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Enfermedad [One-Shot] por ryuzaki uzumaki

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Notas del fanfic:

Este es mi primer One-Shot de Saint seiya, habia hecho uno de NaruSasu, en este eh corregido todos los errores que me mencionaron en el anterior, espero que lo disfruten.

Notas del capitulo:

Esto es basado en Legend Of Santuary


[Si es que asi se escribe :'v]


 

[Enfermedad]

[One-Shot en Legend Of Santuary]

 

La visita al santuario había sido hace ya varios meses, a petición del señor Tatsumi o más bien a ruego suyo nos quedamos en la vivienda de los Kido, pues al ser sus protectores teníamos la obligación de proteger a la señorita, pero únicamente Seiya, Shiryu, Hyoga y yo vivíamos con ella, pues Ikki mi hermano se iba de vago a no sé dónde y había dicho volvería al haber problemas.

Era un Verano jodidamente caliente, las ventanas estaban abiertas, al igual que las camisas que traíamos, estábamos en el patio mientras Saori paseaba entre los jardines, todo estaba en lo normal, Shiryu metido en uno de sus libros, Seiya y yo estábamos platicando alegremente y Hyoga alejado de todos, como era su costumbre.

Pero la verdad es que me fastidiaba, Hyoga era muy serio y reservado pero aun así cruzaba opiniones de libros con Shiryu e incluso molestaba a Seiya de vez en cuando por “defensa” pues Seiya siempre le molestaba primero y en cuanto a mí… nada.

Varias veces intente hablarle pero ni siquiera me miraba, recuerdo la única conversación que tuvimos fuera de las armas, me acerque hasta donde él estaba, una silla en la sala, el miraba una película, “¿Qué vez?” le pregunte y su respuesta fue “Ahora nada” y después se fue.

¿Acaso hice algo malo? ¿Por qué le molestaba tanto mi presencia? ¿Por qué era al único que ignoraba? Eso me hacía sentir menos preciado; quizá por el hecho de que Seiya y Shiryu me mimaban bastante, quizá él también quería que le mimaran y por mi culpa no podía ser… no sé, la realidad es que no me imagino el porque me odie.

-¿Me estas oyendo?-

Seiya me saco de brusquedad de mis pensamientos –Ah… no, discúlpame Seiya, ¿Qué me decías amigo?-

-Te estoy diciendo que ¿Por qué miras tanto a Hyoga?-

-Oh… eso, nada en especial, solo estaba pensando en algo y por accidente deje mi mirada sobre su persona-

Seiya me miro dudoso y después me hizo cerillito en mi cabeza -¡¿En qué piensas?! ¡Dime, Dime, Dime, Dime!-

-Se…Seiya basta- ambos reíamos alegres

-Oigan, ustedes dos- hasta que Hyoga nos frenó –No hagan tanto escándalo- Hyoga tenía una cara de completo desagrado

-¡Vamos Hyoga! No seas amargado ¡¿Por qué no te diviertes conmigo y con el pequeño Shun?! Esta tan solo- Seiya tomo mi rostro y se lo mostro a Hyoga –Su hermanito lo abandono aquí…- y después comenzó a fingir que lloraba

-Eso es mentira Seiya…-

-Tú juega si quieres, yo estoy en guardia como se supone que deberías estar tú-

Hyoga no me había dirigido la mirada o la palabra, nuevamente me afligí, ¿Tanto le desagrado?

Seiya pudo notar mi aflicción –Solo ignóralo Shun, ¿Tienes sed? Hace un jodido calor ¡Voy por una soda! Espera aquí- Seiya entro corriendo a la casa y únicamente Hyoga y yo estábamos en ese momento

Intente pensar rápido para poder hablar con él, pero en ipso facto  se giró, como si yo no estuviese ahí, vi como Hyoga camino un poco chueco y después comenzó a tambalearse, tropezó con una piedra y callo -¿Hyoga…?- Intento levantarse pero después callo rendido al suelo -¡Hyoga!- Corrí a su ayuda, lo gire y lo coloque su cabeza en mis piernas, estaba sudando demasiado y le costaba respirar -¡Seiya! ¡Seiya trae agua rápido!-

Al poco rato un médico había llegado, nos dijo que él no estaba acostumbrado al calor pues en Siberia las temperaturas eran demasiado bajas, era obvio que sufriera una descompensación, solo tenía un pequeño resfriado por el cambio brusco de temperatura, con el tiempo se acostumbraría pero hasta mientras tenía que estar en cama, con muchos líquidos y un jarabe que sabía horroroso.

