Ya descalzado en su habitación y deseando darse una ducha, Baekhyun se deshizo de sus pantalones y los arrojó despreocupadamente al suelo, al igual que su camiseta y su ropa interior. Mientras dejaba que el agua caliente le recorriera el cuerpo, vino repentinamente a su cabeza una imagen de Chanyeol. Estaba agachado, palmeándole la mejilla, preguntando si estaba bien, y al bajito se le antojó adorable la cara de preocupación que se dibujaba en su mente. Revolviendo su pelo, se preguntó si realmente volverían a verse. Aquel tipo le agradaba, se sentía a gusto en su compañía, y le resultaba extraño porque, a fin de cuentas, seguía sin conocerle en absoluto. Pero creía estar seguro de querer saber quién era Park Chanyeol.
Al salir de la ducha, el dolor de cabeza que había quedado en segundo plano durante la mañana, volvió con más fuerza. Tomó una camiseta grande, se la puso y fue a la cocina a por un vaso de agua y una pastilla.
Como era de esperar, nadie preguntaba dónde había estado ni con quién. A su familia le importaban poco o nada las andanzas de su hijo, y su relación se limitaba a poco más de un Hola. Pero a Baekhyun no le afectaba demasiado, eso le daba total libertad para hacer lo que quisiera sin dar explicaciones. Al fin y al cabo, sus calificaciones no bajaban, de manera que no había razones para ser regañado o castigado.
Cuando sintió el medicamento filtrarse por su organismo, volvió a su habitación y tomó una larga siesta, esperando encontrarse mejor al despertar.
Chanyeol no terminó todos los informes que debería aquel día. El bajito se paseaba por su cabeza en cuanto intentaba concentrarse, y no le dejaba avanzar. ¿Por qué le pasaba eso? No lo sabía, al igual que su comportamiento con él durante la mañana y sus pocas ganas de separarse de él. “Es un desconocido, ¿por qué le das tantas vueltas?”, repetía una y otra vez en su mente que, lejos de proporcionarle una respuesta, le brindaba más imágenes de Baekhyun durmiendo, sonriendo y diciéndole su nombre. Finalmente, decidió combatir su falta de rendimiento descansando algunas horas, rogando porque al despertarse pudiera terminar su trabajo.
Baekhyun se levantó para la hora de merendar, pero no tenía demasiada hambre. En su lugar, se quedó tumbado en la cama, intentando recordar la noche en la discoteca. Contra todo pronóstico, se encontró a sí mismo repugnándose por su comportamiento en la pista, y el corazón se le encogió de pensar en cómo reaccionaría Chanyeol si hubiera estado allí. Se relajó meditando que este le había visto en bastantes malas condiciones y no había hecho comentario alguno acerca de ello ni mostrado su desagrado. Después pensó por qué le importaba la opinión de aquel tipo en esto, si no le conocía en absoluto, pero rápidamente se rehusó a encontrar una respuesta, porque la primera que vino inconscientemente a su cabeza le asustó más de lo que hubiera querido.
A pesar de que le encantaba hacerlo, esa noche Baekhyun no salió de fiesta. Le resultaba extraño su falta de ganas, pero intentó no darle importancia, excusándose en su aún latente dolor de cabeza, y cerró los ojos, quedándose dormido pensando en Park Chanyeol.