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Intercambio Indeseado por Luna de Acero 7

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"Lo importante no es mantenerse vivo,

sino mantenerse humano".

George Orwell

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-: Ren… Eren… ¡Eren!

El joven se gira apenas y mira con una seriedad que es impropia de él a su mejor amigo que lo observa preocupado.

-: Te llamé varias veces, ¿estás bien? – Armin no lo puede definir, no sabría cómo explicarlo, pero es algo… desconcertante. Su amigo, no está bien, no después de la última misión. Y probablemente tenga que ver con el capitán, o eso cree. Porque la situación se está poniendo grave y todos en el escuadrón 104 están deprimidos. Todos. Pero nadie dice nada, nadie habla en voz alta, todos siguen con sus actividades, como si nada hubiera pasado, y a la vez se sabe (se huele en el aire), que todos están preocupados. Y Armin está seguro que Eren más que cualquiera, sólo él lo sabe.

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-: ¡Oi, mocoso! – el capitán grita en medio de la batalla, un remanente de al menos una docena de titanes de entre 3 y 10 metros los han emboscado entre los árboles grandes. Han muerto 4. Peter, Olivia, Carl y Michael. Valiosos recursos, pisoteados por esas mierdas de titán. El capitán ya se ha cargado a cinco, pero hay un anormal, y sabe que con ese debe tener cuidado.

Ha perdido de vista al chico titán por unos minutos y salió a buscarlo con desesperación. Es su misión cuidar a la esperanza de la humanidad, no puede fallar en eso. Sus ojos sagaces lo encuentran, ha servido de señuelo para el anormal, se lo ha llevado lejos del resto y le está dando trabajo llegar hasta su nuca. El ente es de unos diez (tal vez doce) metros, y luce amenazante, se mueve rápido. En pocos segundos se da cuenta que es demasiado para el menor, por lo que corre y aprieta los eyectores para proyectar las cuerdas e ir más deprisa. Algo en su instinto pulsa, algo le urge a que solucione las cosas lo más rápido posible, y el capitán nunca ignora a su instinto.

Efectivamente el rubio titán, logra capturar a Eren de un brazo, lo arroja por los aires, se escucha el crujir de los ligamentos de la extremidad, pero Levi también es veloz y logra atajarlo en el aire antes de que impacte con el duro suelo. El gigante no le da tiempo ni de pensar, se les viene encima con todo su poderío, el capitán no es tan rápido con alguien encima, Eren no puede usar el equipo por su brazo lastimado, por lo que le grita para que lo suelte y así hacer más liviana y manejable la carga.

Levi decide… como lo hizo antes, como lo hace siempre, sin titubeos. Decide dejar a Eren en el suelo para poder terminar con ese titán… Normalmente el capitán no se equivoca… hoy sí.

En el descenso al suelo, el enorme ente los alcanza, antes de que pueda blandir la espada la enorme mano los empuja, con tanta facilidad como para lo sería para un niño hundir un barco de papel en un charquito. Levi alcanza a cubrir con su cuerpo a Eren, otra mala decisión, porque él no se regenera. Siente la fuerza que los arrastra y la velocidad que no le permite reaccionar adecuadamente, no cuando tiene como prioridad salvar a su subordinado.

Escucha el crujido de las ramas donde sus cuerpos pesadamente caen, cediendo ante el peso y el ímpetu del arrojo, se deslizan golpeándose en el trayecto, hasta estamparse en el duro suelo con un resoplido de dolor. Todo se vuelve borroso en un instante. Levi ve el titán acercarse con su deforme manera de caminar, como una araña maldita… "Eren"… es su último pensamiento…

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¿Qué suena tan fuerte? ¿A qué pertenece ese golpeteo frenético y espantoso? Como un tambor que no se calla… le molesta, lo irrita, le da ganas de romperlo. Respira dificultosamente. A pesar de estar acostumbrado a las luchas, no está acostumbrado al dolor, no cuando su cuerpo parece tener una coraza de resistencia superior al humano común. Por eso le sorprende.