Todo iba entre comillas regular, hasta que Saori recibió un mensaje de la Fundación Kido, tenía que salir inmediatamente a Grecia, había problemas en la fundación y necesitaban de la presencia de la sucesora del señor Mitsumasa.

-Pero Saori… no podemos dejar así a Hyoga- dijo Seiya bastante preocupado

-Descuida Seiya… estoy segura de que Shun lo cuidara bien-

Tarde un poco en reaccionar -¿Yo porque?-

-Porque Shiryu y Seiya me acompañaran a Grecia y Tatsumi es como mi sombra, aunque le pidiera que cuidase a Hyoga este se negaría profundamente-

-No… me refiero a ¿Por qué tengo que cuidarlo yo? – después de todo yo no soy muy de su agrado…

-Eres el único que sabe cocinar- Derrotado… y todo porque sabía prender la estufa –Además… Seiya es muy irresponsable y se le olvidaría darle los medicamentos a Hyoga, además de que se le quema el agua al cocinar- eso era verdad

-¿Y Shiryu?-

-Seamos honestos, está hundido en sus lecturas y seguramente olvidaría que se quedó a cargo de Hyoga-

-Qué poca fe me tienen…-

-¿A caso miento?- Shiryu no respondió

-Ya veo… soy el único que puede hacerse cargo…- no pude evitar entristecerme

-Shiryu, Seiya vallan a prepararse, nos iremos cuando menos tres o cuatro días- ¡¿Tanto?! Dios… ¿Hice algo para que me castigaras? Ambos asintieron y salieron a sus cuartos a recoger ropa y otras cosas -Shun hablemos en privado-

Saori camino hasta su habitación y yo la seguí, entre primero y ella cerro las puerta después que estuviese dentro –Shun… ¿A caso te desagrada Hyoga?-

-No señorita… ¿Por qué pregunta?-

-Pues… parece que no quisieras cuidarlo, ¿Hay algún motivo?- Saori tomo asiento en su tocador y yo me mantuve en pie

-Pues la verdad… creo que él me odia…- Saori me miro sorprendía, vi como quería opinar pero guardo silencio para que yo continuase –Hyoga se lleva bien con Seiya, veo como se molestan mutuamente y también comparte ideas sobre la lectura con Shiryu, a mi es al único al que ignora, estoy convencido de que incluso con usted tiene una relación más cercana que la mía-

-¿Has intentado hablar con él?-

-¡Sí que lo eh intentado! Pero solo me ignora… incluso hoy en la tarde cuando ocurrió el incidente Seiya y Hyoga estaban discutiendo por mi culpa y aun así me ignoro… por eso pienso que alguien más lo cuide-

  Saori sonrió –Al contrario…- se levantó de la silla del tocador y entrelazo sus manos con las mías –Es una buena oportunidad para acercarte a él… honestamente pienso que él te quiere mucho, solo que le cuesta demostrarlo, después de todo es muy serio… ¿No crees?-

-La verdad es que no lo sé…-

-Ten paciencia Shun, estoy segura que después de esto ambos serán buenos amigos-

En el fondo esperaba que así fuera, me fui a mi habitación justo después, saque mi teléfono de mi bolsillo esperanzado en tener un mensaje de mi hermano y su paradero pero no había señales de él, suspire y me tire en la cama algo nostálgico, Seiya tenía razón mi hermano me había  abandonado, no quería cargar conmigo a donde fuera que estuviera.

