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DEMENCIA por Kyu_Nina

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Notas del fanfic:

Se desarrolla en un universi AU, Shanks es un medio Vampiro el cual trabaja en una agencia llamada One Piece, la cual precisamente se encarga de exterminar a otros vampiros.

Notas del capitulo:

Yo deberia estar terminando otro fic que tengo por ahí... pero hace tiempo se me atojaba escribir algo sobre shanks y cuando me llego esta idea no pude resistirme y cai en tentación ~(OAO)~ 

Espero que les guste, así como yo disfrute en escribirlo 030)7

Te encuentras sentado, hundido en aquel sillón monocromático junto con la única cosa que en ese momento puede hacerte compañía, ese cuerpo de cristal que reposa tranquilamente en tus manos.


¿Qué sientes? Dolor, si, te sientes angustiado, desesperado, con ganas de no seguir caminando hacia delante, pero ¿Exactamente hacia qué caminas? ¿A dónde quieres llegar?,  Sabes perfectamente que no tienes un lugar al cual ir, no tienes nada que alcanzar, careces de anhelo, ni una mísera ilusión mucho menos un sueño, y si aun con conciencia de ellos ¿Por qué?; ¿Por qué sigues caminando intentando trazar un camino que no existe? No eres más que un cobarde que se esconde tras los muros de sus mentiras para ocultar la verdad, esa maldita verdad que conoces perfectamente y que desearías poder enterrarla para que nunca más saliera a la luz.


Te duele, lo sé, pero no quieres admitirlo. Tu patético “orgullo” no te deja admitir que estás destrozado, que sientes como poco a poco tu alma se va quebrando asfixiándote, llevándote lentamente a un pozo sin fondo por el cual caerás y no podrás hacer nada para remediarlo, estás condenado a perecer en este mundo donde te apuntan y te acusan por ser como eres, un monstruo, una escoria, y sabes que lo que digo es verdad.


Y ahí vas de nuevo ¡Me ignoras! No quieres escucharme, no lo haces porque no soportas que te recuerde y restriegue en la cara lo poca cosa que eres. ¿Sabes? Adoro estas noches en las que dejas que atraviese los muros de tu orgullo para decir una y otra vez la basura que representa tu existencia, para verte caer en la inmundicia, te encuentras en un estado deplorable a tal punto de dar vergüenza, ¡Y de nuevo sigues sin querer escucharme!


No le doy mucha relevancia, no necesito que me escuches para lograr lo que deseo.


Dejas caer tu cabeza hacia atrás dejándola descansar en el respaldo del sillón, te quedas mirando el techo por varios minutos intentando descifrar quien sabe que, no me importa en realidad, al parecer te aburres y corres tu mirada a otro lado. Tus manos sostienen con firmeza el cuello cristalino el cual alzas hasta llegarlo a tus labios, te detienes unos segundos antes de besar su boca y absorber hasta la última gota de liquido que contenía sintiendo como bajaba dolorosamente por tu seca garganta como garras afiladas que destrozan todo a su paso, garras invisibles que no logras ver. Alzas tu mano nuevamente pero esta vez delante de tus ojos y te das cuenta que tu pulso se ha vuelto una montaña rusa y tu visión comenzaba a crear gemelos de toda la estancia. Sonrío y gozo del momento, es una situación irónica, aparentemente tú también te has dado cuenta de ello y me acompañas en el regocijo. Ambos reímos.


Das un avistamiento rápido a la habitación e intentas ignorar lo imposible, todo te recuerda a tu propio ser, deplorable y desordenado. Juegas un rato con la botella para luego dejar que resbale y caiga chocando contra el suelo quebrándose, hecha añicos. Tu mirada se centra en todos los pedazos esparcidos y no sabes si estás mirando el cristal roto o un espejo. No quieres reconocer lo que está a simple vista, buscas refugio en las paredes de tu adolorido cuerpo. ¿Por qué no terminas con esto de una vez? No tienes nada que perder.


¿Proteger? ¿A quién? ¿A esos patéticos humanos que disfrutan con clavarte el puñal en la espalda? No los encubras, sabes que lo hacen, te juzgan, te odian, te desprecian y se vanaglorian al no ser como tú, un ser nacido de dos especies las cuales deberían de odiarse, eres una escoria y de las peores, proteges a aquellos que te detestan y aclaman tu muerte mientras que matas sin piedad a los hermanos iguales a ti,  esos que te entienden y desean tu sangre, pero desgraciadamente no lo haces porque te gusta, tu único objetivo es demostrar que tú eres el claro ejemplo de humanidad, ¡Qué ingenuo!, lo único que has logrado es destruirte a ti mismo.


