Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que yo sé de ti por Reiha

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Mejor tarde que nunca, siempre lo digo y siempre pienso que debería cambiar esta forma de pensar orz He aquí el regalo atrasado para Hidaka (°*3*)° aunque ahora que lo pienso, sí pude haberlo subido el 12 de diciembre... Bien, ya no importa (?)

Espero que este fic sea un two shot, sinceramente no creo que pase de eso. Ya con prácticamente medio capítulo escrito, tengo la confianza de publicar esta primera parte :'D

Hidaka despertó con pesadez al percatarse de un molesto hormigueo que recorría su brazo; soltó un agudo y casi inaudible chillido cuando, al intentar moverlo, sintió una punzada a mitad de éste. Respiró profundamente y cerró con fuerza sus párpados para poder contener la lagrimilla que se había acumulado en uno de sus ojos.

La luz del día se filtraba ya por entre las cortinas, dada la intensidad de la luz, parecía pasar de las diez de la mañana.

Agradecía que fuera su día libre.

Después de unos momentos volvió la vista a su lado, donde se encontraba el causante de su adormecido dolor matutino, utilizando su brazo como almohada y dándole la espalda. Dormía tan plácidamente que Hidaka pensó sería una pena despertarlo para que lo liberara.

Era la primera vez que pasaban la noche en la habitación del moreno, la sensación de encontrarse en la cama superior de la litera era extraña; aunque prefería mil veces esa sensación al encontrarse con los tótems y demás cosas aterradoras de Gotou mirándole fijamente apenas comenzaba el día. Se preguntaba por qué no dormiría en la cama de abajo, después de todo ¿no era menos problema en caso de que le llamaran para emergencia?

Permaneció con su introspección por un largo rato, hasta que el cuerpo junto a él comenzó a removerse.

— Fushimi. –Le llamó, pasando delicadamente la yema de sus dedos por el hombro del contrario.

— ¿Mis anteojos? –Murmuró, tanteando el espacio entre su almohada y el borde de la cama; pasando completamente del castaño.

Hidaka le abrazó desde atrás aprovechando que Fushimi había dejado libre su brazo, rodeando su torso y apoyando su frente en la nuca del menor.

—No andes de pesado tan temprano–se quejó con un tono aún adormilado—, hace calor.

Era invierno ¿quién le creería que hace calor cuando tenían todas las sábanas que pudieron conseguir encima? Sabía que al menor no le agradaba que estuvieran tan acaramelados, pero era algo que no podía evitar. Deseaba poder abrazarlo todo el día, percibir el débil y fresco aroma de su shampoo, sentir el ritmo de su corazón bajo la palma de su mano al rodearlo por completo, estar con él tanto como pudiera, que le permitiera demostrarle cuánto lo quería.

Hidaka posó sus labios sobre la espalda del moreno, notando un ligero estremecimiento en el cuerpo que apresaba al hacerlo. Depositó pequeños besos por toda la extensión de su cuello y de regreso hasta su espalda, sin poder contener una sonrisa ante los suspiros y temblores de Fushimi al sentir cada roce.

—Para que quede claro, no vamos a hacerlo. –Sentenció Fushimi, girándose para quedar de frente al mayor.

—Está bien, solo déjame estar así un rato más. —Respondió sin rodeos.

Fushimi desvió la mirada al notar el brillo en los orbes contrarios ¿cómo podía tener una expresión así por algo tan insignificante? Cierto era que seguía preguntándose cómo había terminado así, dejando que Hidaka le abrazara y mimara tanto como quisiera aunque a él le fastidiara la sola cercanía; por lo mientras se debatía entre si decirle o no que se pusiera algo de ropa al menos –y claro, él mismo también—.

Aun así, el estar con Hidaka era tranquilizante de alguna manera. Los días en que prefería estar solo, sin nadie que le molestase, se reducían; lo tedioso que le parecía el trabajo de oficina encontrándose en la misma habitación con todos los integrantes de la fuerza especial ya no era tan intolerable; los momentos en que el mayor se las ingeniaba para robarle un beso durante el día o únicamente hablar con él, deseaba que se incrementaran. Y a pesar de que eso le parecía demasiado problemático, esperaba tener algo de tiempo libre para pasarlo junto a él.

Después de que se quedaran dormidos de nuevo por casi media hora, el sonido del PDA de Hidaka los despertó. Era Fuse, preguntándole si comería con él y los demás.

Comenzaron a alistarse para salir de la habitación y Hidaka se sentó sobre la madera de la parte de debajo de la litera mientras esperaba a que Fushimi terminara.

— ¿Por qué no usas esta cama?

Fushimi se quedó estático frente al espejo por unos segundos, continuando con su peinado después de unos momentos, como si nada hubiera pasado.

—Costumbre. –Respondió intentando restarle importancia.

—Oh ¿tenías una litera en tu casa?

El intento de entablar una conversación de Hidaka se fue a la basura en cuanto Fushimi chasqueó la lengua seguido de un "No importa" en respuesta.

Permanecieron en silencio por todo el transcurso hacia el comedor y, a pesar de que Hidaka se había acostumbrado ya a esos momentos incómodos, sentía que el ambiente estaba un poco más tenso que de costumbre.

A unos metros de llegar a su destino, Fushimi se detuvo.

—Estaré con Akiyama en el archivo.

— ¿No comerás con nosotros? –Preguntó un tanto decepcionado.

—Suficiente tengo con soportarlos a diario, gracias. –Respondió sarcástico, siguiendo con su camino por el pasillo.