Aun así solté un gran suspiro dejando salir mi tristeza y volví a sonreír, tome mi teléfono y me metí a los mensajes –Ikki dame señales de vida, ¿Qué te cuesta llamar? Quiero saber si estás bien, si te alimentas correctamente, ¿Cuándo volverás?, ¿Me extrañas? Porque yo a ti si querido hermano, cuídate mucho- y envié el mensaje

Me quite mi ropa y me puse la que era para dormir, nada en especial, solo un pantalón viejo que tenía, con este calor no quería utilizar otra cosa, me metí entre las sabanas y comencé a leer una novela de fantasía que me había recomendado Shiryu, algo muy sencillo y entretenido, quizá quería hacerme más culto en esos temas.

No podía concentrarme con claridad, el tema de las atenciones que debía darle a Hyoga seguía en mi mente y parecían no tener hora para irse, aun así trate de concentrarme más para poder olvidar, no quería darle más importancia de la que tenía, seguí leyendo hasta que me topé con una palabra que no entendía –Aherrojar…- susurre para mí mismo, me levante y tome una de las libretas que Saori había desechado, le quedaban varias hojas en blanco por lo que decidí reutilizarla, abrí la libreta donde tenía varias palabras que no comprendía.

Shiryu me dijo que cada semana le diera la libreta y el me ayudaría a saber los significados, más que un amigo era mi maestro, admiraba como era de listo, anote la dichosa palabra y me fui a acostar, termine dormido aunque no había descansado nada, fue de esas noches que aunque duermas más de diez horas despiertas fatigado y sin energía… hoy sería un mal día.

Fui al baño que estaba en el pasillo y me di una rápida ducha para regresar a mi habitación y cambiarme, justo cuando me estaba poniendo los zapatos llamaron a mi puerta –Shun, soy yo, ¿estas despierto?-

-Si Saori, pasa-

La puerta se abrió y Saori se asomó -¿Qué necesitas?-

-En cuanto termines ven al corredor por favor, ya estamos a punto de irnos-

-Ahora mismo voy-

-Perfecto-

Saori cerró la puerta y yo solté un suspiro, sabía exactamente qué haría, tome mi celular y lo revise, para mi suerte no había respuesta de Ikki, guarde mi teléfono, tome mi libro y libreta para después salir de la habitación al corredor, Seiya y Shiryu tenían una pequeña mochila colgada en la espalda y las maletas de Saori recargadas en sus piernas.

-Debemos avisar a Hyoga que nos iremos- Saori golpeo la puerta

-¿Si?-

-Hyoga soy Saori-

-Adelante-

Los cuatro entramos, Hyoga se sentó, estaba cubierto por cobertores y con una camisa afelpada color azul marino, su rostro estaba sonrojado al igual que su nariz –Hyoga… tenemos que partir a Grecia por asuntos de la fundación, por lo menos estaremos tres días fuera- 

-Sí, no se preocupe, estaré bien-

-No lo dudo, Shun se quedara a cuidarte- Hyoga me miro por exageradamente un milisegundo y después miro incrédulo a Saori

-No es necesario, estoy bien, solo es una gripa-

-Por supuesto que es necesario, nadie se quedara en casa, ni siquiera Tatsumi, Shun se encargara de cuidarte y atenderte, ¿No es cierto Shun?- Saori se giró a mirarme con una sonrisa

-Si… Pueden contar con…-

-No lo necesito, puedes irte con ellos también- admito que eso rompió un poco mi corazón, ¿Por qué tanto empeño en que me valla?

-No está a discusión, Shun te lo encargo mucho-

-Si…-

Todos excepto Hyoga salimos de su habitación –Ignóralo Shun solo está de malas porque odia están sin hacer nada-

-Seiya tiene razón, no le tomes importancia, igual da lo mejor de ti-

-Sí, gracias Shiryu-

Los tres se subieron a la limusina y Tatsumi arranco una vez nos habíamos despedido, camine hasta la cocina y prepare el desayuno, quizá Hyoga no tendría tanta hambre por estar enfermo por lo que le hice algo ligero, unos típicos huevos estrellados con rebanadas de pan tostadas, un jugo de naranja que supuestamente es bueno para la gripe y el jarabe.

