Sabía que era una mala idea, sabía que no debió hacerle caso a James cuando le dijo que asistiera a esa estúpida fiesta “es hora de que conozcas personas nuevas” había dicho para lograr convencerlo, soba el puente de su nariz y levanta la mira con timidez, ahí estaba él, estúpidamente hermoso como siempre sonriendo y saludando con cortesía a las personas que se acercaban.
Era insoportable verlo así tan fresco y… feliz.
Apretó los puños, la rabia y la tristeza se mezclaron con fuerza en su cuerpo, el dolor en su pecho amenazaba con matarlo, estaba a unos pocos metros de él, pero la distancia que había marco su ruptura no se podía recorrer con los pies. Maldijo otra vez el haberle hecho caso a James, aunque no tenía caso echarle la culpa, después de todo él nunca supo nada de lo que hubo entre ellos, levanto la cabeza para buscar a su amigo con la mirada.
Mala idea.
Tony lo está mirando, y lo único que logro distinguir en sus gestos fue confusión. Pero era de esperarse, nunca volvieron hablar o a verse desde el día en el que todo se fue a la real mierda.
Hacía poco se había jura a si mismo que ya no sentía nada, que ya lo había olvidado, que todo había quedado atrás, pero… solo se había estado mintiendo.
millones de sensaciones atravesaron su pecho cuando sus miradas se encontraron y se escuchó preguntándose de nuevo ¿Qué tenía que hacer para olvidarlo?
Inconscientemente lleno una mano a su pecho y estrujo la tela de su camisa, sus piernas temblaron con sutiliza y pudo sentir como todo el valor huía de su cuerpo.
Tony aún estaba ahí, alojado bajo su piel, corriendo por su sangre y asiendo estragos es tu mente.
Lentamente bajo la cabeza, no quería toparse otra vez con la mirada de Tony.
¿Cuánto tenía que dolor, para que ya no sintiera nada?
La persona que lo había hecho sentir afortunado, feliz, completo especial y en paz, era la misma por la que en esos momentos sentía que moría, lenta y tortuosamente.
La fiesta siguió su rumbo en el trascurso de la noche, todos sonreían y disfrutaban con la música, James coqueteaba con una chica y ella con él mientras bailaban y reían. Todo eso lo hacía sentir peor ¿Por qué él no podía? ¿Por qué una sola persona que ya había dejado muy en claro que no quería nada con él era capaz de arrebatarle todo en un segundo?
La situación le resultaba tortuosa y no comprendió que era lo que hacía un en ese lugar, obligándose a mirar para otro lugar cada vez que Tony aparecía en su campo de visión con quien fuera que lo acompañaba y no dejaba de tomarlo por la cintura y susurrarle cosas al oído, tenía que irse, era una estupidez quedarse otro segundo en ese lugar, le había queda muy en claro que aún no era capaz de verlo y no sentir que el mundo se derrumbaba.
Cuando había tomado la decisión de marcharse, como si el destino quisiera jugarle una broma macabra por los parlantes del lugar pudo escuchar con claridad como empezaba a sonar una canción, su canción, la canción de él y de Tony, la estúpida canción que sonaba en la cafería el día que se conocieron y que más adelante la vida se iba a encargar de convertirla en su hidno.
Sus ojos le empezaron arder con las insipientes lágrimas, pero no, no iba a llorar, no más. Tomo una gran bocarada de aire y la soltó para despejarse y reprimir el estúpido llanto.
Sin saber porque lo hacía busco a Tony con la mirada, no tardó mucho en encontrarlo.
Mierda.
Era un masoquista, un jodido masoquista al no ser capaz de apartar la mirada de Tony mientras bailaba con otro, mientras dejaba que otras manos y no las suyas rodearan su cintura, ¿Cómo podía hacer eso? era su canción, ¿no le importaba bailarla con otro?
Una solitaria lagrima se escapó por uno de sus ojos, no pudo evitarlo, le fue totalmente imposible reprimirla, se apresuró a limpiarla de un manotazo.
