Con paso firme, continuaba con su búsqueda, recorriendo las calles de la aldea, su cabellera rosa se balanceaba con gracia a cada paso, sus ojos jade iban de un lado al otro en busca del pelinegro, en una mala jugada de su mente, le pareció haber visto al chico que buscaba, sin detenerse, giro su mirada al lugar que creyó haberlo visto, su decepción fue grande al ver que era un chico pelinegro, pero no el que ella buscaba.
Su hombro choco con el de alguien más, la joven se volteo para poder disculparse pero al hacerlo lo único que vió fue a una chica rubia de cabello largo y recogido en una coleta alta, llevaba unas Azusenas blancas e iba en dirección contraria a ella, su mirada bajo al suelo mientras sus ojos contenían las lágrimas que amenazaban con salir, le dolía toda esta situación, sus manos se hicieron puños, halso la mirada y continuo su recorrido en busca de el único que podía ayudarla.
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El cielo estaba despejado, el sol brillaba en lo alto, todas las personas iban y venían, algunos se detenían a observar a dos personitas en particular, para otros era algo tan común que ya les daba igual, el verlos a ambos juntos, ya sea bromeando o peleando, era tan común como ver a la quinta hokage tomando.
- Por favor - pidió el rubio de ojos azules.
- No - negó el pelinegro tajantemente.
- Por favor, solo un ratito ¿sí?- volvió a pedir.
- hump, Déjame pensarlo - respondió el ojinegro, mientras paraba la caminata, una pequeña esperanza nacio en el rubio - No - y toda esperanza murióde golpe.
- por favor - rogó de nuevo en un vano intento de convencer al chico, mientras, al igual que el ojinegro, retomaba la caminata.
Ambos portaban un pantalón y una playera de manga larga color azul oscuro y sobre esta un chaleco color verde, el típico chaleco que representa el rango jounin en Konoha, un rango que ambos ganaron con esfuerzo y dedicación, ahora a pesar de que hacen misiones que cualquier chunin o genin podia hacer,lo hacían en menor tiempo, a un ritmo que incluso los otros jounin les costaba seguir.
- Porfavor Teme - volvió a pedir el ojiazul.
- No - el chico volvió a negarse ante la insistencia de su amigo, mientras seguía caminando. - Porfavor teme - volvió a insistir.
- Que no, dobe - respondió con fastidio el azabache, el rubio parecía deprimido, de un momento a otro el rostro del rubio se iluminó y paro de caminar.
- ¡ah, ya entendí! - dijo el rubio con cierta burla en la voz. El otro chico también paro de caminar y se voltio a verlo.
- ¿Que, ya entendiste como sumar 1 + 1? - pregunto el ojinegro con burla y arrogancia
. - No, teme - Respondió molesto el rubio, el otro chico sonrío de lado haciéndolo enojar mas - Ya entendi por que no quieres ir - Dijo con burla
- Y segun tu ¿Porque no quiero ir a entrenar? - Preguntó el azabache
- Por que tienes miedo a que te gane de nuevo, después de todo vamos 14 a 15 y no quieres que te gane- dijo muy seguró de si mismo.
- te recuerdo que el que va ganando soy yo - le recordó con arrogancia.
- por eso, tienes miedo de que empatemos, sabés que te voy a ganar - aseguro, cruzando los brazos y asintiendo con la cabeza.
El pelinegro levanto una ceja y suspiro con resignación. - si digo que si, ¿dejarás de molestar? - pregunto con fastidio
- hai - afirmó el rubio, regresando a su actitud anterior y olvidando lo demas.
El pelinegro chasqueó la lengua y rodo los ojos - esta bien, vamos a entrenar - acepto el ojinegro.
- ¡Eh!, Sí, sabía que aceptarias - grito el rubio, festejando como si hubiera ganado la lotería, el ojinegro solo lo veia con una sonrisa, se volteo y siguió caminando, el ojiazul vió como el chico empezó a alejarse y rápidamente lo alcanzo y camino a su lado.
- Na-Naruto-kun - le llamo una dulce voz femenina en un tono muy bajo, aunque no lo suficiente como para no oírla, ambos chicos se giraron para ver a la dueña de aquella voz, se trataba de una peliazul, de ojos blancos y de la misma edad que ellos.
- ¡Oh! Hinata-chan, ¿que paso? - pregunto el rubio amablemente.
- Yo, etto, ¿Pu-puedo hablar contigo un momento, Na-Naruto-kun - pidio la chica entre tartamudeos por el nerviosismo.
-¡Ah! ¿Ahora? Es que, veras, yo, pues - El rubio no sabia que contestar, por un lado no quería ser grosero con la Hyuga, pero, por otro lado, no quería que Sasuke se arrepintiera de ir a entrenar.
Sasuke vio al Uzumaki y luego a la Hyuga, suspiro, conociendo los pensamientos del rubio y se dispuso a intervenir - Naruto, ve, puede ser importante - le dijo el azabache
El ojiazul le vió por un momento y luego paso su mirada a la peliazul - Esta bien - dijo con resignación el rubio se acercó a la chica y ambos se alejaron un par de pasos para que el Uchiha no los escuchara.
El otro chico los vio alejarse un poco, rodo los ojos y comenzó a curiosear con la mirada, observando la aldea y sus cambios, las personas, aquellos que aún le temían y lo consideraban una amenaza y a aquellos que lo aceptaban y lo perdonaban. Entre toda la gente, destacaba una cabellera rosa que bien conocía, apenas la joven, dueña de aquel cabello tan exótico, lo vio, se acercó a él, tenia los ojos cristalizados, y un aura depresiva, el ceño del azabache se frunció, no le gustaba verla triste y menos llorando.