Dolor… rojo… molestia… ardores… inusual…

Se sienta de sopetón, los ojos abiertos de par en par… y ese ruido que no se detiene, que es lo único que puede escuchar, viene desde su pecho… Armin y Mikasa se acercan con cara de preocupación, mueven los labios sin parar, no entiende nada. El capitán no escucha nada, sólo el agitado corazón.

-: A-agua… - dice con dificultad con la voz tan resquebrajada que no parece la suya. Armin le alcanza diligente un vaso de agua fresca. Bebe hasta la última gota, resoplando un poco por la urgencia, al fin parece que todo se asienta, que ese órgano propulsor baja sus revoluciones. Y entonces se permite ver alrededor. Y luego pasa algo extraño… Mikasa lo abraza… Levi se queda petrificado, ¿qué ha sucedido? ¿Desde cuándo esa mocosa se toma esas atribuciones? Detesta que lo toquen.

Armin parece ser el único en darse cuenta.

-: Ya déjalo Mikasa, la líder de escuadrón Hanji dijo que Eren debe descansar.

Entonces el hombre recuerda, ¡Eren!, mira a todos lados, buscándolo.

-: ¿Dónde está, Eren? – pregunta sin poder encontrar su voz realmente. Ambos jóvenes lo miran alarmados.

-: ¿De qué hablas? – pregunta Mikasa con el ceño fruncido y Levi bufa, ¿acaso nadie puede responder una maldita pregunta tan sencilla?

-: Trata de descansar, amigo – le dice Armin con una suave expresión -. Estaremos pendientes de lo que necesites, es tarde, iremos a acostarnos en las otras camas – dice señalando a su alrededor -. ¿Te sientes bien?

-: Sí – es la escueta respuesta, aunque no entiende, ¿qué paso con esa familiaridad repentina, qué rayos ocurre con todos? Nunca ha estado inconsciente en su vida, es la primera vez, y no entiende qué ha sucedido o cuánto tiempo ha pasado.

-: De acuerdo, buenas noches – saluda el rubio.

El capitán se toca la frente, tiene un vendaje, empieza a tomar conciencia de todo su cuerpo, le duele mucho una pierna, pero de alguna manera… algo no parece estar del todo bien. Mira como los otros van a acostarse. Se toca el cuello, sigue teniendo sed, entonces su mano choca con un colgante. Lo toma y lo mira, es el colgante de Eren, el que tiene la llave, pero no es eso lo que le llama la atención, sino… sus manos… sus manos… no son sus manos…

Se acuesta nuevamente, "Estoy soñando", se dice un poco asustado, aunque todo parezca real. Cierra los ojos, "me dormiré y cuando despierte… todo estará bien".

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Fácil lleva una media hora frente al espejo… no puede moverse, y no es por los golpes que ya han sanado en su totalidad. Es por el reflejo que está observando. No es un chiste, no es una maldita broma… y tampoco una horrible pesadilla, no, no lo es…

Apoya de nuevo los dedos en el espejo, parpadea, ladea la cabeza y siente que se le agita un poco la respiración. Mira hacia abajo, sin duda diez centímetros de diferencia son notables. Se sienta sobre el inodoro y piensa, intenta calmarse y pensar. No es una persona que se entrega a la desesperación, en los momentos más complicados es donde su sentido de supervivencia nunca le falla. Gracias a eso ha sobrevivido tanto tiempo. Suspira y se pone de pie. Sale para terminar de vestirse. Sigue pensando más y más.

-: ¿Eren? ¿Eren? – demora unos segundos en darse cuenta que le hablan y gira la cabeza, es Armin, sin duda ese mocoso siempre va un paso adelante cuando de descifrar misterios se trata, ¿debería confiar en él? No, sería mejor esperar.

-: ¿Qué sucede?

-: ¿Cómo te sientes hoy? Ayer… parecías aturdido.

-: Estoy perfecto. Por cierto, ¿qué sucedió con el capitán Levi? – es tan extraño preguntar por sí mismo a otra gente, es casi irreal. El rubio suspira.