Rio sin gracias mientras negaba con la cabeza.
-eres un estúpido --- se dijo a sí mismo, no podía pretender que Tony fuera como él, incapaz de olvidarlo, el tiempo cambia todo y esperaba que también hiciera desaparecer ese vacío y ese dolor que parecía no querer abandonar su pecho.
Sacudió la cabeza, era suficiente, busco a James con la mira y cuando lo encontró se dirigió hasta en donde se encontraba.
-Buck --- lo llamo ya que este le estaba dando la espalda.
- ¿Qué sucede Steve? --- su amigo frunce un poco el ceño al ver la extraña expresión que tenía en la cara.
-nada… --- tenían que hablar un poco fuerte para poder escucharse sobre la música --- estoy cansado así que me voy --- su amigo asiente con la cabeza.
- ¿tienes llaves? --- Steve se había muda con James hacia unos meses después de haber terminado todo con Tony.
-sí, divierte --- dice en forma despedida.
- ¿seguro que quieres irte?
-completamente --- da la vuelta y se dirige a la salida del lugar, camina hasta donde había dejado parqueada su moto y la enciende.
-Steve… --- escucha que lo llaman antes de que pueda arrancar, todo el bello se su cuello se erizo, reconocería esa voz hasta en el mismísimo infierno.
Bajo la cabeza y soltó un largo suspiro antes de volverla a levantarla y girarla un poco para poder ver bien a la persona parada unos pasos atrás de él.
-Tony… --- contesta sin esforzarse por sonreír o sonar amistoso.
-te vi ahí dentro --- dice el moreno mientras señala la entrada del lugar con la cabeza --- pero no sabía si querías que me acercara.
Steve asiente con la cabeza, las cosas están tan o más incomodas de lo que se lo había imaginado.
-yo también te vi --- quería salir de ese lugar lo más rápido posible.
Tony asiente con la cabeza.
- ¿Cómo has estado? --- pregunta mientras mete las manos en sus bolsillos y se estremece un poco por el frio.
-he estado mejor, pero o me quejo… ¿y tú?
-bien… gane la beca para el IMT --- Steve abre un poco de más los ojos y no puede evitar sonreír, sabia lo mucho que Tony se había esforzado.
-me alegro mucho, te lo mereces… ya me voy así que, adiós y espero que te vaya bien --- Tony le devuelve la sonrisa.
-gracias… adiós Steve --- Tony baja la mira, no puede evitar que un nudo se forme en su garganta. Sabía que las cosas no habían terminado precisamente bien entre ellos y que era una estupidez el haberlo seguido cuando lo vio salir, pero…
- ¿no vas a volver a entrar? --- pregunta al ver que la conversación había llegado a su final, pero Tony no daba indicios de querer moverse del lugar en el que estaba.
-no, voy a pedir un taxi, quiero volver al departamento y arreglar unas cosas --- Steve enarca una ceja y mira el reloj en su muñeca.
-vas a arreglar a las 2 de la mañana --- era algo difícil de creer ya que Tony ni siquiera teniendo todo el día libre se motivaba para organizar algo.
-son unas tonterías que tengo que arreglar para mañana temprano--- dice Tony alzándose de hombros para restarle importancia a lo que decía
Steve asiente con la cabeza
Arranca
Se dice a si mismo
Arranca joder, dijo que tomaría un taxi… arranca.
-si quieres te puedo llevar --- se encontró diciendo el rubio y maldiciéndose mentalmente por ser tan estúpido.
-eso sería genial.
¿Qué?
No, esa no era la respuesta que esperaba un: muy amable pero no, se acomoda mejor a su imagen mental.
-sube --- dice Steve y vuelve a prender la moto, aún está un poco confundido con la situación, Tony asiente con la cabeza camina hasta donde está el rubio, sube a la moto y pasa con timidez los brazos por la cintura ajena.
