CAPÍTULO 1
-Ése es el edificio- indicó Baekhyun al taxista para que se detuviera.
Chanyeol, quien iba a su lado, salió primero del auto para luego ayudar a salir al más bajo.
- Espéreme aquí, ya regreso- le ordeno al taxista antes de darse media vuelta y dirigirse al elegante edificio que tenía al frente.
Definitivamente esta no era la forma en que Chanyeol había planeado terminar su noche.
Cómo tampoco se esperó que su amante temporal apareciera con semejante excusa.
“…eso te pasa por meterte con un enfermo”
Con sólo recordar esa frase un escalofrío lo recorrió de la cabeza a los pies. Cuando escuchó a Baekhyun pronunciar esas palabras su reacción no fue muy diferente. El miedo lo embargó por completo y muchas preguntas surcaron su cabeza mientras veía al bajito sentado en ese inodoro mirándolo con esa desfachatez tan suya.
¿Qué sucedía si realmente estaba enfermo y no era una mera invención?
Si era así, no entendía como alguien en ese estado, fuera lo que tuviese, se atrevía a salir de noche y tener sexo con extraños cuando debería estar en casa descansando y sanándose.
Por otro lado, también estaba la posibilidad de que Baekhyun lo hubiera engañado para que lo llevara gratis a su casa. Por lo poco que había visto de su personalidad y buscando una respuesta más realista, eso sería lo más lógico. Si no fuera porque estaban en Gangnam…
- Llegamos
La voz de Baekhyun lo trajo de nuevo a la realidad. Tan inmerso estaba en sus pensamientos que no se fijó en que momento tomaron el ascensor y menos cuando se bajaron hasta quedar frente al departamento. Echó una ojeada al iluminado corredor y una sonrisa surco sus labios.
- Vaya, no pensé que te haría tan feliz deshacerte de mí…
La vida era tan irónica algunas veces, pensó Chanyeol.
- Si, lástima que sea solo temporal- contestó con tono burlón, para luego agregar- ¿Desde aquí puedes tú solo o necesitas que te lleve hasta tu cama?
- Puedo yo solo- contestó Baekhyun con el entrecejo fruncido producto de lo recién escuchado, casi intentado descubrir cuál era el mensaje secreto que este guardaba. Sin embargo, Chanyeol lejos de querer aclarar lo que había dicho, lo soltó y se encaminó devuelta al ascensor.
- Nos vemos pronto- fue su escueta despedida, antes de desparecer entre las puertas del elevador, dejando aún más ceñudo al más bajo.
Primero se negaba a llevarlo y hasta hace un minuto atrás parecía molesto por joderle el resto de la noche al tener que acompañarlo hasta su departamento, y ahora se despedía como si fuera un amigo de toda la vida.
- Esta loco- resumió sin querer darle más vueltas al asunto, y sin más entró a su hogar.
Unas horas más tarde, Baekhyun se despertaba terriblemente adolorido en su cama. Sus músculos se encontraban acalambrados, y aunque no había tomado casi nada de alcohol, su cabeza igualmente se partía en dos.
Y la alarma que sonaba a su lado no mejoraba las cosas.
Con pereza levanto un brazo y apagó la alarma de su celular, sintiendo un alivio inmediato al no tener ese penetrante ruido taladrándole los oídos. Con pesadez abrió un ojo visualizando su habitación, para recaer al final en la mesita de noche en donde un vaso de agua reposaba junto a una capsula de color blanco.
Soltó un bufido con solo verla, y haciendo caso omiso de ella se giró en su cama para darle la espalda, sintiendo inmediatamente como su cuerpo le reclamaba por el movimiento, sobre todo su trasero. Sin embargo, contrariamente al dolor que sentía, sonrió.
-Fue una buena noche- musitó con voz áspera mientras se acomodaba en un intento de encontrar una posición en que su trasero no le reclamara.
No era la primera vez que tenía sexo con un desconocido, es más, era algo habitual en él desde hace tanto tiempo que le sorprendía que no hubiera agarrado alguna enfermedad de transmisión sexual. Supuso que tenía suerte o tenía muy buen ojo al momento de elegir a su víctima, sin contar que usaba preservativo de por medio…
A diferencia de anoche.
Pero el encuentro de anoche había sido distinto en muchos más sentidos que sólo el hecho de que no había usado condón. Lo íntimo que se había vuelto y el cómo se sintió, fue mucho más intenso de lo que él recordaba. Sin contar que nunca lo habían dejado en tal estado que no podía sostenerse en pie, y dudaba mucho que eso fuera sólo por la fiereza del acto.
