Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

RELACIONES COMPLICADAS por SandraBel00

[Reviews - 75]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, aquí está el siguiente capítulo. Madre mía ya por el capítulo 20 no me he dado cuenta hasta hoy, jejejejejeje. Siento la tardanza, el que sea verano no me excusa de tener que hacer cosas, por desgracia. ¡¡Muchas gracias por leer y sobretodo por sus comentarios!!

Un castaño se hallaba yendo al despacho del director, ya que un compañero le había dicho que el director lo buscaba. Al principio le había dado bastante miedo el hecho de que lo llamaran para ir a dirección y después de acordarse de que el director era Akashi (aún no se hacía a la idea) le había entrado aún más miedo. Así que allí estaba ahora mismo, frente al despacho del director. Tocó un par de veces a la puerta y recibió un asentimiento para entrar. Nada más entrar bajó la mirada, ya que el pelirrojo estaba en su sillón observando de frente al castaño que acababa de entrar.

-Por favor cierra la puerta y siéntese.-dijo Akashi más formal de lo normal pero sin quitar su mirada divertida.

-S-sí, c-claro. -contestó Furihata entre confuso y temeroso.

Furihata se dió la vuelta para cerrar la puerta y antes de darse volverse para ir a sentarse a la silla tomó una gran bocana de aire, como preparándose para lo peor.

-Bueno, vamos a ver, para empezar no te llamo por nada malo, sino porque eres el presidente del club de lectura además de que ayudas mucho en las labores de la biblioteca del instituto.-dijo Akashi tranquilamente.

-S-sí, hago lo que puedo aunque no sea mucho.-contestó de forma tímida Furihata.

El hecho de estar hablando como si no se conocieran desde pequeños lo tenía un poco confundido, aunque por otra parte entendía que su relación era de director-alumno, por lo que era normal que Akashi se comportara de forma profesional.

-Por lo que veo, el encargado de la biblioteca, Takeda-sensei, está muy feliz de tenerte como ayudante, y dice que eres un alumno ejemplar que le facilita mucho el trabajo.-dijo Akashi mirándolo atentamente como si esperara una respuesta a una pregunta no hecha.

-B-bueno, Takeda-sensei y yo nos conocemos de hace mucho tiempo, es normal que tengamos cierta cercanía.

-¿Ahh sí?-preguntó sonriente Akashi.

-Además de que es buena persona y buen profesor.-siguió diciendo el castaño sin darse cuenta de que el pelirrojo lo miraba con ojos fieros.

-Entiendo.-dijo Akashi serenándose un poco.-Te he mandado a llamar porque estoy mirando las encuestas que rellenaron todos los clubes del instituto al principio del curso, y en la vuestra demandáis más libros.

-Sí, si es posible nos gustaría que trajeran nuevos libros de lectura, ya que nuestra biblioteca tiene pocos y los que tiene son bastantes antiguos, c-creo que no estaría mal renovarlos, así muchos más estudiantes irían…-acabó diciendo casi sin voz porque sus ojos se encontraron con los de Akashi durante unos segundos.

-Está bien, es una buena propuesta.-dijo al final Akashi rompiendo un poco la tensión que se había generado.

-V-vale, muchas gracias de verdad.-dijo Furihata mientras hacía el amago de levantarse.

-¿Qué te parece si quedamos para comer?

-¿C-cómo?-preguntó Furihata sumamente confundido.

-Ya sabes, para que me digas que libros hay que comprar, y ya que tú eres de por este barrio podrás decirme donde comprarlos.-dijo Akashi sonriendo levemente, aunque él en su interior sabía que ya tenía al castaño para ir a comer.

-A-ahh, b-bueno, si quieres le paso una lista.-dijo Furihata un poco avergonzado.

-Es que me gusta tratar estos temas de los clubes de forma más familiar, para que los alumnos vean que me interesa lo que hacen, y que sus demandas siempre son leídas y vistas para ver si se pueden cumplir.

-Entonces… supongo que sí…-dijo Furihata en un susurro pero audible para Akashi.

-Perfecto. ¿Cuándo te viene mejor?

-P-pues, m-mañana quizás, para que me dé tiempo para hablar con el resto de integrantes del club y me digan que libros son necesarios.

-Muy bien, mañana a las 2 nos vamos a comer, yo invito.-dijo Akashi sonriendo de oreja a oreja.

-N-no hace falta que me invite, t-tengo dinero.-dijo Furihata nervioso intentando no deberle nada al pelirrojo.