¿Estás llorando? Que patético, el solo mirarte me enferma, lagrimas invisibles recorren tus rostro, y por mucho que se aglomeren en tus ojos no serán capaces de salir a flote para relucir antes los ojos de los demás y así aliviar aunque sea un poco el dolor que oprime ese corazón humano que habita en ti, el cual milagrosamente aun es capa de latir.


No llegas ni a dar lastima, te preguntas quien eres en realidad, pobre, ni eso eres capaz de recordar, tan ocupado estabas inventando tu mundo de fantasía que lo has olvidado.


¿Un humano que finge ser vampiro? O ¿Un vampiro que finge ser humano?


No me contestas, no puedes hacerlo, de lo único que eres consciente es que padeces en tu propio mundo esperando que escuchen tus plegarias, pero la verdad que esconde la triste realidad es otra, te has cansado de gritar y esperar por alguien que logre salvarte y con el paso del tiempo tu voz se ha apagado dejando solo un murmullo como su legado, aun así en tu interior guardas un pequeño rayo de esperanza.


¿Pero quién escucharía las suplicas de alguien como tú?


Imposible, intolerable, impensable.


Nadie vendrá a rescatarte, no le importas a nadie. ¿El chico pecoso? No te preocupes, no lo lamentará. ¿La mujer peli naranja? Por lo único que derramará lágrimas será por el dinero que no podrá cobrar. Acéptalo de una vez, tu única opción es la que yo te ofrezco.


Quedas en silencio por varios minutos, escuchas que tocan la puerta. Hace mucho que perdiste la noción del tiempo pero asumes que es de madrugada, no tienes ganas de abrir ni moverte del lugar en el que lentamente vas consumiéndote. La cabeza te zumba, las arcadas de las nauseas están presentes y ese maldito chirrido de la puerta de cesa. Tu nombre es pronunciado tres  o cuatro veces, reconoces su voz, es ese niño que se unió hace no más de dos meses al One Piece, miras con determinación la puerta varios segundos, tu nombre resuena una vez más. A pesar de sentir que el peso de tu cuerpo se ha triplicado realizas un esfuerzo sobre humano por levantarte, compruebas que aun eres capaz de caminar, no cerca de ser un andar decente, sin embargo es suficiente para llevarte hasta la puerta. Abres y te apoyas inmediatamente del marco, evitando así una muy segura caída. Le observas fijamente, por su parte el también te analiza y casi te ríes por su cara de asombro, seguramente de encontrarte en semejante estado.


Te pregunta lo ocurrido y el porqué de tu apariencia, ¿No vas a contestarle? Está molesto, exige una respuesta mientras tú solo te limitas a mirarle logrando que se cabree aún más. ¿Qué pasa? ¿No vas a decirle nada? ¡Ah, claro! Estás viendo lo jodidamente lindo que es ¿Verdad? Bastardo, a pesar de que los dos son hombres no te da asco de pensar de él así, incluso has imaginado varias veces como sería tenerle gimiendo bajo tu cuerpo, en completa y absoluta disposición fallándotelo cuantas veces te venga en gana.


El muchacho sigue reclamándote, hasta te zarandea para ver si reaccionas y claro que lo haces. Aferras con brusquedad sus muñecas acercándolo a tu cuerpo lo suficiente para juntar tus labios con los ajenos en un beso lujurioso. Te separas a falta de aire, no es suficiente, necesitas más de ese cuerpo. Te mira con los parpados más que abiertos casi en un estado de trance, no le tomas importancia pues lo jalas dentro del lugar azotando la puerta de la estancia mientras lo arrastras escaleras arriba a pesar de las quejas y forcejos del chico por liberarse.


Lanzas su cuerpo a la cama subiendo rápido sobre este evitando que se levantara. Devoras su cuello entre lamidas, besos y mordiscos. A lo lejos escuchas sus quejas y sus vanos intentos por hacerte recobrar la conciencia, te hartas de todo eso y llevas una mano directo a la entrepierna opuesta, masajeándola por sobre la ropa sin ningún pudor logrando así los suspiros del menor tan deseados para tus oídos; que bajo has caído, abusar de un chico solo para saciar tu necesidad de sexo.