Las anteriores veces siempre quedó debilitado y sus músculos temblaban en protesta, pero no como ahora.
Eso solo podía significar dos cosas: su amante había sido un dios del sexo o su enfermedad había empeorado.
Desde hace más de un año que había comenzado a presentar síntomas. Al principio no le tomo mucha importancia, "solo es estrés", se decía. Pero con el tiempo los dolores de cabeza comenzaron a aumentar, las náuseas y los vómitos eran cada vez más regulares, y hasta las cosas más mínimas lo agotaban haciéndole hasta difícil respirar cuando requería mayor esfuerzo físico.
Cuándo se decidió a consultar con el médico, lo primero que le recetaron fueron suplementos vitamínicos junto con unas pastillas para el dolor de cabeza. No dieron resultado. Le agregaron un antiemético. Resulto peor.
Finalmente lo diagnosticaron con anemia megaloblástica, que a grandes rasgos y por lo que pudo entender, significaba que su cuerpo no generaba la cantidad suficiente de glóbulos rojos por lo que sus células no podían recibir todo el oxígeno que necesitaban. Trataron de compensarlo con suplementos, pero igual no lograron controlar todos los síntomas y fue ahí que Baekhyun se aburrió.
Había pasado por baterías de exámenes y los médicos solo habían llegado a que se debían ajustar las dosis, pero sin tener una idea clara cuál era realmente el origen de todo lo que le sucedía. Cuál era la causa que su cuerpo no respondiera adecuadamente al tratamiento.
Cuando se insinuó que podía estar sufriendo algún tipo de cáncer, fue que Baekhyun decidió mandar todo a la basura, incluido el tratamiento, y seguir su vida, tratando de no verse afectado por lo que fuera que tuviera. Se iba a dedicar a disfrutar lo que le quedara de tiempo, hasta que su cuerpo no diera más. Sin máquinas, sin complejos tratamientos, sin vivir amarrado a un hospital viendo sus días pasar entre murallas blancas y gente desconocida que sonreía sólo para que no se sintiera más miserable.
No. Nada de eso.
En cambio, Baekhyun había decidido vivir y experimentar lo más posible, disfrutar de los placeres que se podía permitir y sentir, aunque fuera por un efímero instante, el calor de otro cuerpo mientras se fundía en el éxtasis que el orgasmo traía. Y ese tipo de vida le había resultado bastante bien, hasta anoche. El entumecimiento que había recorrido sus extremidades era nuevo.
Por un instante sus piernas no le habían respondido. No las sintió. No le obedecían. Eran peso muerto.
Y eso, porque no decirlo, lo había asustado a tal punto de revelar que estaba enfermo. Jamás lo hacía, ni siquiera en su trabajo conocían de su padecimiento. Su tío, con quién vivía, era el único que sabía por lo que pasaba.
Sólo el miedo, el terror de quedarse ahí abandonado en ese estrecho cubículo hizo que usara su enfermedad cómo argumento para convencer a Chanyeol que lo llevara a su casa.
Ahora se sentía idiota y ligeramente avergonzado por haberlo hecho.
Pasando las manos por sobre su cara en un intento de quitarse el rastro de sueño y la vergüenza pasada, se incorporó en su cama. Dejando de lado las molestias que ese sólo movimiento le produjo, tomó un sorbo del vaso con agua y miro de soslayo la pastilla que ahí descansaba, sopesando la opción de tomarla o no.
Finalmente tiró el medicamento a la basura.
No lo necesitaba.
Se cambió de ropa tomándose su tiempo y arregló un poco su pelo con la mano. Hace mucho que había dejado de peinárselo. Después de ver que salían puñados de pelo cada vez que lo hacía, al punto que pensó que se iba a quedar calvo, decidió pasar a un estilo más informal, acomodándoselo sólo un poco para no parecer demasiado desarreglado en la oficina.
-Vejez- se había dicho burlonamente la primera vez, cuando había visto la esfera peluda en su mano.
Si, vejez a los veintitrés años de edad. Muy lógico.
Observó por última vez su pálido reflejo antes de dirigirse al comedor en donde su desayuno ya estaría servido, aunque mucho apetito no tenía.
Cuando llegó, unas tostadas y un jugo lo estaban esperando sobre la mesa, junto con una pequeña nota escrita a mano.
Ni siquiera la leyó. Sabía lo que decía de memoria.
"Aliméntate bien. Que tengas un buen día"
Ese era el mensaje que su tío depositaba todos los días al lado de su desayuno, cómo gesto de saludo y que se preocupaba por él.
