La presencia de Frederick en mi cuarto era bastante atemorizante, mi cuerpo no se movía ni un solo milímetro, era como ver al mismo Conde Drácula en persona.
-Sencillamente no esperaba que me compararas con mi maestro- soltó de repente mi acompañante.
A leguas se notaba lo furioso que estaba.
¿Que fue la causa de su furia?
¿Sería por compararlo con su "maestro" o, por lo que pensé hace una hora antes de decírselo?
-Creo que más bien fue por lo segundo- sus palabras lograron sacarme de las dudas.
El hecho de que tengas un vampiro en tu cuarto no es muy agradable que digamos, sencillamente por la razón de que BEBE sangre de las personas y luego las MATA.
Frederick se acercó a mí en un movimiento rápido, chocándome contra la pared, no sabía qué hacer en ese momento, hasta que una presión en mi cuello quiso sacarme el grito que se guardaba en mi interior.
-Si fuera tú no haría eso- Frederick comenzó a lamer mi cuello como si se tratara de una paleta de caramelo.
-Me….me haces..s dañ.ño Frederick- mi voz sonaba a medias, producto del miedo que sentía.
-Eso es lo que quiero de tí, que me tengas miedo- la presión en su cuello aumentó, sacándome un grito de dolor.
-¡¡¡¡¡AHHH!!!!!- el grito sonó en toda mi habitación.
Por un momento pensé en la posibilidad de seguir viviendo, acabar mis estudios en la universidad, encontrar un empleo y seguir con mi vida como lo he hecho hasta ahora, pero, también pensaba en morir en este momento, mis amigos preocupándose por mí, como tomarían mis padres la idea de ver a su hijo menor muerto en el piso de su habitación, mi hermano a pesar de tener esas altanerías siempre estaba conmigo en mis momentos más difíciles.
¿Y eso de que me sirve ahora?
Si voy a morir.
¿Porque voy a morir, cierto?
-Jeremy….
La voz de mi hermano se hizo escuchar a través de la puerta, sonaba con preocupación, y como no, si supiera que hay un vampiro en mi habitación probablemente buscaría un crucifijo y una estaca en el jardín.
"Ves demasiadas películas Jeremy".
-Jeremy abre la puerta- se repite la voz de mi hermano.
-O te callas la maldita boca o juro que hago pasar a tu hermano y lo asesino en frente de ti- palidecí al escuchar su amenaza, sonaba tan honesto, considerando que es un vampiro.
Asentí sin nada más que hacer, sentí como alejaba su cuerpo del mío avanzando hacia la ventana, no sin antes voltearse y mirarme fijamente.
-Solo entiende esto Jeremy, a partir de hoy serás mi presa, lo quieras o no, me perteneces- exclamó antes de saltar por la ventana y desaparecer.
Mis piernas cayeron solas provocando un estruendo ruido contra el piso, recordando las palabras de Frederick.
-"Serás mi presa".
Sentía algo caliente bajar por mi cuello, inmediatamente me levanté y me giré hacia el espejo, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo nuevamente.
Además de la cantidad de sangre que había en mi cuello, se notaban dos enormes perforaciones en mi yugular, perdiendo mi valentía en ese momento por no haber evitado eso.
-Jeremy……
Miré sorprendido a mi hermano.
¿Cómo entró a mi cuarto sin que yo no lo notara?
-Tu…tu cuello…..- mi hermano se quedó sin voz en ese momento.
-Tranquilo Alexis, es solo…..
-¡¡QUE MIERDA TE HICISTE EN EL CUELLO JEREMY!!
-Solo fue una…una mordida de perro- ok eso fue lo primero que se me vino a la cabeza, pero obviamente mi hermano no me creyó.
-ESA NO ES UNA MORDIDA DE PERRO JEREMY, SE PERFECTAMENTE QUE ME ESTAS MINTIENDO- si mi hermano seguía así, iba a despertar a todo el vecindario.
Lentamente fui caminando hacia el baño, con los pasos de mi hermano pisoteándome los talones, cuando cerré la puerta con seguro pensaba que tendría tranquilidad, hasta que…….
PUM..
-DÉJAME ENTRAR MALDITA SEA- ok, jamás pensé que mi hermano se pusiera a darle patadas a la puerta del baño.
-Alexis no hagas tanto alboroto, despertarás a los vecinos- por un momento pensé que mis palabras le hicieron calmar, pero estaba muy equivocado.
-ME IMPORTA UNA MIERDA QUE SE DESPIERTEN LOS VECINOS- por lo visto no dormiré nada hoy.
No le di mucha importancia al asunto y comencé a lavar mi cuello con agua, al parecer necesitaba un médico urgente, pero desvié ese pensamiento y comencé a curarme las heridas con alcohol.
-Ahhhhh- decir que el alcohol no hace arder la herida es decir mucha mentira, casi igual como ver a lucifer en persona.