-No te preocupes, es un tema del instituto que te está quitando de tu tiempo de ocio así que yo me ocupo, tú tranquilo-dijo Akashi de forma calmada mientras dirigía a un castaño hacia la puerto.

-E-está bien, m-muchas gracias.-dijo Furihata sin poder mirarle a los ojos a Akashi.

-No las des, hasta mañana Kouki.-dijo mientras estaba cerrando la puerta.

-H-hasta mañana.-dijo avergonzado porque Akashi le había llamado por su nombre de pila estando en el instituto.

************************************************************

Pasó el tiempo y se hizo la hora de irse a casa a comer, aunque no para todos. Un pelirrojo se acababa de despedir de sus amigos y se iba hacia la clase que el profesor le había dicho antes. Estando en la puerta tocó y cuando recibió una invitación entró. La clase era ahora bastante distinta, no había estudiantes por todos los lugares, sólo estaba el profesor y él. Ese pensamiento hizo que Kagami se tensara bastante, ya que nunca había dado una clase estando solamente el profesor y él. Por un momento pensó en salir por patas pero luego recordó que fue él quien aceptó esto, ya que lo que estaba haciendo el profesor con él no se lo podría pagar ni en mil años. Él se consideraba un nulo en los estudios, incluso cuando volvió de Estados Unidos suspendió inglés, ya que él sabía hablarlo, de forma muy coloquial y con una pronunciación que ni los profesores entendían, pero no sabía escribirlo bien. Siempre se había interesado más por lo deportes que por los estudios, y más cuando comenzó a jugar al baloncesto y conoció a Himuro. Pero ahí estaba, intentando por todos los medios sacar el curso limpio, ya no quería buena nota, es era mucho pedir sólo quería no suspender nada y no defraudar a su sensei que tanto le estaba ayudando. Con eso en mente se sentó en un pupitre dispuesto a darlo todo.

-Bueno, Kagami-kun, está será la primera tutoría, espero que te sirva.

-Muchas gracias por hacer esto por mí Kuroko-sensei, seguro que me sirve de mucho.

-Está bien, pues empecemos con los deberes que os he mandado hoy, empieza a hacerlo y ve diciéndome tus dudas.

Kagami empezó a hacer el primer ejercicio y se avergonzó al ver que no entendía nada de nada, con un poco de temblor en la mano la levantó para llamar la atención del profesor.

-¿Sí Kagami-kun?¿Qué ocurre?

-Kuroko-sensei…-dijo Kagami bastante avergonzado.

-¿No entiendes algo Kagami-kun?-preguntó curioso Kuroko

Al ver la cara de su alumno se dió cuenta de que Kagami no entendía nada, por lo que no podía seguir el ritmo de la clase, tendrían que empezar desde más abajo e ir subiendo poco a poco.

-Kagami-kun, ¿qué te parece si damos los temas del año pasado que te van a servir para este año? así no tendrás problemas con los términos que aparecen ahora.

-¿Cómo sabía que no tengo ni idea de como hacer el ejercicio?-preguntó Kagami sorprendido.

-Es mi trabajo, Kagami-kun, fijarme en lo que fallan o en lo que no saben mis alumnos para poder remediarlo. Esto ha sido fallo mío debería haberte dado una base inicial para ver te cuanto te acuerdas.

-Creo que el problema soy yo y no usted Kuroko-sensei. Yo soy nulo para los estudios, seguro que no me acuerdo de nada.-dijo Kagami apenado.

Kuroko al ver el estado de ánimo de sus alumno se acercó a él. Es posible que Kagami pareciera a primera vista un chico amenazador y problemático, pero era todo lo contrario, le afectaba mucho en no poder mejorar en algo.

-No te preocupes Kagami-kun, todos tenemos un punto débil, lo que tenemos que hacer es fortalecerlo en vez de deprimirnos por tenerlo, eso sólo lo hace más grande.-dijo Kuroko de forma muy confortable.

-Está bien, intentaré hacer todo lo que pueda por hacer mi punto débil más fuerte.-dijo sonriéndole al profesor.

-Eso está muy bien, Kagami-kun-dijo Kuroko devolviéndole la sonrisa a su alumno.

Por un momento, los dos se quedaron mirándose a los ojos, es como si hubieran hecho una captura de pantalla mental para inmortalizar ese momento. Kagami pensó que la sonrisa de su profesor era linda y suave como Kuroko. Kuroko no pensó que iba a conectar tan bien con un alumno, esa sonrisa que le había dedicado Kagami a él había sido la más maravillosa que había visto. Una vez los dos se dieron cuenta hacia donde iban sus pensamientos los desecharon e intentaron limpiar su mente por completo de esos pensamientos, aquello no era posible para ellos dos. Una vez recompuestos Kuroko empezó a darle los temas básicos del año pasado a Kagami, y así intentaron olvidar ese momento especial.