El peso de Tony en la parte de atrás y sus brazos alrededor de su cintura trasmitiéndole calor, provocaron que innumerables recuerdos cruzaran por su cabeza, y unos que otros eran bastante sucios, se removió un poco incómodo en su lugar sacudió la cabeza y arranco.
No tenía que preguntarle a Tony hacia donde debería ir, se sabía perfectamente el camino, y no solo porque se dirigían al departamento de Tony, no, si no porque también se dirigían al lugar que habían compartido duran más de tres años… pensándolo bien lo que estaba haciendo era una pésima idea.
Cuando llegaron frente al edificio, una punzada terriblemente dolorosa atravesó su pecho.
-gracias --- habla Tony por primera vez desde que habían emprendido el camino.
-no fue nada --- dice Steve y pasa saliva con dificultad, su cuerpo se sintió estúpidamente frio cuando Tony bajo de la moto.
- ¿quieres pasar? Tengo café --- dice el moreno y señala el edificio.
-no creo que sea buena idea.
-solo será un momento --- dice Tony.
-Tony… --- el nombre salió de su garganta ardiendo como fierro caliente --- en serio no creo que sea buena idea.
-vamos Steve, no volveré a molestarte --- con Tony Steve tenia voluntad de puta.
-está bien, pero quiero ese café con leche --- Tony sonríe, asiente con la cabeza y camina en dirección a la entrada del edificio mientras Steve apaga su moto, le quita las llaves y baja de ella para seguirlo al interior del lugar.
Al entrar al departamento Steve no tardó en darse cuenta que todo había cambia, en realidad no había nada en el lugar del tiempo en el que él vivió ahí… en realidad no había nada.
- ¿en dónde está todo? --- la pregunta salió de entre sus labios antes de que su cerebro se diera cuenta de lo que estaba haciendo, Tony volvía de la cocina con dos tazas de café humeante, una se la entregó a Steve y la otra se la llevo a los labios soplo y dio un sorbo.
-parte está en la casa de mi madre, el resto ya lo envié a Massachusetts --- Steve abre los ojos sorprendido. Sabía que el haber ganado la beca significaba que tendría que mudarse, pero, no sabía que sería tan rápido.
- ¿Cuándo te vas? --- pregunta Steve mientras da un sorbo a su café. Perfecto.
-mañana por la mañana, por eso Salí con Gegor hoy, él quería hacerme una despedida --- contesta Tony mientras se sienta en el suelo, donde antes quedaban los sofás. Steve se da un golpe mental por no haber reconocido al hermano de Tony cuando los vio bailando.
Steve da otro sorbo a su café, mentiría si dijera que no le afectaba el saber que Tony se iría a otro estado y que posiblemente no lo volvería a ver.
-no pensé que te iras tan rápido --- dice Steve y termina su café.
-tengo que irme con tiempo, conseguir un lugar en donde quedarme, aclimatarme al cambio --- dice Tony y deja su taza vacía al lado de la de Steve --- sé que no nos veíamos hace meses… --- comienza a decir Tony cambiando de tema y llamando la atención del rubio --- pero te voy a extrañar cuando me vaya.
El corazón de Steve golpeo con fuerza en su pecho.
Tony saco algo del bolsillo de su pantalón y se lo entrego a Steve.
Steve abrió los ojos sorprendido y miro a Tony notoriamente confundido, ¿Por qué le entregaba eso? ¿Por qué lo había guardado?
-siempre fue tuyo Steve, no te pido que lo uses ni mucho menos, solo que lo tengas --- Steve aprieta el anillo en su mano y cierra un momento los ojos.
una sonrisa furtiva aparece en sus labios al recordar cuando hacía unos años habían intercambiado anillos, sin ceremonia, familiares o un sacerdote, solo ellos en su departamento, nada oficialmente legal, pero enteramente verdadero.
La sonrisa se esfumo de su rostro cuando recordó la mañana en que se fue dejando sobre la cama sin importarle que una parte de su alma se había quedado en ese pequeño pedazo de metal.
-Tony… --- su voz que quebró un poco.
