Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿LA PRIMERA VEZ? (JongKey) por LittlevLocket

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

LA PRIMERA VEZ

Mi nombre es Kim Kibum, tengo 23 años y un apuesto novio un año mayor a mí. Hoy es nuestro tercer aniversario juntos y decidimos celebrarlo quedándonos en casa a ver una película en lugar de salir a un elegante restaurante o a un escandaloso bar.

El asunto es… que estando solos en mi sala, ambos recostados sobre el sofá, no se puede evitar el contacto físico, y no es que me moleste, para nada, es mi novio y lo amo; por supuesto que me gusta que me abrace… pero… no puedo evitar estar nervioso estando a esta proximidad, en nuestros tres años de relación, jamás hemos llegado más allá de los besos, y eso es enteramente mi culpa.

Sé que él me ama y por eso lo acepta y me respeta pero también sé que el tema le molesta hasta cierto punto, puesto que cuando empezamos a salir el me confesó que era activo antes de mí, es decir que no era virgen… como yo.

Kim Jonghyun, mi amado, mi alma gemela, mi todo. Le agradezco de todo corazón ser tan paciente conmigo en esto. Sé que si no me amara ya se hubiera ido con alguien más que le pueda dar lo que yo no. Aunque la verdad es que hay algunas veces que he pensado que me engaña, solo para tener relaciones y luego volver a mí, hemos discutido algunas veces acerca de esto, estando al punto de casi romper.

Así mismo hemos hablado muchas veces del tema, no puedo evitar cohibirme cada vez. El creció en una familia un poco más… digamos, permisiva que la mía, sus padres son más de mente abierta comparados con los míos, ellos jamás me hablaron del sexo ni nada relacionado con la sexualidad humana, si no hubiera sido por el colegio y el internet, no supiera nada de nada del tema.

Ya les fue bastante difícil aceptar mi orientación sexual, mi mamá sólo me abrazó y me dijo que en su interior ya sabía de mi inclinación, mi papá fue un poco más difícil de convencer. Pero con el tiempo lo terminó aceptando.

Cuando me mudé a Seúl desde Daegu para estudiar la universidad, me apoyaron rentando un departamento para mí en la ciudad, relativamente cerca de la institución. Pero para ayudarlos con el dinero, tomé también un empleo de medio tiempo, en una de las tantas cafeterías del área. Allí conocí a Jonghyun.

Todo empezó con un número de teléfono, su número para ser precisos, el mismo que dejó escrito en la servilleta que acompañaba su bebida, como yo lo atendí ese día cuando fui hasta su mesa vacía miré extrañado el papel, pues decía mi nombre. Recuerdo haberlo leído y sonreír como idiota después.

“Para el hermoso chico de ojos felinos y labios de corazón. Kim Kibum
000XXXXXXX
Kim Jonghyun”

Al principio me sorprendió que supiera mi nombre, pero luego recordé que todos los empleados tenemos gafetes con nuestro nombre pegado a la camisa, pequeño detalle. Tampoco estaba seguro de si llamarle o no, algo así nunca me había ocurrido, es más, estaba nervioso, pues nunca había tenido una cita. Pero al final me armé de valor y llamé, y fue la mejor decisión que he tomado en mi vida.

Ahora, estando así abrazados y disfrutando de la compañía del otro, realmente pienso que todo valió la pena, cada situación difícil que pasamos valió la tristeza y la angustia, todo para llegar a este momento en el que no me puedo sentir más feliz.

Finalmente después de un año de noviazgo, Jonghyun y yo volvimos a Daegu para presentarle a mis padres, aún recuerdo lo nervioso que estaba en aquel entonces. Para mi fortuna, mi familia nos recibió con los brazos abiertos y se llevaron muy bien, mi padre, aunque algo reacio a la idea al principio, sorpresivamente le tomó un gran cariño que hasta parecía que tenía dos hijos.

