Yoom Bum, un joven de 19 años, se encontraba sumido en una fuerte depresión en estos instantes.. Había pasado demasiadas cosas en menos de 10 horas para que su pobre mente pudiera soportarlas..
La primera cosa había ocurrido en la mañana durante su persecución sigilosa a la chica la cual se había enamorado y que, también, había estado acosando los últimos tres años.
Luego de tanto tiempo, la mujer se había dado cuenta de su amor durante el viaje al metro y le había gritado las cosas más crueles a su miserable ser....
Él, con el objetivo de estar más cerca de ella, se había parado delante de ella para observar que hacía con su celular, pero nunca se imaginó que se trataría de novio de la chica. Lleno de coraje y dolor empezó a gritar en medio de los presentes..
- ¿Qué haces con él, eh? ¿Me estás engañando?.- Sabía que ésta actitud no correspondía con su personalidad tímida y callada, pero tres años de haberse enamorado y haberla seguido fielmente hizo que sus más heridos pensamientos salieran a flote luego de haberlos escondido durante todo este tiempo.
- ¿Quién mierda eres, ah? Que yo recuerde nunca te había visto en toda mi vida como para recordar que haya salido contigo estúpido.... Ah no espera... yo te recuerdo, eres aquella persona de los rumores de nuestra secundaria... Eres el tipo que le agrada robar las cosas de las personas que le gustan y masturbarse con las mismas ya que sabe que a nadie le agradaría estar con un tipo tan asqueroso, enfermo, demente y pervertido como tú!!! ... .- Yoom bum sintió que aquellas palabras, a pesar que las había escuchado antes durante su niñez, nunca le habían dolido tanto como ahora que se lo decía la joven que estaba sentada en frente de él.
- ¿Qué asuntos tienes conmigo eh? ¿No me digas que acaso te has enamorado de mí? .- Él ni siquiera pudo responder por el shock que le había producido ello, por lo que la chica continuó hablando y sacando conclusiones.
- ¡No puede ser! ¡Ay no me digas que tú eres ese sujeto el cual me ha robado constantemente mis prendas y mis útiles escolares durante los últimos años! ¿Cómo no pude darme cuenta de tu asquerosa existencia? ¡Ayúdenme! ¡Policía, ayúdenme! ¡Acá hay un acosador peligroso! ¡Por favor alguien ayúdeme!.- Regresando de todo el impacto emocional, Yoom Bum se dio cuenta que todos los presentes rehuían de su mirada y que estaban muy alterados, además que la persona delante de él se encontrada muy nerviosa gritando y llorando por alguien que la auxiliara.
- Disculpe, ¿qué es todo este alboroto?.- Un policía alto y fornido se había acercado al altercado pidiendo explicaciones a los pasajeros sobre la situación. Yoom Bum sabía que en menos de 1 minuto podría estar tras las rejas y que nadie más podría auxiliarlo, por lo que, saliendo sutilmente de la escena se encontraba junto a la puerta de salida para evitar al hombre. Sin embargo, tal intento se vio frustrado cuando la chica empezó a avisar sobre su intención llamando, por consiguiente, la atención de todos los presentes y del policía.
Faltando menos de 10 segundos para que el policía le diera el alcance, Yoom Bum esquivaba a todas las personas para ser el primero en salir del metro en cualquier estación que parara.
Al mismo tiempo en que la puerta hacia su libertad garantizada se abría, el policía conseguía enroscar con su mano fuertemente la muñeca esquelética de Yoom Bum, dejando a éste dejarse sucumbir en uno de sus miedos más profundos. Sentía que ya no tenía escapatoria y que su corta y miserable vida había terminado antes de que pudiera vivirla plenamente.
Sintiendo escuchar las esposas alrededor de las muñecas, solo pudo sentir un breve viento antes de que su muñeca se viera libre de la enorme mano del oficial dejándole oportunidad para escapar del metro. Apenas bastó dos segundo para voltear y observar qué había sucedido para que estuviera libre, cuando se dio cuenta que el policía había sido pateado en el estómago por un hombre de espaldas que lucía como un ser alto, musculoso, con el cabello rubio como el oro impuro y un saco color sangre. Le hubiera gustado ver el rostro de su salvador, pero no confiaba demasiado en su suerte, por lo que solo se limitó a seguir adelante y salir de aquel sofocante metro...
La segunda cosa había ocurrido en la tarde, durante su trabajo de medio tiempo. Yoom Bum había sido despedido por octava vez en lo que habían pasado tres meses, por lo que incluso llegó a pensar que mejor hubiera sido haberse quedado tras las rejas de una inmunda cárcel en vez de quedarse desempleado.
Y la tercera cosa más grave que pensó que era el detonante final para su día llena de desgracias llegó cuando éste se encontraba solo en su sucia y pequeña habitación, cuando su tío le notificó por teléfono que había decidido por su propia cuenta que lo mejor que podía hacer para deshacerse de él y de su desagradable presencia era internarlo en un manicomio conocido como "Killer and Stalker", una de las instituciones psiquiátricas para severas y estrictas de toda Corea del Sur.
Cuando Yoom Bum decidió pedirle razones a su déspota y malnacido tío, este solo le mencionó que él padecía un trastorno mental llamado: "Transición Límite de Personalidad", algo parecido a los trastornos bipolares donde cambiaba de estado de ánimo rápidamente. Habiendo colgado estrepitosamente la llamada, Bum se quedó estático, shockeado; no podía creer que él padeciera eso... Sabía que padecía un problema psicológico parecido a ese, pero nunca pensó que fuera así de grave para que lo internen, incluso imaginó que su tío le había dicho tal infamia para que no se rebelara contra él. En serio quiso creer ello, pero por más que conocía que su tío era un hombre insensible y lleno de rencor, sabía que éste nunca mentía.
Se sentía tan vacío y solo, tan abandonado y asqueroso, incluso se sintió inservible en el mundo. Se odiaba a sí mismo por no ser una persona llena de facultades que lo hicieran resaltar como otros. Pensó que todas las cosas eran demasiado fuertes para que un frágil ser como él las pudiera soportar más por lo cual, sumido en una de las depresiones más fuertes que tuvo desde hace cinco años, decidió deshacerse de su vida cortándose la venas lo suficiente para desangrarse lenta y dolorosamente en lo solitario de su habitación.
Por un breve momento, llegó a su mente la imagen de su salvador con cabello oro impuro... en serio, lo único bueno que pudo rescatar del día era tal rubio. Se sintió de cierta forma feliz de que alguien le haya importado su existencia, por lo que, instalándose un pequeño sentimiento de amor y devoción en su maltratado corazón, nuestro pequeño Yoom Bum pasó del mundo de las ensoñaciones al negro absorbente de la inconsciencia.
Cuando despertó, esperaba hallarse en algún hospital o incluso, comisaría, ya que últimamente pasaba por ahí, pero nunca se esperó verse en una habitación oscura y hecha de piedra, recostado en una cama blanca individual, envendado y atado a los lados de la cama.
Y claro, mucho menos ver en frente suyo a un sujeto con una mirada sádica, manchado con algunos rastros de sangre alrededor de su rostro y con un gran mechón de rubio impuro muy conocido para su gusto.
- Hola querido, mucho gusto en conocer a mi preciado compañero de cuarto, me llamo Sangwoo, mucho gusto de cortarte. Espero que te gusten los cuchillos tanto como a mí.