Al fallecer sus padres en un accidente, su tío paterno había pasado a hacerse cargo de él hace siete años atrás, apoyándolo con la perdida y preocupándose de su bienestar. Más de una vez le había insistido que viera nuevos médicos para resolver su delicado estado de salud, pero Baekhyun se había rehusado. Él estaba convencido totalmente de vivir su vida como alguien normal hasta que su cuerpo no diera más y colapsara. Si bien podía no ser la opción más sabia, desde su punto de vista era mejor que estar enchufado a miles de cables recibiendo tratamientos que al final del día lo dejarían postrado en una cama sin ánimos para levantarse.
Su enfermedad era molesta, sí, pero aún no lo incapacitaba del todo y para Baekhyun eso era mejor que nada.
Tomo un sorbo de jugo antes de salir.
Ya al lado de la puerta y colocándose los zapatos, pudo escuchar claramente el barullo que había fuera del recinto, extrañándolo. No era normal ese ruido a esa hora de la mañana.
Llevado por la curiosidad, pero sin ser demasiado obvio, salió de su departamento con tranquilidad para encontrarse con que el pasillo estaba atestado de cajas. Mientras cerraba la puerta y por el rabillo del ojo, pudo ver que dos hombres entraban y salían del departamento continuo al suyo, transportando tanto las cajas como algunos muebles.
-Así que sólo era eso- pensó volviendo su vista a la puerta para asegurarse de que había cerrado bien - Llegó un nuevo vecino.
Sin detenerse a mirar nada más, se dirigió directo al ascensor, sin percatarse que su nuevo vecino salía justo en ese momento por la puerta de su nuevo departamento.
Alto y con una amplia sonrisa, observó como Baekhyun se subía al ascensor y desaparecía tras las puertas.
Oh si, la vida definitivamente era una ironía…
***
Baekhyun no estaba muy seguro desde hace cuánto, pero hace varios días que lo único que hacía era llegar en la noche después del trabajo a su casa y pasar directamente a su cama, sin ánimos más que para dormir.
Sin embargo, esa noche había decidido que sin importar qué, iba a detener esa rutina.
Ya era momento de salir.
No es que tuviera menos cansado, estaba igual de cansado que los días anteriores. El cuerpo le pesaba y su cama se veía realmente tentadora, pero no por eso iba a dejar de disfrutar la vida y pasar durmiendo. Después de todo la vida no es solo trabajo y dormir, ¿o sí?
Dio un último vistazo a su reflejo, quedando bastante satisfecho con el resultado.
-¿A dónde vas?
Justo estaba por tomar su billetera cuando la voz de su tío lo tomó por sorpresa.
- Voy a salir con unos amigos- le informó, haciéndole frente al hombre que lo observaba con suspicacia.
- Unos amigos…- repitió como si no le creyera ni una palabra. Sin embargo, pese a eso, asintió y le siguió el juego- Bien, trata de no llegar muy tarde, mañana tienes trabajo.
- Si, lo sé- respondió al tiempo que pasaba por el lado de su tío y se dirigía a la sala de estar.
- Baekhyun…
- Y también me cuidaré - agrego para no tener que escuchar un sermón. Quería al hombre, después de todo era su mentor y se había hecho cargo de él todo esos años, pero eso no quitaba que ya estaba bastante grandecito para hacerse cargo de sí mismo.
Se sentó en el piso para calzarse los zapatos cuando noto que había una canasta al lado de la puerta.
-¿Qué es esto?
- De eso quería hablarte- comento el hombre al llegar a su lado- ¿Podrías llevárselo al nuevo vecino? no te tomará mucho tiempo…-Baekhyun volteó a mirar con los ojos entrecerrados a su tío, listo para negarse cuando este agregó- Es solo un gesto de bienvenida, Baekhyun. El hombre apenas llegó hace una semana aquí y esta es una buena forma de presentarse.
El nombrado rodo los ojos y observó nuevamente la canasta que rebosaba de frutas de la estación.
-Está bien- bufó, sabiendo de antemano que sería una pérdida de tiempo el seguir resistiéndose porque al final igual la tendría que llevar. Mejor ahorrarse el mal rato y sacarse lo más rápido posible esa “presentación social” para así finalmente poder divertirse sin problemas.
Tomando sin muchos ánimos la dichosa cesta, salió del departamento. Miró con desgano la puerta de su vecino y tanteó por última vez sus posibilidades. Hacerlo al regreso no era una opción.