Pero entonces si nuestras familias nos aceptan y nos amamos tanto, ¿Por qué aún no puedo dar ese paso? Tener relaciones con tu pareja es lo más natural del mundo, y yo a esta edad todavía soy virgen, teniendo a mi lado al hombre más guapo de toda Corea. Debo estar loco, me va a dejar algún día de estos…

No estoy seguro que es, pero cada vez que estamos a punto de ir más allá, cada vez que sus manos se colan por debajo de mi camisa y tocan mi desnuda piel, siento un intenso escalofrío recorrer mi espalda, algo hace “clic” dentro de mi cabeza que me dice que estoy perdiendo el control y entonces lo detengo. No puedo, simplemente no puedo. Después miro su rostro, entre frustrado y preocupado, lo veo desmoronarse de inseguridad por mi culpa. “¿Acaso odias que te toque? ¿Ya no te gusto Kibum? ¿No me amas?” Es lo que repite cada vez, una horrible sensación de culpa me atraviesa pero por más que yo también lo desee, no me atrevo a dejarme llevar. Me odio cuando el sufre así por mí.

La simple idea me aterra, demasiadas emociones, demasiado calor, demasiado contacto. Me asusta. No es como si tuviera un complejo con mi cuerpo, bueno aunque no me caería mal bajar algunas libras, lo normal, o puede ser el dolor, ambos somos hombres y sé perfectamente lo que eso implica al tener relaciones, ¿las enfermedades? si usamos protección no hay de qué preocuparse.

Quizá es la suma de todas mis inseguridades, yo confío en él, no puedo imaginarme entregándome a alguien más que no sea él. Pero entonces, ¿por qué no confío en él?

Muy en el fondo, creo que sé porque es… más allá de todas aquellas excusas, la verdadera razón, yo… todavía me cuesta aceptar que alguien me ama, que alguien sinceramente me abrió su corazón y me dejó entrar y quedarme allí. He tenido algunas malas experiencias cuando era más joven, debido a mi inclinación, el bullying, los insultos, todas esas personas se encargaron de bajar mi moral por los suelos, mi autoestima estaba destruida, en aquel entonces, hasta quise acabar con mi vida. Aún tengo esa cicatriz en mi cuerpo. Pero logré salir de ese lugar tan oscuro, gracias a muchas personas, pero lo cierto es, que no he podido curarme del todo de ese horrible sentimiento de inferioridad.

Sin importar cuantas veces Jonghyun me diga que me ama, sin importar cuantas veces yo le respondo lo mismo con una sonrisa y un beso. En mi interior no puedo creer en esas palabras, que una persona me ame con tanta intensidad… eso no es posible, no existe... yo, no lo merezco. Sé que yo lo amo con locura pero, ¿que él me ame igual como yo a él? ¿O más? No, no lo creo.

Y no es porque lo crea un mentiroso, es sólo esta maldita inseguridad mía, que siempre me juega en contra. Que me dice que no puedo ser amado, querido, deseado… que no lo merezco.

Hoy cumplimos un año más, y tengo miedo de que este sea el último…

- Kibum, estás muy callado… ¿sucede algo? – lo escuché susurrar mientras aflojaba un poco el abrazo para mirarme a los ojos, sus hermosos ojos marrones que reflejan preocupación como los de un cachorro perdido.

Inconscientemente llevé mi mano hasta su mejilla, me quedé mirando sus ojos.

- ¿Amor, está todo bien? – volvió a preguntar tomando mi mano en su rostro.

- ¿Lo está? – respondí con otra pregunta, sin esconder el temor en mi voz.

El frunció el ceño y se sentó en el sofá, haciendo que me siente también.

- ¿No estás cómodo? ¿Dime qué tienes? No me gusta verte triste. – tomó mis manos entre las suyas, yo sólo bajé la mirada. ¿Cómo es posible que sea tan atento y cariñoso conmigo aun cuando cree que odio que me toque? Me siento a punto de llorar, tengo que contener este estúpido nudo en mi garganta.

- Jonghyun, perdóname… - dije aun con la mirada baja.

- Por qué tendría que perdonarte, no has hecho nada malo. Dime que tienes, sé que no has estado prestando atención a la película – sonrió un poco de lado. – has estado muy callado, te has delatado tú mismo.