Siempre era lo mismo, pero el castaño no perdía la esperanza de que algún día Fushimi accedería a convivir con sus compañeros, o al menos poder estar en la misma habitación sin poner expresiones que gritaran "No quiero estar aquí" a los cuatro vientos.

Hidaka almorzó animadamente con los demás, hablando sobre las últimas películas que habían visto y planeando su próxima salida en grupo a la ciudad. Todo iba como de costumbre, hasta que a Doumyouji le pareció buena idea sacar a tema a sus superiores, recordando el susto que les había pegado el Capitán la noche anterior al darles una visita sorpresa en las duchas, de nuevo.

—He escuchado que Fushimi y Yatagarasu se llevaban bien ¿no les parece raro? Quiero decir, cuando nos los encontramos son los primeros en comenzar a pelear, y parece que se traen bastante tirria.

—No lo culpo, me sorprende que lo soportara con el genio que se carga. –Agregó Fuse.

La conversación había dado un giro muy extraño, terminando por enfocarse precisamente en el tercero al mando. Muy poco sabían de qué hacía antes de entrar a la Unidad Especial; el que había traicionado a HOMRA y que estuvo en el área de inteligencia eran los únicos datos que tenían sobre su "pasado", si así se le podía llamar a los últimos años.

Fue entonces que Benzai, haciéndose el interesante, comenzó un relato que había escuchado de varios strains a los que habían arrestado. Si bien la mayoría estuvo involucrada con HOMRA en algún momento, lo que más destacaba eran las historias sobre lo peligroso que era el Rey Rojo, pero había otras tantas que hablaban sobre dos niños que les emboscaban, aún si no estaba su Rey u algún otro miembro del clan presente. "El enano se te echaba encima sin titubeos, mientras que el otro te atacaba desde la distancia." Contaban con impotencia al no haber podido escapar de ellos. "Solos no eran gran problema, pero estando ambos lo mejor era alejarse."

— ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! –Gritó Doumyoji, golpeando dramáticamente la mesa— ¿Intentas decir que eran como uña y mugre o algo así? ¡Es imposible, sólo míralos!

—Parece ser que de hecho se conocían desde mucho antes de entrar a HOMRA–interrumpió Benzai—, en una ocasión escuché a la Teniente conversar con el Capitán sobre eso.

Miradas escépticas se centraron en Benzai, no por la historia que les contaba, sino porque parecía que ni él mismo se daba cuenta de cuando sacaba a relucir lo cotilla que podía llegar a ser.

—Ahora que lo mencionas, a pesar de ser enemigos se llaman por su nombre ¿no es así? Es un tanto extraño. –Dijo Enomoto al recordar el haber escuchado a Yata llamarle de esa forma a su superior en alguna ocasión.

— ¡¿Y a quién le importa todo eso?!

El estrepitoso ruido de la silla golpeando el piso fue suficiente para hacer callar a todos los presentes.

Hidaka había perdido la compostura sin siquiera tener clara la razón. ¿Fue porque hablaran sobre Fushimi sin conocerlo? ¿O tal vez porque en ese momento confirmó lo poco que él mismo lo conocía?

—Lo siento... —Se disculpó con desánimo; para luego salir del comedor dejando a todos confusos, mirándose entre sí.

Aquello había sido demasiado escandaloso, ahora que lo reconsideraba. No era raro que inventara suavizar la opinión que pudieran tener sobre Fushimi, o el intentar desviar el tema pero, si no lo había hecho en esta ocasión fue porque Yata Misaki se había convertido en uno de sus principales dolores de cabeza.

Durante su guardia en algún lugar o mientras se preparaban para actuar, Fushimi mantenía una expresión desinteresada, pareciera que todas sus tareas le parecían demasiado simples como para necesitar hacer el mínimo esfuerzo adicional para llevarlas a cabo. No recordaba alguna vez que la situación se hubiera salido de control estando bajo su mando, podía recordar incluso a la forma de trabajar del Capitán; con la diferencia que éste último veía por la seguridad tanto de las personas como de su sistema, mientras que Fushimi sólo buscaba el cumplir sus órdenes, sin importar cómo lo hiciera.

A pesar de ésto, había solo dos situaciones en las que Fushimi cambiaba tanto de expresión como de actitud: HOMRA, donde molestia y una especie de ansiedad se apoderaban de él; y Yatagarasu, con quien su expresión se volvía de emoción e impaciencia por pelear, su actitud y hasta su manera de hablar se exageraban con arrogancia y burla, siempre provocando al contrario echando tierra a su orgullo, su clan, su Rey.

Se convertía en una persona totalmente diferente a la que veía a diario, simplemente eso.

Notas finales:

Cuando recién vi la primera temporada pensé que Saru era tan genial como simplón; después, con los mangas, lo que pude encontrar de las novelas y algunas otras cosas como los CD Dramas me di cuenta que era más complicado de lo que pensaba. Pude haberme quedado con la imagen de flojo matón obsesivo que me dio al principio, pero después de ver cuánto cambió desde que conoció a Misaki hasta ahora que sigue con los azules me fue imposible.

Entré en pánico cuando vi la fecha en que comencé a escribir esta historia, hace 4 meses de eso ; ; En ese entonces, cuando volví a releer la parte en que comienzan a hablar de Fushimi y cómo lo ve Hidaka pensé "creo que soy la única que lo ve de esa manera"; hoy, con Return of Kings finalizado, en verdad espero que eso haya cambiado aunque sea un poco xD

Y después de mi comentario random, les agradezco por leer hasta acá ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).