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RELACIONES COMPLICADAS por SandraBel00

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Notas del capitulo:

Primero de todo disculparme por haber tardado tantísimo en actualizar, os ruego que me perdonéis. Mientras mi imaginación se iba de mí los exámenes se acercaban a mí, y cuando tenía tiempo libre ni siquiera sabía que escribir, no sabía como seguir la historia. Por eso os pido perdón porque yo soy la primera a la que le jode que no continúen con algún fanfic que me guste. Lo bueno es que justo ayer terminé los exámenes así que traigo doble actualización. ¡¡Muchas gracias a los que seguís la historia, sobretodo a los que comentáis!! Y bueno, lo siento mucho de verdad.

Al entrar a la discoteca Kise fue directo hacia la barra a pedir bebidas para todos, Takao fue con él arrastrando también a Midorima. Akashi y Kuroko se quedaron a solas por unos momentos.

-Akashi-kun, debo decirte una cosa.

-¿Qué pasa Tetsuya?

-Hace unos días Kise-kun, Takao-kun y yo fuimos a ver una película a un centro comercial. Allí te vimos con un chico, y parecías muy feliz. No logramos verle la cara pero sí por detrás, y juraría que es el mismo chico que ha pasado antes de nosotros.

-Eres muy perspicaz, Tetsuya, pero yo también, por ello me he dado cuenta de como mirabas al chico que iba al lado de mi chico, el cual se parece mucho a un alumno del instituto, ¿no es así?

-¿Entonces es tu chico?

-No me cambies de tema Tetsuya.

Por unos segundos los dos se quedaron callados, hasta que al final Akashi rompió el silencio que los rodeaba.

-Hagamos un pacto, Tetsuya, los dos somos personas racionales que antes de actuar de forma irracional pensamos, así que te parece si descubrimos que pasa con ellos dos y luego pensamos en como solucionar nuestros pequeños problemas.

-Está bien, Akashi-kun, pero no se le ocurra contarle nada de esto a nadie, ni a Kise, ni a Takao, ni a Midorima.

-No diré nada si tú no dices nada.-dijo mientras sonreía y le tendía la mano.

-Trato hecho.-dijo Kuroko mientras le estrechaba la mano.

Por otro lado estaban Kise y Takao hablando en la barra.

-Bueno, me voy a emborrachar a Shin-chan. ¿Tú qué vas a hacer?

-Divertirme un rato, quiero olvidarme un poco de todo.

-Me parece una idea fantástica, otra vez que salgamos iré contigo, pero ahora debo cumplir mi misión.

-Jajajajajajaja, no te preocupes por mí, suerte para atrapar al pokemon legendario.

-Gracias, jejejejejeje.

Takao buscó a Midorima, y cuando lo encontró fijó su mirada en él y fue hacia él con un par de copas en las manos.

-Shin-chan, mira lo que he traido.-dijo Takao mientras le ofrecía una de las copas.

-Takao no planeo emborracharme.

-Pues que pena, porque yo sí planeo emborracharme, esperaba que fueras mi compañero.

-Ayyy…-dijo mientras se bebía de un sólo sorbo todo el cubata.

-¡Uhhh, así me gusta Shin-chan! ¡A tope!

En un lado de la pista de baile estaba un grupo de chicos, de los cuales la mayoría de ellos no deberían estar ahí.

-B-bueno, ya hemos conseguido entrar. ¿Y-y ahora qué?-preguntó desconfiado Furihata.

-Ahora a bailar.-dijo Himuro mientras que lo cogía de la mano y se lo llevaba hacia la pista de baile.

-P-pero Himuro-san, yo n-no sé bailar.

-Sólo déjate llevar.

-Bueno, yo me voy a por unas copas. ¿Os venís Kagami, Murasakibara?´-dijo Aomine encaminandose hacia la barra.

-Sí, yo voy contigo.-dijo Kagami.

-Yo voy con Muro-chin.-dijo Murasakibara mientras veía como se movía el pelinegro y como lo miraban los demás chicos.

-Está bien.

Aomine y Kagami se fueron hacia la barra a pedir unos cubatas.

-Creo que los voy a pedir cargaditos los cubatas, ya que, aunque tengamos rebaja, son caros, así que mejor pocos pero potentes.

-Pide uno que sea más leve porque Furi nunca ha bebido y no es cuestión de que la primera vez que sale de fiesta y bebe ni siquiera se acuerde por el pedo.

-Sííí mami.-dijo Aomine en tono burlón.-Aunque me parece extraño que no haya probado ni una sola gota de alcohol.

-Conozco a Furihata, te digo yo que no ha bebido nunca. Aunque realmente eso no es un problema, se debe ahorrar mucha pasta.