- Es solo que… - lo miré a los ojos, realmente se nota preocupado, ¿cómo no confiar en esos ojos que me miran ahora con tanto cariño? ¿Y en estas manos que me sostienen y me confortan?

Sin dudar más me abalancé sobre él pasando mis manos por su cuello, atrapándolo en un abrazo necesitado, porque necesito sentir que todo está bien, necesito despejar todas mis inseguridades. Necesito creer en este amor, sé que él es la persona con la que quiero estar el resto de mi vida, no quiero que lo nuestro se termine ahora.

- Jonghyun, te amo. – dije sobre su hombro, intentando contener las lágrimas.

- También te amo gatito, lo sabes. – pasó sus brazos por mi cintura mientras sobaba suavemente mi espalda, tratando de consolarme. – ¿Por qué lloras? Me parte el corazón verte así…

Me separé de él y lo miré de nuevo a los ojos, él acercó su pulgar a mi mejilla, limpiando una lágrima que resbalaba por ella. Luego me sonrió tiernamente.

Rápidamente me sequé las lágrimas con las mangas de mi suéter y lo encaré de nuevo.

- Jong… hoy es nuestro tercer aniversario, y… no quiero que sea el último, te amo demasiado para dejarte ir pero por lo mismo no me opondré si decides dejarme.

- ¿Qué dices? ¿Dejarte? ¿Por qué haría tal cosa? Sería como arrancarme un pedazo de mi corazón – dijo lo último riendo un poco.

- Pero… ya ha sido mucho tiempo y… tu y yo… no… - no pude evitar bajar mi mirada de nuevo, me siento muy avergonzado. – sé que es injusto.

- Oh, es por eso – dijo sonriendo. – Kibum, te amo, escúchame bien. Yo. Te. Amo. Es verdad que algunas veces me frustro con el tema pero ya llegará el momento, jamás voy a apresurarte o imponerme sobre ti. Si, deseo tu cuerpo, deseo sostenerte en mis brazos y jamás soltarte pero no te voy a presionar para que hagas algo que no quieres. No te preocupes por eso, yo esperaré.  – sonrió.

Para ese momento podría jurar que estaba rojo como un tomate, especialmente por lo último que dijo.

- Tenemos toda una vida para eso después de todo. – agregó y volvió a acercarme a él, abrazándome.  

- Pero no es normal, lo sé. Perdóname.

- No digas eso, no tienes la culpa de nada. – sentí que acarició mi cabello. Eso siempre me relaja.

- Te amo tanto Jong…

- Y yo a ti – sentí sus labios en mi frente, me separé un poco para mirarlo de nuevo.

Es ahora, no hay momento más perfecto que éste. Es como si estuviera teniendo un tipo de revelación, al ver sus ojos… cómo no confiar en él, si hay alguien en este mundo que me protegería ante todo es él. Es momento de dejar mi cobardía y entregarme verdaderamente, no por compensar algo, pero por amor, por puro y verdadero amor.

Coloqué ambas manos sobre sus mejillas y me acerqué lentamente, lo besé, lento y delicado, dejando que mis labios expresen todo lo que siento por él. El me correspondió con el mismo ritmo, una de sus manos fue hasta mi cuello y la otra atrapó mi cintura. Poco a poco fui aumentando el ritmo y acercándome más a él, él se sorprendió pero me volvió a corresponder, aumentando la fuerza en su agarre y atrayéndome más a su cuerpo.

Nos separamos en busca de aire, abrí lentamente los ojos, notando los suyos aún cerrados y respirando agitadamente mientras un lindo tono rosa cubría sus mejillas.

Adorable.

Cuando abrió los ojos me sonrió, con esa sonrisa que me noquea y me envía a otro mundo. Volví a acercarme y lo besé corto una vez más.

- Tómame. – susurré viéndolo a los ojos, el tono rosa de sus mejillas se intensificó y sus ojos se abrieron en sorpresa.

- ¿Q-Qué? – parpadeó un par de veces, no creyendo en lo que dije.

- Tómame aquí y ahora Jonghyun, estoy listo.

