Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un osito de peluche de Taiwán por Aphrodita

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Un osito de peluche de Taiwán

 

 

Aphrodita

 

 

La canción de este songfic le pertenece a Los Auténticos Decadentes. Dedicado a Niriel_angelus, intentaré hacerte un fic para tu cumpleaños si cuento con las musas a mi favor, pero no te prometo nada porque casi nunca cumplo ¬¬.

 

One Shot:

Dentro de tus ojos veo un lago
Donde un hada se desnuda
Para que la adore el Sol

 

Seiya podía verlo en su rostro, en cada movimiento, en cada gesto... No tardaría en explotar como acostumbraba hacer Shun... ¿Por qué todo tenia que ser tan complicado? ¿Por qué le cuestionaba lo que hacia o dejaba de hacer? Si decía algo porque lo decía, si callaba algo porque lo callaba. De pie en el cuarto de Andrómeda, el Pegasus tomó aire para soportar lo que viniese.



La melancolía de la tarde
Me ha ganado el corazón
Y se nubla de dudas

 

 

El peliverde odiaba ser siempre el que quedase como el ogro de la historia, lo que exigía lo exigiría cualquier persona. No pedía mucho, solo un poco de amor... Un amor que comenzaba a escasear entre ellos. No le molestaba que el morocho saliese con sus amigos, ni que tuviese una vida social, intereses en otras cosas, o temas que atender, pero ¿Por qué negar que cada día algo nuevo se le sumaba? Y ya Shun las sentía como excusas: "No puedo Shunny, tengo mucho por estudiar" "Hoy tengo taller" "Hoy quede con los chicos de ir a un seminario"... Estúpido de su parte fue haber dejado de lado las cosas que le gustaban por estar mas tiempo junto al Pegasus, pero así fue en su momento, prefería estar a su lado antes que hacer cualquier otras cosa.



Son esos momentos
En que uno se pone a reflexionar
Y alumbra una tormenta

 

 

Y ahí se encontraban los dos, de pie en el cuarto del peliverde, mirándose y discutiendo sin comprender los motivos del otro. Uno cuestionaba mientras el otro escuchaba, y el que escuchaba terminó por cuestionar lo que le cuestionaban... Si, todo un lío, pero era típico entre ellos buscarle el pelo al huevo, la quinta pata al gato... Nunca hablaban del problema en si, sino que siempre se iban por las ramas, lo cierto es que les aterraba llegar al punto, a la raíz del problema, llegar y descubrir que en realidad las cosas no daban para mas.



Todo es tan tranquilo
Que el silencio anuncia el ruido
De la calma que antecede al huracán

 

 

  • ¡Nunca me entiendes!... –Terminó por explotar Shun.

Hacia tiempo que el morocho dejó de buscar consolarlo cuando explotaba así, y expresó sus motivos:

  • Contigo todo es difícil Shun... No puedo decir ni hacer nada que siempre lo cuestionas y nunca es suficiente.

Las lagrimas de Andrómeda eran de impotencia, de ver como todo se iba a pique sin poder evitarlo.

  • No soporto tus mentiras ¿¡Porque lo haces!?... –El pequeño peliverde jamas sospechó del otro un engaño y era algo que jamas sospecharía de Seiya.
  • Porque si te digo la verdad sé que te enojaras... Prefiero mentirte y decirte que debo hacer cosas antes que confesarte que quiero salir, ¡Shun, siempre te enojas cuando prefiero ir a algún lado con los chicos!
  • ¡No me enoja eso!... ¡Me enoja la mentira!...


De repente no puedo respirar
Necesito un poco de libertad
Que te alejes por un tiempo de mi lado
Que me dejes en paz

 

  • ¡Yo lo deje todo por ti!... –Que idiota se sintió Shun al decir eso --¡Deje español, deje las clases de pintura, lo deje todo!...
  • ¡Y yo no te lo pedí!... –Se exaltó el morocho --¡No me exijas a mí que lo deje todo!
  • ¡No quiero que lo hagas! Solo... –Se censuró de golpe, era inútil discutir eso con Seiya, sin embargo fue mas fuerte que él y lo terminó diciendo --¡No me amas como yo te amo a ti! ¡Prefiero mil veces estar contigo, y tu antes también preferías eso, en cambio ahora!.

Silencio, un silencio abrumador por parte del Pegasus que dejó helado al peliverde.

  • Te amo... Pero no soporto que me cuestiones todo, nunca llegamos a ningún lado con estas discusiones sin sentido... –Dijo el morocho quebrando ese pesado silencio, Andrómeda seguía llorando de pie, caminando nervioso de un lado al otro.


A ratitos ya te empiezo a extrañar
Me preocupa que te pueda perder
Necesito que te acerques a mí
Para sentir el calor de tu cuerpo

 

¿Qué había pasado entre ellos en ese ultimo tiempo? Llevaban casi seis años de novios, siempre fueron muy buenos amigos, hasta que a sus quince se descubrieron de otra forma: Amantes y cómplices... Pasó de ser una simple amistad a un noviazgo, y terminaron amándose, vaya que sí... Fue amor. Sin embargo se encontraban allí, cuestionándose cosas sin sentido, peleándose todos los días porque uno dijo algo o porque el otro lo calló. A Shun le costaba horrores comprender a Seiya, sentía sus mentiras y sus actos como prueba de su desamor, de su cansancio, y no pudo evitar preguntarle si ya estaba cansado de él... Estúpido de su parte pues el Pegasus no diría que si aunque así lo fuese, no lo lastimaría de esa forma.