-Entre antes mejor- pensó volviendo a convencerse de que esa era la vía más rápida, y sin más caminó el trecho que lo separaba de la blanca puerta y tocó.
Su vista estaba fija en las manzanas y peras de su canasta cuando la puerta se abrió.
- Hola soy tu vecino y venía a…- comenzó con un tono monótono mientras alzaba la cabeza, quedando súbitamente impactado al ver quien tenía al frente. No podía ser cierto.
- ¡¿Qué haces tú aquí?!- exclamó entre sorprendido y alertado Baekhyun- ¡¿Eres acaso un acosador?!
El más alto sonrió, casi conteniéndose para no largar una carcajada ante la expresión que adornaba la cara del contrario.
-Siempre te gusta montar una escena, ¿no es así?- soltó Chanyeol mientras se hacía a un lado para dejarle el paso libre - Entra.
Baekhyun abrió la boca listo para rebatir, es más, quería tirarle la canasta de fruta directo a su gran cabezota con orejas de Dumbo para borrarle esa pretenciosa sonrisa, pero se contuvo.
Por algo, que él mismo no quiso definir ni entender en ese momento, obedeció y entró. De mala gana, pero entró.
- Bien, no me has dicho que haces aquí
- Vivo aquí- respondió con sencillez y Baekhyun se abstuvo de lanzarle una manzana, sólo porque el otro agregó astutamente- Y aunque me gustaría decirte que me convertí en tu acosador número uno después de esa sesión de sexo en el baño y que apenas te deje aquí fui y compre este departamento, lamento decirte que no fue así.
Definitivamente su sonrisa y el tono que utilizaba para hablar sacaba de sus casillas a Baekhyun. ¿Cómo es que había terminado teniendo sexo con él?
- Fácil, porque no es algo que se tome en cuenta cuando solo vas a tener sexo de una noche, sobre todo cuando apenas cruzas palabras con el otro- contestó su subconsciente, al tiempo que Baekhyun le hacía frente al alto- ¿En dónde coloco esto?
- En esa mesa de allá estaría bien, aunque…no era necesario traerme fruta para agradecerme.
Baekhyun se detuvo en mitad de camino y se volvió con el ceño fruncido.
- ¿Agradecerte, qué?
- El haberte traído esa noche y claro, pagar el taxi. Veinticuatro mil wons no es poco, ¿sabes?
- Por si no te diste cuenta, recién ahora vengo a saber que tú eres mi vecino- respondió indignado - Y esto lo mando mi tío para darte la bienvenida al edificio.
Ya sin importarle algún gesto de educación, dejó la canasta en el suelo y sin más saco su billetera. Con paso decidido se acercó a Chanyeol, y haciéndole frente tomo su mano y le puso un puñado de billetes en ella.
- Bienvenido a tu nuevo hogar y gracias por tu ayuda- soltó con fría ironía.
- De nada. Eso si la próxima vez di que no tienes dinero de una, en vez de inventarte una enfermedad…
Fin. Sobrepaso su límite.
Con ira inyectada en los ojos por haber sido acusado falsamente de mentiroso, Baekhyun empujó a Chanyeol hacia un lado y sin decir nada cerró la puerta con un portazo que hizo retumbar hasta los ventanales.
Chanyeol se sobó el brazo recién golpeado y miro el dinero que tenía en la mano. Estaba más que decir que había sido un idiota con ese último comentario, era consciente de ello, pero simplemente no lo pudo evitar. No sabía si fue el hecho de verlo arreglado, listo para salir o saber de antemano que lo más seguro es que tendría sexo con otra persona, alterándolo al punto de mosquearlo. Solo sabía que al final había abierto la boca y todo terminó mal.
Por un instante pensó en perseguir al enérgico bajito, pero se abstuvo. ¿Que conseguiría con eso más que hacerlo enojar aún más?
Además, qué le importaba lo que hiciera el otro. Enfermo o no, Baekhyun tenía todo el derecho de vivir su vida cómo se le diera en gana, y él no tenía ningún poder sobre ello. Sólo había sido un encuentro de una noche. Nada los unía. Era igual que los demás.
- Realmente parezco un acosador- pensó al final mientras se ponía una chaqueta encima para ir detrás de Baekhyun. Si se apresuraba tal vez podría alcanzarlo a tiempo.
Baekhyun caminaba por la calle, sintiendo como el frío golpeaba de lleno su cara ayudándolo a bajar un poco la calentura producto del enojo.
Ese idiota…¿Cómo se atrevía a tratarlo de mentiroso?
Soltó un bufido con solo recordarlo, mientras sus pasos se hacían más largos y veloces al tiempo que sentía que su corazón golpeaba con fuerza contra su pecho.
