Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Especial de San Valentín por Dakada

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Personajes de Sekaiichi Hatsukoi 

Notas del capitulo:

FELIZ SAN VALENTIN <3 Espero que les agrade este pequeño Oneshot. Gracias por leer <3 

Yokozawa no era de aquellas personas que se encontraban emocionadas por una fecha como lo era San Valentín, no hay que malinterpretar, estas fechas son bastante buenas si en cuanto a ventas se refieren. Incluso cuando observa la publicidad de las librerías y el ambiente que creaba se sentía satisfecho con su propio trabajo, pero de eso a pasarlo hasta su vida personal...era una brecha bastante enorme.

 

Y con todas esas inseguridades dentro de sí, miraba con asombro y respeto a la pequeña de 10 años que le observaba con su característica inocencia llena de pasión y determinación. A pesar de la tierna imagen que daba al estar completamente derecha y un con un sonrojo algo rojizo, su aura era seria y bastante admirable.



—  ¿Pueden ayudarme? Realmente quiero hacerlo —  Con la cabeza en alto y su avergonzado semblante, no era un ambiente común en aquella casa a tan altas horas de la noche, inclusive Sorata  lo sabía, pues se encontraba al lado de Hiyori —  Por favor…
—  ¿Por qué te han dado ganas después de tanto tiempo? —  Fue la pregunta de Kirishima
—  Es solo… que no quiero simplemente ignorar un deseo cuando se trata de esta persona —  

 

El silencio se había vuelto un poco pesado, sobre todo para ambos Kirishima ya que el hombre pelinegro no dijo ni una palabra después de toda la conversación. No sabía qué expresión gobernaba en su rostro en esos momentos, pero por la mirada de Hiyo, posiblemente una llena de dudas; no se había parado a pensar en todos los sentimientos que la pequeña guardaba en su interior, más si eran sobre el amor.

 

Había crecido tanto...que sentía ganas de llorar en ese mismo instante.

—  Puedes contar conmigo —  Finalmente había aceptado Takafumi, liberando la incomodidad de la escena mientras una sonrisa amable y comprensiva era dirigida hacia ella —  Te ayudare en todo lo que pueda—  La mirada miel de la joven se inundó en un brillo lleno de felicidad al mismo tiempo en que su sonrisa llevaba una gran dosis de agradecimiento; pero no había terminado ahí, con una nueva expresión miró a su padre quien aún estaba dudoso de ayudar o no.
—  Supongo que lo intentaré… Pero no me culpen si termino arruinando el chocolate.
—  Eso tiene solución, si lo echas a perder solo debes volverlo a hacer.—  La burla de la pequeña provocó una leve risa en Yokozawa quien sentado al lado del castaño como se encontraba, era bastante obvia —  ¿Entonces… está bien?
—  Siempre ha estado bien, Hiyo. No tienes que ocultarme el cómo te sientes por  alguien  —  Kirishima finalmente se levantó para revolver el cabello de su hija, quien con un gesto de amabilidad dejo que este continuará hasta que en su cabeza unos cabellos traviesos salieran a flote. El de ojos azulados simplemente miraba desde el sofá; padre e hija eran tan parecidos — ¿Te parece si mañana comenzamos con ello? Por ahora será mejor que duermas — Asintiendo con la cabeza y dando una reverencia hacia ambos para agradecerles una vez más, caminó hasta su cuarto más confiada, mañana sería un día espectacular —  Ha madurado bastante
— Sí. Parece una persona completamente diferente
— ¿Realmente te encuentras bien con esto? — Tal vez el pelinegro no lo había notado, pero la verdadera preocupación del mayor no era necesariamente los sentimientos de su hija, sino los suyos— Si te sientes mal con esto no debes forzarte a hacerlo — Estas palabras le habían sorprendido bastante a pesar del tiempo que llevaban juntos, ambos hombres encontraron sus miradas aunque ahora tenían un sentimiento diferente.
— ¿Acaso eres idiota? Claro que está bien. No necesitas preocuparte por ello, incluso Hiyo lo sabe, solo tranquilízate e intenta no provocar un incendio mañana — Takafumi se levantó mientras colocaba en el hombro de Kirishima su mano, había ocasiones en que mostraba tal afecto, ocasiones muy especiales que significan dos cosas: Un avance o un problema. — Tal vez deberías comprarte un delantal también.
— ¿Por qué? Tenemos suficientes

 
— ¿De qué hablas? Solo tenemos uno de mi talla. Estas demente si planeas usar ese delantal rojo tan vergonzoso.