-no me lo devuelvas --- Steve niega con la cabeza.
-gracias por guardarlo --- dice mientras lo guarda en su bolsillo.
-no te voy a negar que lo primero que me paso por la cabeza fue tirarlo… pero no tuve el valor --- su cordura se estaba yendo a la mierda, Tony era más de lo ponía manejar.
No fue consiente de cuando su mano viajo hasta la mejilla de Tony o en que momentos se había acercado lo suficiente a este como para que sus labios se unieran, moviéndose unos contra otros con más intensidad cada vez.
Tony puso sus manos contra el ancho pecho del rubio para apartarlo.
-lo siento --- dice Steve pensando que quizás Tony solo se había dejado llevar, pero que en realidad no quería lo que acaba de pasar.
-no te disculpes --- dice Tony y en un movimiento rápido se quita la camisa y después mete las manos por debajo de la del rubio y tira de ella hasta sacarla. Dejando ambos torsos desnudos --- y no te atrevas a arrepentirte --- Steve no encontraba palabra alguna para describir como se sentía en esos momentos.
El pecho de Tony choco contra el suyo con violencia cuando este se lanzo sobre el para pasar los brazos por su cuello y besarlo con ansias, no perdió tiempo en pensar que carajos estaba haciendo y llevo sus manos a los pantalones de Tony para desabrocharlos y bajarlos todo lo que podía.
Tony se volvió a separar de él para quitarse correctamente los pantalones, bóxer, medias y zapatos, quedando totalmente desnudo antes los ojos del rubio, ojos que se lo comían silenciosamente.
Se agacho hasta donde estaba Steve, desabrocho sus pantalones y en menos de 10 segundo lo dejo en igual condición que él, para después sentarse sobre su regazo.
-también te extrañe --- dice Steve mientras sienta los labios de Tony viajar por su cuello.
Sus manos viajaron hasta el duro trasero de Tony y apretaron con fuerza haciéndolo gemir contra su cuello.
Esto no era el principio de una linda historia entre ellos, o de una segunda oportunidad, no, esto era el final que los dos estaban buscando, lo que necesitaban para pasar la página, para decirse adiós, para no mirar con dolor el pasado que vivieron juntos, para que cada vez que el nombre de uno estuviera en la boca del otro no fuera con tristeza o decepción, fuera con la alegría de haber amado y la tranquilidad de haberlo hecho bien.
Las manos tocaron todo lo que tuvieron al alcance, apretando y acariciando, erizando la piel y haciéndola sudar, haciendo que la respiración se agitara y las ansias crecieran.
-Ahhhgg… --- Tony apretó los cabellos rubios cuando sintió como este besaba uno de sus pezones.
Sus caderas comenzaron a moverse contra las del rubio, haciendo que la hombría ajena se rosara entre sus nalgas mientras la propia era atendida por una de las manos de Steve.
Tony tomo la mano libre el rubio y la lleno hasta su boca para lubricar bien dos de los dedos y después guiarlos hasta su entrada.
Steve rozo el anillo de músculos con sus dedos y los introducirlo lentamente mientras subía sus labios hasta los de Tony para besarlo y absorber sus gemidos.
El no haberlo hecho durante los meses que estuvieron separados y el haberlo extrañado tanto mando su auto control a dar un largo paseo.
Tony enarco la espalda y apreso el labio interior del rubio entre sus dientes.
Antes de se diera cuenta estaba de rodillas contra el suelo apoyado en los codos y alzando el culo.
-lo siento --- escucho que el rubio decía y se preguntó porque se estaba disculpando.
-oh joder --- apretó los puños y cerró los ojos mientras sentía como Steve entrada en su poco preparado trasero.
-piel con piel --- dice el rubio contra su espalda y lo siente lamer el camino de su columna.
La sensación de placer y dolor, la dilatación y adaptación lo hizo ver las estrellas.
No espero mucho para empezar a moverse con fuerza y vio a Tony intentar mantenerse en su lugar así que se agacho y paso los abrazo por el pecho, haciendo que el Angulo de las penetraciones cambiaran, se volvieran más profundas, más y más rápidas, más y más certeras.