Tragas todo el semen que derramo en tu boca, te relames los labios tanto por el sabor que degustas como por la escena que el muchacho te brinda, en esas mejillas se posaba un suave tono carmín, sus ojos estaban más cerrados que abiertos mientras su pecho subía y bajaba con un ritmo desigual, los labios permanecían separados dando la impresión que perdió el don de tragar puesto que la saliva escurría por estos aunque solo tratara de regular su ritmo cardiaco, sumado a esto sus piernas totalmente separadas ­–siendo obligadas por tus manos– entraban en un perfecto juego con el casi imperceptible brillo producto de la capa de sudor que bañaba su cuerpo, digno de un cuadro dentro de tu retorcida mente. Arremetes contra su boca mordiendo su labio provocando un brote de sangre.


Placer, un placer increíble recorre tu cuerpo solo con tener al joven bajo tuyo agitado, gimiendo al borde de dañar sus cuerdas vocales. Lo penetras sin tomar la precaución de prepararlo, duro, rudo, haciendo que lance un alarido de dolor por la intromisión en su parte baja. Una… dos, tres embestidas y seguidas de esas muchas más, fuertes, brutas, desenfrenadas, una tras otra cada vez más rápidas. Finalmente, llegan al éxtasis con tiempo disparejos.


 


Despiertas, te duele la cabeza y tu alrededor parecer girar. A tu lado hay un peso sobre el colchón, ahí está ese niño durmiendo aparentemente tranquilo. ¿Recordamos un poco? La forma bestial en como lo tomaste anoche a pesar de las quejas y suplicas que te hizo. Te lamentas, lo miras con aflicción y ¿Miedo? Tienes miedo de haberle lastimado más allá que en dolor físico, miedo de su pronto despertar y que en la mirada no encuentres nada más que odio y desprecio, pero, ¿No ha sido así desde el principio?, ¿Es diferente? ¡Ja! Pobre iluso, el odio siempre será lo mismo sea antes o después. Tú nunca le has importado, no hay nadie a tu alrededor, has sido abandonado en un vacio por esas criaturas a las cuales adoras tanto ¿Para qué seguir con esto? Vamos, la salida se encuentra en el interior de ese cajón, solo ábrelo y toda esta tortura llegara a su final, no puedo prometer que será un final feliz, no lo será ni por asomo, pero será el menos doloroso, el único que podrá liberar tu alma de ese desasosiego que te ha tenido prisionero durante tanto tiempo…


Sentirás la tranquilidad muy pronto.


Estiras tu brazo con aparente cansancio, sostienes la manilla del cajón y dejas tu mano ahí durante un tiempo del que tú mismo perdiste el concepto, con un valor imaginario extraes a una de tus fieles compañeras, esas que te han acompañado durante tanto tiempo. La llevas hasta tu cabeza colocándola tranquilamente en tu cien. Listo, todo acaba en menos de un segundo, te preparas para el impacto cerrando tus ojos y dejando que la negrura te arrastre llevándose todo de ti.


Pero algo no está bien, ¿Por qué el golpe final nunca llego?


Una mano, un grito, un llanto… con más lentitud de la que hubieras deseado giras tu rostro con los ojos abiertos en sorpresa. Lo ves, te das cuenta del porqué la bala no se estrelló contra tus sesos. Tu mirada de encuentra con la suya, está llena de pánico y terror, con fuerza sostiene tu brazo a pesar del temblor que ataca su cuerpo. Está asustado, pero no de ti sino por ti; sin hablar busca una respuesta, esa misma que le privaste la noche anterior. Frágiles lagrimas se desbordan y caen por su rostro, pero aún eres incapaz de reaccionar, tan solo sostienes el arma contra tu cabeza, firme. Le diriges una mirada llena de tristeza y deslizas tu dedo por el gatillo.


Algo cálido surca tu rostro hasta llegar al mentón. Ahora es demasiado tarde, la razón ha llegado, al parecer en el último segundo se le fue concebido un atisbo a tu tortuosa penumbra.


Bajas tu mano dejándola caer a un lado junto con el arma, te fundes en el abrazo de aquel cálido cuerpo aun bañado en lágrimas de temor; te dejaré tranquilo esta vez, por hoy tú ganas. Pero no te confíes, estaré esperando por ti, para volver a destrozarte una vez más.


Nos vemos entonces, en laguna noche que nos sea concebida solo a nosotros dos, mi quedo…


Akagami Shakns

Notas finales:

Les confieso que mi idea no es hacer sufrir a shanks, adoro a ese pelirrojo hermoso<3 pero me tente!! La idea original no tenia nada de lemon ni alguna aparición extra que no fuese Shanks y su propia voz interna, pero a medida que escribia me dije ¿Por que no? Y este es el resultado jijiji

Al escribir este one shot me llegó a la mente un universo completo que podría utilizar.

Me harían feliz con un reviw, aunque sea para decir que no les gusto (u3u)

 

Cya~


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