¡Porque te vas!" penso Roy, pero le grito.
-¡No lo dejes ir! ¡Porque si tu no lo dejas ir, yo no lo dejare ir!
Luego brillo la uz y sus propias palbras resonaron el los oidos de Roy Mustang.
Igual que resonaban ahora que sentia los dolores del amor matandolo, solo, en su cama fria y vacia.
En otro mundo otra persona lloraba por el mismo motivo. Edward Elric.
El no estaba seguro de que aquella noche hubiera sido real, la noche en que hizo el amor con Roy.
Ahora, solo, en la oscuridad, lloraba y se decia a si mismo que jamas lo dejaria ir, el sentimiento por Roy, ya que estaba seguro de que Roy no lo dejaria ir.
"Es tan triste cuando el amor no puede ser-pensaba el joven-es tan triste cuando la persona que amas ya amo a otro...si esa noche no fue un sueño, ¿porke me llamaste Maes cuando eyaculaste en mi, Roy?¿Porque este dolor resulta placentero?¿Porque es bello este sufriemnto, es por que lo compartimos, Roy?"
Fin.