Coloque todo en una charola que Tatsumi ocupaba para transportar demasiados platillos en una sola vuelta, con cuidado de no tropezarme con las escaleras o mis propios pies subí hasta la habitación de Hyoga, un enorme miedo se apodero de mí, pero tenía que atenderlo, me lo habían encargado –Hyoga voy a entrar- no recibí respuesta alguna, recargue la charola sobre mi pierna, abrí la puerta y con cuidado entre -¿Estas despierto?- nuevamente me ignoro –Traigo el desayuno y la medicina, tienes que comer- parecía que le hablaba a una pared, no, al viento mismo, no, creo que ellos me hubiesen puesto más atención que Hyoga, camine hasta la cómoda que estaba del lado de la cama.

Para mi sorpresa Hyoga estaba despierto y al ver que me acerque se giró al lado contrario, había captado el mensaje, deje la charola en la cómoda y me dirigí a la salida  -Pasare después por los platos, son dos cucharas de jarabe, por favor tómatelas-

Salí de su habitación y baje a la sala a seguir leyendo, se Hyoga no me quería ahí con él lo comprendía pero igual tenía que regresar por los trastes sucios después, estaba leyendo tranquilamente durante un buen rato hasta que escuche como Hyoga tocia, primero lo ignore, pues cuando se tiene gripa es normal toces o estornudar, pero su tos comenzó a ser más fuerte y frecuente, deje de lado mi lectura y me levante a prepararle un té endulzado con miel.

-Hyoga soy yo, voy a entrar- entre con la taza en una mano, Hyoga estaba acostado, y a su lado la charola del desayuno estaba vacía, al menos había comido y eso me alegro, me dirigí a su lado para sentarme al borde de la cama –Tomate esto… hará que tu garganta se sienta mejor-

Me ignoro otra vez… -bébelo ahora que está caliente… y para que pueda llevarme la taza-  Hyoga se levantó y tomo la taza sin decirme nada, era inevitable que sonriera, al menos sabía que me escuchaba, me levante mientras el bebía a pequeños tragos el té, ordenaba los platos sucios cuando me percate.

La cuchara para la medicina estaba exactamente donde la deje y ni siquiera se veía usada -¿Hyoga tomaste la medicina?- dejo de sorber el té y miro a otro lado asintiendo, tome el frasco –Odio las mentiras… así que preguntare de nuevo, ¿Te tomaste la medicina?- Hyoga tardo más en contestar esta vez pero igual asintió -¿Entonces porque el frasco sigue sellado?-

Hyoga se chispo y tomo el resto del té de golpe extendiéndome la taza, yo la sostuve y de nuevo se acostó –Hyoga… no me iré hasta que tomes el jarabe- le extendí la botella junto con la cuchara, oculto su cabeza debajo de las cobijas –Hyoga, estaré molestándote hasta que te bebas el jarabe, si quieres que me valla será mejor que te lo tomes ya- no recibí respuesta y fue cuando una tonta teoría paso por mi mente ¿Y si no quiere que me valla? No… eso sería imposible… me había ignorado desde hace tanto, pero igual intente –Hyoga… me pondré muy triste si no te tomas la medicina… por favor bébela… me quedare contigo- ¡Santo remedio! Hyoga descubrió su cabeza y se enderezo pero no tomo la medicina -¿Tengo que dártela yo?- bueno después de todo yo lo tenía que cuidar, me senté cerca de él en el borde de la cama, abrí el frasco y llene la cuchara para después extendérsela, el abrió su boca y se la tomo

-¡Iag!-  hizo una expresión que me causo mucha gracia, pero no me reí

Volví a servir la otra cucharada y de igual manera la bebió –Ahora duerme, con el té y la medicina seguro dejaras de toser- recogí todo y me dirigía a la salida no sin antes cerciorarme de que Hyoga se acostara.

Las horas habían pasado y ya era la hora de comer, en todo ese tiempo Hyoga no había tosido, por lo que me imagine que seguiría dormido, me dirigí a la cocina prepare sopa de fideos con unos sándwiches junto con ensalada, nuevamente prepare el mismo té endulzado con miel, lo junte todo en la charola y subí a la habitación de Hyoga  -Es hora de comer- no recibí respuesta quizá estaba dormido, solo dejaría la charola como la última vez y después me iría.