- Pero… hace un momento… dijiste-

- Lo sé, pero necesitaba una confirmación, algo que me hiciera estar completamente seguro de que me amas tanto como yo a ti. – Noté su incomodidad, retiró sus manos de mi cuerpo y bajó la mirada. - ¿Jong?

- ¿Estás diciendo, que no creías que te amara? Kibum, ¿no confiabas en mí? ¿Todo este tiempo? – su voz empezó a subir de tono, lo sentía cada vez más enojado, y tiene sentido, en realidad sonó exactamente a eso lo que dije.

- No, no es eso lo que quise decir, por favor escúchame. – me atreví a sostener su mano, con la esperanza de que no me rechazara, y así fue.

- No te entiendo Kibum, ¿Dudas de mí? ¿Después de todo lo que hemos pasado? – su expresión y el tono de su voz solo me confirman que se siente traicionado y herido, pero que tonto soy.

- ¡No! Yo confío en ti, de verdad, eres la persona en quien más confío en este mundo, y a la que más amo. El problema está en mí.

Lo miré, el sólo me miraba de vuelta expectante.

- Es por mis estúpidas inseguridades, yo… - tomé aire para continuar - el hecho de aceptar que alguien más me ama es… es, es aterrador. – lo vi fruncir el ceño nuevamente, apretando más mis manos.

- Yo te hablé sobre lo que pasé en el colegio, ¿recuerdas? – lo vi asentir – Pero, no te conté todo, yo… llegué a un punto en donde el dolor físico era mi único escape, yo, hice algo de lo que no estoy orgulloso, yo… traté de suicidarme. – no pude contener más las lágrimas y un sollozo se escapó de entre mis labios, Jonghyun me abrazó fuerte entonces, lo cual le agradecí.

- Lo siento mucho amor, lo siento. – susurró suavemente mientras me estrechaba en sus brazos.

- Eventualmente, y gracias a la ayuda de mis padres, pude ponerme en pie de nuevo y comenzar a recobrar mi vida, al pasar de los días, ese oscuro pensamiento rondaba cada vez menos por mi mente. Pero nunca fui capaz de quitarme este sentimiento nocivo.

- Creo que entiendo, pero aun así, me duele saber que mi amor no pudo curarte.

Me separé una vez más. Esa mirada es sus ojos, no, no soporto verlo así.

- No Jonghyun, no entiendes. Nunca pensé en encontrarte, y cuando te encontré nunca pensé que te quedarías. Todo eso cambió con el tiempo, porque te quedaste – sonreí – Te quedaste a mi lado, te tatuaste en mi corazón y no podría ser más feliz.

- Entonces…

- Pero aun así no podía deshacerme de esta inseguridad, pero no tiene nada que ver contigo, yo sé que eres sincero, todo esto es porque pienso las cosas de más, una cosa llevaba a la otra y así me encerré en esta burbuja y cada vez que intentabas sacarme yo me escondía más. No puedes curarme si yo me rehúso a ser curado. Pero me he dado cuenta de que quiero entregarte todo de mí, a ti y solo a ti.

- Kibum…

- Perdóname por las veces en las que fui distante contigo y no supe corresponderte, no quiero que pienses que no te amo lo suficiente, mucho menos que no me gusta que me toques…

- Pero-

- Dime que me perdonas, por favor… - interrumpí.

- Te perdono. Te amo. – su mirada se suavizó y me mostró de nuevo esa sonrisa de enamorado, sonreí también al momento en que me acercó nuevamente y tomó mis labios.

Un beso lento y romántico, sus labios se cerraban entorno a los míos de una manera que me hacía temblar, posé mis manos en sus hombros y las suyas me sostuvieron de nuevo de la cintura, atrayéndome a su cuerpo. Mientras que el calor se hacía más presente en la habitación y la intensidad de los besos aumentaba, no me percaté del momento en el que me jaló hacia su cuerpo, terminando sentado sobre su pelvis, mis piernas cayendo a sus costados.