-: Mira no empieces a ponerte frenético como siempre, ¿quieres? Sólo tómalo con calma – Levi enarca una ceja sin entender a qué se refiere el joven -. Heichou… sigue inconsciente, parece que se llevó la peor parte de los golpes y su cuerpo puede ser muy fuerte, pero no se regenera como tú. La líder de escuadrón Hanji dijo que está estable, que parece dormido, pero aun así no recupera la conciencia, que sus heridas no son de gravedad, pero que llama la atención su estado. Que nunca lo habían visto inconsciente antes.

-: Entiendo, bien, iré a verlo.

-: Espera, ¿qué haces? No puedes ir así como así, sería sospechoso.

-: ¿Sospechoso por qué? – El rubio lo mira desconcertado -. Auténticamente estoy preocupado por la salud del capitán, necesito verlo un momento, eso es todo.

-: Está bien, Eren, lo que tú digas. Vamos, te acompañaré.

Caminan hasta el sector indicado. Tocan la puerta y les atiende Hanji, después de algunos ruegos por parte del rubio los deja pasar. Levi camina con ese cuerpo que no es su cuerpo y cuando se ve a sí mismo en la cama, siente que se descompone. Se acerca con cautela, sintiendo que toda la espalda se le congela con un enorme escalofrío. Observa todo con detenimiento. ¡Joder! ¿Así de pequeño se ve? Camina temeroso, traga en seco y finalmente se sienta en una silla cerca de la cabecera. Tanto Armin como Hanji dejaron su parloteo para mirar detenidamente la escena.

Eren mira casi con fascinación al capitán. O al menos eso es lo que parece desde afuera. Levi levanta la mano y toca su pelo, apenas su piel y por primera vez nota la diferencia de color tan evidente. Su piel es blanca, inmaculada y la de Eren es ligeramente aceitunada y más morena, como si tuviera más vida. También el contraste de temperaturas, su cuerpo es mucho más frío, el de Eren… hierve por dentro, ¿será por su condición de titán? De pronto siente mucho calor, un calor inusual, resopla un poco y sigue su muda investigación. Mira parte de su pecho arriba, está vendado, su brazo también, su rostro tiene algunos golpes morados en la quijada, se nota que fue un encuentro de suma violencia con ese titán.

Piensa, ¿qué sucedería si a su cuerpo retornara la conciencia? ¿Estaría el alma de Eren allí? ¿Las almas siquiera existen?

-: Eren, es hora de irnos – lo llama Armin acercándose un poco -. Debemos entrenar, Shadis nos espera, será mejor no demorarnos, anda.

Se levanta, mira de tanto en tanto hacia atrás. Hanji lo está observando con mucha seriedad.

-: Eren - Al fin le habla la mujer -. Mañana ve al laboratorio, es preciso empezar a avanzar con la investigación.

-: Tch.

-: ¡Eren! – dice Armin con los ojos bien grandes, el joven carraspea.

-: Está bien, ahí estaré, cua… Hanji.

Se fueron del lugar, Levi iba considerando si contarle la verdad al rubio o a Hanji, pero le asusta que la loca científica empiece a hacer pruebas en su cuerpo o en el de Eren, no, sería invocar al mismo satanás. Apenas se alejan un poco Armin lo reprende, pero con esa suavidad propia de él.

-: Eren, por favor, no te olvides cual es nuestro lugar, incluso siendo la esperanza de la humanidad no puedes darte el lujo de tratar a un líder de igual a igual. Y te lo suplico, disimula un poco, ¿quieres que todo el mundo se entere?

-: ¿Qué todo el mundo se entere de qué?

-: ¿Me harás decirlo? ¿En serio? Me da vergüenza y lo sabes – dice el rubio ruborizándose un poco -. No dudes que tu secreto está a salvo conmigo, pero en verdad necesitas no ser tan obvio. Vamos, Shadis ya se dio cuenta que llegamos tarde.

¿Secreto? ¿Qué secreto? ¿Qué estaba pasando? ¿Esos mocosos tramaban algo? Definitivamente no diría nada hasta averiguar el trasfondo de todo, ¿serían traidores? Bueno, podría tomar esa oportunidad como una especie de trabajo encubierto.

