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Decir que estaba impactado y desconcertado era decir poco. No todos los días llegabas a tu casa para encontrarte a tu novio –que se suponía debía estar en su clase de canto a esa hora– en la puerta esperando por ti. Pensó que era lo mejor que podía pasarle en la vida y por eso corrió lo poco que le quedaba para llegar hasta él, pero claro, no contó con un pequeño detalle: que su novio estuviera en su puerta también podía significar algo malo.
Definitivamente no lo vio venir. Park Chan Yeol no entendía por qué Byun Baek Hyun le había dado una cachetada en la puerta de su casa, ¿qué había hecho mal? ¿Qué había pasado? En la mañana todo estaba normal y hacía unas cuatro horas atrás estuvieron hablando tranquilamente por celular, ¡incluso hace unos días habían hecho el amor por primera vez! ¿Qué rayos estaba pasando?
— ¡¿Cómo pudiste, Park Chan Yeol?!— le gritó con furia, y Chan Yeol se sintió pequeñito ante ese tono de enfado. Jamás había visto a Baek Hyun tan enojado en su vida. El chico prácticamente escupía espuma por la boca y rayos salían de sus bonitos ojos.
— ¿Qué sucede?— preguntó con cierto temblor en su voz.
— ¿Tienes el descaro de hacerte el imbécil?
— Baja la voz, Baekie, los vecinos nos van a mirar raro y no sé de qué me estas hablan...
— ¡No voy a bajar mi puta voz! ¡¿Querías que se enterara todo el mundo?! ¡Pues que se enteren, total ya lo sabe toda la universidad!
— Amor, cálmate, vamos adentro y...
— ¡No! ¡No pienso entrar a tu puta casa, Park!
— ¡Baek Hyun, joder! Vamos y lo hablamos adentro como personas civilizadas.
— ¡Me cago en la civilización! ¡Vamos a solucionar esto aquí y ahora!
— Los vecinos nos están mirando raro...
— ¡Me chupan tres dedos del pie! ¡Mejor que escuchen así se enteran de la basura de novio que eres!
— ¿Qué? ¿Pero qué he hecho?
— Solo... tu solo... solo querías acostarte conmigo para alardear sobre ello...— se le quebró la voz y Chan Yeol vio el momento exacto en que esos ojos que tanto amaba se llenaban de lágrimas.
— ¡¿Qué?!— dijo alarmado y sin poder creer lo que escuchaba— Eso no es...— intentó acercarse para abrazarlo.
— ¡No te atrevas a mentirme! ¡Y no te acerques!— lo empujó— ¡Jong Dae me lo dijo! ¡Les dijiste a todos "al fin la gata de Baek Hyun toma leche"! ¡¿Cómo pudiste?! ¡Y no digas que no lo hiciste porque los demás lo confirmaron! ¡Incluso me felicitaron! ¿Puedes creerlo? ¡Nunca había sentido tanta vergüenza en mi vida!— se largó a llorar— Yo... yo te di todo y tu...
— Dios, no llores...— se resistió con todas sus fuerzas para no tocarlo.
— Solo... solo quiero saber por qué... por qué les dijiste...
— Baek, amor, claro que les conté sobre eso a los chicos, es la verdad. A demás todos querían saber y estaban interesados en...
— ¡¡¿Es en serio?!!— preguntó escandalizado— ¿Cómo puedes...?
— ¿Acaso no es verdad?
— B... bueno— tartamudeó— Si... lo hago, pero... pero... ¡¡¡es algo privado de nosotros!!! No tenías por qué decírselo a todo el mundo— lloriqueó sintiéndose fatal.
— ¿Por qué lloras? Baek, no sé a qué te refieres pero discúlpame, no sabía que no querías que le dijera a la gente que Michi toma leche, no creí que sería tan grave.
— ¿Cómo pudiste hacerme esto?— hipó con fuerza— Eres un tonto, por es... espera ¿qué? ¿Michi?
— Claro, tu gata, ¿recuerdas que no podía tomar leche sola pero aprendió hace poco? Los chicos me habían preguntado si habíamos conseguido enseñarle.
— "Al fin la gata de Baek Hyun toma leche"...— murmuró Baek Hyun y se sintió enrojecer de pies a cabeza.
— Te juro que no creí que te molestaría que les contara, vos mismo les contaste que Michi era aún bebé y le estabas enseñando a tomar leche solita del cuenco, por eso pensé que podía contarle que al fin lo habíamos conseguido. Lo lamento, realmente lo lamento.
— ¡Oh, Dios mío, soy un imbécil!— gritó Baek Hyun, cubriendo su cara roja con sus manos.
— No, Baek Hyun, no lo eres— se acercó cautelosamente y removió esas delicadas manos para poder ver el rostro de su amado— El imbécil soy yo por...
— No, no lo entiendes...
— Prometo jamás volver a hablar sobre Michi sin tu consentimiento.
— Channie, no entiendes, no hiciste nada malo.
— ¿Qué? Pero si... entonces... Dios, estoy confundido...
— Cuando... mmmm... Jong Dae me felicitó y me dijo esas palabras al igual que los demás yo pensé que... uhmmm... les hablaste de otra cosa— Chan Yeol le miró con desconcierto evidente.
— Sigo sin entender— negó con la cabeza.
— "Al fin la gata de Baek Hyun toma leche"— recitó, ardiendo en vergüenza— Pensé que te referías a mí, no a mi gata ¿entiendes? Como hace poco lo habíamos hecho yo... bueno... eso...
Y Chan Yeol lo entendió y empezó a reírse a carcajadas cuando toda la tensión desapareció de su sistema. Con que era eso. Su novio simplemente había mal interpretado lo que había dicho. ¡Solo era eso, maldita sea! Él no había hecho nada malo, joder, se sentía aliviado.
— ¡Por un momento pensé que la había regado!— se carcajeó y abrazó a su tonto novio con fuerza.
— No te rías, no es gracioso— puchereó, aferrándose a Chan Yeol— Lo lamento, Channie, realmente lo lamento. Desconfié de ti y yo...— Chan Yeol cortó sus palabras con un beso.
— ¿Sabes qué? No importa— le sonrió brillantemente— Todos cometemos errores. A demás, ahora que lo pienso mejor, esas palabras dan mucho qué pensar— soltó una risa.
— Me siento fatal...
— Bueno, siempre puedes darme algo a modo de disculpas. ¿Eso te haría sentir mejor?
— ¡Sí!— dio un leve saltito de emoción— Haré cualquier cosa por ti, ¿qué te gustaría?
Una lenta y sensual sonrisa se apoderó de su rostro, consiguiendo que Baek Hyun temblara de pies a cabeza.
— Dime, Baekie, ¿qué te parece si le damos tu interpretación a mis palabras?— propuso y abrió la puerta de su casa, arrastrando a su novio hacia adentro.
— Con gusto seré tu gatito, Channie— susurró, sintiendo que ya ardía por todas partes.
La gatita estaba por conseguir su leche. Tenía a alguien dispuesto a dársela y no podía esperar para recibirla.
Y luego de entrar, la puerta de la casa se cerró detrás de ellos.
¡Vamos, gatita, ve a por ello!
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