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Narcissus por Katariah

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Naruto no me pertenece. El fanfic tampoco. La traducción sí.

Siempre lo miraron con odio en sus ojos, así que Naruto hizo todo lo posible para reflejar esta realidad. Era todo lo que veía y todo lo que sabía. Cuando lo miraban mal, él también lo hacía. Cuando lo odiaban, él les devolvía su odio.

"Los odio a todos."

Pero esto no hizo que el dolor en su pecho disminuyera.

 

 

El Sandaime no lo odiaba, pero no tenía tiempo para él. Su tiempo era consumido por otras responsabilidades, la aldea necesitaba su liderazgo y había cuestiones políticas de las que estaba obligado a participar. Era un hombre muy viejo y estaba consciente de que se le estaba acabando el tiempo de diferentes maneras, por lo que al final lo único que le entregó fue su lástima.

Pero era una pena que una aldea no pueda estar compuesta por un solo niño, y que un aldeano no puede ser forzado a pensar solamente en aquél.

Era una pena que sus manos estuvieran fuertemente atadas por los horarios y lo cansado que lo hacía sentir su vejez.

Era en verdad una pena que él nunca llegó a ver las consecuencias de la mala decisión que tomó cuando se arrodilló junto al niño para preguntarle si quería aprender un truco para sentirse menos solo.

"Puedo enseñarte a invocar clones de ti mismo. De esta manera siempre tendrás compañía", le dijo al niño, teniendo el descaro de sonreír como si lo dijera con la mejor de las intenciones.

Una salida tan fácil. Una solución pobre y perezosa.

Pero el niño asintió y se secó las comisuras de los ojos para deshacerse de las lágrimas que había llorado a lo largo de los años.

Así aprendió, y parecía tan genuinamente feliz que el Sandaime dejó el asunto.

"Los odiamos a todos."

Y sus nuevos amigos asintieron.

 

 

"Sakura, ¿puedo hacerte una pregunta?"

"¿Qué?" Dijo con expresión aburrida.

"Es acerca de los besos. ¿Cómo se hacen?"

La mención de esa palabra sumado a la proximidad en la que estaba Sasuke pareció desencadenar una reacción hormonal en el cuerpo preadolescente de Sakura, por lo que no pudo provocar más que un grito y un rubor extendiéndose por su rostro. Muy pronto ella iba a lograr eso.

"Bueno, solo junta tus labios con los de la persona que te gusta y… sigue con eso, creo."

"¿Eso es todo?"

Irritada de que Naruto estuviera cerca de descubrir su falta de experiencia, le lanzó una mirada desagradable.

"No. Puedes usar la lengua también."

"¿La lengua? ¿Y eso de qué sirve?"

Si él seguía cuestionando ella no podría quedar tan bien como le gustaba aparentar, por lo que decidió cortar la conversación.

"¿Qué importa? No es como si alguien quisiera besarte a ti de todos modos."

Para su decepción la sonrisa de Naruto permaneció en su lugar, intacta.

 

 

Todos los niños son curiosos. Según Iruka él se estaba acercando a la edad en la que la curiosidad crecía, aunque el propio Naruto no había notado nada especial acerca de esto en los años que había logrado vivir. Todo estaba igual, nada había cambiado.

Aún así Iruka se dispuso a saciar su curiosidad.

"Vas a empezar a ver a las chicas de una manera diferente."

Naruto parecía no entender esto.

"¿Cómo exactamente?"

"Bueno… por ejemplo te interesarán mas sus cuerpos y buscarás su atención… y tal vez pedirles citas… o besos…"

Iruka no podía sentirse más avergonzado hablando sobre el asunto. Claro, Naruto era un aprendiz un poco lento y no tenía círculos sociales en donde las conversaciones como ésta se extienden como fuego entre los niños mientras sus padres no escuchaban.

Pero seguramente había sido afectado por "necesidades biológicas" que le hicieron preguntarse el porqué de ellas.

Así que era el deber de Iruka como maestro y como padre improvisado asegurarse de enseñarle a Naruto que todo lo que le pasaba era completamente normal.

Sólo que no lo era.

 

 

"Mírame."

Un par de ojos azules lo miró.

"Bésame."

Los labios se sentían familiarizados con los suyos. Transmitían calidez, seguridad y confianza. Su otro yo se acercó más, presionándose contra él para aumentar la pasión. Naruto sintió sus párpados caer y sin su visión podía sentir mucho más. Podía sentir cada movimiento, cada pequeño intento de respirar y la creciente necesidad de sentir mucho más.

Sus labios se abrieron y una lengua se abrió camino en su boca, el dueño de ésta dominaba mientras el otro se sometía. Esto poco le importaba mientras lo hiciese sentir tan indescriptiblemente deseado, tan querido, que no podía hacer otra cosa que obedecer la muda petición del otro y tirarse en anticipación cuando el otro lo empujó hacia abajo.

Sus voces resonaban en su habitación y entre los besos que no dejaban respirar y respiraciones que no dejaban besar, Naruto entendió lo equivocado que había estado Iruka.

Ésta era la única cosa normal en él.

 

...

 

"¿Entonces te gustó?"

La expresión de Jiraiya era la de un anciano completamente pervertido.

"Fue puro porno desde la primera página."

"¡Por supuesto que lo fue! ¿No me digas que no estás interesado en eso en lo más mínimo?"

"Eso creo."

"Vamos, qué otra cosa aparte del sexo puede haber en esa adolescente mente tuya, ¿eh? Bueno, aparte de hacerte más fuerte, claro."