Shadis lo pone a practicar con Mikasa. Combate cuerpo a cuerpo, Levi se da cuenta que el cuerpo del joven es algo "pesado" en comparación con el suyo, que no puede moverse con la libertad que le hubiera gustado o a la que estaba acostumbrado mejor dicho, es bastante "lento". También se da cuenta que Mikasa obviamente evita golpearlo. Por lo que en pocos minutos está muy molesto.

-: ¿Qué sucede contigo, mocosa? – Le dice resoplando y Mikasa lo mira con una mueca de sorpresa - ¡Dame tus mejores golpes, maldición! ¿Crees que tratarme como un debilucho me satisface? Yo puedo contra ti, o vas en serio o nunca más volveremos a practicar de nuevo.

-: Pero, Eren…

-: ¡Nada de peros! ¡Anda! – anima poniéndose en guardia.

Le sostiene la lucha sus buenos cinco minutos, casi al mismo ritmo, pero en un giro veloz de la chica, la rodilla de ella se incrusta con firmeza en el abdomen contrario y Levi siente que se le salen las tripas por la boca. Dolor… esa sensación tan poco familiar, que ya casi no recordaba.

-: ¿Lo ves? Te lo dije, eres tan terco – dice la mujer preocupada ayudando a que se ponga de pie, pero el hombre rechaza su ayuda, sin ser descortés.

-: No, lo que tú piensas que es una ayuda para mí, es una condena en realidad. Mis camaradas observan todo, andan diciendo que no puedo estar sin tu protección. No me ayudas Mikasa, me hundes. De modo que debes empezar a dejar de subestimarme. Soy hombre y soy fuerte, no me tengas lástima, no me desarmaré al primer golpe, y ya sabes que me regenero con facilidad. Prefiero que seas honesta a que finjas algo que no es.

-: Sabes que no puedo golpearte en serio, Eren.

El hombre piensa un poco, eso significaba que ella no había empleado toda su fuerza en el golpe, ¿qué tan débil era ese cuerpo al final? Se miró las manos, después de todo era un mocoso de escasos 16 años, casi 17. Aunque con seguridad él no era tan inútil a esa edad. Recordó brevemente, su supervivencia en las calles, lo dura que fue su infancia y adolescencia.

-: Cadete, Jaeger, Ackerman, dejen de jugar, intercambien con Boldt y Kirstein.

Mikasa fue junto a Marco y Jean fue a entrenar con él. Fue sencillo dominar al mocoso, aunque admite que tiene una asombrosa resistencia.

-: Vaya, parece que tanto mirar al capitán ha dado un buen resultado después de todo.

-: ¿Qué mierda hablas? – dice el otro agitado por el reciente ejercicio.

-: No te hagas, bastardo, ¿acaso crees que nadie se da cuenta de tu insana obsesión? Pero ya sabes, si tan caliente estás, puedes hacerlo conmigo, después de todo estás buscando un macho que te domine, ¿no? – aduce sarcásticamente mientras larga una risotada.

En los próximos diez segundos Jean estuvo comiendo tierra, quedó con un hombro dislocado y un cardenal en el ojo. Shadis lo mandó a correr por una hora en castigo por tan brutal paliza a su compañero.

-: Que asco, tch, tch – viene sacudiéndose el uniforme lleno de la tierra levantada en la última hora, le tiemblan un poco las piernas -. Tch, cuerpo debilucho y endeble, tch.

-: Oh, por un momento creí que estaba escuchando a Levi – una voz ronroneante y conocida se hace presente. Levi mira a un costado, es Erwin.

-: Ah, eres tú – dice haciendo una mueca despectiva.

-: ¡Ja, ja, ja! – El rubio se rie abiertamente y Levi lo mira como si estuviera loco – Ah, hace mucho no me reía de esta manera. No sabía que tuvieras dotes actorales, realmente interpretas al capitán Levi demasiado bien. Sólo procura que no te vea, no le gusta que lo reparen, eso le molesta. Aaah, realmente no veo las horas de que vuelva en sí, nos hace falta en el escuadrón – le habla con tono amable y conciliador, en sus ojos azules hay un dejo de tristeza.

-: Deja de hacerte el bueno, Erwin – dice cruzándose de brazos y poniendo cara de matón.