Cuando nos separamos y me di cuenta de la posición en la que estábamos, me sonrojé que hasta sentía mis orejas arder, yo lo miraba desde arriba mientras él me sonreía. Besó mis labios una vez más, luego mi mentón, pasó por la línea de mi mandíbula hasta que llegó a mi cuello, lo recorrió con suaves besos, podía sentir su aliento contra mi cuello y un conjunto de sensaciones me invadieron.

Sus manos tocaron mi piel por debajo de mi suéter y me estremecí, acariciaba mis caderas de una manera tan delicada y deliciosa que me quedé embriagado. No me contuve más y reclamé sus labios de nuevo, esta vez con más deseo, sentí su lengua queriendo abrirse paso en mi boca, se lo concedí y la sensación de nuestras lenguas rozarse fue como si una corriente eléctrica me hubiera invadido. Antes de seguir más allá, lo sentí tensarse bajo mis brazos, entonces me separé y el me miró.

- ¿Estás seguro…? – musitó respirando pesado, tenía esa mirada expectante. Podía descifrar el anhelo en sus ojos pero también el miedo. Acaricié su mejilla, siempre se preocupa más por mí que por sí mismo. Si eso no es amor, no sé lo que es.

- Muy seguro amor – contesté – quiero sentirte, hagamos el amor. – declaré sintiendo como me incendiaba de la vergüenza al solo pronunciar esas palabras. El rio un poco y tomó mi rostro entre sus manos. Me dio un pequeño beso en la nariz y luego me presionó fuerte contra su cuerpo.

Lo abracé con la misma intensidad, hundí mi rostro en su cuello y me sobresalté al sentir que era levantado del sofá, rápidamente apreté mis piernas en su espalda, el me levantó un poco más y así caminó atravesando el pasillo hacia mi habitación, nuestras sonrisas nunca dejando nuestros labios. Estábamos en nuestro propio mundo ahora, nada más importaba, aquella película yacía olvidada en la sala mientas que me dejaba caer sutilmente sobre la cama. A pesar de vivir solo, Jonghyun muy pocas veces se ha quedado a pasar la noche, sabía que no me sentía enteramente cómodo con el asunto, ahora me siento tan tonto por eso.

Cuando nos acomodamos mejor sobre el colchón, el sobre mí, acarició nuevamente mi rostro, podía ver sus pupilas dilatadas y apuesto a que las mías estaban igual. Acercó de nuevo sus labios a los míos, pasé mis manos a su espalda, a esa trabajada, amplia y atractiva espalda que adoro abrazar.

Sus manos levantaron mi suéter poco a poco, yo me senté un momento para ayudar a quitarlo, sus ojos nunca dejando los míos, siguió con mi camisa e hizo lo mismo con la suya, sólo que demoró un poco más por ser de botones. Cada botón que desabrochaba hacía que me pusiera cada vez más nervioso, cuando por fin se deshizo de su camisa, mostrando sus perfectos abdominales, pasé saliva nervioso. Es real, ahora no hay vuelta atrás, me entregaré por completo a este hombre, a este amor.

Su cuerpo es más grande que el mío, a pesar de ser un poco más bajo que yo, sus músculos están más trabajados y delineados, aunque últimamente me convenció de ir a entrenar al gimnasio con él, no deseo que mis músculos sean tan grandes como los suyos. Aunque debo admitir que he ganado un poco más de definición, eso no quita que su cuerpo sea más atractivo que el mío, los dos somos hombres, por lo tanto no puedo evitar compararme con él.

Unas cálidas manos en mi pecho me sacaron de mis pensamientos, la forma como me tomaba, como si fuera su tesoro más preciado, me encanta. Mis manos fueron hasta su castaño cabello, desacomodándolo a mi gusto mientas el pasaba sus labios desde mi pecho hasta llegar a mi abdomen. Dejé salir un intenso suspiro cuando sus excitantes besos llegaron un poco más abajo de mi ombligo. El alzó la mirada y me sonrió de una manera que no había visto antes, llena de lujuria, haciendo que me sonroje de sobremanera.

Lo vi erguirse y empezar a desabrocharse el pantalón, lentamente lo jalaba hacia abajo hasta que lo quitó por completo, dejando al descubierto sus oscuros boxers que atrapaban su notoria erección.