Sus pulmones parecían ya no dar más cuando se detuvo de improviso frente a un bar, y sin pensarlo dos veces entro en él. Necesitaba un poco de alcohol para borrar tan desagradable encuentro, y porque no, un buen polvo que suplantara los recuerdos de aquella noche.
Aunque sería difícil. Muy a su pesar, Chanyeol había sido muy bueno. Para su mala suerte.
El alto por su parte, gracias a sus largas piernas, había logrado dar con Baekhyun antes de que este se perdiera de vista por la calle, consiguiendo seguirlo hasta el bar. Sin tener muy claro el por qué y tampoco con muchas ganas de averiguarlo, optó finalmente por camuflarse entre el gentío que llenaba la barra. Desde su posición podía ver claramente al más bajo tomarse de un solo trago su cerveza, mientras que unos tipos más allá ya le habían echado el ojo.
Se meció el cabello frustrado. Seguía sin tener idea del porque había terminado ingresando en aquél bar y menos aún porque se mantenía ahí parado como un patético imbécil. Si hubiera querido, podría haber detenido a Baekhyun en la mitad de la calle para disculparse con él. Solo le habría bastado dos zancadas para acortar las distancias y hacerlo. O es más, podría haber esperado para el día siguiente para disculparse y tema resuelto.
Sin embargo, no quería esperar, como tampoco se había atrevido a hablarle.
- Sería mejor regresar a casa y olvidarlo- pensó sin poder apartar la mirada de Baekhyun.
¿Qué le pasaba?
Él no era un obseso y nunca se había calentado la cabeza por hacer enojar a alguien como hasta ahora. Se podría decir que estaba, hasta cierto punto, encaprichado con Baekhyun.
Y ahora celoso al verlo besarse con un cualquiera.
- Esto es una estupidez- bufó al verse influenciado por la escena, negando totalmente el haber generado tan rápido una fascinación casi irrisoria por alguien que apenas conocía. Sin pensarlo dos veces se volteo para regresar a su departamento.
Mientras tanto Baekhyun se encontraba besando con furia aquel desconocido que se le había acercado para pedirle quien sabe qué. No lo había escuchado, ni tampoco lo dejó terminar de hablar cuando se había lanzado a besarlo cómo un desesperado. Lo único que deseaba en ese instante era descargar su frustración con alguien. Liberar el enojo que lo llenaba el sólo saber que su mente no paraba de pensar en Chanyeol y sus estúpidas palabras. Pero lo que más le molestaba era el hecho de que le afectaran las palabras de alguien que apenas conocía.
Y para su mayor descontento, no lograba llenarse con aquel beso. No lo satisfacía ni una pizca. Movía sus labios con desenfreno pero solo sentía que estaba dentro de una vaga y vacía monotonía sin sentido.
Intento apegarse más al cuerpo contrario en un intento de llenar ese vacío, pero lo único que obtuvo fue aumentar su frustración.
Estaba por darse por vencido, cuando sintió que alguien los separaba bruscamente.
Perplejo ante tal intromisión, abrió los ojos para hacerle frente a quien los había interrumpido, quedando con la boca abierta en el acto. Y mudo.
- Nos vamos- ordenó Chanyeol con autoridad mientras su oscura mirada se posaba en el desconocido con el que se había estado besando.
Antes de que Baekhyun pudiera siquiera reaccionar fue firmemente agarrado del brazo y tironeado fuera del bar por un hermético Chanyeol.
- ¡¿Se puede saber qué te pasa?!- estalló finalmente Baekhyun al llegar al exterior - No eres nadie para…
Sus palabras murieron en su boca cuando Chanyeol fue y lo besó en contra de su voluntad. Por unos segundos se vio tentado de seguir besando esos labios que se movían necesitados y perfectos contra los suyos, pero se contuvo.
Su enojo era superior, y por lo mismo lo apartó con fuerza, mordiéndole de paso el labio para que supiera cuanto odiaba su actitud.
-Estás loco- escupió Baekhyun dándose media vuelta para alejarse lo más posible, de su ahora, vecino.
- Lo siento…
Cómo un murmullo suave, pero cargado de sinceridad, las palabras levitaron por el aire hasta llegar a él por sobre el ruido de la ciudad, haciéndolo detener su andar.
- ¿Qué es lo que sientes?- preguntó casi mordiendo las palabras, girando levemente la cabeza para ver de soslayo a ese gigante que tenía una mirada tan profunda como extraña. De alguna forma, Baekhyun pudo captar cuán difícil, y extraño, era para el otro decir y hacer lo que estaba haciendo.