Abrí la puerta y para mi sorpresa esta vez Hyoga me estaba viendo al entrar –Estas despierto, que bien, enderézate para que puedas comer- cerré la puerta y deje la charola en la cómoda, Hyoga se sentó y yo le pase la sopa primero –Está un poco caliente-

Hyoga tomo un sorbido y mientras él comía me senté en una silla que tenía por ahí a leer, solo escuchaba como la cuchara era golpeada por el plato para después ser bebida por Hyoga, pero no le preste atención, seguí leyendo hasta que me topé con otra palabra que no sabía que era –Intríngulis- dije por lo bajo, saque la libreta y nuevamente anote la palabra debajo de la anterior

-Dificultad-

-¿Eh?- mire a Hyoga algo asustado, era la primera vez que me dirigía la palabra en todo el día

-Intríngulis… significa dificultad o cuando se te complica una cosa-

-Ah, ya veo, gracias- escribí el significado al costado y cerré la libreta -¿Ya terminaste?- Hyoga asintió y recogí los trastes

-Mentiste…-

Eso sí me saco de onda… -¿Sobre qué?- le dije extrañado

-Dijiste que si bebía la medicina te quedarías conmigo, bajaste y nunca regresaste- no pude evitar sonrojarme

-Eso… pensé que no querías que estuviera aquí-

-Si no hubiera querido que estuvieras aquí… me hubiera bebido el jarabe cuando me dijiste que si lo tomaba te irías- Me sorprendí bastante, realmente no esperaba que él quisiera que me quedara

-Ya entiendo… Lo siento, bajare los platos y volveré a subir para estar contigo- Hyoga no hizo ningún movimiento ni dijo nada, salí de la habitación y regrese como había dicho

Al entrar en la habitación de Hyoga él estaba igual que cuando me fui, al verme se volvió a acostar, entre y tome asiento en un sillón que estaba algo lejos de la cama para seguir leyendo, estaba a pocos capítulos de terminar y a cada párrafo me capturaba más y más.

Tanto que perdí la noción del tiempo –Shun…-

-¿Si?- cerré mi libro

-Tengo hambre…-

-Pero si acabas de…- mire mi reloj y eran más de las diez -¡Dios ¿cuándo paso el tiempo?!- levante mi libro y lo deje en la parte de arriba del ropero –Disculpa me ya mismo te traigo de cenar- fui directo a la cocina ya era algo noche para que pudiese prepararle algo pesado, por lo que solo le subí fruta picada, leche tibia y la “sabrosa” medicina –Aquí tienes- Hyoga se enderezo y comió como si no lo hubiera alimentado en una semana, supongo que ahora se lo que siente Shiryu con los libros, nuevamente hubo cierta resistencia al tomar la medicina, pero si quería mejorar debía beberla.

La noche había caído y Hyoga tenía que dormir, puse mi mano sobre su frente y su temperatura seguía igual o inclusive me atrevería a decir que había incrementado levemente, que ironía que Hyoga el caballero del cisne entrenado en los hielos de Siberia estuviera tumbado por un resfriado.

-Tengo que bajarte la fiebre…- salí de la habitación y regrese con una charola con agua fría y una toalla, puse la toalla a remojar en el agua fría, la exprimí dejándola apenas húmeda para que pudiese absorber el calor de su fiebre y la coloque en su frente, hice el mismo procedimiento por lo menos unas cinco veces, la temperatura le había descendido –Menos mal…- inclusive Hyoga había recuperado algo de color. Deje la charola de lado mañana la recogería, estaba agotado, estaba a punto de irme a mi cuarto para poder dormir

-Shun… ¿A dónde vas?-

-A dormir… estoy exhausto, ¿necesitas algo? – Hyoga ya no me respondió, por lo que solo me fui de su cuarto al mío para poder descansar.