Sonriendo volvió a subirse a la cama, atacó mis labios de una manera sedienta, su pecho pegado al mío, solté un gemido cuando nuestras pieles chocaron por primera vez. Podía sentir los latidos de su corazón a un ritmo casi tan rápido como el mío.

Todo era tan excitante, sus labios sobre los míos, sus manos que me acariciaban en mis lugares más sensibles, provocando que de mi boca salieran infinidad de jadeos y suspiros, su piel en contacto con la mía, tan provocativo, tan sensual, tan perfecto. Tan perfecta como una primera vez debería ser.

Sus manos volvieron a mis caderas, esta vez alzándolas un poco para poder retirar mis pantalones, ahora ambos estábamos sólo en nuestras prendas interiores. Aunque él se ve tan seductor con esos boxers negros, y yo aquí con mis boxers de hora de aventura. Dios, que vergüenza. Mi primera vez y que él vea estas aniñadas caricaturas, de pronto me siento muy pequeño debajo de él.

- Me encantan tus boxers ¿sabes? – susurró riendo levemente, acercando su rostro a mi entrepierna… ¿pero qué?

- ¡Ah! – gemí cuando besó mi miembro por encima de la tela, lo miré con los ojos bien abiertos en sorpresa, esa tendría que ser la expresión más erótica que jamás haya visto en la vida. Jonghyun con sus ojos cerrados y cejas juntas en señal de placer, lamiendo y dando besos con la boca abierta a mi miembro, aun por encima de la tela. Siento como si fuera a explotar en este instante.

- ¡Ahh! ¡Jonghyun, detente! – mi pecho subía y bajaba, intentando calmar estas sensaciones.

- Si sigo haciendo esto con tus boxers puestos, me sentiré un pervertido. – rio levemente.

Se acercó a mis labios una vez más, esta vez, el beso es mucho más pasional que en otras ocasiones, siento como si me pudiera derretir en sus labios. Se arrodilló sobre el colchón, tomó mi pierna derecha y la alzó a sus hombros, instintivamente me tapé la cara con ambas manos por la vergüenza. Volví a soltar un gemido cuando sentí sus calientes labios bajar por el interior de mis muslos hasta mi entrepierna, suaves, húmedos y calientes besos, entonces me soltó y abrí los ojos solo para encontrar a mi novio completamente desnudo, mirándome con deseo.

Es la primera vez que lo veo así, me cohíbe un poco pero también me siento consumido por la lujuria y la pasión del momento, sin más lo atraigo hacia mí, chocando nuestros labios, repartiendo caricias, escuchando sus suspiros.

Me recostó de nuevo y jaló mis boxers, liberándolos de mi cuerpo, sentí frío cuando los retiró. Él se quedó observándome un momento…

- Eres hermoso… – susurró sonriéndome, acunó mi rostro en sus manos de nuevo – Eres lo más hermoso Kim Kibum, te amo. – pasó unos de los negros mechones de mi cabello, que ya se empezaban a pegar a mi frente debido al sudor, por detrás de mi oreja.

- Te amo, eres mi todo Kim Jonghyun. – después de pronunciar esas palabras ya no hay nada que me haga cambiar de opinión, eres tú… tú. Ahora puedo estar ciento por ciento seguro.

En esta noche nos entregamos a nuestros deseos, me dejé llevar por completo por todo lo que estaba sintiendo. Y no podía estar más agradecido y feliz. Sentirlo a un nivel tan íntimo por primera vez, que hace que mi cuerpo entero vibre de placer. El sudor en nuestros cuerpos, sus jadeos y los míos mezclándose en una erótica melodía que se grabará en mi mente y en mi corazón. Esta noche, solo los dos, hoy y para siempre. Juntos.

- Wow – dije, recargando mi cabeza en su hombro, jalando un poco más la sábana para cubrirnos.

- ¿Te gustó? – me preguntó un tanto burlón.

- Mucho… - suspiré.