- No quería insultarte…ni siquiera tenía planeado seguirte…
Baekhyun resopló.
Un silencio los inundo a los dos, mientras poco a poco el sonido de los automóviles al pasar y la gente andando a su alrededor comenzó a traspasar esa barrera que habían formado momentáneamente con el exterior. Uno frente al otro. Dos extraños con nada en común más que haber compartido sexo desenfrenado una noche y ahora ser vecinos.
Baekhyun estaba enfermo y aparentemente Chanyeol estaba loco, pero al parecer Baekhyun lo estaba aún más por lo que iba a decir.
- Ya no importa, arruinaste mi noche de todas formas- soltó para luego girarse de lleno y hacerle frente al otro- ¿Cómo piensas compensarlo?
Bestial. Esa era la definición exacta que Baekhyun le daría a ese encuentro mientras observaba el techo de esa habitación desconocida.
Hace mucho que no tenía sexo sobre una cama y debía admitir que era bastante refrescante volver a una. Y cómodo.
Sus piernas, nuevamente entumecidas, encontraban ahora un apoyo en donde recostarse, lo cual era mucho mejor que el panorama de descansar en un pestilente y sucio piso esperando a que estas reaccionaran.
Si, realmente agradable.
Pero eso no quitaba que su mente se encontrara en un embrollo. Nunca se acostaba dos veces con la misma persona ni mucho menos iba a su casa. Y ahí estaba, recostado en la amplia cama en el departamento de su peculiar vecino.
Aunque debía aceptarlo, lo había disfrutado.
Pero no podía dejar que pasara otra vez, no quería mezclarse en ningún tipo de relación. Por su enfermedad no quería relacionarse con nadie.
-El desayuno está listo- anunció Chanyeol asomándose por la puerta. Solo llevaba puesto unos pantalones encima, dejando al descubierto su pecho y sus bien formados brazos. Baekhyun podía notar las marcas que había dejado en estos. Sus uñas se marcaban en sus brazos y varias marcas rojas de mordidas recorrían su pecho, sobre todo una en su hombro la cual, estaba seguro, pasaría a ser un muy feo moretón. Pero bueno, de alguna forma tenía que vengarse del más alto por haberlo llamado mentiroso.
Desvió su vista hacia el reloj que descansaba en la mesita de noche.
- Son las cuatro de la madrugada- dijo con el ceño fruncido.
-¿Y?
- Eres raro, ¿lo sabes?
Chanyeol solo sonrió ante el comentario.
- Vamos, ¿o necesitas que te cargue?
-Puedo solo- contesto Baekhyun altivo, mientras se incorporaba en la cama. Tan pronto se puso de pie vio la hambrienta mirada que le dirigía el otro- Pervertido- pensó mientras cogía lo primero al alcance de su mano y se lo colocaba encima para luego seguir a Chanyeol hasta la cocina.
Por el rabillo del ojo, Chanyeol se percató como Baekhyun caminaba con cierta dificultad, y se cuestionó si había sido muy brusco con él. Pese a que esta vez lo había dilatado antes de entrar, puede que igual se haya excedido en el uso de su fuerza.
- Lamento no haber medido mi fuerza anoche- le dijo colocándole un plato al frente mientras Baekhyun tomaba asiento con dificultad en la mesa de la cocina.
-No eres el primero que me deja así- se jactó Baekhyun con una sonrisilla de autosuficiencia, cómo si fuera algo para estar orgulloso – De todas formas sólo tengo un calambre en la pierna, por eso me cuesta moverme…no te des tantos aires.
Chanyeol entrecerró los ojos ante la habitual ironía del bajito.
- Ajá- contestó sin muchas ganas- Mejor come.
-¿No moriré si lo como?
-¿Qué crees? ¿qué le puse veneno acaso?- respondió Chanyeol haciéndose el ofendido, viendo como una sonrisa surcaba los labios de Baekhyun antes de encogerse de hombros y tomar el primer bocado- ¿Y? ¿qué tal?
-No está mal
Chanyeol pareció satisfecho ante aquella respuesta y comenzó a comer de su plato.
Baekhyun observó como el alto se devoraba su comida, mientras él iba de a pequeños bocados, masticando con lentitud y saboreando apenas cada pedazo. No es que el plato estuviera malo, simplemente su percepción de los sabores había bajado desde hace unos meses y ahora poco o nada era lo que podía percibir de lo que comía.