-Yaaa, si yo no digo que sea malo, sólo que es raro normalmente todo el mundo a estas edades ya ha bebido por lo menos alguna vez en su vida.

El chico que atendía la barra se acercó y después de decirle su demanda esperaron a que preparar las bebidas.

-¿Qué tal llevas lo de Kise?

-Estoy bien Kagami, no me lo preguntes más que hoy quiero olvidarme un poco de todo.

-Yaa… lo entiendo…

En ese momento Kagami vio a Kise en la otra parte de la barra, por suerte Aomine no lo había visto y estaba de espaldas a él. Tenía que conseguir que no lo viera, pero eso iba a ser bastante difícil ya que iban a estar en esa discoteca un buen rato.

-Ehh, Aomine, ¿qué te parece si nos vamos a otra discoteca? Esta parece un poco aburrida, ¿no?-dijo Kagami intenta sacarlo de la discoteca como fuera.

-Estás de coña. Esta discoteca es de las mejores y hemos tenido mucha suerte de entrar, y además con la entrada y las bebidas más baratas, es todo un lujo. Mira, si quieres podemos ir a la pista de baile a ver si te encontramos a alguien ya, estás muy amargado.

-¡Yo no estoy amargado!

-Sí lo estás, pero tu fiel amigo, es decir yo, te voy a ayudar a encontrar a alguien.

Kagami miró a Aomine con el ceño fruncido.

-Bueno, no hace falta que sea una pareja para toda la vida, si eso con un ligue de una noche vas bien.

-Estás fatal, y yo estoy peor por tenerte como “consejero de amor”.

-Sí, sí, lo que tú digas.-Aomine se giró y cogió los cubatas que dejó el camarero.-Toma ve a llevarle a los bailarines.-le dijo a Kagami refiriéndose a Himuro, Murasakibara y Furihata.

Kagami se fue hacia la pista de baile y Aomine fue a coger su bebida cuando de repente divisó una conocida cabellera rubia. Parpadeó varias veces pensando que era producto de su imaginación, sin embargo, al volver a abrir los ojos siguió viendo esa cabellera familiar, y esta vez también le vio la cara. Era Kise, por un momento pensó que los dioses estaban de su parte y le habían ofrecido una oportunidad perfecta para hablar con el rubio, pero al instante de intentar acercarse a él llegó un chico a hablar con Kise. Por lo que parecía se estaba presentando, ya que se dieron la mano. No podía quitar su vista de esa escena, cada vez que veía a Kise sonreirle a ese tío se le revolvía el estómago.

Mente de Aomine:

Para eso necesitaba el tiempo para pensar, ¿verdad? Para ligar con otros. ¡Si es que soy idiota por esperar! ¡Sé que hice mal! ¡Pero no creía, no, más bien, no quería creer que Kise fuera ese tipo de personas! ¡Lo que tendría que hacer ahora es empezar a liarme con todo el que se pasara por delante y hacer que me viera así..!¡Aggg! pero no, no puedo hacerlo. No sé porque no puedo hacerlo, en el pasado no habría tenido problemas, pero ahora me siento incapaz… esto es una mierda… voy a beber necesito evadir a mente antes de que vaya a partirle la cara al tío que le está coqueteando a Kise, no quiero empeorar aún más las cosas…

Después de la reflexión interna de Aomine este pensó que lo mejor era emborracharse para olvidar, así que empezó a buscar a ver quien se animaba a hacer juegos de beber, que en eso él era de los mejores y así al menos se intentaría divertir un poco. Buscó a Kagami pero al ver que no volvía desde que se había ido a la pista de baile supuso que Himuro le había obligado a bailar un poco, ya que por decisión propia dudaba mucho que Kagami dijera de bailar.

Con Kagami:

Aomine le había dicho que le diera los cubatas a Murasakibara, Himuro y Furihata que estaban en la pista de baile. Lo que no se le había ocurrido es que aparte de sus amigos había mucha más gente bailando, así que se puso a buscar y al final los encontró. Murasakibara y Himuro estaban muy juntos, es decir, pegados, y Furihata estaba un poco alejado, se notaba que aún no tenía mucha confianza del todo.

-Tomad, Aomine ha pedido bebidas para todos.-dijo gritando un poco porque la música en esa zona estaba más elevada.

Himuro y Murasakibara dejaron de bailar y se acercaron a coger las bebidas. Furihata se acercó pero aún con un poco de desconfianza.

-No te preocupes Furi, si no quieres no tienes por qué tomar.

-Aunque por un cubata no te va a pasar nada, eso te lo aseguro yo.-dijo Himuro.

-De todas formas Aomine ha pedido este más flojo porque le he dicho que tú no has bebido alcohol hasta ahora.

-V-vale, está bien, por probarlo no creo que pase nada.

Furihata le dio un sorbo a la bebida.

