Kasamatsu no sabia que hacia ahí o mas bien no quería admitirlo, miraba con atención como Kise hablaba con unas chicas las cuales trabajan como azafatas en aquel aeropuerto donde el rubio es piloto, aunque ese día era el día libre del rubio había tenido que ir para ver los próximos destinos.
"Maldita sea..." los celos eran palpables en Kasamatsu, Kise parecía muy feliz rodeado de esas mujeres quienes solo esperaban a que sus vuelos ya estuvieran listos.
—Eh ¿Yukiochi?— Kise no podía ocultar su sorpresa al ver al peli negro, este trataba inútilmente de ocultarse fingiendo estar viendo los próximos vuelos y usando a personas como escondite, Takao se había ido en taxi a perseguir a Midorima quien solo dejó en el aeropuerto a Kise y se fue —¡Yukiochi!
—Oh Hola Kise— dijo tratando de actuar lo más normal posible, lo que menos quería era recibir un interrogatorio por parte del rubio.
—Es una sorpresa verte aquí — sonrió, Kasamatsu no supo explicar que sucedía en esos momentos, Kise parecía realmente emocionado al verlo.
—Vine a verte...— susurro para después poner una mirada seria —Supe que te volviste piloto de avión y quise saber como estabas.
Kise no podía ocultar la emoción que en esos momentos sentía pero el sonido de su celular rompió con la burbuja que en esos momentos se formo entre ellos.
—¿Akashichi? Entiendo, si, en 20 minutos estoy allá — suspiro volteando a ver a Yukio quien aunque no quisiera admitirlo se sentía intrigado por aquella llamada —Tengo que irme ¿Podemos vernos después?— Yukio asintió —¡Genial! —salio casi corriendo del lugar dejando sólo al de cabellos negros quien al ya no tener razón de estar ahí se fue del lugar.
Por otro lado, Takao estaba vigilando de forma sigilosa a Midorima.
"Shin-chan jamás sabrá que estuve aquí" pensaba con absoluta seguridad mientras veía a Midorima estar parado viendo fijamente una pared, Takao usaba unas gafas que le robo a una mujer ¿La razón? Pensó que eran binoculares, ni idea de porque ese pensamiento.
—¿Qué rayos estas haciendo Takao? — Midorima parecía molesto, al rededor de ellos estaban varias personas queriendo enterarse del chisme.
"¿Por qué a mi siempre me sale hacer algo estúpido?"
—Porque es lo que te sale mejor
—¡¿Acaso lees mentes, Shin-chan?! — Takao estaba asombrado, Midorima solo pudo ocultar su vergüenza acomodándose las gafas.
—Lo dijiste en voz alta Bakao— suspiro, estaba feliz de que Takao aún conservara su personalidad.
—Ohh si — sonrío, estaba realmente nervioso que lo único que hacia eran tonterías, no era que él se comporte así, bueno si, pero no tanto, aunque últimamente hacia cada estupidez que hasta a el mismo avergonzaba.
—¿Qué haces aquí?
—Vine a verte Shin-chan — debía ir directo, estaba seguro de Midorima es su alma gemela, desde preparatoria sentía algo por él.
—Ya me viste, ahora puedes irte 'nanodayo— acomodo sus lentes tratando de ocultar un sonrojo que amenazaba con aparecerse en su rostro, lo que Midorima había olvidado es que en su mando izquierda se haya un hermoso anillo de oro justo en su dedo anular lo cual impacto a Takao.
—Shin-chan... No sabia que estabas casado— trato de sonar lo más normal posible aunque su voz ya no salia y las lágrimas amenazaban con delatar el dolor que en esos momentos estaba sintiendo.
Aunque Takao no era el único, Midorima sentía una fuerte opresión en el pecho, estaba consciente del estado de Takao pero jamas se espero sentir aquel dolor al oír semejante pregunta, Takao no tenia idea de lo que ocasiono en Midorima, estaba más sumergido en el dolor que sentía en esos momentos ¿Qué debía hacer? Quería huir, pronto su resistencia se iría y seguramente lloraría enfrente de su amado peli verde, sus ojos se humedecían y una lágrima se le escapó.