La mirada de Baekhyun se desvió de Chanyeol para observar el departamento. Aunque se encontraba decorado con sencillez y aun se podían ver cajas que faltaban por desembalar, se notaba que el inmueble era de buena calidad. Costoso.
-¿En que trabaja tu padre?- pregunto de repente, volteando su vista hacia Chanyeol.
-¿Por qué lo quieres saber?
- Solo curiosidad. Debe tener bastante dinero para comprarte un departamento en Gangnam…
- Yo compré el departamento
- ¿Con el dinero que tu padre te deposita cada mes en tu cuenta corriente? - pregunto irónico Baekhyun, y por un momento sintió que estaba en lo cierto al ver que Chanyeol se quedaba en silencio- No tienes por qué avergonzarte, varios son mantenidos…
- Realmente eres molesto, ¿sabes?- contestó finalmente Chanyeol chasqueando la lengua- Mi padre no es ningún millonario, todo lo que tengo aquí es por mi propio esfuerzo…
- Ahh…entonces eres un gigoló
- ¿Disculpa?- Chanyeol no pudo evitar que su voz sonara ligeramente más aguda de su tono habitual y que su boca se abriera de paso.
- Gigoló- volvió a repetir Baekhyun sin vergüenza- o sea, prostituto, puta…como quieras llamarlo
-¿Cómo es que llegaste a esa conclusión?- fue lo único que se le ocurrió preguntar sin saber ya si enojarse o no.
Baekhyun colocó una expresión pensativa mientras apoyaba los palitos sobre su labio inferior.
- Si pienso sobre anoche y la otra vez, es la conclusión más lógica- para luego agregar- Eso sí, tienes que ser de los caros para vivir así. Supongo que pronto llegará la cuenta a mi puerta, ¿no es así?
Chanyeol esta vez no pudo evitar soltar una carcajada.
-¿Tan bueno crees que soy en la cama para considerarme un prostituto?
La sonrisa de Baekhyun se esfumó. En cambio un ceño fruncido lo reemplazó, dejando bien a las claras que lo habían calzado y que eso no le había gustado.
Chanyeol sonrió satisfecho. ¿Quién lo hubiera pensado? .Había logrado ganarle a ese chico. No estaba seguro que le hinchaba más el orgullo: si dejar callado a Baekhyun o que este efectivamente lo encontrara un dios del sexo.
Definitivamente ambas.
- Soy publicista - contestó finalmente- ¿Y tú qué?. No me digas, ¿tus padres te mantienen?
- No. Mis padres están muertos- contestó con frialdad Baekhyun manteniéndole la mirada. Al final dejó sus palillos a un lado y se levantó de la mesa- Gracias por la comida.
Sin más se fue de la cocina, borrando con eso cualquier rastro de orgullo y satisfacción en Chanyeol. Nuevamente había metido la pata.
Baekhyun estaba terminando de ponerse los pantalones cuando Chanyeol apareció en la puerta.
- Baek lo siento, no sabía…no pensé que…
- Olvídalo, no importa- lo corto pasando por su lado para ir hacia la sala- De todas formas ya tengo que irme. Aún tengo casi tres horas de sueño antes de irme al trabajo.
- Baekhyun- lo volvió a llamar justo cuando el nombrado tenia los dedos sobre la manilla de la puerta.
-¿Que?
- Déjame compensártelo.
-No es necesario, con el dolor que tengo en mi trasero ya es suficiente
- No me refería a ese tipo de compensación- soltó rodando los ojos el alto al tiempo que cerraba las distancias y evitaba que el otro saliera por la puerta- Déjame llevarte a tu trabajo.
Baekhyun alzó la mirada mientras un montón de frases pasaban por su mente para descartar tal ofrecimiento.
- A las siete y media, en mi puerta.
-Ahí estaré.
A las siete y media en punto Chanyeol se encontraba frente a la puerta del departamento de su vecino. Con una increíble energía, pese a lo poco que había dormido, se había alistado para cumplir su promesa.
En contraste, Baekhyun le abrió la puerta con una cara que dejaba claro que no rebosaba de la misma energía.
- Voy por mi billetera y nos vamos- fue su "cálido" recibimiento mientras se hacía un lado para dejarlo pasar.
Con solo entrar Chanyeol comprendió que si bien él tenía dinero, Baekhyun debía estar forrado en él.
Los muebles eran extremadamente lujosos, las decoraciones para que decir, prácticamente era como entrar a un hotel de lujo. Solo faltaba el mayordomo para completar la escena.
Una pequeña comezón le atacó la nariz mientras avanzaba por el salón hasta llegar al comedor donde un perfecto desayuno al estilo occidental se encontraba servido, sin tocar.