-Está muy bueno, la verdad.

-Claro, en esta discoteca el alcohol es del bueno, no del barato.-le dijo Himuro mientras comenzaba a bailar otra vez con Murasakibara mientras bebía un trago de su vaso.

Furihata empezó a animarse más, y a adentrarse más en la pista de baile. Mientras Kagami intentó localizar al moreno para ir a ver si se había dado cuenta de la presencia de Kise. No vio al moreno, pero algo sí que vio. Un peliceleste al otro lado de la pista. En ese instante se olvidó por completo de Aomine, sólo pensaba en Kuroko y de lo seductor que iba, en ese momento tomó una decisión. Cogió su vaso y se bebió de un trago el contenido de esta. Se dirigió hacia donde estaba el peliceleste, sólo pensaba que debía estar con él porque sino cualquiera de los buitres de la discoteca no dudaría en ir a por su querido profesor, y eso él no podía permitirlo.

Por otro lado estaban un pelinegro y un peliverde pidiendo otra ronda de bebidas, ya llevaban demasiadas, pero el pelinegro no se iba a rendir. Sabía que él podía aguantar el efecto del alcohol mejor y más tiempo que el peliverde. Cuando vio que el peliverde estaba lo suficiente “contento” como para dejarse llevar, lo cogió de la mano y fueron a la pista de baile.

-Takao...yo no sé bailar, y menos con esta música.

-No te preocupes Shin-chan, sólo déjate llevar y sígueme el ritmo, acompasa tus movimientos con los míos.

Takao se puso con su espalda muy pegada al torso de Midorima, y comenzó a hacer movimientos lentos pero muy marcados y sensuales. Midorima empezó a seguir sus movimientos con su cuerpo. Takao entrelazó sus manos por la nuca del peliverde, y de forma automática este puso sus manos en las caderas del más bajo. Siguieron moviéndose de forma lenta pero sensual. Ni siquiera hacían caso a las miradas de algunos que veían atentamente como se movían, estaban totalmente aislados en su pequeña burbuja. Siguieron así unos minutos más hasta que Takao se dio la vuelta, poniéndose de cara a Midorima y manteniendo sus manos aún entrelazadas por detrás del cuello de Midorima. Siguieron bailando, pero esta vez los dos se miraban a los ojos y acompasaban sus movimientos. Hubo un momento que Takao no aguantó más y se lanzó a los labios del peliverde. Al principio Midorima no le siguió el beso porque estaba demasiado sorprendido. Sin embargo, después de una reflexión con su subconsciente borracho, comenzó a corresponder el beso de Takao. Inicialmente era un beso lento, pero conforme pasaba el tiempo se hacía más atrevido y subido de tono. Takao se fue moviendo hacia fuera de la pista, arrastrando a Midorima con él.

Cerca de ellos, un pelirrojo decidido se acercaba hacia un peliceleste, intentando que sus fuerzas y su confianza no lo dejasen tirado. Cuando llegó al lugar donde estaba el otro, se puso otra vez nervioso. Kuroko todavía no lo había visto porque estaba de espaldas a él. Kagami se armó de valor y toco la espalda del profesor para llamar su atención.

Cuando Kuroko se dio la vuelta se quedó muy sorprendido al ver ahí a un alumno suyo, y no cualquier alumno, sino aquel el cual le gustaba.

-Kuroko-sensei.

-Kagami-kun, estamos fuera del instituto no tienes por qué llamarme sensei.

-Ohh, está bien, Kuroko-san.

Los dos se quedaron callados y se instauró un silencio un poco incómodo hasta que Kagami habló.

-No sabía que le gustaba ir de fiesta Kuroko-san, como siempre lo vemos tan reservado.

-Bueno, Kagami-kun, a todos nos gusta salir con los amigos a divertirnos un rato. Además la verdadera pregunta es… ¿cómo es que has entrado a esta discoteca si no eres mayor de edad?

-Ehhh…

-Dime Kagami-kun.-dijo Kuroko con una pequeña sonrisa en el rostro. Le encantaba la cara que estaba poniendo Kagami intentando buscar una excusa lo bastante creíble.

-Pues buenooo…, mientras que tú aparentas ser reservado yo aparento ser mayor de edad.-dijo sonriendo.

-Está bien, por esta vez te encubro y no se lo digo a los guardias. Pero no deberías hacer esto, Kagami-kun, las normas están para respetarlas.

-Yo es que, Kuroko-san, tengo otro lema…

-Y cómo es ese lema tuyo?

-Pues que las normas están para romperlas.

Kagami se lo dijo con una sonrisa de travesura, seguramente provocada por el alcohol. Kuroko le miró y le devolvió la misma sonrisa mientras tomaba un sorbo de su copa.

 


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