— No lo usare yo...serás tú.

 
— ¡Que te den!


— Eso se puede arreglar, ah, no, aún no lo has hecho. —  Y después de un quejido de dolor ocasionado por la presión del puño de Yokozawa, ambos fueron a dormir pensando en lo que la pequeña niña les había pedido, con una sonrisa paternal que ambos portaban, durmieron ansiando a que el mañana llegará.

 

El trabajo de la editorial no fue “pesado” algunos departamentos como Emerald y Zafiro se encontraban peleando con personas de la imprenta y asuntos de ese estilo. Para ventas era una época un poco estresante pero nada que no pudiesen controlar, en cambio, para un editor castaño era bastante sencillo terminar todo su trabajo a las 5 de la tarde como habían acordado.

 

Un conflicto interno surgió en Yokozawa, no sabía si era bueno que el padre de Hiyo se tomara tan en serio su papel en ese evento o que se tomara tanta libertad. Pues aun con la vista en su portátil, se sentía invadido por una gran presión por terminar lo más rápido posible, ya que un castaño sentado frente a él con una expresión neutral e indescifrable le observaba con claro aburrimiento.

—  Tardas


—  Nadie evita que te largues —  El tono de molestia era más al estrés que le causaba el castaño que su trabajo propio.

 
—  ¿Es lo más rápido que puedes ir?


—  Perdón, Kirishima-san, pero no todos tienen tan poco trabajo en esta fecha como cierto departamento que no le interesa el romance. No es que hable de Japun—  Con esto el editor en jefe se quedó completamente en silencio, aunque no se marchó. Los minutos pasaban y solamente había que verificar unas cifras para poder librarse de la carga de trabajo que había estado pensando durante días, incluso aunque era un día entre semana como el martes; al final termino sin escuchar una sola palabra de Kirishima, pero al regresar la mirada se encontró con una imagen totalmente inaceptable —  ¡¿Qué crees que haces?!


—  ¿Estas ciego? Le muestro a Henmi-san lo lindo que eres cuando te encuentras en casa. —  El joven empleado miraba el teléfono de su superior mientras su asombro crecía sin miedo alguno. Un dolor punzante en la cabeza del encargado de ventas, soltó un suspiro mientras apagaba su portátil dándole la oportunidad a su ingenuo empleado de correr.


—  ¡Vaya, Yokozawa-san! Usted realmente parece un padre para la pequeña —  Ante este comentario ambos superiores se quedaron en silencio, uno sosteniendo el teléfono y otro casi a punto de arrebatar el mismo objeto —  El cómo le mira cuando Kirishima-san toma las fotografías, es como cuando yo observo a alguien que aprecio


—  ¿Eres bastante sincero, no? —  Kirishima intentaba ocultar lo mucho que disfrutaba que el rostro de Takafumi se encontrara en llamas debido a aquella confesión de su subordinado. Finalmente guardó su celular dentro de su bolsillo —  Conozco a una persona que quizás puedas interesarle —  Sonrió con astucia y orgullo.


—  ¿Yo? Pero soy un simple empleado de ventas, no creo que eso impresione a las personas. Claro, a menos que sea como Yokozawa-san, un adicto al trabajo con carisma—  Casi se podía sentir la pureza salir de aquel hombre tan joven.

 
—  ¿A quién le dices adicto?