- Baekhyun, ¿no vas a comer tu desayuno?- le pregunto al verlo entrar nuevamente a la estancia.
-No, ya comí en tu casa. ¿Recuerdas?
Si, lo recordaba. Como también recordaba que había dejado más de la mitad de su comida intacta.
-¿Que vas hacer con todo esto entonces?
- No sé, botarlo supongo- respondió mientras se colocaba la chaqueta encima- Si quieres te lo puedes comer tú.
Chanyeol alzo una ceja, y al ver que el bajito volvía a internarse en el pasillo en busca de algo aprovechó para darle un bocado a ese suculento desayuno que se le presentaba al frente.
Hace tres horas que había comido y su estómago ya tenía hambre, así que no desestimó en darle una buena mascada al pan. Sin embargo, tan pronto acercó el pan a su boca lo pensó mejor y no lo tocó. En vez de eso, lo unió con el otro que aún reposaba en el plato formando un emparedado.
- Así se lo puede comer cuando le baje el hambre- pensó mientras lo envolvía con una servilleta de papel.
Chanyeol no se consideraba alguien muy detallista o que se fijara demasiado en el cuerpo contrario, pero cuando había vuelto a pasear sus manos por el pecho de Baekhyun había notado lo delgado que estaba al punto que podía sentir claramente la forma de sus costillas en algunos sectores, y eso era escalofriante. No estaba seguro si era producto de su enfermedad o de algún desorden alimenticio, pero ante lo poco que había comido en su casa dudaba que lograra resistir así hasta el mediodía y ese emparedado de mermelada era una buena forma para ayudarlo.
Tomando una servilleta se limpió los restos de mermelada de sus manos mientras el pan reposaba en el plato, listo para ser llevado.
- Además así no se desperdicia la comida- murmuro justo cuando el nombrado aparecía nuevamente en la estancia.
-Vamos
Chanyeol asintió ante la orden. Tomando el emparedado, salió del departamento, sin notar que al hacerlo su nariz por fin dejaba de cosquillearle.
- ¿Vives solo en tu apartamento?- consultó Chanyeol mientras manejaba por la concurrida avenida.
- No, vivo con mi tío. Me mude con él cuando mis padres fallecieron.
Chanyeol apretó los labios y el silencio se interpuso entre ellos hasta que Baekhyun suspiró hastiado.
- Si quieres preguntar algo solo dilo.
- ¿Cómo murieron tus padres?- consulto el más alto directamente pero con un tono que dejaba entrever lo serio que se tomaba la pregunta.
- En un accidente- contesto con sencillez, aunque Chanyeol percibió como el tema aun afectaba al bajito al ver como este desviaba la vista hacia la ventana- Perdieron el control del auto en una curva y se volcó. Eso fue hace siete años más o menos.
-¿Y desde entonces vives con tu tío?
- Si. Por ser el hermano de mi padre se hizo cargo de mí y me ha dejado vivir con él. Aunque ya cumplí la mayoría de edad y podría emanciparme…
-Quieres a tu tío, ¿no es así?
- Es el único familiar que me queda Chanyeol - respondió con tal sinceridad y sin un asomo de ironía, que el alto comprendió cuan ciertas eran esas palabras y cuanto significaba para Baekhyun.
Carraspeando ligeramente, intento cambiar de tema por algo menos personal.
- ¿Cómo vas habitualmente al trabajo?
- Transporte público, y si se me hace muy tarde, en taxi.
Chanyeol asintió comprensivamente mientras hábilmente le hacia el quite a un ciclista.
El resto del camino continuaron hablando de trivialidades, interrumpiéndose de vez en cuando por instrucciones de Baekhyun hasta que llegaron frente a un enorme edificio corporativo en el centro de Seúl.
- Vaya, no imagine que trabajaras aquí- musitó Chanyeol viendo el enorme cartel con el nombre de la empresa para luego recaer en Baekhyun- ¿Esta aerolínea no es la competencia número uno de Korea Airlanes?
- Si, así es- respondió con indiferencia Baekhyun mientras se sacaba el cinturón de seguridad y estiraba las arrugas que se habían formado en su chaqueta.
- Debe haberte costado un montón conseguir trabajo en ella…
- No realmente, heredé el puesto.
Chanyeol lo miro con el ceño fruncido sin entender a qué se refería, hasta que su rostro palideció y su boca se abrió ligeramente mientras Baekhyun sonreía al ver su reacción.
- Si, adivinaste. Soy uno de los accionistas.