—¡Mayuzumi-san! Por favor ¡No hay tiempo! — Kuroko Tetsuya, 25 años de edad, editor de novelas quien justo ahora se encontraba teniendo una pequeña discusión con el autor del que esta a cargo.
—Ya lo termine Kuroko, podemos tomarnos un rato para los dos— sonrió levemente, Kuroko ya no supo de que forma replicar, Mayuzumi había trabajado muy duro y más después del encuentro con Akashi, no había dormido en varios días y todo por terminar a tiempo su nueva novela.
—¿Podrás aguantar? No has dormido en 3 días
—¿Ahora me hablas de "tu"?
—Ahora no estamos hablando de trabajo Mayuzumi-san— Kuroko sonrió.
—¡A ustedes dos los estaba buscando!— una voz conocida se hizo escuchar en el lugar, Kuroko quien sostenía un balón de basket observó a la persona que venia hacia ellos, estaba molesta por alguna extraña razón.
—Haizaki no hagas ruido— se quejo Mayuzumi mientras veía al nombrado, no sabia como es que durante todo este tiempo los tres se llevaban demasiado bien ni como es que ahora consideraba a uno de los chicos "malos", su amigo.
—¡No me vengas con esa mierda! ¿Por qué no contestas el teléfono? — Haizaki Shougo veía con molestia al de cabellos grises, paso toda la mañana intentando contactar con Mayuzumi o con Kuroko pero ninguno respondía su celular.
—¿Acaso eres mi novio?
—Si lo fuera sería peor, creeme.
—¿Qué quieres?— a este paso se le iría el tiempo que tiene de sobra antes de entregar el nuevo proyecto.
—Estas siendo demasiado cruel conmigo, Chihiro, todavía que te di las mejores noches de mi vida— Haizaki buscaba irritar al siempre tranquilo Mayuzumi, solo él podía lograr sacar de quicio a Mayuzumi al grado de hacerlo gritar y querer matarlo, incluso una vez hizo que el mayor lo persiguiera por toda la calle.
—¡Dejate de tonterías y responde a la maldita pregunta!— ahí estaba la reacción que quería por parte del mayor, sonrió satisfecho, lo que ninguno notó era un hombre más bajo que ellos y de cabellos celeste quien estaba por perder la paciencia ya que era ignorado.
—¡Calmense los dos y mejor hablemos!— Kuroko tenia los brazos cruzados y una expresión de molestia en el rostro, sabia del juego que Haizaki siempre hacia, desde que los tres comenzaron a convivir supo que Haizaki adquirió una atracción hacia Mayuzumi, por eso siempre buscaba molestarlo o obtener su atención, sera que... ¿Haizaki esta enamorado de Mayuzumi? Eso no podía ser —Debo estar equivocado.
—¿De qué hablas Kuroko?— Mayuzumi había escuchado lo último por lo que tenia duda a que se refería.
—¡Olvidate de eso! Venia a decirles algo— Haizaki se puso serio de pronto captando de pronto la atención de los dos chicos fantasma. —Hace poco oí algo muy curioso, una chica menciono algo sobre fantasmas y sombras, pensé de inmediato en ustedes dos.
—Tú no por favor — Mayuzumi soltó un pesado suspiro tras oír aquello.
—¡Solo escucha! Se que sonara estúpido pero luego que me contaron la loca idea de ese tal Takao me puse a investigar— los otros dos lo veían con sorpresa, jamas se esperaron eso del gran Haizaki Shougo. —Lo hice porque me preocupan ¡No crean que lo volveré a decir! Solo por esta vez trataré de no ser tan... Yo.
—Me gusta que con nosotros puedas ser menos tu, Haizaki-kun, además que eso demuestra la confianza que nos tienes— Kuroko tenia una leve sonrisa, en realidad jamás espero llevarse bien con el orgulloso de Haizaki.
—Tsk... En fin, sobre lo que les venía a decir, esa mujer hablaba de una leyenda que ahora empieza a ser demasiado conocida, todo comenzó con dos seres que vivían en la oscuridad, nadie sabia de ellos pues estaban hechizados o sepa que mierda, el punto es que ellos rompieron con su palabra y la maldición que les lanzo una bruja los volvió fantasma— ante cada palabra se sentía más estúpido, no era su estilo hablar de esas cosas ni mucho menos hablar de esa forma con ellos.
—Hasta yo digo que es estúpido, Haizaki por favor se tu mismo — Mayuzumi lo que menos quería era hablar de sombras, luces o algo relacionado a eso.
—Tsk si eso quieres— desvío la mirada un poco irritado, él se había tomado la molestia de investigar para que al final no sirviera de nada, justo cuando volteo pudo ver a una persona —¿Qué hace ese idiota aquí?