—  Algún día intenta hablar con Yasuda, seguramente saldrá algo interesante —  Aprovechando que su pareja se había distraído con el comentario tan honesto de Henmi, se levantó y tomó al hombre de su brazo para comenzar a caminar hacia la salida —  Buen trabajo, pasa una gran velada, Henmi-san
—  ¡Suéltame!


—  Vamos, tenemos que hacer las compras y con tantas chicas fuera de control no será un escenario fácil

Las palabras del castaño parecían una predicción, pues tal y como había dicho en el momento en que se acercaron a la sección de  San Valentín, un mar de diferentes colores y aromas se desató, no sólo eran los dulces, sino también las propias personas que en su mayoría eran mujeres; no era un caos total, pero había algunas intentando conseguir ingredientes y adornos antes que las demás.  Por la mente de los hombres, solamente cruzó un pensamiento.



En un momento imprevisto por el mayor de cabellos revueltos su corazón se aceleró, pues aquel pelinegro había tomado su mano al comenzar a caminar. Cuando logró controlar su palpitante corazón, intentó burlarse de la situación.



—  ¿El ambiente te ha puesto acaramelado? ¿O ha sido mi tierna presencia?


—  No quiero buscarte si te pierdes por ahí —  El de ojos miel solamente observaba la espalda de Takafumi, quien no parecía importarle su comentario.


—  No soy un niño


—  Quiero creer eso —  Y entre berrinches, lograron conseguir los ingredientes del chocolate, ahora solamente debían comprar algún bonito adorno y una cajita de color rosa, cosa que fue escogida personalmente por el mismo Kirishima, quien con esfuerzo y un poco de tiempo escogió la adecuada para la persona especial de Hiyori.

 

Realmente el tiempo pasaba volando, nunca imaginaron una situación en que los dos tuvieran una tarea como esta, una que ambos compartirán mostrando el lazo que finalmente habían forjado con la confianza e intimidad. La tarde se fue volando entre compras y adornos de corazones, el departamento Kirishima ya olía a una cena maravillosa gracias a la menor, quien con una gran sonrisa  y un delantal amarillo pastel salió a recibirles.

 

—  Bienvenidos. La cena ya está puesta, vayan a lavar sus manos y cenemos —  

 

La cena estuvo llena de bromas por parte del niño mayor que era el de cabellos revueltos, hablando sobre el evento donde presumió de ambos con el empleado Henmi momentos atrás, incluso Hiyori le regaño con una mirada severa mientras le sermoneaba diciendo:



—  No deberías molestar a Oni-chan en el trabajo. ¡Ya tiene bastante cuidando de ti en casa! —  La carcajada por parte del oso fue inevitable mientras Kirishima, quien parecía completamente sorprendido por aquella respuesta mostraba una sonrisa avergonzada, al menos tenía la certeza de que su hija sería igual de astuto como lo era él.


—  Ustedes dos son tan crueles, yo solo intento presumir de lo lindo que son ambos, incluso ahora, me presumiría a mí mismo pero eso ya es demasiado
—  Kirishima, tu siempre haces demasiado —  Se quejó Yokozawa mientras le lanzaba una mirada llena de recuerdos sobre los anteriores intentos del mayor por mostrar “lindas” fotografías sobre su persona.


—  Eres cruel, hieres mis sentimientos


—  Solo intento no herir a nadie cuando comencemos a preparar el chocolate —

 

La cena terminó, el 14 de febrero ya casi cantaba su final, mientras Kirishima secaba los platos, Hiyori lavaba los últimos trastes sucios; la vista de Yokozawa sobre esa escena fue una totalmente paternal que no dudaría en ocultar, tomando lo necesario para la preparación del chocolate, terminó ordenando todo de una simple manera: “Utensilios que puede usar Hiyo y Yo” “Utensilios que usará Kirishima”



Con un estricto control en que el padre de la casa solamente estuviese alejado de cosas de filo y punzantes. Hiyori volvió a colocarse el delantal amarillo pastel que tanto le gustaba, Kirishima uso el delantal que usualmente era mostrado por Yokozawa con una sonrisa vencedora.