Su pecho termino contra el suelo y una mano de Steve al lado de su cabeza para sostener su peso mientras la otra comenzaba a masturbarlo de nuevo.
Las sensaciones lo sobrepasaron y los jadeos cada vez más roncos en su nuca no lo ayudaron.
Termino en la mano del rubio y segundos después sintió a Steve acelerar el enloquecido ritmo y hacerlo dentro de él inconscientemente alzo las caderas para recibirlo por completo mientras su cuerpo se tensaba y sus músculos se contraía al sentir como el miembro de este se sacudía con violencia en su interior.
El mejor jodido orgasmo de su vida. Pensaron ambos.
Cuando sus cuerpos se relajaron y sus respiraciones se normalizaron se dejaron caer sobre sus espaldas uno al lado del otro y giraron el rostro para poder mirarse a los ojos.
No hubo palabras.
Solo una cansada sonrisa.
Hay en la mitad de la sala de un departamento medio vacío, dos amantes sonrieron al decir adiós.
departamento que antes había sido un hogar, un escondite, un refugio… pero ahora solo era paredes vacías.
Tantos recuerdos de los que por fin podían despedirse.
Se habían amado, odiado, extrañado, maravillado y decepcionado tantas veces como estrellas tenía el cielo y con la misma intensidad que un fuego joven y lleno de leños para alimentarlo.
Ahora podían despedirse sin remordimiento, habiendo cerrado una etapa de su vida que quedaría en sus memorias y les sacaría una que otra risa al recordarla.
A la mañana siguiente Steve se despertó solo, a su lado en lugar de estar Tony había una pequeña nota.
Fue un verdadero placer haberte amado y siento si alguna vez llegamos a herirnos.
Tony.
Los primeros días después de que Tony se marchara Steve aun sin querer había momentos en que la tristeza lo envergaba, pero con los meses eso cambio y más aun con los años.
Ya podía pasar días sin nombrarlo, Tony poco a poco se convirtió en su pasado…
-Steve… ¿me estas escuchando? --- la pregunta de su amigo lo saco de sus pensamientos.
-lo siento Buck ¿Qué decías? --- James negó con la cabeza Steve a veces podía ser supremamente distraído.
-te preguntaba si vas a ir a la fiesta de Sam.
-no me perdería una fiesta de Sam ¡son las mejores! --- dijo algo emocionado con la idea.
-entonces camina tenemos que comprarle algo al bastardo, no todos los días de cumplen veintiocho años --- Steve asiente con la cabeza y camina con James fuera de su departamento --- ¿Qué piensas que sería un buen regalo?
- ¿muchos… pepinillos? --- a decir verdad, no tenía ni idea de que regalarle a Sam, a pesar de conocerlo hacia años el chico era algo reservado y difícil de conocer, lo único que había notado era que le gustaba los pepinillos porque los comía con todo y a todas horas.
Bucky soltó una carcajada por el comentario de su amigo.
-no es tan mala idea --- mientras caminaban por la calle decidiendo que comprar, James noto que su amigo buscaba algo con la mira, un habito que había adquirido hacia unos años y que no dejaba de intrigarlo --- ¿buscas algo? ¿alguien? --- se atrevió a preguntar ya que la curiosidad lo había sobrepasado.
Steve se sonrojo un poco por ser descubierto, pero después sonrió y asentó con la cabeza.
-sí, busco a alguien --- dice mientras suelta un suspiro --- a veces ni soy consciente que lo hago.
- ¿a quién?
-eso no te lo voy a decir --- una sonrisa marca su rostro mientras ve como a su amigo se lo come vivo la curiosidad.
…Podía pasar días sin hablar de Tony, él podía estar en su pasado, pero nunca había dejado de buscarlo entre la gente mientras le rogaba al destino porque sus vidas coincidieran otra vez, quizás solo para compartir un hola y que te vaya bien.