-: ¡Ja, ja, ja! En verdad chico, eres muy bueno, solo ten cuidado, ¿sí? Recuerda que el hombre más fuerte de la humanidad expuso su vida por tu bienestar – dice lo último apretando su hombro y se va. Levi suspira.

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Termina la cena en silencio, le irrita el barullo alrededor, las charlas patéticas de los reclutas, pero en cierta manera los envidia un poco, esas pujantes ganas de salir adelante, de aún tener esperanzas. Mastica en silencio sin dejar de mirar su plato. Es poco, siente que el estómago le queda medio vacío, ¿siempre es así? ¿Los reclutas se quedan con hambre? No solo su cuerpo era más pequeño, su apetito también, por lo general quedaba más que satisfecho con las raciones, pero evidentemente no es lo mismo para el resto.

-: Eren, ¿te sientes bien? – consulta Armin preocupado.

-: Deja a tu novio tranquilo – lo molesta Jean -. Está sufriendo por su otro hombre.

-: Ya corta el rollo, Jean, no es gracioso. Todos estamos preocupados por el capitán -. Lo amonesta Armin y el joven bufa pero hace caso -. Escucha – le habla por lo bajo -. Mañana vamos a esa parte del bosque y conversamos un poco, ¿quieres? – Levi asiente, ahora está más cerca de descubrir ese secreto del que hablaba el rubiecito -. Sé que te sentirás mejor después de charlar.

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Al fin puede ir a ducharse, no quería hacerlo en frente de todos los reclutas, de solo ver sus cuerpos desnudos y sudorosos se siente mareado. Se desnuda y entra, el agua ya está algo fría. Toma el trapo y lo llena de jabón para tallar su cuerpo con prisa. Le va a llevar más tiempo, normalmente él podía estar reluciente en 5 minutos. La sensibilizada piel responde de una manera extraña ante sus toques. Es un cuerpo demasiado sensible a todo, está cabreado por ello, le cuesta demasiado acostumbrarse. Pasa el trapo entre sus piernas sin pensar demasiado en nada, cuando siente que esa parte baja de su cuerpo se estremece. Se queda perplejo, mira alrededor, no hay nadie, bien. Mejor se apura. Se enjuaga velozmente, pero cuando se está secando es que se queda contemplando su entrepierna con curiosidad.

-: ¡Joder! – dice bajito, ¿es normal tener ese tamaño? ¿No estaría hinchado o algo así por algún golpe, no? Maldito mocoso de mierda, sí que está bien dotado, al menos si lo compara con el suyo. Sacude la cabeza y procede a vestirse. Extraña su cuerpo en verdad, todo es extraño en éste, y el trato de la gente, Mikasa lo había tocado varias veces en el día, agarrando su brazo, apoyándose en su espalda, asentando su cabeza en su hombro, es tan jodidamente molesto. Mientras tanto su cuerpo segue allá, inconsciente. ¿Se quedaría así para siempre? ¿Qué hacer ahora? No quiere convertirse en titán, diablos que no quiere, pero de seguro eso es lo que esperarían de él. Por primera vez en mucho tiempo Levi estaba mortificado, mortalmente preocupado, ¿por qué le tocaba pasar por eso?

Nanaba lo escolta al sótano, donde Mike lo está esperando. Le ponen las cadenas y se quedan del lado de afuera de las rejas, conversando un poco, luego Nanaba se va. Mike se sienta en una silla mientras mira aburridamente un libro.

Levi miró las cadenas en sus manos, era como un maldito animal. Además estaba muy húmedo y obscuro, la humedad le subía a las fosas nasales y le perfora el cerebro. Cientos de noches había velado los sueños del mocoso, y jamás le había molestado tanto la humedad como esa noche. Suspira y se recuesta. Apenas tiene una delgada sábana para cubrirse del inclemente tiempo. Las noches son heladas, sobre todo en ese sector del castillo donde el sol nunca llega. Siente un estremecimiento, siempre ha odiado el frío. Puede soportar muchas cosas, pero el frío es algo que le molesta sobremanera.