Los otros dos fijaron su vista hacia donde la tenia Haizaki, Kuroko reconoció de inmediato a la persona quien también los miraba.
—¿Quién es?— Mayuzumi sentía curiosidad, Haizaki quito su vista de la persona quien se acercaba para dirigirla de nuevo hacia Mayuzumi.
—Una persona que sufrirá mi venganza junto a otras— sonrió de medio lado, quienes lo conocían sabían que esa sonrisa no indicaba nada bueno, al contrario, era peligroso.
—¿A qué te re...? — Mayuzumi no pudo terminar la pregunta, tanto Kuroko como un grupo de personas quedaron sorprendidos, Haizaki besaba a Mayuzumi quien estaba en shock a causa de la sorpresa.
—¡¿Qué estas haciendo Haizaki?! — Nijimura Shuzo comenzaba a ser presa de los celos, tras del él se podía ver al emperador quien tenía un aura oscura rodeándole, los demás estaban asombrados que no sabían que decir o hacer.
—Besar a mi novio ¿Qué más? Ustedes no son los únicos que pueden jugar, también yo se hacerlo — usaba un tono burlón y lleno de malicia, abrazaba por el hombro a Mayuzumi ya que su altura de lo permitía, el de cabellos grises tenia su mirada puesta en el emperador quien también lo veía.
—Me vas a tener que explicar luego a que se debió ese beso— susurro un molesto e incómodo Mayuzumi, bien sabia que juntarse con Kuroko y Haizaki solo le traería problemas, debió decir que no en cuanto pudo. Haizaki sólo sonrió para después cerrar los ojos.
Lo recordaba perfectamente bien, a diferencia de los otros él si podía recordar, las llamas, la estructura cayéndose y sobre todo a la persona que en esos momentos se jugaba la vida por salvarlo.
—Resiste — decía la persona que lo tenia en brazos, logro reconocerlo, esa persona era Mayuzumi Chihiro, ex miembro del equipo de Rakuzan y ex jugador fantasma. No entendía porque Mayuzumi lo tenia en brazos.
—¿Por qué? — logro preguntar, Mayuzumi no lo veía, trataba inútilmente de caminar sobre los escombros, a su lado habían otras dos personas, cada una traía una carga.
—No te podíamos abandonar — dijo con calma —Nosotros 7 quedamos atrapados, es muy extraño.
A pesar de la situación Mayuzumi no podía evitar pensar que todo fue planeado ya que ahí estaban Himuro Tatsuya sosteniendo a Takao Kazunari quien estaba por desmayarse a causa del humo aunque no era el único, siguiéndolos estaban otras personas que por el humo no lograba reconocer además de que no se sabia bien sus nombres, solo reconoció a Kasamatsu Yukio cargando con dificultad a alguien
—Es un milagro que no estemos muertos— susurro alguien pero al estar cerca de Mayuzumi este pudo escucharlo y no sólo él. También Haizaki ya que la persona estaba sobre la espalda de Mayuzumi.
Kuroko trataba de mantenerse despierto pero no pudo hacerlo por mucho tiempo, Haizaki se bajo de los brazos de Mayuzumi para que este pudiera caminar rápido y más porque noto que una estructura del lugar estaba por caerse, Mayuzumi apresuro el paso al igual que los demás y ya cuando estaban por salir un gran pedazo del techo cayó sobre uno de ellos quien sin saber como había bajado al chico que tenia en su espalda y se lo dio al otro quien con sorpresa vio como el gran pedazo caía sobre la espalda del chico.
"Fue un milagro que sobreviviera y despertara del coma sin sufrir daño en sus piernas o espalda"
Abrió los ojos, aquel recuerdo le llegó rápido pero pudo verlo con claridad, se separó de Mayuzumi y se volteo a ver a Kuroko.
—Si no se van ahora no podrán llegar a tiempo a la editorial— Kuroko asintió y tomo de la mano a Mayuzumi dejando a Haizaki con la Kiseki, Kagami y Nijimura.
—¿Por que lo besaste Shougo?
—Yo no te tengo que explicar nada, supuesto esposo — Nijimura miro con sorpresa a Haizaki —Yo si recuerdo todo y no dejaré que se acerquen a Chihiro o Kuroko — dijo esto viendo a Akashi y Kagami. —Ustedes nos abandonaron cuando más los necesitábamos.
Todos bajaron la mirada, Haizaki tenia razón, en cuanto la levantaron notaron que este ya se había ido.
—Akashichi...
—Ahora más que nunca seguiremos con el plan, tenemos que ganarnos el odio de ellos así como Haizaki nos odia a nosotros.
Todos asintieron todavía no muy fe acuerdo con ese plan, lo que nadie sabia era que dos personas ahí presentes quedaron afectadas por ese encuentro.