- Sasuke-kun - le dijo a manera de saludó apenas llego a su lado.
- Sakura - contestó de manera fria, si estaba preocupado, no lo demostró
- Yo, etto, puedo hablar contigo un momento - pidio la joven, con la voz apagada y un semblante de tristeza que le rompería el corazón a cualquiera.
- ¿qué sucede Sakura?.
- es Ino.
- ¿peleaste con ella? - tal vez para cualquier persona, el pelear con tu mejor amiga es algo sin importancia, pero no para alguien como Sakura, que a perdido a su familia y que sufrió tanto en la vida, para ella, sus amigos era lo único que tenía y el perderlos le dolía, pero el perder a Ino, Sasuke o Naruto la destrozaba totalmente, Ino fue su amiga de niñez, su primer amiga y por lo tanto era alguien muy importante para ella y Sasuke lo sabia por ello lo consideraba algo importante.
La chica solo asintió, sus ojos amenazaban con llorar, siempre fue muy sentimental - Ella, me odia y lo peor es que yo no hice nada, pero ella cree que si, ya intente hablar con ella, pero no me creé, ¡Te juro, Sasuke-kun, que yo no lo haría! - dijo la chica al borde del llanto
- Sakura, cálmate y dime que paso - le pidió el pelinegro tratando de hablarle suavemente para no alterar mas a la ojijade.
La chica cerró los ojos y tomó un poco de aire para calmarsé, volvió a abrir los ojos y comenzó con el relato - Todo empezó hace una semana, yo estaba buscando a Sai y lo encontré en el campo de entrenamiento, estaba con su libreta, escribiendo, yo me acerque, pero cuando lo hice, empezó a actuar muy extraño, le pregunte si era una carta y me dijo que si, se supone que el anda con Ino, así que crei que era para ella, quería molestar a Sai un rato, así que le quité la libreta y lei la carta, en ella decía declaraciónés de amór y muchas cosas mas, pero esa carta no era para Ino, no se bien para quien era, solo decia "Ceresita roja", le pregunto que si estaba engañando a Ino, el no lo negó, se molesto y me quito la libreta, me dijo que no me metiera en sus asuntos y yo le dije que le diría a Ino, entonces ella llego y le arrebató la libreta a Sai, le pregunto que con quien la estaba engañando y, y, sa-Sai le dijo que esa carta era para mi, y que ya teníamos un tiempo juntos, yo le dije que no era cierto pero ella no me escucho, me dijo cosas horribles y dio por terminada nuestra amistad, le juré a Ino que era mentira pero Sai me abrazo por la cintura y me dijo "ya no le mientas, amor, tarde o temprano se va a enterar" yo me solté y le quise decir a Ino que el mentía, pero no me dejó, me dió una cachetada y me dijo que me odia , ella, Ino, mi mejor amiga, me odia - las lagrimas brotaban solas sin control alguno, su voz se cortaba a ratos, y sus uñas estaban clavadas en sus brazos y su vista estaba perdida en el suelo, mientras su mente reavivaba el momento como si de una película se tratase, el rostro furioso de Ino, la sonrisa cínica de Sai, todos y cada uno de los detalles, los tenia vivos en su memoria.
- Sakura, cálmate - le pidió el pelinegro, entendía el asunto, pero no le gustaba verla triste.
- ¡No me pidas que me calme! - grito la Haruno - No me pidas que me calme, por que no puedo, Sasuke, es mi primer amiga, ella es muy importante para mi, ella me ha apoyado desde que eramos pequeñas, y yo fui la que termine con esa amistad hace años y la convirtió en una absurda rivalidad y ahora que podemos llevarnos bien, sin competencias e insultos, pasa esto, Sasuke-kun, te juro que yo jamás le haría algo así, la quiero mucho y no quiero que nuestra amistad termine así, no quiero ser, nuevamente la culpable de que nuestra amistad termine, no quiero que me odié.
El chico la vio con tristeza y coloco una mano sobre su hombro - Tu no tienes la culpa, Sakura, tu jamás te metiste con Sai ¿o si?.
- ¡No!
- ¿vez? Tu no tienes la culpa de nada, Sakura, tu pensabas hacer lo correcto, pero Sai se aprovechó de la situación, aun así, si Sai la estaba engañando, no tardara en salir la verdad, he Ino sabrá que cometió un error.
- Pero y si Ino no lo cree, y si me sigue odiando
- Entonces ella se lo pierde, Sakura no te sientas mal, tu no tuviste la culpa, ¿esta bien? - hai - la chica dejo de llorar y se limpió las lagrimas con el dorso de la mano y abrazo al Uchiha - Gracias, Sasuke-kun.
El chico se sorprendió, no esperaba esa reacción de la pelirrosa, sonrío ligeramente y acarició el cabello rosa.
Desde lejos, una chica de cabello rubio y ojos azules, observava la escena, las flores que llevaba en la mano terminaron en el suelo, totalmente destrozadas, magulladas e irreconocible, el enojo de la joven rubia era enorme, tanto, que las personas que pasaban a un lado, temieron por su vida - Sakura, tu me quitaste lo que amo, ahora será tú turno de pagar - la chica sonrió con malicia y se alejó del lugar.
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