***************************************************************

Ya iban a ser las 5 de la tarde, y un pelinegro se hallaba volviendo hacia su casa de hacer la compra. Estaba bastante nervioso, ya que cuando llegara a su casa, la cual estaba bastante lejos del instituto para su gusto, llamaría a Murasakibara para empezar a hacer los pastelitos mientras hablaban. Se podría decir que era lo más similar a una cita que han tenido.

Una vez llegó a su piso abrió la puerta de su casa y se dirigió a la cocina a colocar la compra y ha preparar todo lo necesario para hacer los pastelitos, no quería que le faltara algo una vez hubiera llamado a Murasakibara, quería que todo saliera perfecto. Cuando uvo todo preparado se arregló el pelo, el delantal y se miró en el espejo para ver si todo estaba en orden, al poco tiempo recordó que no se iban a ver en ningún momento, tan solo iban a hacer una llamada de voz, no una videollamada, por eso se golpeó mentalmente en la cabeza. Nunca había estado tan nervioso como para cometer tales tonterías, y eso lo ponía aún más nervioso. Armándose de valor llamó Murasakibara. Sonaron dos pitidos de espera y el pelimorao contestó.

-¿Muro-chin?

-Buenas Atsushi, ¿te viene bien empezar ahora a hacer los pastelitos?

-Claro, estaba esperando tu llamada.-contestó de forma simple el pelimorado.

-Yaaaa, es que he tardado más porque tenía que hacer la compra y eso, lo siento.-dijo el pelinegro un poco decepcionado.

-No pasa nada Muro-chin, la otra vez yo te hice esperar a tí, además de que era para los ingredientes de tus deliciosos pastelitos, no hay nada que perdonar.

-¡Muchas gracias Atsushi!-dijo Himuro esta vez más animado.-Bueno, ¿empezamos?

-¡Sí!

Después de estar aproximadamente una hora cocinando ya habían hechos una buena tanda de pastelitos, de los que la mitad era como los hacía Himuro y la otra mitad de los que hacía Murasakibara. El pelimorado había insistido en que eran mejores los de Himuro, y Himuro había dicho lo mismo pero con los pastelitos del otro. En resumen, se lo habían pasado muy bien y se habían conocido más, seguían hablando, contándose sus cosas y riendo, pero llegó el tema tabú para Himuro.

-Muro-chin…, ya sé que nos conocemos de hace poco, pero yo estoy muy a gusto contigo y yo creo que tú conmigo también lo estás..., ¿qué te parecería quedar para vernos en persona?-dijo Murasakibara bastante impaciente.

-B-bueno, no había considerado aún eso…-dijo Himuro un poco incómodo por el tema.

-No pasa nada Muro-chin, otra vez será.-Voy a colgar, mañana hablamos…-dijo Murasakibara con un tono un poco decepcionado.

Himuro al escuchar la voz de Murasakibara hizo una rápida reflexión en su cabeza. Atsushi había sido muy bueno con él, no le había pedido verse hasta ahora a pesar de que habían hablado muchas veces por lo que había tenido muchas otras oportunidades de decírselo, no le había importado su aspecto para hacerse amigo de él y para finalizar, no quería escuchar ese tono de voz salir otra vez de Atsushi, lo quemaba por dentro el haber escuchado tan decaído al pelimorado y aún más siendo él el culpable. Se armó de valor y decidió que ya iba siendo hora de que se conocieran, así por fin podría ponerle rostro a la persona con la que soñaba desde que la había conocido.

-Espera Atsushi, yo también pienso que nos deberíamos conocer, tengo ganas de jugar al baloncesto contigo y de hacer pastelitos estado tú en persona.¿Qué te parece?

-¿Seguro qué quieres? ¿A mí no me importa esperar?-preguntó Murasakibara un poco agitado.

-Sí, seguro.-contestó Himuro confiado.

-¡Biennn!-celebró feliz Atsushi.

-¿Pero cuándo lo hacemos y dónde?

-¿Qué te parece hacer un pequeño juego?

-Mmmmm…, ¿en qué estás pensando?

-En tí Muro-chin.-respondió simplemente Murasakibara.

-No, me refiero a que: ¿en qué juego piensas para conocernos en persona?

-Ahh, vale, pues...

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).