-: Oi, hace un poco de frío aquí…

-: ¿Y qué esperas que haga? ¿Qué te arrope y te cante el arrorró? No jodas Eren, duérmete de una vez, ya de por si es una jodida mierda venir a hacer esto, me dolerá todo el cuerpo mañana, maldición. No sé cómo Levi soporta esto todo el tiempo.

-: No te estoy pidiendo que entregues tu vida por mí, Mike, solo una jodida manta por amor de Dios, este lugar es un invierno eterno, tch.

El hombre se levanta de su puesto y se acerca tranquilo, Levi lo mira curioso, sin aviso previo le descarga una fuerte trompada en el rostro.

-: ¡Cállate escoria de titán! – le dice con severidad -. Respeta a los de mayor rango, y no me hables con tana familiaridad. Así son las cosas, agradece que Erwin te mantenga vivo, porque tú y yo sabemos que eres un monstruo que no debería existir.

Luego se gira y sealeja. Levi se hace una bolita sobre sí mismo y no replica más nada, sintiendo que la sangre se desliza por dentro de su boca. Ser recluta era una jodida molestia, lo había olvidado.

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-: Mamáaaaa… - sus gritos intentaban ser fuertes, pero apenas salían como suspiros ahogados - ¡Noooooo!

-: Huye, Eren, huye, no mires atrás, ¡huye!

Todo iba lento, como si la finalidad de esa proyección fuera que pudiera saborear el momento de principio a fin. Levantó la mano mientras sentía que alguien más grande lo arrastraba lejos. Las lágrimas caían sin parar, su desesperación crecía. Entonces esa cosa gigante tomó el cuerpo de su madre en una mano… no esperó nada, la depositó dentro de su boca y masticó un par de veces hasta que al fin pudo cortar su cuerpo a la mitad. Un zapato cae de los esbeltos pies, lleno de roja sangre sobre la hierba teñida por los haces del sol. Grita aún más fuerte… pero nadie le escucha.

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Se levanta de sopetón, sintiendo que se le sale el corazón del pecho. ¿Eso había sido una pesadilla? Se aprieta el puente de la nariz, las cadenas tintinean, se sorprende cuando siente que su cara está mojada, ¿qué rayos es eso? ¿Había una gotera en el techo? Pero luego de unos segundos en los que le cuesta despabilarse, se da cuenta que esa agua venía de adentro suyo. Suspira e intentó calmarse, ¿ahora también tenía las jodidas pesadillas de Eren? ¿Por qué? ¿Qué estaba pasando? ¿Ya estaba loco del todo o qué?

-: Deja de hacer tanto ruido – se queja Mike a viva voz -. Algunos intentamos conciliar el sueño aquí.

¿Todos maltrataban así a ese mocoso? Hacía frío, más que antes, Levi suspira y no puede volver a dormirse, pero no se mueve de su posición, se queda mirando el techo y pensando, tratando de asimilar ese nuevo cuerpo, esas nuevas relaciones con los reclutas, todo parece más relajado, más… brillante. Recorda las épocas con Farlan e Isabel, ahora comprende un poco el dolor de Eren por la pérdida de su madre, bah, en realidad el de él era parecido, ese espacio dentro del pecho que no se puede rellenar con nada. Esa completa agonía de ver un titán destrozando tu vida. Una de las razones por los que los odiaba tanto. Se sorprendió de ver que tenían muchísimo más en común de lo que pensaba con ese mocoso. Principalmente el dolor… y una profunda soledad, que no se cura ni siquiera con la presencia de sus amigos…

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-: Esto es preocupante, Erwin. No puedo resolverlo yo sola, y los dos médicos que vinieron del pueblo no fueron de mucha ayuda. Creo que vamos a tener que llevarlo a la capital.

-: Pero no podemos asumir que tenemos al soldado más fuerte de la humanidad en este estado… Aaah, esto es complicado, te pido que esperemos un poco más…

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-: Mira Eren, Sasha consiguió unas manzanas de la alacena – le dice Armin animado, Levi toma una de las rojas frutas y la mira sin demasiado interés -. Son tus favoritas.

-: Ah, sí, ¿está sucia? – dice mirando la brillante superficie.

