-¡¡SE HA CONVERTIDO EN UN DEMONIO!! ¡¡MATENLO!!- Grito el Reverendo Zhang mientras que con sus manos cogia un revolver que mantenía guardado en su oficina, su ayudante con una escoba golpeaba hasta la puerta del orfanato al niño que misteriosamente se había convertido en un lobo.
-¡¿COMO NO ME DI CUENTA ANTES?!- dijo el hombre mientras cargaba el arma -Un niño encontrado en la carretera y protegido por la luz de la luna obviamente solo pudo haber sobrevivido siendo un demonio-
El niño ahora convertido en lobo no entendía lo que sucedía pero aun así huía del sacerdote y la turba enfurecida que le seguía por ser un ''demonio''. El clérigo sin importarle si ese lobo antes fuese uno de esos niños que cuidaba bajo la fe cristiana en su hogar, le disparó, hiriendo en una de sus patas y deteniendo los pasos feroces del lobo.
-¡Señor! ¿Cómo es que un niño se pudo convertir en una bestia? ¿Que clase de fuerza oscura es esta?- le preguntaba el ayudante al reverendo mientras alistaba mas polvora en las armas que habían llevado varias personas para acabar con el lupino, cuando los hombres se dignaban a dispararle al canino, este se convirtió en un niño y como si eso no hubiese sido algo increíble, la bala que estaba en su pierna derecha desaparecio, asi como la herida y la sangre que le acompañaba.
Los gritos y plegarias a Dios no se hicieron esperar al presenciar lo sucedido, Huang Zi Tao, el pequeño niño reconocido en el pueblo por su caracter timido e inseguro era un engendro del diablo, o eso era lo que podía pensar la gente analfabeta que vivía hay. El niño al ver el temor que inspiraba en las personas decidió correr hacia los bosques donde se perdió con la oscuridad de la noche.
Al día siguiente en el pueblo no dejaban de hablar sobre lo sucedido hasta la llegada de un misterioso y atractivo doctor en las horas de la tarde, el hombre tenía un cabello rubio sedoso y bien peinado además de poseer una gran altura pero lo que mas llamaba la atención de este era sus ojos, de un color miel que se veía amarillento.
-¿Hay alguna razón para que alguien como usted este en un pueblucho como este?- le preguntó el dueño de la vieja casona al joven forastero que deseaba quedarse hay.
-Solo deseo tomar unas vacaciones- respondió el joven, cuya verdadera razón para estar en ese pueblo era la presencia de un ser parecido a él. Alguien con una mutación genética parecida a la suya, que por su olor pudo reconocer que era de ese lugar y al oír el escándalo entre las personas del municipio por la metamorfosis que había sufrido un huérfano convirtiéndolo de niño a lobo sorpresivamente era la prueba reina de que había alguien mas igual que él, su especie no estaba extinta y tal vez no estaba solo, como siempre habia creido.
Porque sin duda alguna Kris odiaba los pueblos, no entendía cómo sus amigos decían ser fanáticos de escaparse de la ciudad a lugares como esos, no había ninguna ventaja además del aire fresco, era molesto por la falta de educacion y tecnologia que habia y lo peor de todo, lo chismosa que resultaba la gente.
En todo el dia no habia parado de oír entre susurros las voces de las personas hablando de él mismo y le agradeció a los celestiales no tener telepatía, ya que si su sentido agudo del oído le resultaba molesto no se imaginaba lo jodido que estaría si pudiera leerle la mente a los demás.
Se concentró en salir más rápido de esa molesta plaza en camino al bosque donde había entendido después de todos esos cotilleos escuchados, era el lugar al que había huido el niño licántropo, jamas habia visto al niño en su vida pero lo había sentido como un alfa cuando encuentra a uno de los suyos perdido, era un niño víctima del miedo y la ignorancia de sus conocidos, la palabra ignorancia era la forma más leve que Kris había encontrado para llamar a la estupidez medieval de aquellas personas que solo le producían asco.
Al entrar al bosque se sintió libre, en el no había ningún humano ya fuera por temor a lo desconocido de ese lugar o por no tener deseos de visitarlo pero en cambio sentía más cerca la presencia del pequeño lobo, podía sentir el miedo e incluso el hambre del chico que había escapado ya hace dos días de su hogar.
Kris recordó como fue su experiencia cuando su mutación se desarrolló, cuando se convirtió en un lobo a mitad de la noche frente a sus padres pensó que estos le temerán pero en cambio su padre le tranquilizo y busco información sobre lo que le había ocurrido, se enteró de que Kris tenía una mutación pero no una mutación normal, una que le permitía convertirse en un lobo por el hecho de no descender precisamente de primates sino de lupinos.
El chico no tenia a nadie en el momento en que su mutación apareció y eso era mas que claro, porque o si no el niño estaba todavía en el pueblo y no en el bosque con su forma animal.
Oyó un ruido que le distrajo de sus pensamientos, este provenía de un lugar no mas de 50 metros haciendo uso de su mutación noto que era un lobo pequeño que buscaba comida de una manera muy torpe y que ademas este tenia el gen x, era obviamente el chico que estaba buscando.
No tenia la menor idea de como acercarse a un niño, era hijo único y la ultima vez que cuido de un crío fue hace mas de 40 años (literalmente) se acercaba con pasos lentos al chico esperando no asustarlo pero todo se fue al carajo cuando el niño-lobo se dio cuenta de su presencia y escapo.
-Dios mio - dijo mientras soltaba un largo suspiro -Por eso no tuve hijos - Después de terminar la frase su cuerpo sufrió una metamorfosis que le dio el aspecto de un lobo grande y feroz el cual corrio detras del otro que en comparación era un cachorro pequeño.
No fue difícil alcanzarlo y cuando lo hizo apreso a el lupino entre la pared y él para luego volver a su forma humana, pese a que el chico no podía demostrarlo estaba sorprendido al ver eso y Kris se dio cuenta de aquello. Decidido a ayudar a el muchacho se acerco con una adorable sonrisa típica de él y acaricio el pelaje, sintiendo como al tacto la piel del otro sentia escalofrios, quería calmar al pequeño y hacerle ver que no era ningún monstruo e incluso que podría ser un ''humano'' normal si lo deseaba.