 

—  Parece que olvidamos comprar otro delantal, Yokozawa, tendrás que usar ese de lindos lunares rojos; ha sido mi culpa olvidarlo—  Su expresión eran claramente la contrario, estaba anhelando ese momento, una cosa era tener a Yokozawa con tan linda ropa en una fotografía y otra era verlo por sí mismo —  Toma, lo amarrare por ti ~ —  Sus manos ya le estaban acercando la ropa


—  Creo que no, supuse que serias tan distraído para hacer algo así. Me tomé la libertad de comprar otro mientras decides qué tipo de adorno debería llevar el dulce —  Yendo a la sala para sacar de su maletín dicha prenda que era de un color beige; obviamente pensando en que color le vendría mejor al Kirishima mayor —  Usare este, no tienes de qué preocuparte —  La sonrisa de Takafumi fue calmada


— Aguafiestas


—  Onii-chan, ¿Cuáles son las cosas que mi papá no puede tocar?


—  Las que están a la izquierda Hiyo, oh, y también ten cuidado cuando estemos derritiendo el chocolate.


—  Siento ser tan incapaz aquí dentro —  La actitud infantil de este solamente sacó un suspiro de los cocineros más experimentados. La pequeña de diez quien ya había colocado los ingredientes para este dulce sobre la mesa, sacó el libro de recetas mostrando el postre que les gustaría preparar, era algo complicado pero no imposible —  ¿Amor verdadero? —  Fueron las palabras que leyeron los ojos color miel.

 
— Es un lindo tema para la primera vez.


—  ¡Verdad! “Este postre demostrara el amor que llevas dentro por esa persona especial para ti, solamente sigue las instrucciones y llena tu corazón de los sentimientos tan profundos que hay en tu interior” Tenemos que seguir las reglas. ¡Papa! ¡Onichan! ¡Demos lo mejor!  —  La sonrisa de Hiyori rápidamente tomó el corazón de ambos hombres, mirándose el uno al otro quienes solamente aceptaron el arduo trabajo que tenían por delante.

 
— Bien, Hiyori, ¿Puedes ayudarme a ir preparando el relleno?


—  Sí. Lo hago enseguida —  Dicho esto, Hiyo se encaminó rumbo a la receta mientras  sacaba lo necesario de las bolsas de compras.


—  Kirishima, tu intenta cortar los trozos de chocolate —  Incluso un inútil cocinero como aquel hombre podría hacer algo como eso.


—  ¿Por qué el cuchillo es de plástico?


—  Solo tomo precauciones

 
Dentro de poco el mismo Takafumi tomó el control, por ahora ningún inconveniente se había presentado, claro, era demasiado temprano para cantar victoria.  Con un ojo sobre el hombre quien cortaba algunos trozos de chocolates estando de espaldas y el otro en revisar que la temperatura del agua fuese la adecuada.

— ¡Ah! ¡Papà! ¡Corta los trozos más pequeños! ¡No solo lo cortes a la mitad! —  
—  ¿Eh? ¿Pero no es mas rápido así?
—  ¡No! ¡Cortarlos por los cuadros! —  
—  Pero es un rectángulo
—  Cortarlos a la mitad
—  Ya lo hice
—  ¡Papa!

Finalmente con ayuda de Yokozawa el torpe cocinero entendió la medida en que se debía cortar, a pesar de usar un cuchillo de plástico sufrió uno que otro raspón que resaltaba de un rosado color en su dedo. Todo iba bien, el chocolate finalmente cortado en el tamaño adecuado fue derritiéndose en el agua tibia, la preparación de los demás complementos fueron hechos por Hiyori y Zen, el primer intento se había completado.  

—  Parece estar bien —  El dulce era un pequeño panque relleno de dulce, en el plato se veía bastante presentable, sin embargo, cuando Yokozawa probó un poco de este casi tuvo que escupirlo debido a fuerte sabor dulce que tu lengua había probado —  ¿Cuánta azúcar le colocaron?
—  2/4 de taza, como decía la receta — Respondió la menor.
—  Entonces...Kirishima, ¿Estuviste jugando?
—  Sabía amargo cuando Hiyori me dio a probar, creí que necesitaría un poco más así que metí otra taza —  Después de un leve golpe en su cabeza por parte de Hiyo quien le miró con enojo y un gran regaño por parte del pelinegro, volvieron a preparar el dulce, intento tras intento.