La mañana había llegado, me levante y me duche tenía que preparar el desayuno, una vez listo me pregunte ¿Hyoga no se sentirá sucio? Lleva un día con las mismas ropas sudadas tenía que asearse, fui a su habitación y toque –Hyoga, voy a entrar- gire el pórtico y entre, Hyoga se giró a mirarme -¿Cómo te sientes?-

-Mal…-

Me acerque preocupado a tocar su frente, la temperatura le había subido y su cara se veía bastante agotada -¿Crees que seas capaz de tomar un baño? Para poder cambiarte de ropa- Hyoga solo me negó con la cabeza, se veía que estaba cansado -¿Y si te ayudo? Tienes que quitarte esa ropa sudada- Hyoga parecía sopesar las cosas y asintió con la cabeza –Bien… ¿puedes pararte?-

-¿Cómo, ahora?-

-Sí, mientras te vistes yo preparare el desayuno- Hyoga no tuvo de otra, se levantó de la cama, pero nuevamente se volvió a meter -¿Qué pasa?-

-Me dio frio…-

-¡¿Frio?! ¡¿A ti?!- era por la fiebre obviamente pero nunca pensé escuchar esas palabras de Hyoga –Inténtalo de nuevo, esta vez te cubriré con una manta- Hyoga se levantó y esta vez le pase la manta por la espalda cubriéndolo lo más que podía, caminamos hasta el cuarto del baño –Desvístete por favor- abrí las llaves y metí mi mano hasta cerciorarme de que el agua estuviese tibia

-Shun… yo creo que puedo bañarme solo…-

-¿Seguro?-

-Si… te gritare cuando haya terminado-

-De acuerdo-

Me lleve la ropa sucia y la deje en el cuarto de lavado, mientras Hyoga se encargaba de asearse fui a limpiar su cuarto, cambie las cobijas, tendí su cama, no importa que la volvería a deshacer, es incómodo tener las sabanas echas bola, de su guarda ropa saque una nueva playera y pantalones para dormir, los baje conmigo y me puse a hacer el desayuno, esta vez serian panqueques y jugo.

-¡Shun!- escuche desde arriba a Hyoga gritar

-¡Ahora voy!- tome la ropa limpia y subí corriendo las escaleras pero por mi torpeza me tropecé y caí, me golpee la cabeza con el barandal, me lleve la mano al golpe -¡Ay! ¡Y es aquí cuando Ikki me diría algo así como…Shun no corras porque te vas a caer! ¡Pues que crees hermano ya me caí!- no le di importancia y me levante, Toque la puerta y entre, ayude a Hyoga a ponerse la bata de baño, ni de broma le daría una toalla nada más, seguramente le daría una pulmonía -¿Te vistes acá o en tu cuarto?-

-Prefiero en mi habitación- lo ayude a llegar a su cuarto

-¿Tú recogiste?-

-¿Y quién más?-

-Cierto… gracias-

-No agradezcas, toma aquí esta ropa limpia, en un momento subo con el desayuno-

Nuevamente fui a la cocina, puse todo en la charola para volver a subir esta vez sin caerme, deje la puerta abierta –Hyoga ¿Ya estás listo?-

-Si- entre y Hyoga ya estaba metido en las cobijas, deje la charola en la cómoda y él comenzó a comer mientras yo me sentaba en la misma silla que el día anterior, mi cabeza me dolía, sentía como el golpe estaba punzando, después de atender a Hyoga me revisaría -¿Qué te paso?-

-¿Ah?-

-En la cabeza-

¡¿Cómo rayos se dio cuenta?! –Ah… esto… yo… me tropecé en las escaleras- Pensé que me diría algo más pero solo siguió comiendo, cuando termino de comer recogí los trastes y se volvió a recostar después de tomar la medicina

-Hyoga…-

Escuche como se giró, pero no pude corresponder de igual manera, tenía miedo de ver su reacción -¿Por qué me odias?-

-¿Perdona?- note cierta incredulidad en su voz

-Si… ¿Acaso hice algo que te molestase?-

-Shun… me has estado cuidando sin descanso, ¿Cómo podría molestarme?-

-No… desde antes…-

-¿Quién te ha metido semejante idea en la cabeza?- me gire y me encontré con un rostro algo molesto y decaído a la vez, como si lo que yo dijera fueran puras incoherencias

-Tú…- su expresión se inmuto –Siempre me ignoras… incluso ayer me ignorabas hasta que no te quedo de otra… quiero saber porque-

Hyoga se recostó y se giró al lado contrario –No te odio, es... deja de pensar tonterías-

Eso no me ayudó mucho, salí de su habitación –Si… disculpa- y baje los trastes.

