Se podía observar como en un lujoso edificio, en el piso mas alto, los rayos del sol entrababan en un gran ventanal rozando en la cara de una persona.
Poco a poco se podía observar como esa persona abría sus ojos lentamente, dejando ver unos bellos Zafiros como el hermoso cielo o el bello mar, a los pocos segundos se podía escuchar como la alarma de la pequeña mesa de noche empezaba a sonar... Eran ya las 8am.
Uhmm-Solo emitió el de los ojos Zafiros para luego levantarse de la cama e irse al baño a asearse.
Después de aproximadamente 40 minutos se podía ver como aquella persona, un hombre de cabellos rubios como el sol corto y alborotados rebelde-mente, de bellos ojos Zafiros que notaban una mirada salvaje a su persona e hipnotizarían a cualquiera que los viera, de piel acanelada y bronceada, con tres marquesinas en cada mejilla dándole un aspecto zorruno.
El nombre de esa persona es Naruto Namikaze Uzumaki, un varón de 16 años recién cumplidos, mide aproximadamente 1,85 cm de altura, de cuerpo fornido y bien marcado pero sin exagerar, lleva puesto una camisa con mangas de color vino tinto que le marcaba el cuerpo, con una chaqueta con mangas de color naranja, un pantalón color azul y unas tenis blancas, llevaba puestos sus audífonos y una mochila de color verde que usualmente la dejaba de tras.
A medida de que pasaba, Naruto sin poner atención al resto del mundo, las miradas de tanto mujeres como algunos hombres sonrojados a su presencia.
(Jajajaja ves estúpido Gaki, ya están soltando hormonas)-Se escucha la voz de una persona pero una que solo Naruto podía escuchar.
(Deja de decir estupideces Kurama)-Le respondió mentalmente Naruto
(¡Ja! Lo que digas)-Le respondió Kurama para luego regresar a dormir.
Lo admitía para los demás seria extraño e incluso le dirían que esta loco si supieran que habla con alguien que vive en su mente, pero a pesar de eso para el era normal, ya que desde los 4 años conoció a Kurama, un demonio zorro gigante de pelaje rojo como el fuego ojos del mismo color y poseedor de 9 colas.
Kurama era la única familia que poseía Naruto, pues su madre, Kushina Uzumaki, una hermosa mujer de cabellos rojos que le llegaban hasta los muslos, de bellos ojos violetas y piel blanca era una gran diseñadora de modas que se vendía de manera Internacional, murió cuando el nació, ya que esta poseía una enfermedad mortal la cual no le permitía poder tener hijos, y aun conociendo su destino quiso tener a su bebe y como consecuencia murió.
Después de tres años de aquel acontecimiento, su padre Minato Namikaze, un hombre de cabellos rubios como el pero mas largo con patillas, de ojos azules algo oscuros y piel trigueña, era dueño de una gran Bufe de abogados, pero este murió por accidente automovilístico.
Naruto al principio era cuidado por un familiar lejano pero al darse cuenta de la intenciones que tenia con el el cual era matarlo y quedarse con su herencia, fue cuidado por su Nana Marie quien ahora esta en su pueblo natal y ya cuando cumplió los 15 años empezó a vivir solo.
Naruto alzo su vista notando como habia llegado a su academia, ignorando a todos, entro para empezar lo que seria las clases
Horas Después
Si Nana estoy bien-Dijo Naruto por celular a su Nana- Si no te preocupes no ha pasado nada nuevo... Si lo se te llamare mas seguido Bye-Colgó
Suspiro suavemente para luego acostarse en su cama mañana tenia el día libre y aun no sabia que hacer... Después de todo seria normal como siempre...¿Verdad? Y sin mas se fue a dormir.
Al Día Siguiente
Se podía observar como Naruto ya vestido con una camisa manga-larga de color negro, pantalón de igual color, tenis converse blancas y una chaqueta naranja miraba con curiosidad aquel sobre que tenia en su mano, para luego abrirlo y comenzar a leer.
De: Kushina Uzumaki
Para: Naruto Namikaze Uzumaki
Naruto...Mi niño, se que debes estar con muchas dudas por la llegada inesperada de esta carta, pero quiero que primero que todo sepas que tu padre y yo te amamos mucho. Pero ya a tus 16 años de edad es lo mas justo que sepas la verdad.
Todo lo que conoces, todo lo que has visto es verdad, pero el mundo en el que vives no lo es... Lo se aunque suene descabellado el mundo en donde vives no es el tuyo.
Cuando yo tenia 18 años era algo rebelde y no comprendía bien lo que eran las responsabilidades, pero gracias a un deseo, fue que un día desperté en un lugar muy diferente al mio... Con costumbres y lugares muy diferentes a lo que yo conocía.
Al principio era difícil, pues cada vez que intentaba hablar con alguien me tachaban de loca, hasta que conocí a tu padre, el me comprendió, me escucho y me amo como yo lo amo a el.
Y a pesar de que con el tiempo me acostumbre a este nuevo lugar, y me adapte a el, supe que no podía tener hijos ya que causaría mi muerte.
Pero no me importa, no me importa morir si puedo saber que tus bellos ojos conocerán el mundo que yo conocí.
Aun así me parece injusto, quiero que sepas tu verdadera procedencia, quien y que eres de verdad pues aunque los médicos no lo detectaron, pero mi instinto si... Eres un Alfa, lo que en mi mundo es la Jerarquía mas alta y exótica de todas... Un Alfa al igual que yo.
Por esa razón posees a Kurama... O como muchos lo conocen... El kiuby no Yota, el jinchuriki mas poderoso de todo mi mundo... Lo que algunos lo ven como una leyenda para ti es una realidad.
Por ahora solo te puedo decir que conocerás cosas nuevas, pero recuerda esto, no hables sobre los mundos, pues mas personas se van a querer adueñar de el.
Lo siento por lo que haré... Pero tarde o temprano te vas a tener que decidir.
PDT: Te amo al igual que tu padre.
Con amor Kushina Uzumaki
Naruto termino de leer y ahora estaba en Chock, la carta es de su difunta madre... La cual nunca conoció, pero lo que le asombraba mas era dos cosas... ¿Como su madre sabia de Kurama? y ¿A que se refería con que el era un Alfa y que lo sentía?
Sin duda su cabeza estaba llena de muchas preguntas... Necesitaba despejarse, por lo cual guardo la carta en su mochila, apago su celular el cual estaba 100% cargado, para no recibir llamadas.
Apago todo, cerro todo y puso su mano el la perilla de la puerta abriéndola y cuando cruzo la puerta todo se volvió blanco... Y perdió el conocimiento.
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Esto apenas era el comienzo de su loca aventura.