- Tu cuerpo… ¿te duele? – un tinte de preocupación en su voz que me hizo sonreír.

- Me dolió al principio pero luego, todo se sintió bien, muy muy bien. – terminé con una leve risa.

- Eres adorable – me alzó del mentón y besó ligeramente mis labios – feliz aniversario. – sonrió.

- ¡Oh! Tengo algo para ti, lo olvidé, regreso en un minut-Ah!- me quejé de un intenso dolor en mi espalda mientras trataba de levantarme, Jonghyun en seguida se sentó en la cama para ayudarme.

- ¿Estás bien? Creí que no te dolía – me tomó del brazo y sobó suavemente mi espalda.

- Bueno, no me dolía, ahora me duele. Si al final te emocionaste un poquito demasiado. – dije para salir de la cama con algo de dificultad, busqué mi ropa interior y me la puse encima para luego caminar hacia la sala, apagar el televisor que quedó con la imagen de la película que intentamos ver. Tomé mi maleta y saqué un pequeño estuche, luego caminé de regreso a la habitación. Jonghyun seguía recostado pero noté una pequeña caja en sus manos.

- ¿Qué es eso? – pregunté.

- Tu regalo, ven, acompáñame – me extendió su mano, la tomé y subí de nuevo a la cama, sentándome al lado suyo.

- Quiero que sepas que eres la persona más maravillosa que he conocido y que agradezco al cielo que el destino te haya puesto en mi camino. Y aún más que te hayas enamorado de mi como yo de ti. Kibum, si te tengo a mi lado, lo tengo todo, estoy completo. Por favor, camina a mi lado por siempre.

Me quedé perplejo por un segundo, me tendió la pequeña caja, la tomé y lo miré, después de que asintiera comencé a abrirla con cuidado. Son dos argollas, dos hermosas argollas doradas. Lo miré sorprendido, mi corazón latiendo aceleradamente.

- Esto… significa… pero Jong, no podemos – bajé la cabeza, sintiéndome impotente. – no es legal. – declaré.

- No necesito firmar ningún papel para amarte para toda la vida, lo único que necesito es esta prueba, prueba de nuestro amor eterno, prueba de que mi corazón te pertenece y el tuyo a mí. – me mostró la más hermosa de las sonrisas mientras me colocaba uno de los anillos en mi dedo anular de la mano izquierda. Lo miré sonriendo, siento que mis ojos se empiezan a aguar.

- Es hermoso Jong, gracias.

- ¿Es eso un sí? – preguntó alzando las cejas.

- Si, por supuesto que quiero caminar a tu lado, sostendré siempre tu mano, lo haremos juntos. Te amo. – me lancé a sus brazos, abrazando su cuello y hundiendo ahí mi rostro, no hay lugar en el que me sienta más seguro que este.

- Aun tengo que darte mi regalo – dije separándome y tomando el estuche de nuevo. – Es-espero que te guste. – estiré mi mano un poco nervioso para que lo tomara. – Feliz aniversario.

Abrió el estuche y sacó la dorada cadena, miró curioso el dije en ella, alzó la mirada y no necesité más para hablar.

- Es un trébol, quizá suene cursi pero, en verdad creo que agoté toda mi suerte al conocerte. Jonghyun el día más afortunado de mi vida fue el día en el que te conocí. – dije sonriendo, vi cómo algunas lágrimas brotaban de sus ojos, de inmediato me acerqué a alejarlas de su rostro con mis manos y besé su mejilla.

- Te amo tanto – sollozó mientras me abrazaba.

- Y yo a ti.

En este instante, en el que nos sostenemos el uno al otro con tanta devoción, como si nos llegáramos a soltar caeríamos de repente, puedo sentir que no hay momento más perfecto que éste, mi primera vez, nuestra primera vez. Con este hombre al que amo más que a mi vida, habiéndonos confesado y prometido nuestras vidas, puedo decir que estoy curado. Mi corazón ya no duele cuando me dices que me amas, ahora puedo creerlo, ahora puedo vivirlo.

- Gracias Jonghyun, gracias por curarme.

 

Notas finales:

Gracias! ^-^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).