Me había ido al baño a revisar el golpe, solo estaba hinchado, nada que una pomada no arreglara, saque el botiquín y me coloque algo de la viscosa mezcla en mi frente, me dirigí a la sala de estar, para tumbarme en el sillón más grande, usualmente Seiya se venía a desparramar aquí por lo que yo nunca podía estirarme a gusto, realmente era cómodo el sillón, tanto que hasta sería capaz de darle pelea a Seiya por un rato tumbado aquí.

Me quede dormido en el sofá, un ligero movimiento en mi hombro me despertó, era Hyoga quien me miraba preocupado -¿Shun? ¿Te sientes bien?-

Me levante algo atontado -¿Qué haces fuera de la cama?- frote mis ojos con el dorso de mis manos

-Te estaba llamando desde hace un buen rato… al ver que no subías me asuste…-

-¿Asustarte? ¿Pero porque?-

Hyoga se silenció un momento –Pensé… que estabas molesto por lo de hace rato…-

Y fue cuando todo regreso a mi mente –Hyoga… si no me odias ¿Por qué me ignorabas? ¿Por qué tanto empeño en que no me acercara a ti?-

Hyoga me miro incrédulo -¿Es enserio?-

-Pues sí, si lo supiera no te preguntaría-

Hyoga parecía no tener opción, parecía estar luchando internamente consigo mismo, soltó un suspiro resignado y me miro a los ojos  -Porque tú me gustas Shun-

¿Eh?... ¡¿Eh?! –Tienes que estar jodiendo me…-

-¿¡Qué?!-

-¡Digo que me estas mintiendo!-

-¡¿Por qué te mentiría con algo como eso!?-

-¡Lo mismo quiero saber!-

-¡No dije mentiras!-

-¡Pues no te creo!-

-¡Si fuera mentira no te besaría!-

-¡No me has besado!- hable muy pronto

Hyoga me había abrazado y jalado a sus labios, todo dio un giro para mí, nunca pensé poder besar a alguien y mucho menos a un hombre, no me moví pero tampoco le seguí él juego, esto era bastante para mí –Ya te bese…- Hyoga se separó apenas escasos milímetros de mis labios, estaba procesando la información, los acontecimientos, todo –Te ignoraba… porque temía hacer esto mismo… temía el que después me vieras de forma diferente, con repugno, temía a que te fuese a lastimar… día y noche reprimiendo mis sentimientos… reprimiendo mis deseos de besarte… de cuidarte mientras tu idiota hermano no está… -

-Entonces… antier…-

-Si… estaba defendiéndote, pero no podía más con tu mirada, me cuesta tanto controlarme cuando estoy cerca de ti… y cuando Saori dijo que estaría a tu cuidado casi me muero de emoción y de angustia…- Simplemente no sabía que decir, comencé a reír -¿Shun?- y a llorar

-Así… así que eso era… jaja… eso era… snif… eso era todo jaja…-

Hyoga me abrazo preocupado –Shun… no llores… me haces sentir más idiota de lo que ya soy-

-Hyoga… después de esto ¿Qué sigue?-

-¿Perdona?-

-Si… Ya sé que sientes por mi… ahora yo ¿Qué tengo que hacer?-

Tomo mi rostro y me miro a los ojos –Puedes corresponder me… o puedes silenciarme- iba a responder –Pero antes… de conocer tu respuesta déjame besarte una vez más-

Fin.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, les agradeceria mucho el que me dejaran RW, para saber sus opiniones, ¿Que le falta? ¿Que le sobra? ¿Les gusto o no?


Todo comentario sera bien recibido.


Hasta la proxima!


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