—¡No es lo que crees!— grito al ver aquella lágrima en el hermoso rostro de su peli negro —No se si me creas y tal vez me odies 'nanodayo— estaba dudando en decirle, Takao esperaba alguna explicación o algo, ¿A casó el de cabellos verdes debía explicarle algo?
—¡Shin-chan! No tienes que decirme nada— sonrió, era una sonrisa triste y vacía —felicidades por tu matrimonio— aquellas palabras destrozaron aun más el corazón de Midorima.
—¡Espera!
No pudo detenerlo, Takao corría demasiado rápido que en cuestión de segundos se perdió en la lejanía, no pudo reaccionar rápido, se sentía estúpido por no saber que hacer, estuvo a punto de romper su promesa aunque eso no era nada comparado al dolor que sentía el ver destrozado a Takao.
"Al menos el me sigue amando"
Pensó tratando de animarse, el sonido de su celular lo saco de sus pensamientos, era Akashi.
—¿Todos?
~Ven de inmediato Shintaro, el plan va a cambiar
—Esta bien 'nanodayo
Con eso ultimo colgó, noto algo tirado justo en el lugar donde Takao había estado, era una revista y en la portada estaba la razón de su desgracia.
"¿Sera una coincidencia?"
Fue de inmediato a su automóvil y de paso llamo a alguien más quien también esta involucrado en todo ese embrollo.
—¡No nos puedes pedir eso Akashi!
—Si puedo y lo haré Taiga, no me cuestiones.
—Akashichi tienes que estar bromeando, entiendo a Kagamichi, eso es demasiado.
—¿Qué lograríamos con eso Akashi?
—Aunque sea Aka-chin quien lo pida, no puedo hacerlo, amo a Muro-chin y se que eso lo destruiría.
—Murasakibara tiene razón Akashi, nuestras parejas nos aman, hacer algo como eso acabaría con las esperanzas que tenemos de estar con ellos.
—Esa es una mala broma Akashi.
Akashi veía a todos con una expresión seria, Kagami trataba de no perder la compostura al igual que Aomine quien deseaba que eso fuera una broma, sin importar que fuera una de mal gusto, Midorima no sabia que decir, pero no estaba para nada de acuerdo, Murasakibara comía sus dulces intentando ignorar lo antes dicho, Kise mordía su labio inferior tratando de aminorar con eso el enojo que crecía en él y por último Nijimura quien por los sucesos que han ocurrido en todo este tiempo decidió quedarse en Japón y más porque ya no tenía ninguna razón para irse a EE. UU
—Eso haremos, no me importa que no estén de acuerdo, saben las consecuencias de volver con ellos, ya ellos tienen una vida y aunque Shintaro tenga razón y ellos hayan oído de la misma leyenda y crean que somos quienes buscan, nosotros tenemos la historia completa y sabemos las consecuencias.
Todos se guardaron silencio reprimiendo las quejas que soltarían tras oír el plan del ahora emperador, Akashi tenia sus ojos fijos en todos, su porte elegante e intimidante no daba lugar para más réplicas, esa era la ultima palabra del emperador y sus órdenes son absolutas.
—Como tu digas
Akashi sonrió aunque dentro suyo se suscitaba una batalla interna entre Bukoshi y Oreshi, sus dos personalidades. Uno quería ignorar la nueva decisión e ir tras aquel hombre de cabellos grises que desde hace años amaba pero por el otro lado sabia que estar junto a él podría llegar a llevarlo a la muerte y no a un simple accidente donde perdió la memoria.
Murasakibara es uno de los tres quienes más problemas tendrían con el nuevo plan, ver a su Muro-chin ocasiono grandes estragos en su interior, a diferencia de los demás su encuentro con el chico emo fue breve, resumido a una mirada, Akashi quien estaba junto con él se encargó de alejarlo, al final Himuro se tuvo que ir junto con Mayuzumi quien es el que se llevo la peor parte.