Limpié cualquier centímetro de esas heridas y las cubrí con una bendita (no sin antes colocar algodón encima), dirigiéndome otra vez a mi habitación.
Pude ver la silueta de mi hermano antes de encerrarse en su habitación, por fin me deshice de él. Entre a mi cuarto en el instante en que mi celular vibró en la mesita de noche que tenía al lado de mi cama, lo cogí e inmediatamente vi el número de mi mejor amigo pero……
¿QUE COÑO DE MIERDA HACIA EL LLAMANDO A LA UNA DE LA MADRUGADA?
Inmediatamente le respondí.
-Christian a que debo tu llamada?- pregunté desinteresado, el siempre llamaba a esta jodida hora…PARA MOLESTARME.
-Pues..me llamaron de la casa de Kenneth para…- Christian se quedó mudo enseguida, detestaba eso.
-Se más directo quieres- dije comenzando a molestarme mucho con él, y probablemente mañana en la universidad le reclamaría.
Un silencio se hizo presente en ese entonces, lo malo del silencio de Christian era que la noticia que me iba a contar no era nada buena, nada.
Y la preocupación junto con la tristeza comenzaron a revelarse.
-Su madre me acaba de decir que..Kenneth intentó suicidarse..
Palidecí al escuchar aquellas palabras de mi mejor amigo, sin poderme creer lo que estaba escuchando.
¿Kenneth intentó quitarse la vida?
¿Por qué haría algo como eso?
Estaba en la mejor etapa de su vida, por sus excelentes calificaciones logró estar nuevamente en el cuadro de honor, y no era solo eso, también se ganó una beca en la mejor universidad del país, que por ello tenía que hacer el traslado al finalizar el año escolar en cinco meses.
¿Entonces porque arruinar su fantástica vida por algo que no tiene sentido?
Al principio no entendía el motivo de su intento de suicidio, hasta que el responsable se hizo presente en mi cabeza………..mi hermano Alexis, el amor de su vida.
Aun así no podía hacer esa estupidez, porque si, era una maldita estupidez.
-Pero cómo fue?- pregunté preocupado.
-Solo se que su madre entró a su habitación y lo encontró tendido en el suelo…con un frasco de pastillas en su mano derecha- respondió Christian dejándome aún más preocupado de lo que estaba.
-De seguro su padre lo salvó enseguida, como es médico y tiene su propio consultorio en su casa- aquellas palabras que dije me hicieron suspirar de alivio por el hecho de recordar que Saúl, el padre de Kenneth, era médico y tenía su propio consultorio.
-Si, lo salvó a tiempo, le obligaron a descansar para que vaya a clases sin ningún problema- exclamó mi mejor amigo dejándome más tranquilo.
Después de varias palabras entre nosotros, finalizamos la llamada para poder descansar, había sido un día muy agitado, y lo que más me preocupaba era haber conocido a cierto vampiro rubio de ojos azules.
Cerré mis ojos con la imagen de Frederick sonriendo de forma satisfactoria.
-Jeremy es hora de levantarse..
Escuche a mi hermano moviendo mi cuerpo para que me levantara, inmediatamente como de costumbre (esa es la forma de siempre) le di un rodillazo en la entrepierna, haciendo que mi hermano se quejara del dolor y cayera boca arriba sobre mi cama, sosteniendo su entrepierna con sus manos.
-Es costumbre no?- me burlé.
-TE VOY A DAR POR D…..- pero no logre escucharle, puesto que corrí afuera de la habitación y encerrándome en el baño.
Me deshice de mis boxers y me introduje en la bañera, sintiendo la tibia agua escabullirse por mi cuerpo, se sentía muy relajante, con cuidado comencé a enjabonarme mientras el agua hacía su trabajo de deshacerse del jabón. Ya cuando salí de la bañera y me sequé, escuche gritos que provenían de la sala.
Inmediatamente salí del baño y me dispuse a bajar las escaleras, cuando la voz de mi hermano me detuvo.
-HE DICHO QUE NO TE QUIERO VOLVER A VER EN MI VIDA- los gritos de mi hermano de seguro se escuchaban hasta la calle.
-Alexis..
Paré en shock.
¿Qué hacía Kenneth aquí?
Y lo peor de todo..
¿Por qué mi hermano le estaba gritando de esa manera?
-Por favor Alexis….
-QUE TE CALLES MALDITA SEA, COMO TE ATREVES A VENIR A DECIRME A MI CASA QUE SOY EL RESPONSABLE DE TU INTENTO DE SUICIDIO- gritaba mi hermano más que molesto, enojado.
-No te estaba….
-AHORA ME VAS A VENIR CON ESA MIERDA, ENTONCES, PORQUE ME CULPAS?- preguntó mi hermano calmando la paciencia.
-Si te lo digo me odiarás…
Oh no….
No creo que Kenneth vaya a……
-DIMELO- gritó mi hermano haciendo que Kenneth soltara su declaración comenzando a llorar.
-Te amo……