"No has incluido nada de acción entre hombres en el libro."

La sonrisa de Jiraiya se transformó en un ceño fruncido.

"Por supuesto que no. No me digas que a ti te gusta ese tipo de cosas…"

"En realidad no. Sólo sentía curiosidad de cómo lo hacen."

Con la nariz arrugada para enfatizar su disgusto, Jiraiya dijo "Ofreciendo el culo."

Después de ver que Naruto escuchaba sus palabras con aparente desinterés, Jiraiya no podía culparse por no saber qué tan literal habían sido tomadas sus palabras.

 

 

Ofrecer el culo duele mucho. Duele lo suficiente como para hacer que su bunshin quiera desaparecer. La verdad hizo que Naruto también deseara desaparecer. Sin embargo, no lo hizo. No importa cuánto lo hubiese querido él o cualquier otra persona. Y tampoco desaparecieron las lágrimas de dolor que salían de sus ojos.

Aunque, a pesar de todo, ellas fueron las únicas que desaparecieron.

Una y otra vez, sin parar, empujando más profundo, más fuerte, hasta que todo lo que le quedaba por hacer era gritar.

Esto no se detuvo, porque no querían que se detenga. Naruto no quería que se detuviera y así era como esta "relación" siempre había funcionado. Naruto consiguió lo que quería. Más profundo, más duro, más rápido. Necesito sentirte, te necesito, te-

"Te amo."

Fue un susurro que no debería ser tomado tan en cuenta, pero con un significado tan poderoso que lo dejó sin aliento.

Y si hubo un eco dentro de su cabeza que le advertía que lo que le dijo no fue más que su propio deseo de escuchar esas palabras de la boca de otra persona, éste murió cuando cayó en cuenta de que había descubierto el verdadero amor, como estaba destinado a ser.

Porque verdaderamente, con todo su corazón, él-

"Te amo."

(Me compadezco de los tontos que buscan la inmortalidad incluso si estar vivo se siente así)

 

 

"Es triste que él no tuviera a nadie en quién confiar. Tal vez podría haber sido una buena persona si lo hubiese tenido."

Esas fueron las palabras de Iruka después de que Naruto haya derrotado a Gaara. No fue intencional, pero sintió rabia hacia su maestro. Naruto no era muy diferente a Gaara, y si decía que Gaara no era bueno era como si Iruka le estuviese diciendo lo mismo a él.

Pero Naruto no quería despreciar a Iruka. En realidad no lo hizo, pero tampoco pudo evitar pensar mal sobre él.

Gaara no podía evitar ser como era.

Al igual que Naruto no podía evitar que las cosas se tornaran de esa manera.

 

 

"Qué has hecho…"

Tsunade no reaccionó como usualmente lo habría hecho. Maldijo al anciano que no pudo dedicarle al menos un poco de tiempo, y que a causa de esto tuvo que buscar una solución rápida y enseñarle a un triste niño solitario trucos peligrosos para tener a alguien que le haga compañía. Naruto se paró frente a ella, ya tenía edad suficiente como para tener la capacidad de entender todo lo que estaba mal con él.

Ella lo miraba con tanto deseo de arreglarlo que casi decide darle la espalda con la intención de nunca volver.

No había nada que arreglar. Ellos estaban bien así.

"No se puede amar algo que no existe, Naruto", dijo ella tanto con tristeza como incredulidad.

"Te dije que me amo a mí mismo. ¿Estás diciendo que no existo?"

Quería gritarle al niño, obligarlo a salir de esa mentalidad retorcida nacida del odio, el aislamiento y la desconfianza. Pero no pudo expresarle lo que deseaba porque él comenzó a dar pasos alejándose de ella hasta que estuvo completamente fuera de su alcance.

"No tienes que preocuparte" Sonrió Naruto, mostrando todos los dientes y con los ojos cerrados con tanta naturalidad que ella no se dejaría engañar por esa sonrisa nunca más.

"No romperé mi propio corazón. Seguiré siendo fiel a mí mismo hasta el fin de mis días. Soy feliz. Somos felices."

Y lo único que pudo hacer ella fue aceptar las palabras de Naruto como verdaderas.

 

 

'Quédate conmigo cuando estoy solo.'

Él no se irá a ninguna parte.

'Sonríeme cuando nadie más lo hace.'

Y así lo hizo. Solo para él.

'Abrázame, quiero saber cómo se siente.'

El abrazo fue tan cálido que lo dejó temblando a pesar de que no tenía frío. Y los sollozos que le siguieron no fueron limpiados por mangas, sino por suaves labios.

'Mantén las pesadillas lejos.'

Los fantasmas que lo acosaban no tenían poder cuando dormían juntos, y en la mañana, se reirían de los tontos sueños normales que hubiesen tenido.

'Necesítame.'

Esa frase podría ser verdad o mentira. El otro no existiría sin él.

Tal vez ser el dueño de los latidos de corazón de alguien más sólo por capricho fue su retorcida manera de buscar la justificación de su propia existencia. O tal vez era un milagro que a causa de tanto odio, aprendió a amarse a sí mismo.

Aunque, igualmente, no tenía otra opción.

Notas finales:

¿Críticas, opiniones, tomatazos? Si hay alguna frase que parece una traducción (osea, sin sentido) entonces eso significa que lo hice mal. No importa qué tan insignificante sea el error, díganlo. Aunque sea un punto faltante xD


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