-: No, no, las lavé muy bien antes de traerlas – Armin le da un sonoro mordisco a una, parece disfrutarlo. Levi hace lo mismo, se da cuenta enseguida como ese cuerpo le agradece el jugoso dulzor de ese alimento.

Luego que terminan de comer, Armin empieza a arrancar el pasto con una mano, como para hacer algo, se nota un poco nervioso.

-: Ya, Eren, no debes fingir conmigo, suéltalo todo. Has estado guardándote las cosas, y eso no es nada bueno.

Levi piensa, piensa, piensa.

-: ¿Soltar qué?

-: Lo que sientes… me imagino que te duele, ¿o no?

Levi se queda callado, pensando cómo hacer hablar a ese rubio.

-: Bueno… la verdad es que, si, tengo atoradas muchas cosas en la garganta. Pero cuando quiero decirlas… no salen, es como si se negaran a irse… Ayúdame Armin, dime tú qué es lo que me pasa, de los dos eres el inteligente, ¿o no? – Eso es, lo está logrando.

-: ¿Qué yo lo diga?

-: Claro, escucharlo de tus labios me hará bien, tal vez… me ayude a comprender.

-: Bueno, ya te lo dije antes, ¿cierto? En cierta manera es triste – Levi lo mira de reojo, ¿de qué carajos habla esa mierda rubia? -. No tenemos tiempo de pensar en esas cosas, desde que entramos a la legión, nuestras vidas quedaron confinadas a esto. Eso no quita que me haga encima cada vez que luchamos con esos gigantes – se gira y le sonríe, Levi solo lo mira -. Estás, diferente, no sé cómo explicarlo pero… Dime, ¿es porque el capitán está grave que adoptaste todas sus actitudes?

Levi huele el peligro, tiene que fingir mejor, ¿acaso es tan obvio?

-: Tal vez… quien sabe… - dice con cautela, sopesando cada palabra.

-: ¿Qué te gusta tanto de él? Es decir, me lo dijiste muchas veces, pero te juro que hasta hoy me cuesta asimilarlo. Yo también lo admiro, es decir, todos, es el mejor en el combate, pero su personalidad es tan… defectuosa.

-: ¿Qué? – dice sorprendido.

-: Ya, no te enojes, siempre te enojas cuando digo algo que te parece descalificativo. Sólo que… tal vez es porque yo nunca sentí eso por nadie.

-: ¿Qué cosa? ¿Sentir qué?

-: ¡Dios, Eren! ¿Qué pasa contigo? Preguntas como si nunca hubiéramos hablado de esto, ja, ja.

-: Mira, te voy a confesar algo, Armin, yo… he perdido algunos recuerdos desde esa pelea -. El rubio lo mira desconcertado -. Parece que, me faltan varias piezas, todo está algo incompleto, por eso pensé que tal vez… tú podrías ayudarme… así que… ¿dime de qué estás hablando?

-: Eso quiere decir… ¿qué no lo recuerdas?

-: ¡Joder, Armin! ¡Dime de una puta vez de qué mierda hablas!

-: Oh… - dice bajito como si hubiera comprendido -. Tal vez entonces es mejor dejar las cosas así. Por el momento concéntrate en nuestra misión, exterminar titanes, y conocer el mar, no te olvides de eso por favor. Me alegra que no recuerdes nuestras charlas – dice con una gran sonrisa -. Tal vez ahora puedes seguir adelante sin más inconvenientes.

-: ¿Te mataría decirme de una vez de qué carajos hablas? ¿Cuál es el puto secreto?

-: De verdad, Eren – dice poniéndose de pie -, es mejor que no lo recuerdes. Es lo mejor para todos. Volvamos, Shadis va a notar nuestra ausencia y no tengo ganas de que me ponga a correr.

Levi bufa y gruñe, ahora sí que arruinó todo, solo sabe que todo el rollo tiene que ver con él, y se pregunta si eso estará relacionado con el extraño fenómeno que vive. Mira el horizonte, el sol escondiéndose, la tierra llenándose de obscuridad, como ahora su mente. Si las cosas siguen igual, sin duda perderá la cordura.

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By Luna de Acero… llena de preguntas…


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