Mil veces rompieron y mil veces más se arreglaron, descubriendo que su relación simbiótica era tan adictiva como la droga... Les aterraba perderse, les aterraba perder la amistad, quedar solos, olvidar al otro, arruinar la amistad que siempre tuvieron los cinco, la hermandad que habían construido con los años y que fortificaron a causas de las guerras.

 


Siempre fue mi manera de ser
No me trates de comprender
No hay nada que se pueda hacer
Soy un poco paranoico, lo siento

 

  • ¿Y ahora?... –Preguntó Andrómeda casi en un susurro, con el temor de que el otro lo escuchase y propusiese lo que tanto temían.

Fue un segundo en donde el peliverde se quedó observando a ese joven que había sido su pareja durante toda su adolescencia, quien había compartido tantas emociones, quien conocía su lado más obscuro, sus miedos y temores, quien había sido su primer hombre, su primer amor y por mucho tiempo su principal pilar en su vida, lo que mas le importaba. Era hermoso, o quizás sus sentimientos hacia él lo hacían verlo hermoso.

- No lo sé, Shun... –Respondió el Pegasus llevando sus manos a su cintura y exhalando el aire retenido.


Un osito de peluche de Taiwán
Una cascara de nuez en el mar
Suavecito como alfombra de piel
Delicioso como dulce de leche

 

  • Lo único que sé, es que no quiero perderte... –Musitó el morocho con tristeza.

Le regaló al peliverde una media sonrisa melancólica y posó sus ojos avellanas sobre el conejo de peluche que le había regalado cuando tan solo habían cumplido un año. Recordando su cara angelical completamente iluminada al ver ese simple conejo blanco, aunque en realidad el gesto de Seiya había sido lo que le alegró, ya que el Pegasus no era muy dado a dar regalos por considerarlo algo cursi. Luego observó el pequeño caracol que juntos habían encontrado en la playa, luego de tener su primera discusión fuerte y consecuente separación... Ese caracol era el emblema de su relación, lo guardaron para recordar porque estaban juntos, y Shun había sido el encargado de tenerlo como si de un tesoro se tratase.

Después el morocho bajó su vista a la alfombra para esconder así sus ojos humedecidos que repletos de recuerdos amenazaban con soltar lagrimas de dolor... La alfombra, que muchas veces había sido su nicho de amor, para evitar hacer ruido con el rechinar de la cama y alertar al niisan... Ante este recuerdo, Seiya río bajo desconcertando al otro, aunque Shun comprendió que al igual que él, los buenos recuerdos golpearon a su mente.

Finalmente el Pegasus levantó su vista para posarla en las esmeraldas de su dulce niño, niño que había crecido y que ya era un adulto, para soltar un sincero:

- Gracias por tu amor, que sé, no lo merezco... Gracias por estos años...

 

Eso había sonado a despedida, y vaya que lo era.



Dentro de mi lecho
Duerme un ángel
Que suspira boqui abierto
Entre nubes de algodón

 

 

Shun comprendió que algo se había quebrado, que algo había "muerto" para dejar paso a otra cosa, etapas que se queman, situaciones, obstáculos que se atraviesan. Muchas veces tropezamos pero lo bueno es levantarse y seguir.

Andrómeda lo comprendió todo y por eso, con una sonrisa similar a la que portaba el morocho pronunció:

  • ¿Qué dices?... ¿Lo intentamos de nuevo?...

Seiya suspiró a punto de abrir su boca para dar una respuesta, aunque supo que no era necesario pues no necesitaban las palabras entre ellos.

  • ¿Tu quieres ser mi amigo?... –Preguntó el Pegasus --¿A pesar de todo?...
  • Intentémoslo, no te quiero perder... Eres una parte importante de mi vida... –Respondió el peliverde secando sus lágrimas.

Y juntos atravesaron la puerta del cuarto, y una nueva etapa en sus vidas. Habían madurado y lo que exigían del otro en buena ley no se lo podían ofrecer mutuamente. Pero las cosas buenas son las que tienen mas peso sobre las cosas malas... Bien o mal habían sido amigos por mucho mas años de lo que fueron parejas, era justo darse una nueva oportunidad.

¿Desesperación? ¿Temor a quedarse solos? No, en realidad no quisieron perderse a ellos mismos... Se querían demasiado como para dejar de verse y hablarse por casi seis años de noviazgo, no era justo. Y ese mismo temor de perderse mutuamente, los arrastró a seguir adelante con una relación que moría cada día mas en medio de dolorosas discusiones... Hacia años que todo había muerto entre ellos, y nunca lo habían querido reconocer, y si seguían juntos era precisamente por su amistad.

Ya llegarían nuevos amores a sus vidas... Se lloraría nuevamente y se aprenderían cosas nuevas.



Junto con la luz de la mañana
Se despierta la razón
Y amanece la duda

 

FIN

 

Reflexivo... Pero a pesar de ser muy "volátil" Disfrute haciéndolo. No creo en una amistad luego de seis años de noviazgo, pero me hubiese gustado que así hubiesen sido las cosas con mi ex, lástima que a diferencia de Seiya, mi ex era un hijo de puta n_n.

 

Gracias por leer n_n

 

¡Rosas! Nos leemos con un Saga x Seiya, o en su defecto un Ikki x Seiya.

www.pegasusfantasy.foro.stkurumadasama@gmail.com


22/10/2006 08:12 a.m.

 

Argentina.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).