Hubo sólo unos cuantos contratiempos a parte del anterior, uno sobre el relleno extraño, otro por los trozos enormes que Kirishima había cortado sin percatarse y que cada vez se hacían más grandes,  y uno particularmente invisible con el chocolate mordido.  Hasta que finalmente, tuvieron el resultado deseado.

—  Hay muchas bolsas en el cesto —  Recalcó el mayor mientras contaba las visibles a simple vista —  ¿Son ocho?
—  Es tu culpa —  Tanto Hiyori como Yokozawa respondieron al unísono.
—  ¿Solo falta adornarlo no? Aunque aún no tengo idea de cómo lo haremos—  Hiyori observó preocupada, habían estado tan concentrados en evitar que su padre arruinara el sabor que poca inspiración había cruzado por su mente —  Quiero que tenga algo especial, pero, no se me ocurre que —  Pronto sus ojos se encontraron desanimados; ambos hombres se observaron, buscando una solución de igual manera, hasta que un click en la mente de Kirishima finalmente los sacó del embrollo.
—  ¿Si escribes su nombre en un adorno? ¿No será más personal de esa manera?
—  ¡Oh! ¡Sí! Pero, no se controlar la navaja tan bien. Onichan, ¿Tu podrás?
—  Con un poco de práctica, puedo hacer lo que desees  —  Y no mentía, había ocasiones pasadas en que practicaba tanto como le fuera posible para que Hiyori no saliera avergonzada o lastimada por su incompetencia —  Solo enséñame como se escribe.  

Y así, después de unos minutos practicando el nombre que Hiyo había escrito en una pequeña hoja, tomo la navaja y comenzó a transcribir las letras con sumo cuidado de no romper el lindo adorno de flor que Kirishima había elegido. Fue un éxito, la pequeña de ojos miel se acercó al dulce colocándole de manera dulce y delicada; estaba listo, con ayuda de Kirishima envolvió el presente en una linda caja de color lila, para finalmente adornarlo en un listón rosado

— Está listo — Comentó el torpe cocinero
—  Sí. —  Yokozawa observaba como la pequeña sonreía con emoción, finalmente le entregaron sus sentimientos a tan preciada persona.
—  Yokozawa, tienes chocolate en la mejilla —  Ante esto tanto Hiyori como el mencionado reaccionaron —  Deja que te lo quite —  Los labios del hombre se posaron en su mejilla, él paralizado Takafumi no logró reaccionar y por impulso se alejó con una mirada gruñona y nerviosa.
—  Onichan, también estas manchado aquí —  Con ayuda de un banco logró subir a la altura del pelinegro, besando al igual que su padre la mancha café que se encontraba en su rostro, el sonrojado ojiazul simplemente se quedó mudo, y en la cocina, la risa de los dos Kirishima surgió.

Todos cambiaron su ropa, y ahí se encontraban. Yokozawa y Kirishima observaban como su pequeña comenzaba a caminar con el presente entre sus manos, un sentimiento de orgullo salió desde su pecho hasta sus pies, los pasos pequeños de Hiyori se acercaron a esa persona por la cual había hecho tanto esfuerzo. Y finalmente...llegó hasta el altar.

—  Feliz San Valentín, Mamá. —  Dejó el regalo, que en el interior mostraba su amor verdadero con el nombre “Sakura” escrito por la mano de Yokozawa y los adornos que Kirishima había elegido para su difunta esposa. Mientras las sonrisas marcaban en sitio y los corazones se sincronizan.

Esta era la familia que eran. Este era su amor verdadero.

Notas finales:

Espero que les haya gustado <3 

(=w=)/ Nos vemos 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).